Namjoon suspiró frustrado antes de recargarse en su silla, agotado. Quería ya irse de ahí, y descansar. No podía concentrarse suficiente, no podía crear esa nueva melodía que quería, así que decidió poner su atención en otra cosa para así despejarse. Miró el reloj mientras se levantaba, percatándose de que la hora de comer ya había pasado, y la hora de irse a casa se acercaba. Agradecía estar en ese corto periodo de calma donde podía permitirse relajarse en casa sin tantas presiones.
Comenzó a caminar por su pequeño estudio, mirando las figurillas con una sonrisa que surgió cuando pensó en su familia. Jimin, quien se había disculpado la noche anterior, estaba poniendo su esfuerzo para recobrar la confianza y afecto total de parte de sus padres. El cachetón se ofreció a elaborar la cena ese día, algo sencillo, aparte de que prometió preparar él las palomitas y todo lo que deseasen cuando viesen una película esa noche. La noche familiar de películas. Rió Namjoon estando solo, feliz por las acciones de su pequeño.
Dio un salto cuando la puerta se abrió sin ser tocada, y miró al culpable. Su asistente, John, un joven estadounidense que tenía unos años viviendo en Corea. Se vino de intercambio, y tomó el empleo de medio tiempo. A Namjoon no le gustaba tratar mal a los empleados en un "rango" menor al suyo, mucho menos a sus asistentes, pero el joven sí que le molestaba con su actitud. Y ya había investigado, no podía hacer que le cambiaran solamente porque él no se sentía cómodo, necesitaba una razón más fuerte, que no quería buscar.
-Te he dicho que toques. –le regañó, y el peli rojo susurró un "ops", sin lamentarlo, claro.
-Hyung, tiene que ver esto. –mostró unas hojas, y el mayor asintió tomándolas, caminando hacia su silla para sentarse leyendo. Notó que le siguió, y solo pudo suspirar cuando se paró a su lado.
-Uhm –leyó, percatándose que solo eran unos arreglos que le hicieron a la letra que le mandó a otro productor para ver su opinión-, bien, trabajaré con esto mañana.
-Creo que debería hacerlo hoy –John dijo, dando unos golpes en la hoja con su dedo-, es mejor terminar antes, ¿No, hyung? Bueno –soltó una risa, sentándose en el escritorio de Namjoon-, depende la situación.
Namjoon cerró sus ojos, deseando empujarle para que quitase el trasero de un escritorio –Bájate de ahí John –pidió, sin imaginar que ese tono hizo que la sonrisa del menor aumentase, obedeciendo-. No, he decidido que haré esto mañana, por hoy, me voy.
Intentó levantarse, cuando el chico le posó sus manos en los hombros, evitando que lo hiciese –Hyung, esto es importante –Namjoon quiso reír, pensando que él era el que tenía experiencia, él era quien iba a arreglar eso, él era quien iba a trabajar así que ese chico no debería estarle diciendo eso-, puedo quedarme con usted, no importa cuanto tarde en acabar.
El peli negro tomó las manos del otro para quitárselas encima, y extendió una de sus manos para tomar uno de los cuadros de su escritorio, girándolo hacia la dirección del menor –Voy a casa, con mi FAMILIA. –le sonrió, mirando después a la foto, la última que se tomaron en el parque el año pasado, esa que Jin quiso repetir cada tres años.
Los ojos del peli rojo no dejaron de mirar los labios de su mayor, y asintió sin ponerle atención a que decía. Namjoon rodó sus ojos al notarlo, y solo pudo levantarse para comenzar a rejuntar sus cosas. John tenía tras suyo el rumor de que hacía favores sexuales a cambio de que le subieran de puesto, Namjoon había escuchado eso, y aunque al principio no lo creyó, pudo confirmarlo con esa actitud que tenía hacia él, y según sabía, también se le insinuaba a otras personas. Le daba pena al de cabellos tintados.
» Puedes irte. –apuntó a la puerta, pero el otro no le hizo caso. Fingió entretenerse con una de las figuras del estante de Namjoon, agachándose en un intento de mostrar su trasero. Deseó pegarle, pero en la cara, así que solo se volteó negando con su cabeza y mordiendo su lengua para no maldecir.
El celular de Namjoon sonó, y contestó sin ver quien era -¿Sí? –John volteó a verle, notando como enseguida fruncía su ceño. No habló en toda la llamada, pero mantuvo la misma expresión enojada, que duró incluso cuando colgó.
-¿Todo bien, hyung? -preguntó el menor acercándose.
Namjoon solo resopló -Ya debo irme, haz lo mismo -tomó su mochila metiendo todas sus cosas, para después tomar el envase vacío del café que bebió horas atrás, y lo arrojó al bote de basura, fallando- Ah.
-Calma hyung -se agachó tomando la basura y tirándola correctamente-, ¿Está bien?
-Tengo que ir por el perro, y debía ir por mis hijos para llevarlos al dentista ¡Ah! Seokjin se va a enojar. -suspiró. Ya estando listo para irse, caminó hacia puerta, sin esperar que su camino fuese bloqueado por el peli rojo.
-¿Usted debe de ir por ese perro? Hyung, está muy presionado, su esposo le deja todo a usted -Namjoon se mostró serio, aunque por dentro solo quisiera empujarle-. Quédese aquí, alejese un momento de su familia para que pueda calmarse, no tiene porque trabajar... y yo con gusto me quedo con usted.
Una mano atrevida se posó en el hombro del mayor, y bajó hasta su pecho para quedarse ahí. Namjoon le tomó de la muñeca y le apartó de él -John, ¿Ves esto? -le levantó el dedo que tenía su anillo-, significa "matrimonio", y, ¿Puedes ver las fotos que tengo en mi repisa y escritorio? Okay, esas personas, son mi amado esposo e hijos. Ya te lo he dicho, no te me acerques con intenciones mas que laborales.
» Tente un poco de respeto.
El menor no dejó de mirarle a los ojos, sonriendo un poco por la forma en la que le hablaba. Se dio la vuelta y se fue, dejando a Namjoon un poco más molesto, quien salió de la oficina llamando por teléfono a su esposo para darle la noticia.
*****
Intentó conducir con calma, y no ponerse a gritarle a cada conductor. En vez de eso puso música e intentó tranquilizarse, para así, no asesinar a quien iba a ver. Se detuvo frente a la casa de Jackson, y se bajó del carro para cerrar después las puertas con seguro. Días atrás, llevo a Shooky con Unyong, pero este le rechazó al perro, no quería cuidarlo toda esa semana por la simple razón de que Miri ya estaba grande, y se había vuelto bastante gruñona con otros perros.
"No, sé que Miri no lo aceptara y pelearán, no puedo cuidar de su perro, lo siento." Fueron sus palabras, y Namjoon tuvo que recurrir a su mejor amigo, quien solo accedió a cuidar del can porque Mark se emocionó al verlo. Así que esos días estuvo bajo los cuidados de la pareja.
Todo iba bien hasta esa tarde, cinco días después de entregárselos, Jackson le llamó pidiéndole urgentemente que viniese a su casa, que era importante. Y allí se encontraba, tocando la puerta en espera de que le atendieran -¡Namjoon! -le sonrió apenas abrió la puerta, y el nombrado solo asintió mirando a su mejor amigo.
-Dime qué ocurre, tengo que apurarme.
Jackson suspiró, dejándole pasar a su hogar -Bien, entiendo, solo, no es mi culpa, ¿Entendido? -apenas escuchó eso, Namjoon se preocupó, buscando con su mirada al perro.
-¡Shooky! -le llamó, escuchando un ladrido como respuesta, uno un poco lejano- ¡Shooky!
Entró apurado, buscándole hasta que le halló encerrado en el patio, donde saltaba y rascaba la para que le dejasen entrar, y también comenzó a llorar » ¿Qué ocurre? -volvió a preguntar, intentando abrir la puerta cuando Jackson se recargó en ella impidiéndoselo.
-Es mejor que te sientes.
-Jackson -el chino suspiró, asintiendo-, habla.
-Te lo repito, no es mi culpa -se cruzó de brazos-, seguí tus instrucciones al pie de la letra, tengo mala suerte con ustedes y no quería meter la pata con esto, pero Mark no pensó lo mismo.
El de cabellos negros frunció su entrecejo » ¿Cómo te lo digo? Marky le dio chocolates y no sé que más, y se ha enfermado. Desperté esta mañana y mi salta tenía vomito en varias partes, también sus eses son -se cubrió la boca e hizo una expresión de asco, a punto de vomitar-, líquidas.
Namjoon miró preocupado a la puerta, donde el perro lloraba, pero no de dolor sino porque quería entrar a la casa -¡Les dije que solo croquetas!
-¡Y obedecí! Mark no, así que no es mi culpa, estoy libre de eso. -mostró sus manos, para denotar su inocencia.
-Tendré que llevarle al veterinario. -susurró, aun preocupado.
-Sí, lo mejor será que te lo lleves ahora, ha ensuciado ya mucho mi casa.
Nam rió, llevando ambas manos a su rostro para preguntar con sarcasmo -¿No tienen pañales?
-Por supuesto que no, uf, tremendas cacas te hará en el asiento, o sino, grandes vomitadas.
Ambos rieron, con un poco de asco, y justo en ese momento se oyó al perro regresando su comida, lo cual aumentó la sensación de náuseas en ambos adultos.
*****
-¿Ya casi llega appa? -preguntó Taehyung a Seokjin, quien estaba sentado con los ojos cerrados, intentando descansar un poco.
-No lo sé Taehyung.
El menor comprendió que su padre no estaba con el mejor de los humores, y se sentó en el suelo desanimado, mirando a Yoongi quien también estaba en un sillón, solo que boca abajo » Pst, hyung. -le susurró, y el peli negro levantó la cabeza.
-¿Qué?
-¿Jugamos? -señaló a la televisión y luego a la consola, pero Yoongi rodó los ojos antes de volver a enterrar su rostro entre los cojines de sillón.
-Estamos castigados, ¿Lo olvidaste? -el menor resopló, volteando a ver a su appa en espera de que le permitiera jugar, pero aún con los ojos cerrados, negó, y Tae suspiró dejándose caer al suelo extendiendo los brazos y piernas.
Estaba tan aburrido, Jimin estaba en la cocina haciendo la cena, y no quería que nadie le ayudara, Jungkook se fue a su cuarto a encerrarse y Hoseok estaba de mal humor después de que el dentista le tapara una carié, aparte de que le seguían doliendo sus muelas. Nadie quería jugar con él, o entretenerse, y comenzaba a sospechar que la noche de películas se cancelaría porque su padre estaba tardando mucho en llegar.
El teléfono de Seokjin sonó, y para el de sonrisa cuadrada fue como si cantaran los ángeles -¡Yo te lo doy appa! -se levantó rápidamente para tomar el móvil, y llevárselo a su padre quien ya se había sentado correctamente y mantenía sus ojos abiertos. Sonrió feliz al ver que se trataba de su appa Nam.
Observó a su padre castaño hablar con calma, suspirando en ocasiones y solo haciendo un ruido de afirmación -No, no importa ya, prefiero que vuelvan. Sí, lo sé. Adiós. -apenas colgó, una pequeña sonrisa surgió de los labios del adulto, parecía más animado a pesar de verse cansado.
Se levantó, mirando a la cocina y luego hacia donde estaban las habitaciones -¡Vengan!
-¡Appa! ¡Ya casi acabo! -gritó Jimin desde la cocina, para luego asomarse. Tae rió al ver que se había puesto uno de los mandiles que rara vez usaban sus padres, uno que le quedaba grande- Ya voy appa.
Seokjin asintió, y se acercó a las escaleras para llamar a Hoseok, quien seguramente estaba bajo sus cobijas lamentándose del dolor -Hobi, ven aquí.
Tae se emocionó por la forma de hablar de su padre, y se acercó a Yoongi para moverle -Hyung, creo que nos van a quitar el castigo. -le susurró, y Yoongi asintió casi mostrándose desinteresado, pero se sentó para estirar sus brazos hacia el techo.
Jungkook salió de su cuarto, mirando con atención a su padre quien hizo crecer su sonrisa al verle -Siéntate Kookie, tengo algo que decirles.
El menor asintió, y fue a tomar su lugar al lado de Yoongi. Tae también se sentó del otro lado de Yoongi, sonriendo emocionado mientras sus piernas no dejaban de moverse -Kookie -le susurró-, si nos quitan el castigo, ¿Juegas conmigo?
El peli negro asintió, sonriendo, y chocaron sus puños enfrente de Yoongi quien solo les miró intentando no reírse. No les quitarían el castigo, lo sospechaba. Sus padre dijeron duraría una semana si es que se portaban bien, así que no podían quitarles el castigo antes, bien lo sabía. Una sonrisa brotó de sus labios al recordar que al menos esta vez no le quitaron sus siestas, y eso era maravilloso.
Hoseok bajó con un puchero en sus labios, y se abrazó a Jin para que le hiciera cariños en su nuca, quien rió con ternura antes de guiar a su hijo al sillón -Después de cenar te daré algo para el dolor, ¿Sí? -asintió a las palabras de su padre, sin él pronunciar algo, y luego de recibir un beso en su frente fue a sentarse en el sillón individual, subiendo sus piernas y abrazando un cojín.
-¿Qué nos ibas a decir appa? -preguntó Tae, emocionado.
-Tu hermano sigue en la cocina. -Tae frunció su ceño al oír eso.
-¡JIMINSSI! -le llamó gritando Jungkook, y Jimin llegó casi corriendo, aun con el delantal.
-Ya, ya terminé.
-¿Qué hiciste? -preguntó Tae al notar la harina en el delantal y en sus manos.
-¡Hot cakes!
-¿Qué eso no es para desayunar? -interrogó Yoongi, y Jimin negó.
-Siempre es momento para un rico panqueque. -sonrió ampliamente, orgulloso de lo que hizo.
-¡Shhh! -Tae siseó- Appa nos dirá algo importante.
Jin rió, mirándolos con una bonita sonrisa -Bueno, solo iba a preguntarles si quieren sus palomitas con mantequilla o extra mantequilla.
Yoongi ahora si no ocultó la carcajada al ver la cara de decepción de Tae y Jungkook, y Hoseok levantó dos dedos simbolizando que quería la segunda opción -¡Extra mantequilla!- gritó Jimin.
Jin vio que la puerta de su hogar, a espaldas de los niños, era abierta con cuidado y sonrió mordiendo su labio. Namjoon levantó uno de sus dedos, pidiendo silencio, y se regresó seguramente para sacar del automóvil al perro.
-Como sea, me gustan las dos. -susurró Tae, desanimado.
-¿Y las quieren con Shooky o sin Shooky? -la preguntó confundió a todos, y poco después, se oyó el ladrido ya familiar para los menores.
Seokjin ya tenía su celular en mano, así que se puso a grabar, enfocando después en el rostro sorprendido de Kookie que poco a poco comenzó a mostrar sus lágrimas. Jungkook se levantó, volteando a la puerta para dejarse caer al suelo llorando cuando notó que el perro entró corriendo, yendo directamente hacia él para pedir un abrazo y caricias.
-¡SHOOKY! -Taehyung también fue hacia el perro para rascar feliz detrás de sus orejas, mostrándose tan contento como el can por regresar a su hogar.
Jungkook siguió llorando, abrazando a Shooky ignorando las burlas de Hoseok y Yoongi por su actuar, pero le había extrañado mucho y realmente pensó que jamás volvería a verle. Jin siguió grabando el reencuentro, sonriendo al ver a sus hijos saludar al perro y decirle lo mucho que le extrañaron, junto a Jimin pidiéndole disculpas también a él.
Se sobresaltó un poco cuando Namjoon le abrazó por detrás, recargando su cabeza en su hombro y dejando un beso en su mejilla -Hola. -susurro Nam.
-Hola, ¿Está bien? -preguntó sobre el perro, y Namjoon asintió.
-Necesitara tomar una pastilla todas las noches por cuatro días, y si sigue enfermo, tendré que llevarlo de nuevo.
Jin asintió, dejando de grabar para guardar su celular, sintiendo otro beso en su mejilla. Rió por los cariños que le daba su marido mientras sus hijos seguían entretenidos con el perro. Shooky no dejaba de ladrar y de mover su rabo, contento por ver a sus amos, incluso se puso a correr para que le persiguieran.
-¿Ya les vas a decir? -preguntó Jin, refiriéndose a la enfermedad de Shooky, y Nam negó.
-Dejaré que se den cuenta cuando vomite, y que ellos limpien. -y Seokjin volvió a reír mientras seguía en los brazos de su esposo.
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Mi padre está enfrente de mi a punto de matarme por no apagar la computadora, help. :v
Perdón por los errores, los corregiré antes de dormir.