Demons (2° y 3° temporada) [...

By happin3ss

16.2K 2.1K 856

Las cosas cada vez estaban peor. Estaban en una búsqueda desesperada por sus amigos, al mismo tiempo en que... More

Deseos.
Un sentimiento nuevo.
Propiedad.
Propuesta.
Lágrimas.
Aumento.
Nacimiento.
Sin retorno.
Demonios dormidos.
Luna de fuego y sangre. (Parte uno)
Luna de fuego y sangre. (Segunda parte)
Luna de fuego y sangre. (Última parte)
Nieve primaveral.
Padre.
Recuerdos de fuego, sangre y lágrimas.
Con la fuerza de mil trescientos gigantes.
Caballero de fuego. (Primera parte)
Buenos momentos.
El rey de las Sombras.
Una explicación.
Demoníaco.
Ataque.
Hermanos de Sangre. (Primera parte)
Hermanos de Sangre. (Segunda parte)
Una nueva víctima.
Guardián de las puertas del Cielo.
Llamas del Infierno. (Primera parte)
Llamas del Infierno. (Segunda parte)
Llamas del infierno. (Parte final)
Sangre de ángeles.
Primer aliento.
Epílogo. ChanKai./El indeciso rey de las tinieblas./

Caballero de fuego. (Segunda parte)

370 63 22
By happin3ss

—Ahora será mil veces más fácil que las veces anteriores.


El rey JunMyeon no sonaba demasiado convincente, aquellos toques de sobre esfuerzo manchando su voz y que, además, eran acompañados por el tiritar de sus manos encargadas de mantener en alto aquella gran cortina de agua que impedía a LuHan el que subiera al techo.

SeHun y Tao se dieron una mirada rápida, demasiado incómodos de tener que pelear sobre aquella estrecha escalera. Pero no les quedaba de otra.

El único que asintió fue MinSeok. El hijo mayor del rey JunMyeon tenía su ceño fruncido y las manos empuñadas, completamente dispuesto a ayudar a su padre.

LuHan sonrió de medio lado, sus ojos algo desorbitados. ¿Tenía roto el labio?

El rubio soltó una burlesca risa.


—¿Por qué será más fácil? No me subestimen.


SeHun chasqueó la lengua y rodó los ojos,logrando que LuHan le mirara de mala manera.


—No digas idioteces. ¿Acaso no ves que estás en desventaja?


Tao habló de manera casi histérica. Todos le miraron de reojo.

LuHan alzó una de sus manos, manteniendo aquella sonrisa de fingida superioridad.


—No están en la mejor situación para decir algo como eso.


El rubio de aniñado rostro habló casi en un susurro, terminando por empuñar aquella mano alzada.

Los trozos de tejado que habían estado flotando sobre sus cabezas, temblaron, sin darles demasiado tiempo a reaccionar antes de que la gravedad hiciera su trabajo y cayeran rápidamente hacia ellos.

Aunque al parecer, Tao estaba preparado para algo así.

En cuestión de segundos aquellos peligrosos trozos de tejado dejaron de caer, quedando suspendidos en el aire.

LuHan estaba estático en su lugar, y todos tardaron un poco en darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

SeHun suspiró.


—Eres el hermano más maravilloso del mundo.


Tao rió entre dientes gracias a las palabras de su pálido hermano.


—El problema es que sólo puedo usar esto una vez, así que supongo que sabes lo que debes hacer. ¿Verdad, hermano?


Tao murmuró, frunciendo el ceño por el esfuerzo que estaba haciendo. 

SeHun miró a su hermano menor y asintió con una maliciosa sonrisa, luego miró a MinSeok que se veía tan confundido como su padre.


—Necesitaré tu ayuda, MinSeok.


Y el de mejillas regordetas asintió.




...




—¿Qué creen que pasaría si el sol nos afectara de verdad?


Lucas sonaba animado.

El viento golpeaba con fuerza en contra de los rostros de los tres vampiros que iban saltando de tejado en tejado, alternando en las copas de los árboles. Saltos precisos que los hacía asimilarse a un enorme felino.

TaeYong miró de reojo al vampiro menor, quedándose quieto en la copa de aquel enorme pino, tal y como lo hizo Johnny un par de árboles por delante de ellos dos.


—La verdad es que el sol si nos afecta, es decir...


—TaeYong quiere decir que tenemos un límite, así como también cierto aguante.


Johnny frunció el ceño y se cruzó de brazos, mirando directamente al sol que a esa hora de la mañana era sumamente débil.

Lucas parpadeó rápido y TaeYong se encogió de hombros.


—El sol de la mañana no es terrible, así como el sol en los días de invierno. Pero cerca del mediodía o en los días de verano, es mejor que nos quedemos en casa.


Lucas estaba de pie en el mismo árbol que TaeYong, sólo que un par de ramas más abajo. El vampiro menor parpadeó rápido, confundido.


—En fin, luego te explicaremos más cosas de nuestra vida. Hay que seguir, por MinHo... Por Key.


La risa que salió de los labios de Lucas se ganó una ceja arqueada por parte de TaeYong, y una maliciosa sonrisa cómplice por parte de Johnny.


—Jamás creí que te escucharía decir algo así después de todo lo que detestabas estar involucrado en esto.


Lucas dijo entre risas. La manera en que TaeYong apretó los labios dio a entender que se sintió avergonzado.


—Hey. Más respeto con-


—Silencio.


Johnny interrumpió a TaeYong en el momento exacto en que Lucas alzó el mentón en un gesto claro de que estaba olfateando el aire.


—Mierda... ¡MinHo!


Apenas Lucas habló, retomaron su andar con aún más velocidad que antes.




...




¿Así se sentiría morder una nube?

ChanYeol se quedó mirando fijamente el trozo de pastel que estaba frente a él. Habían terminado por sentarse todos a la mesa por una indicación clara de mamá, dando a entender de que tenía algo que decirles.

Aunque, la verdad, seguía sin comprender bien qué era todo aquello. ¿Un sueño? ¿Un viaje en el tiempo? Era... demasiado extraño.

ChanYeol alzó la mirada y se encontró con que mamá y papá los miraban, a los tres, con una sonrisa de orgullo en el rostro.

¿Habían muerto los tres y por eso ahora podían estar con sus padres?

Mierda. No.

JongIn.

ChanYeol frunció el puente de la nariz y fijó su mirada en aquella flor que estaba en el centro de la mesa. Se veía bien, sana, aunque...

¿Era su idea o las puntas de las hojas se veían algo marchitas?

Entrecerró los ojos.


—Vaya. Se nos empieza a acabar el tiempo.


Susurró su padre, ganándose la mirada atenta de los tres hermanos.

BaekHyun y Kris parecían tan confundidos como ChanYeol.


—Tenemos una pregunta que hacerles...


ChanYeol alzó las cejas cuando mamá habló. La mujer se había puesto algo tensa y ahora su espalda estaba apoyado en el respaldo de la antigua y desgastada silla.


—¿Son felices?


—Soy feliz, pero creo que lo estaría más sin la maldita perra que se hace llamar madre de los Kim.


BaekHyun respondió de inmediato a su madre, provocando la risa de la mujer y el ceño fruncido en su padre. ChanYeol y Kris miraron atónitos al de cabellos negros.


—BaekHyun. Ese vocabulario no es apto para tratar a una mujer.


BaekHyun apretó los labios al ser regañado por papá, pero de inmediato ChanYeol tomó la mano de su hermano menor, mirando a papá con suma seguridad.


—Ella no es una mujer, ella es escoria.


Apoyó a BaekHyun al decir eso, haciendo que el hombre mayor y que se veía tan joven como ellos, parpadeara lentamente.

Kris se removió inquieto a su lado, pero decidió ignorarlo.


—ChanYeol... ¿Piensas igual que Baek?


ChanYeol asintió, sintiendo cómo los dedos de BaekHyun se aferraban a su mano.

La mirada de sus padres fue a dar sobre Kris.


—¿Kris?


Mamá susurró con cierta ternura. En los labios de la mujer había una sonrisa cálida, la misma calidez que tenía papá en sus intensos ojos azules.

Kris tardó en responder, lo que hacía que BaekHyun aumentara la fuerza en aquel agarre contra la mano de ChanYeol.

Kris inhaló profundamente. Algo que sonó inestable, algo que provocó que el corazón de ChanYeol se apretara con tan sólo la idea de que su hermano tuviese el corazón roto.

Y, joder, eso no tenía sentido. Kris había intentado matarlo.

Pero no podía odiarlo.


—Supongo que... Yo creí ser feliz.


La voz de Kris, que siempre era tan imponente, se quebró tal y como la voz de un niño pequeño. Si ChanYeol lo miraba bien, aún podía ver aquel atisbo de ternura de cuando aún Kris era un pequeño asustadizo y que pasaba pegado a ChanYeol.

Vaya. Era un buen recuerdo.

ChanYeol parpadeó rápido, identificando aquella mueca que los tres acostumbraban a hacer. Apretar los labios, siendo pésimos para fingir una sonrisa.


—Bebé... Ella no te ama, y no te va a amar nunca.


Oh. Eso dolió.

Las manos de Kris temblaron con las palabras de mamá. El rubio tenía su mirada fija en aquel trozo de pastel frente a él.

Entonces... ¿Kris si amaba a la reina?

Mierda.


—El amor toma formas variadas. Puede ser apasionado, puede ser inocente, incluso extraño. Pero el amor jamás será agresivo.


El tono de voz empleado por papá ya no era severo. Parecía dolido, quizás afectado.


—El amor no te daña, y tampoco te obliga a dañar a los tuyos.


Mamá recalcó casi con inocencia, extendiendo uno de sus brazos para alcanzar la mano de Kris y tomarla con suma delicadeza.

Kris dejó que todos vieran lo irritado que tenía sus ojos, con el claro deseo de querer llorar.

Los celestes ojos de su hermano se posaron sobre él y sobre BaekHyun. Fue instinto, pero de inmediato ChanYeol tomó con aún más fuerza la mano de BaekHyun, así como BaekHyun lo hizo con él.

La mirada de Kris estaba cargada de un enorme "lo siento". No eran necesarias las palabras.

Fue agobiante aquel apretón en el corazón de ChanYeol que le quitó el oxígeno.

Sintió casi como si alguien estuviese intentando arrancarlo.

Sus extremidades parecían estar congeladas, pero su cuerpo se dobló por sí sólo en contra de la superficie de la mesa. Escuchó el grito desesperado de BaekHyun y sintió la cálida mano de Kris contra su espalda.

Mamá estaba frente a él en la misma situación, y papá se había puesto de pie para afirmarla de los hombros.

¿Por qué le dolía a los dos?

Pero el dolor le impedía pensar mucho más allá, y cuando se percató de que la flor en el centro de la mesa comenzaba a marchitarse.

El miedo se lo comió vivo.

La marca en su espalda ardió.

JongIn...




...




—¡¿No piensas despertar, imbécil?! Siempre supe que era un maldito inservible.


El ostentoso zapato de la mujer fue a dar contra las costillas del inerte cuerpo de Kris, haciéndolo rodar peligrosamente en el techo del castillo. La reina tenía sus muñecas envueltas en inquietos lazos hechos de sombras que desprendían un detestable olor a sangre y a carne descompuesta.

JongDae se abalanzó contra ella al mismo tiempo que lo hacía MinHo, pero aquellas sombras eran aún más rápidas que los vampiros que llevaban un buen rato intentando atacarla, ataques que apenas y la habían tocado.

La maldita era fuerte.

JongDae soltó una maldición cuando una de esas sombras se envolvió en uno de sus tobillos, comenzando a quemar su carne con esa especie de ácido que parecían desprender. No tardó mucho en enterrar sus uñas en aquella viscosidad molesta, apartándola de su pierna para poder retroceder.

MinHo alcanzó a evitar el ataque, dando un paso atrás y acercándose a Key que protegía a BaekHyun con un escudo que, a esas alturas, estaba demasiado dañado con el molesto poder de la mujer.


—Es una... Perra.


JongDae murmuró sin importarle que fuese su madre. Tenía la mirada fija en Kris que no parecía querer reaccionar, al igual que BaekHyun y ChanYeol.


—Y es tu madre.


KyungSoo murmuró. El bajito tenía las manos empuñadas a los costados de su cuerpo, aunque al cabo de unos segundos las abrió y las alzó, haciendo aparecer rocas que seguramente venían de la entrada del castillo. El de grandes ojos hizo un movimiento en seco que consistió en juntar sus manos al centro de su cuerpo, lo cual provocó que aquellas rocas se movieran con la misma velocidad, sólo que su "centro" era la reina Kim.

Y si bien la reina alcanzó a destruir algunas rocas con esas molestas sombras, otras si alcanzaron a llegar hasta ella, dando en contra de su espalda y brazos.

La mujer gritó y perdió el equilibrio al menos por un momento, lo suficiente como para dejar su defensa baja y así permitir que fuese JongIn quien la atacara.

El moreno tenía un sinfín de sombras dando vueltas alrededor de su cuerpo y el de ChanYeol, a quien llevaba protegiendo desde el momento exacto en que perdió la consciencia. Esa sombras parecían moverse con voluntad propia, aunque también obedecían a los deseos de JongIn.

Aquellas letras en el centro de las sombras, iguales a las marcas de su cuerpo, tenían un intenso color rojo, como el del fuego. Y cuando JongIn dirigió un fuerte ataque hacia su madre, las sombras llegaron como flechas hasta la mujer, hiriendo sus brazos y también parte de su cuello; una mezcla de sombras que cuando tocaron la piel de la mujer, dejaron una intensa marca de quemadura.

¿Eso era gracias a ChanYeol?

La mujer gritó de dolor, pero luego gruñó y finalmente soltó una risa histérica.

JongIn chasqueó la lengua y Key hizo una mueca de asco.

La mujer parecía divertirse.


—Los mataré. Los mataré a todos, malditas ratas.


JongDae y JongIn fruncieron el ceño. No sonaba como la voz de su madre.

La mujer extendió sus brazos cuando terminó de hablar, dándole libertad a aquellas peligrosas sombras que salieron disparadas en todas direcciones, creando algo muy parecido a una lluvia ácida.

JongIn se agachó en cosa de segundos y se aferró al cuerpo de ChanYeol, buscando protegerlo con aquellas sombras que ahora giraban con mayor intensidad, en un poderoso remolino.

Mientras tanto, Key, dio un fuerte golpe con su báculo en contra del techo, agrandando aquel escudo para permitir que MinHo también estuviese a salvo. Aunque una de las sombras alcanzó a herir lo suficiente al líder vampiro como para que una profunda herida de hiciera presente en uno de sus hombros. El brujo soltó una exclamación de sorpresa, pero el vampiro simplemente le sonrió.

JongDae no alcanzó a acercarse hacia KyungSoo para protegerlo, así como tampoco KyungSoo alcanzó a utilizar su poder como para protegerse.

Mierda.


—¡KyungSoo! ¡JongDae!


El brujo gritó y MinHo soltó una maldición.

Las sombras impedían que vieran mucho más allá de los propios escudos que podían tener.

La mujer soltó una fuerte risa, su locura e histeria a flor de piel. Y cuando los ataques cesaron, JongDae y KyungSoo ya no estaban. Kris, por otra parte, estaba debajo de algo que parecía ser un manto negro demasiado poco consistente como para detener alguno de aquellos ataques.


—Tres menos.


La mujer murmuró y JongIn soltó un quejido.

Sus brazos sangraban debido a que de todos modos un par de las malditas sombras de mamá le alcanzaron, pero eso no era tan doloroso como saber que su amigo y su hermano habían sido atacados directamente.


—Yo diría que tres más.


—Cuatro, Johnny.


Los tres vampiros estaban de pie justo por detrás de la reina, donde la mujer no se había dignado a atacar.

Lucas sostenía el cuerpo de KyungSoo, mientras que TaeYong y Johnny afirmaban a JongDae que parecía estar más herido que los demás.

JongIn, Key y MinHo sonrieron. La reina Kim se mantuvo estática en su lugar con una expresión que mezclaba la sorpresa y la desesperación.


—¿Cuatro? Lucas, hombre, aprende a contar, llegamos nosotros tres.


Johnny le habló al menor de los vampiros con tanta naturalidad que no parecía que estuvieran en peligro.

TaeYong parpadeó rápido, sobretodo cuando Lucas señaló hacia dónde estaba Kris cubierto por aquello negro que no tardó en tomar la forma de un lobo.

Oh.

La sorpresa fue notoria en el rostro de todos, sobretodo cuando aquel lobo que parecía hecho de humo, pero a la vez con demasiada consistencia, gruñó en dirección dirección la reina Kim, a quien se acercó con paso amenazante.

La mujer rió y Johnny aprovechó de dejar a JongDae con TaeYong, acercándose lo más rápido posible a Kris y así alejarlo de la mujer.


—¡JongIn!


KyungSoo alcanzó a gritar para advertir a JongIn. Pero quizás no fue lo suficientemente rápido.

La mujer ya había atacado en contra de su hijo menor con algo que parecía ser una resistente lanza hecha de sombras. Y si bien las sombras del moreno se alzaron para contraatacar de inmediato, la sorpresa fue mayor cuando aquel lobo, que todos sabían era la madre de los mellizos malditos, se puso delante del Príncipe, siendo ella quien recibiera aquel ataque.

JongIn parpadeó rápido y sus sombras parecieron deshacerse en ese momento.

Todos quedaron boquiabiertos, excepto por JongIn, quien de inmediato rodeó el cuerpo de aquel lobo en un abrazo donde las sombras que formaban aquel negro pelaje, se enredaban en sus brazos. Casi como si correspondiera aquel gesto.

La reina Kim rió más fuerte, y aquel enorme animal, que más bien era la alma de la madre de su mejor amigo, la madre de quien JongIn amaba, soltó un quejido por la profundidad de sus heridas. No sangraba, pero aún así todos sabían lo que significaba.


—¡Eres una...!


Las marcas en la piel de JongIn ardieron , impidiendo que siguiera hablando, sumando a aquello que había comenzado a llorar, y fue Key quien no dudó en apuntar su báculo hacia la maldita mujer, bajando el escudo con el que protegía a BaekHyun y MinHo.


—Suficiente. Tú morirás hoy, hija de puta.


El báculo brilló, atacando directamente a la mujer.




...




—¿Listos?


El sudor empapaba las sienes de Tao, el chico miró a las personas a su alrededor ya teniendo cierta dificultad para mantener su respiración, el esfuerzo de detener el tiempo era demasiado como para que su cuerpo no sufriera estragos.

SeHun, MinSeok y el rey JunMyeon asintieron, a lo que Tao respondió con una débil sonrisa antes de dejar caer sus brazos y dejarlos inertes a los costados de su cuerpo.

El rostro de LuHan retomó su color natural, de hecho, el chico comenzó a reír sin haberse enterado siquiera que estaba bajo el ataque de los demás.

El rey bajó aquella pared de agua, humedeciendo la escalera, y ninguno se movió o intentó cubrir su cabeza.

Y cuando LuHan notó que había algo extraño en toda esa situación, ya era demasiado tarde.

Ni siquiera alcanzó a alzar la mirada. Los trozos de tejado cayeron de inmediato sobre su cabeza, y por mucho que hubiese intentado escapar, sus pies resbalaron con el agua que había en la escalera, cayendo de espaldas en contra de los incómodos escalones.. Se escuchó un quejido y no hubo mucho más aparte de los fuertes sonidos que venían del exterior y aquel peligroso movimiento de la escalera gracias a los fuertes golpes.


—MinSeok, sube a ver cómo están tus hermanos. SeHun, ayuda a Tao a bajar y aprovecha de mandar un ave o lo que sea para llamar a Lay lo antes posible, necesitaremos de sus poderes. Yo me encargaré de amarrar a LuHan, si es que sigue vivo.


El rey demandó, señalando el camino que debía tomar cada uno.


—Pero...


—El rey tiene razón. Detuve el tiempo acá, no para los demás, así que no sabemos qué tan mal pueden estar o cuánto tiempo real nos tomó mover las piedras.


Tao interrumpió a MinSeok que al parecer tenía una objeción. El de mejillas regordetas asintió,  dudoso, pasando por encima del cuerpo de LuHan para seguir subiendo la escalera.

SeHun se acercó hasta su hermano y le afirmó de la cintura, procurando que el chico no cayera por mucho que fuese incómodo estar parados juntos en esa maldita escalera tan estrecha.


—SeHun. Tao.


El rey llamó a los chicos una vez que MinSeok siguió su camino. Ambos hermanos miraron al rey, confundidos.


—Gracias. Ahora... Vayan y póngase a salvo.


El rey murmuró con una amplia sonrisa antes de agacharse a un lado de LuHan y comenzar a crear lazos de agua. No le hacía bien crear agua, sus manos temblaban y su cuerpo se notaba débil. Ninguno de los chicos habló, simplemente asintieron y se dignaron a obedecer las órdenes del rey.




...



Lo primero que vio al abrir los ojos fue una cegadora luz que lo obligó a fruncir el ceño. Luego la silueta de JongIn, agachado frente a él y abrazando algo que parecía ser un lobo.

¿Un lobo?

¿Mamá?

ChanYeol parpadeó rápido, teniendo cierta dificultad para sentarse, su cuerpo se sentía acalambrado y sus piernas no parecían querer reaccionar. Se sorprendió cuando notó que JongIn le estaba mirando.


—ChanYeol...


El moreno susurró y ChanYeol recordó aquel dolor en su pecho, todo lo que le ardió la marca en su espalda, el cómo aquella flor se marchitaba.

Mierda.

JongIn...

Tenía un par de heridas en sus brazos, se veía cansado y... Joder, se sentía pésimo por no haber estado ahí.

Como pudo, ChanYeol se acomodó y rodeó la cintura de JongIn. Estaba vivo.


—ChanYeol, lo siento...


El Príncipe susurró pero ChanYeol no tuvo demasiado tiempo a responder. Escuchó a MinHo decir el nombre de su hermano menor, así como también escuchó a Key maldecir segundos antes de que aquella potente luz dejase de estar presente.

¿Qué había pasado en todo ese tiempo?

En realidad... ¿Cuánto tiempo había pasado?

El viento se seguía sintiendo frío pero también pasó a segundo plano cuando la molesta y chillona risa de la reina Kim se escuchó, todos mirando hacia dónde había estado la mujer.

Un escudo, muy parecido a los que podía hacer BaekHyun, se interponía entre el ataque de Key y la bruja.

Pero había algo distinto.

Aquellas ondas de sombra parecían darle textura al escudo que, en realidad, era una cúpula que protegía en su totalidad a la mujer.

ChanYeol miró por instinto a BaekHyun, pero sabía muy bien que no era él, y el ver al bajito tan sorprendido como estaban todos los demás, le confirmó aquel pensamiento.

Kris.

Aferró aún más sus brazos a la cintura de JongIn, intentando no mirar a "mamá" que cada vez parecía tener menos... ¿Consistencia?


—¡No, Johnny! ¡Es un mestizo!


MinHo gritó y ChanYeol cayó en cuenta que detrás de la reina estaba Johnny intentando morder a Kris.

Su hermano se soltó de un manotazo del vampiro, quien inmediatamente retrocedió con una expresión de fastidio en su intimidante rostro.

¿Por qué, Kris?

Por un momento tuvo la esperanza de que su hermano se había arrepentido de todo lo que había hecho.


—Eres el sirviente perfecto, Kris. Y tus ataques cada vez son más débiles, Key. ¿Qué se siente estar perdiendo contra sólo dos personas?


La mujer habló con sorna. ¿Lo que había en la comisura de sus labios era sangre?

El cuerpo de JongIn tembló entre sus brazos, y de inmediato ChanYeol chasqueó los dedos, creando en un parpadeo lazos de fuego que se envolvieron por sus brazos sin dañar al moreno; estaba dispuesto a atacar.

Y fue como una broma de mal gusto ver como Kris entraba a aquel escudo que envolvía a la reina. Más aún cuando uno de sus largos brazos envolvieron la delgada cintura de la mujer, ejerciendo la fuerza suficiente para acercarla a su cuerpo en un gesto dominante, íntimo.

Mierda. No, por favor.

Por un momento creyó que había recuperado a sus hermanos.

Dolió, dolió.

ChanYeol se mordió el labio inferior cuando vio como Kris creaba una espada con sus sombras. Aquella sonrisa de satisfacción en el rostro de la mujer fue terrorífica, más aún cuando el arma estuvo creada.


—Nadie tocará a mi reina porque... Porque es mía.


La voz de Kris sonó grave, potente, pero no dejaba de tener algo extraño.

¿Sus manos estaban temblando?

Los ojos de Kris y los de la reina se fijaron en ChanYeol y JongIn. Ambos se tensaron de inmediato.


—Y los primeros en morir serán ellos dos, Kris.


La mujer murmuró, señalándolos mientras deslizaba su lengua por el cuello de Kris en un gesto desagradable.

ChanYeol podría jurar que notó el asco en los claros ojos de su hermano mayor, aunque si fue así, lo escondió a la perfección, sobretodo cuando los señaló con aquella espada.

Pero ChanYeol no iba a esperar a ser atacado, así que de inmediato sus lazos de fuego se movieron en dirección a esos dos. Lo sorprendente fue cuando las sombras de JongIn, con aquellas letras brillando tanto como su fuego, se unieron a su poder, haciendo una especie de remolino que rodeaba aquella cúpula protectora.

Y Kris no los atacó.


—No. No. No. ¡ChanYeol! ¡No! ¡Kris!


BaekHyun gritó con desesperación. ChanYeol le miró y vio como su hermano menor intentaba avanzar, siendo retenido por Key y MinHo. Las lágrimas caían de los intensos ojos azules de BaekHyun.

Y cuando ChanYeol entendió... Kris ya había actuado.

La espada que hasta hace unos segundos atrás los había estado apuntando a él y a JongIn, ahora estaba apoyada directamente en contra del pecho de la reina Kim. Específicamente sobre su corazón.

La mujer parecía no comprender lo que estaba pasando, y cuando Kris sonrió, siempre mirando a ChanYeol y BaekHyun, el pánico inundó las bonitas facciones de la mujer.

Pero Kris fue más rápido. Aquella sombra de tristeza y arrepentimiento en los claros ojos de Kris marcó el final cuando enterró la espada en el pecho de quien... De quien amaba.

Pero la mujer también tenía un as  bajo la manga, no teniendo ningún tipo de duda o arrepentimiento cuando enterró una daga contra el corazón de Kris.

El escudo se rompió, la mujer gritó y tanto ChanYeol como JongIn no alcanzaron a detener sus ataques.

No.

No.

Mierda.

No.


—¡Kris!


BaekHyun volvió a gritar y Kris sonrió. El fuego alumbrado su rostro.

A lo lejos se escucharon los gritos de distintas personas. Algunos nombrando a JongIn, otros nombrándolo a él y otros simplemente maldiciendo.

¿Era en serio?

¿Mataría a Kris?

¿JongIn mataría a su madre?

JongIn soltó un quejido y ChanYeol lo abrazó con aún más fuerza. El calor del fuego llegaba hasta ellos, como también el olor a sangre.

La marca de su espalda ardiendo más que nunca.

Y no se esperó que una silueta apareciera frente a ellos, haciéndoles imposible el ver lo que pasaba frente a ellos.

Conocía a la perfección aquella alborotada melena roja.


—Lamentablemente, sólo ustedes le pueden dar fin a esto.


La voz de mamá parecía sonar sólo en su cabeza, pero supo que JongIn también le escuchó gracias a que soltó un sollozo.


—Gracias por cuidar de mi caballero de fuego, JongIn. Sé que contigo tendrá todo el amor del mundo...


ChanYeol quiso gritar, pero una de las manos de mamá se puso sobre sus ojos, algo que también hizo con JongIn.


—Ahora... A descansar. Sobretodo tu, JongIn. Te amo, ChanYeol.


Y volvió a perder la consciencia.

Que inútil de sentía.

Que enojado estaba.

Mierda. Dolía tanto...

Continue Reading

You'll Also Like

20.5K 2.6K 9
Donghae es un cínico que no cree en el amor y Hyukjae es un chico encantador que quiere hacerlo cambiar de opinión. -------------------- N°1 en "hyuk...
20.3K 2.2K 21
Donghae Miembro del grupo Súper Junior, se ve atraído hacia el arte de sus fans, Sus historias románticas, Pervertidas y aveces tristes, crean en Don...
2.2K 297 133
Hay quienes dicen que la mala sangre se hereda, que si has nacido con un corazón negro así será para siempre, pero lo cierto es que nadie nace odiand...
2.5K 131 8
Al final ¿Quién es el ángel de quién?