Ya había amanecido, dando la bienvenida a una mañana resplandeciente. Todos los sirvientes en el Reino ya estaban muy bien despiertos y como siempre preparando el desayuno de los Reyes.
JungKook se había despertado muy temprano que de costumbre. Se vistió y salió rumbo hacia la cocina. Dispuesto a prepararle un desayuno a TaeHyung.
Varios sirvientes ya estaban en la cocina, caminando de aqui para allá.
—¿Vas a llevar un desayuno para el príncipe Jimin?— Una sirvienta le pregunto que yacia a su lado, preparando todo.
—Ah no...es para el príncipe TaeHyung.— calló un momento ante la mirada inquisidora de la mujer —Creo que el príncipe Jimin aún se encuentra afuera de palacio.
La sirvienta rió lanzando una carcajada — De echo no...ayer los Príncipes acaban de llegar — la mujer con una sonrisa agrego: —Es bastante raro que estés muy cercano al pequeño príncipe.
JungKook trago grueso, no podía permitir que nadie se entere de su relación con TaeHyung, al menos no ahora.
Se apresuró en preparar algo rápido y con asentimiento de cabeza se retiró de la cocina. Salió apresurado directo hacia la habitación de TaeHyung.
Tocó dos veces y abrió la puerta con un poco de dificultad.
—Tae~ — canturreo cuando entró y dejó el desayuno en la mesita de alado.
TaeHyung inmediatamente despertó y le sonrió cuando JungKook estaba frente a él, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Kookie — dijo cuando JungKook puso el desayuno en su regazo. — ¿Porqué lo hiciste?
JungKook le sonrió —Solo quería verte— dejó un beso en los labios de TaeHyung —Desayuna bien TaeTae, nos vemos más tarde — agregó guiñandole un ojo para salir.
Cerró la puerta despacio sin hacer el mayor ruido.
—¿JungKook?— escuchó la voz de Jimin atrás suyo y volteó viendo al rubio ya muy bien vestido y los cabellos húmedos. —¿Qué haces en la habitación de Tae? — preguntó sin dejar de sonreír.
— Ah...le lleve el desayuno — el menor se sonrojo por la mirada que Jimin le dedicaba. — Nos vemos luego — dijo para después alejarse.
—Claro — Jimin vio al castaño alejarse y no dudo en entrar a la habitación de TaeHyung sin golpear. Viendo como TaeHyung desayunaba a gusto.
—¡Jiminnie! — gritó TaeHyung cuando vio a Jimin dentro de su habitación. —¿Cuándo llegaron? ¿Y YoonGi? — preguntó con una gran sonrisa.
—Ayer...en la noche, fue muy largo y cansado pero ya estamos aquí — Jimin le sonrió y se sentó a los pies de la cama del menor. —¿Y que me dices de JungKook?
—Ah ¿Lo viste?
—Lo vi salir de aquí.
—B-bueno...el y yo...lo estamos intentando —TaeHyung logró decir con un sonrojo en sus mejillas, a lo cual Jimin no tardó en sonreír y saltar feliz.
—¡Lo sabía! — gritó — se nota que le gustas...— dijo feliz, al fin JungKook se había dado una oportunidad de amar a alguien más.
—Bueno pero...¿Qué pasó con ustedes? Desaparecieron de la nada. — dijo TaeHyung.
—Larga historia, YoonGi tuvo la idea de no decirle a nadie y claro que al principio no me molesto pero...fue agotador. Bastante.
—¿Qué paso? — preguntó TaeHyung, sonriendo al ver a Jimin dar rondas en toda su habitación mientras narraba lo sucedido.
—Nos encontramos a una abuelita, muy linda por cierto, pero lo gracioso es que no nos dejaba descansar ni un solo momento. Ahora mismo YoonGi está durmiendo porque según él, perdió muchas horas de sueño.
TaeHyung lanzó una carcajada divertido y se levantó de la cama dispuesto a vestirse.
—Sabía que YoonGi reaccionaria así. Lo conozco y se que sus horas de sueño son sagradas. —rió.
Jimin asintió sin dejar de sonreír, el mismo lo había comprobado, su pareja era muy perezoso a la hora de dormir.
—Incluso se cayó al agua y- — un mareo tan fuerte detuvo su hablar, haciéndolo tambalearse.
—¡Jimin! ¿Estas bien? — preguntó TaeHyung alarmado, ayudando a Jimin a sentarse.
—Si, si...solo fue un mareo — el mayor sonrió — nada grave.
—¿Seguro? — preguntó TaeHyung viendo el rostro de Jimin, pero al parecer no era muy grave.
—Si...mejor voy a ver a YoonGi — Jimin se puso de pie. —Estoy bien Tae...no te preocupes. — agregó caminando hacia la salida.
— Bien, los espero aqui para ir a ver al Rey.
Jimin asintió y solo se camino de vuelta a su habitación, un poco preocupado...aún se sentía un poco mareado pero pronto se le pasaría.
Entró a su habitación, encontrándose con la cama desordenada pero sin el cuerpo de YoonGi.
— ¿YoonGi? — preguntó cuando se adentro más a la habitación.
De pronto abrazaron su espalda haciendo que de un brinco del susto. Pero al instante sintiendo el cuerpo cálido de su esposo. Un poco húmedo.
—¿Me estabas buscando? — preguntó en su oído, haciendo que Jimin se estremezca por la voz gruesa de YoonGi en su oído.
—Si...debemos ir a desayunar — sonrió acariciando las manos de su pareja.
—¿Y si vamos a pasear? — preguntó sin despegarse de Jimin.
—Tú padre debe estar muy enojado con nosotros.
—No importa...mi padre no puede hacer nada en estos momentos — YoonGi río y dejo un beso en la mejilla de Jimin para después caminar hacia el baño para vestirse.
Al final si decidieron salir a desayunar y tal vez enfrentar al Rey por fin después de tanto. Entrelazaron sus dedos y salieron viendo a TaeHyung caminando hacia ellos.
YoonGi le sonrió a su pequeño primo y solo le dio un abrazo. Después de todo no se habian visto por varios días.
Al entrar al salón real, un sirviente les hizo una reverencia y les dio el comunicado de que el soberano pedia verlos. Jimin mordio nervioso su labio inferior.
Tenia miedo de lo que el Rey les vaya a decir. YoonGi solo apretó su mano que estaba entrelazada con él y le sonrió.
Ni siquiera iban a desayunar, al menos él Rey y ellos no lo harían. TaeHyung les sonrió dandoles fuerzas para poder ver al soberano y solo se fue haciendo su camino al comedor real a desayunar.
YoonGi y Jimin suspiraron nerviosos, no era nada bueno que él Rey los quiera ver a los dos solamente. Guiados por el sirviente entraron al salon real donde el Rey ya estaba sentado en su trono y a su lado la Reina.
—¿Me llamaba padre? — hablo YoonGi sin dejar la mano de Jimin.
La tensión era lo que reinaba en el gran salón.
—¿El Reino es importante para ustedes? — preguntó él Rey con evidente molestia. — ¡¿O es más importante unos juegos de aventuras que solo emplean los niños?!
Gritó el Rey.
Jimin se tenso ante el grito del soberano, sabia que esto estaba mal.
—He aguantando cada cosa, tus huidas, tu rebeldia, YoonGi. Pense que contrayendo matrimonio madurarias.
—Pero padr-
—¡No me respondas!— interrumpió el Rey.
— Sabes muy bien que un fututo Rey debe afrontar sus cargos y deberes...pero tú no actuas como uno.
Los dos tenían miedo, YoonGi no se atrevio a contradecir de nuevo a su padre. Sabía que si decia algo de nuevo empeoraria las cosas.
—Tal vez tu hermano hubiera sabido llevar mejor todo esto.
Y eso, fue la gota que derramo el vaso. YoonGi sintió como el corazón se le partía en dos. Jimin asustado miró a su pareja que estaba aguantando las ganas de llorar.
—Tal vez padre, pero él no esta aquí ahora y si...no me queda duda de que él hubiera sido mejor Rey y habria cumplido todos tus mandatos como una marioneta. — habló YoonGi con todo el coraje que había reunido.
Su madre abrió la boca sorprendida, jamas YoonGi le había dicho algo asi a su padre.
—No me hables así, soy el Rey ahora y puedo desterrarte si lo quiero. — demando él Rey tratando de contener su ira.
—Hazlo — YoonGi lo retó — Destierrame y desconoceme como tu hijo.
—¡YoonGi! — grito la Reina — Detente.
—¡No madre! Estoy cansado que mi padre siempre me quiera manejar a su antojo, él impuso mi matrimonio y él no me dejó tener una infancia tranquila.
Jimin solo apretó el brazo de YoonGi, diciendole que se detenga, pero al parecer YoonGi no tenía intenciones de hacerlo.
—¡Ya basta! ¡No quiero que me hables asi! ¡Fuera! ¡¡Fuera!! — empezó a gritar el Rey.
Jimin fue jalado bruscamente por YoonGi, haciendo que salga casi a tropezones del lugar.
Sabía que YoonGi estaba mal ahora y que talvez, solo talvez...las cosas ya no serian como antes.
Esperaba equivocarse de todo corazón.