Más Allá de los Temores (PC #...

Per maraokumura

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Rolling Stone no se enreda a la hora de describirse: sarcástica, realista, de mala suerte y descomplicada. Y... Més

Más Allá de los Temores
Nota
REPARTO
CAPÍTULO 1
EXTRA 1 (PARTE I)
EXTRA 1 (PARTE II)
CAPÍTULO 2
EXTRA 2
CAPÍTULO 3
EXTRA 4
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
EXTRA
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25

EXTRA 3

31 2 0
Per maraokumura

Khééééé? *agregar voz de Minion* ¡¿Otra extra? Pos sí :') 

Lectores: ¡¿Cuántos más, intensa?! Yo: ¡Los que hagan falta, queridos! :)

Viene este extra, luego otro sobre Tina, veré si publico el que tengo de Axel. Y ya, serán los únicos extra por un buen rato ;)

No se preocupen, beibis, este extra está mucho más cortito que los anteriores <3

***

El día que Julieth y yo finalmente nos acercamos es y siempre será de los más memorables, relevantes y significativos para mí. Puedo asegurar que soy un antes y un después por ese día.

Papá siempre ha dicho que Juls y yo hablamos por primera vez justo cuando debía ser. Mamá siempre concordó, decía que fue como diligencia divina, todo de tal manera que fuera un día de primeras veces, repleto de emociones, hecho para conmover en lo más profundo a Julieth, a Jayden y a mí.

Cuando les conté tales ocurrencias a J² (como solemos llamarlos Tina y yo), ambos hermanos dijeron que mis padres tenían razón. Jay me dejó sin palabras cuando, con la emoción inundando su voz y sus maravillosos ojos grises brillando más que estrellas, me dijo: 

- No podrían estar más en lo cierto. Nuestro encuentro fue más que simple casualidad. Cosas tan perfectas no pasan porque sí. -Acarició mi mejilla-. Fuiste como un ángel que mamá nos obsequió. Una estrella radiante que envió a nuestras vidas en el momento preciso para que viéramos nuevamente la luz que habíamos dejado escapar.

Sip. Así es Jayden. Tiene esta habilidad de robarme el aliento en un segundo. Le da vuelta a mi mundo y me hace verlo a través de sus ojos, los cuales ven todo tan bello como Julieth, Nataly o mi mamá.

Cada vez que rememoro esas palabras me invade un cosquilleo en el pecho. Recuerdo la honestidad con que las dijo, lo sincero que se mostró, todo lo que su mirada gritaba.

Claro que aquel día no se sintió de esa forma. De cierta manera fue hermoso, pero antes no lo veía así. El 7 de septiembre de 2010 fue un día repleto de emociones abrumadoras. Me sentí como cualquier cosa menos como un ángel o una estrella.

Julieth Christine Banks y yo llevábamos en la misma clase desde primer año, cuando apenas se nos caían los dientes de leche, no obstante, nunca hablamos. No hasta el primer día del primer año de secundaria. 

Un grupo de niños no dejaba de cuchichear en clase, el maestro los regañó y soltó la típica frase "al que no le interese la clase, puede salir". Nadie se esperaba que una castaña que siempre fue callada, respetuosa y aplicada, tomara sus cosas, se levantara y saliera del salón; al verla salir pensé "bah, ¿por qué no?". Entonces también tomé mis cosas y salí. 

Me dirigí a las escaleras traseras pues muy pocos pasaban por allí y no quería ser molestada. Nunca esperé encontrarme con el escenario de una Julieth tirada en el suelo y agazapada contra la pared llorando desconsoladamente.  Se veía tan triste y sola, incluso a mis doce años pude escuchar en medio de sus sollozos su grito pidiendo consuelo, necesitaba desesperadamente ayuda, confort.

No me sentí capaz de pasar de largo como si no hubiera alguien derrumbándose frente a mí. Supe que debía hacer algo, pero no sabía exactamente qué. Pensé en qué haría la persona que siempre estaba ayudando a todos, que siempre sabía qué hacer o decir, con quien las personas siempre querían estar y siempre sonreían estando a su alrededor: mi mamá

¿Qué haría Molly Stone en esa situación? Pude verlo claramente: mamá acercándose a Julieth, arrodillándose frente a ella, abrazándola y susurrándole justo las palabras indicadas para convencerla de que todo estaría bien.

Desde luego yo no era mamá, no tenía esas palabras, ese don para tocar el corazón de cualquiera era único de ella. Puede que no tuviera las palabras, pero sí que podía acercarme a Julieth y ofrecerle un hombro en el cual llorar.

Y eso hice.

Me acerque con cautela y me arrodillé a su lado. Ella estaba tan absorta en su dolor que no se percató de mi presencia hasta que la rodeé con mis brazos.

Lo sé, ni siquiera un <<hola>>. Al parecer desde pequeña hago todo patas arriba.

Julieth se tensó, me alejó rápidamente y me miró extrañada. Se apresuró a levantarse para irse, pero la detuve. Volví a abrazarla y la apretujé con fuerza. 

Entonces se derrumbó. 

Pocos momentos en mi vida consiguen ponerme tan sentimental como para que todo en mi interior se remueva. Incluso a mi corta edad, ese fue uno de esos momentos. Me puse a llorar a su lado, sin saber por qué, el llanto simplemente fluyó. Ahora que soy mayor, recuerdo ese día y puedo entender el porqué de mi reacción. Escuchar tanto dolor en los sollozos de Julieth y sentir sus lágrimas empaparme fue absolutamente sobrecogedor. Julieth sufría como si tuviera la piel al rojo vivo y mi cercanía en semejante suplicio me hizo sentir que poco a poco mi piel también comenzaba a arder. 

Jamás olvidaré su débil susurro, fue la primera vez que sentí que se me estrujaba el corazón. Mientras mares de agua salada seguían fluyendo de sus ojos y su cuerpo se sacudía tan violentamente por el llanto que creí que se rompería en cualquier momento, con una voz tan cargada de agonía que me caló hasta los huesos, ella me dijo bajito: "mi mamá murió".

Y eso fue todo.

Me derrumbé junto a ella, sólo puedo comparar el sentimiento con que una bola demoledora me pasara por encima, lloraba como si no hubiese un mañana. Fue la primera vez que imaginé cómo sería perder a mi mamá y el escenario fue tan espantoso que bastó para destrozarme, parecía que estuvieran cavando un enorme agujero en mi pecho. Estar abrazando a esta chica que debía sentirse mil veces peor no hizo más que agrandar aquel hoyo que se iba abriendo paso hasta mi corazón.

Estuvimos largo rato así y cuando finalmente nos calmamos ya casi era la hora de la salida. Julieth se dirigió al baño y por alguna razón la seguí, ella no dijo nada, me dejó caminar a su lado. Nos echamos agua fría en el rostro para despejarnos y bebimos para apaciguar la carraspera en nuestra garganta. Nos quedamos viendo por medio del espejo. ¿Qué pueden decirse un par de extrañas cuando estuvieron llorando desconsoladamente abrazadas? ¿Hola?

Aunque el timbre de salida sonó, nosotras no nos movimos. Ninguna quería apartarse de la otra. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero debió ser largo rato porque una maestra nos regañó por no haber salido aún. 

Nos dirigimos a la salida y no nos dijimos nada más ese día. 

Al llegar a casa le hice una enorme carta a mamá llena de dibujos y diciéndole cuánto la amaba.

  💖💖💖

Resulta que salir del salón no fue gratis, mandaron a citar a nuestros padres. ¡¿Quién entiende a los maestros?! Si no quieres que tus alumnos tengan la franqueza para dejar tu aburrida clase, pues no se los ofrezcas. 

Mientras mis padres y el papá de Julieth estaban en al aula hablando con el maestro, nosotras los esperábamos fuera del salón. No quería incomodarla, pero no pude controlar mi bocota:

- Lamento lo de tu mamá.

Ella no dijo nada, sólo pegó la vista al suelo.

- Lo siento, no es mi asunto. No sé por qué lo dije. No quiero ser entrometida. Ni incomodar. Y mejor me callo ya.

- No me incomoda –levantó la vista del suelo y la posó en mí-. Gracias por lo de ayer. Lamento haberte molestado.

- No fue molestia.

- Pffff, seguro.

- Lo digo en serio, no me molestó, hasta creo que me alegra -analicé mis palabras-. De acuerdo, eso sonó horrible, no me alegra lo de tu mamá, lo siento muchísimo por eso, pero después de tantos años finalmente nos relacionamos y de cierto modo me siento bien con eso.

- Sí, creo que yo igual.

No dijimos nada. Tan sólo nos miramos largo rato, y extrañamente no resultó incómodo.

- Quizá a esto se refería con lo de "nuestra persona".

Hablé bajito, más para mí que para ella, pero claramente alcanzó a escucharme porque la confusión en su rostro fue evidente. Cuando abrió la boca para preguntar a qué me refería, nuestros padres salieron del salón interrumpiéndola. 

Como el día anterior, nos fuimos sin concretar nada. Resultó que no hacía falta.

  💖💖💖 

Al siguiente día nos sentamos juntas y comenzamos a hablar de todo, cualquier cosa, por más pequeña que fuera, se sentía como un enorme detalle. Fue como un acuerdo mutuo en el decidíamos ser amigas desde entonces, pero no decirlo en voz alta, como si toda la vida hubiese sido así. 

Ese día le pidió permiso a su papá para dejarla ir a mi casa, él le sonrió a su hija y tras hablar con mis papás, accedió. Resultó que no vivíamos lejos. 

Cuando su papá estaba a punto a recogerla, me preguntó qué había querido decir con lo de "nuestra persona". Abrí mi boca para responderle, pero la voz de mamá me interrumpió.

- Mi niña suele ver las estrellas -mamá entró en la sala y se sentó en el suelo, rodeando nuestros hombros con sus brazos y pegándonos cada una a uno de sus costados-. Y a mí me fascina verlas junto con ella -besó mi coronilla-. Un día, mientras veíamos el maravilloso cielo lleno de estrellas, le revelé un gran secreto a mi pequeña nova.

Julieth frunció el entrecejo 

- ¿Un secreto?

Mamá le sonrió mientras asentía.

- Sí, un secreto. Si prometes guardarlo, también te lo contaré a ti.

Mi amiga hizo una adorable exclamación de sorpresa y asintió enérgicamente. 

- Lo prometo -dijo llevando su mano a su corazón.

Mamá nos acercó aun más y miró a todos lado como cerciorándose de que nadie pudiera oír a hurtadillas. Nos envolvió tanto en el asunto que Julieth y yo comenzamos a hacer lo mismo. Yo sabía perfecto lo que mamá me había dicho aquella noche, y aun así me dejé cautivar por sus palabras. Con ella siempre fue así.

Cuando mamá finalmente habló, lo hizo en un tono muy bajito, confidente.

- Todos tenemos una persona -Julieth y yo compartimos miradas confusas-. Sí, una persona, nuestra persona -mamá nos apretó-. Alguien en algún lugar del mundo que es capaz de reconfortarnos sin decir una palabra, con quien ni siquiera hace falta hablar porque las miradas y los gestos lo dicen todo. Alguien con quien los sentimientos van más allá; es como si sus corazones latieran en uno solo. Alguien con quien la confianza es absoluta y la conexión innegable. Y lo más hermoso de todo es que, una vez que esas personas se encuentren, lo sabrán de inmediato, y jamás podrán separarse de nuevo.

- ¿Cómo? -preguntó Juls.

- Sentirán que se fusionan.

- ¿Cómo si fueran uno? -pregunté.

Mamá me sonrió. 

- Exacto. Como si fueran uno. Sentirán estas inmensas ganas de contarse todo, de saberlo todo del otro. Y eso es porque sienten que son uno.

Instintivamente Julieth y yo nos tomamos de la mano.

Mamá lo notó y sonrió mostrando todos sus dientes.

- Ustedes son tan afortunadas.

- ¿Por qué? -preguntó Julieth.

- Porque se encontraron.

- Creí que dijiste que todos teníamos nuestra persona -le dije.

Ella asintió fervientemente.

- Así es. Pero ustedes han visto el cielo nocturno bañado en estrellas, ¿no? -ambas asentimos-. Bueno, pues los humanos somos tantos como las estrellas, y el mundo es tan grande como el cielo. No es nada fácil toparse a tu persona. Algunos nunca lo hacen.

- Eso es tan triste...

- Lo es. Pero hay muchos que se encuentran. Como ustedes. ¿Y saben cuál es su deber? 

Nos quedamos calladas pensándolo. Fue Julieth la primera en hablar.

- ¿Honrar a los que no?

Mamá le dio un beso en la frente a Juls. Ella se sorprendió, pero la tristeza de sus ojos fue rápidamente sustituida por cariño, sonrió y se aferró a mamá.

- Sí. Ustedes son demasiado afortunadas de haberse encontrado. Aun más siendo tan jóvenes. Y su obligación es disfrutar este maravilloso lazo al máximo. Hacerles honor a todos aquellos que no encontraron su persona. Motivar a los que aún no lo hacen para que se apronten en su búsqueda, para que tengan los ojos bien abiertos, para que guarden esperanza y están atentos a la llegada de su persona.

- ¿Tú tienes a tu persona, mamá?

Ella me miró y habló dulcemente.

- Claro que sí, cielo. Tu papá. Y a ti. Y ahora a Julieth.

- ¿A mí? -cuestionó mi amiga.

Mamá la miro extrañada, como si le sorprendiera su pregunta.

- Desde luego. Yo las tengo a ustedes y ustedes a mí. Y ahora se tienen la una a la otra.

Miré a Julieth y apreté su mano que seguía entre la mía.

- Quizá encontramos a nuestra persona.

Ella afianzó el agarre.

- Quizá tú y yo estamos destinadas a ser.

No. No era quizá. 



***

Antes de mi nota de loca :') Yoss, este extra va para ti. No sé por qué, pero en cuanto escribí este capítulo (en especial la escena de Molly) supe que iría para ti <3 Eres una persona súper linda, me encanta tu actitud, y creo que ves el mundo de una muy linda manera :3 No she, tú me dirás si estoy loca xD Me has dado mucha motivación y apoyo, es genial tenerte como lectora y platicar contigo como fangirl ;) Miles de besos, cuídate muchote *le manda un abrazo de oso hasta Costa Rica*

Nau, en cuanto al capítulo... Ioremos :''( ¡Es tan hermoso! Yo lo amé.

Este y el extra pasado los lloré. Me pongo bien sensiblera si se trata de mis beibis xD 

Es la primera escena de Molly... ¡Siento una fuerza aplastando mi corazón! Ya lo vimos, ella era un amor, estaba repleta de ganas de vivir </3 ¿Comprenden por qué Lyn se perdió tras su muerte? :'(

Guarever! Es más que melancolía. ¡La amista de Julieth y Rolling! Santa Madre de Yisus, pero qué hermoso es, me conmueve todo.

DATO CURIOSO: tengo todo por fechas, cada mínima cosa. Para este extra organicé todo con los cumpleaños de ellas y con el regreso a clases. Quedó el 7 de septiembre y me da mucha risa porque hay una canción bien drama (como yo) con esa fecha :'')

Y hablando de canciones... ¡Nieguenme que la del inicio es genial! Es tan ¿Julling? ¿Rollieth?

El punto es que mejorar poniendo nombres ship y que amo YAMBF tanto como amo a Queen (Tina también los ama 7w7)

PD: en el cast ya está Molly, por si quieren ponerle rostro a tal encanto <3

Cuídense mucho la cola ;) Besos sabor vainilla, eh :*

Continua llegint

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