8 de enero:
Sasuke:
No habíamos dormido nada en lo que iba de madrugada, aun cuando nos ofrecieron habitaciones no quisimos aceptarlas. Konohamaru se retiró pidiendo que le avisáramos cualquier cosa, aparentemente su padre no era muy...comprensivo. Neji fue en busca de bebidas para todos y justo al regresar la doctora Tsunade-san apareció nuevamente.
-¿Cómo siguen?
Un pequeña sonrisa se formó en sus lineales labios, eso significaban buenas noticias ¿no?
-Fuera de peligro, logramos estabilizar a Hinata-san y afortunadamente la bebé no sufrió ninguna consecuencia.
Todo el aire estancado en mis pulmones fue liberado de golpe dejando atrás una sincera sonrisa, Sakura me abrazo fuertemente humedeciendo mi camisa con sus lágrimas. La pareja junto a nosotros chillo un poco mientras se estrechaban.
-¿Podemos verles? –pregunto el ojiperla con una expresión más viva.
-A la bebé sí pero a por ella tendrán que esperar un poco más.
-Gracias Tsunade-sensei...de verdad, gracias.
-No hay por qué, es mi trabajo.
-Espera... ¿Sabes algo de Uzumaki Naruto? –esta vez fue mi novia quien hablo.
-No, lo siento mucho Sakura, él está en manos de otro personal.
-Entiendo...gracias de todos modos...
Decidimos ir a conocer a la pequeña Uzumaki Himawari en la sala de recién nacidos. Al llegar pudimos verle a través del cristal envuelta con una cobija rosa... Era tan pequeña y, valo lo admito, adorable. Se removió un poco luciendo igual que una orugita abriendo lentamente sus ojos color azul, como los de su padre.
-Es preciosa –murmuro Sakura, hubo un...toque de melancolía en su voz.
Por su lado Neji y Tenten concordaron absortos en la niña.
-Sakura... ¿Todo bien?
En circunstancias como estas aquella pregunta ameritaba un golpe de seguro, sin embargo, esperaba comprendiera que no me refería a la situación en general sino a ese extraño sentimiento que se removía en su mirada. Le rodee la cintura entrelazando mis manos sobre su vientre.
-Sí es solo que...no nada, estoy bien.
Como me enojaba cuando dejaban las cosas a medias.
-No, dime.
-Déjalo así Sasuke.
Deshizo el abrazo caminando lejos de mí ¿Qué le sucedía?
-Sakura espera ¿A dónde vas?
Iba muy deprisa, aun con mis largas piernas no conseguía alcanzarle.
-Estoy bien, tranquilo.
Comenzó a ¿correr? Ella estaba ¿Huyendo de mí?
Finalmente conseguí llegar al baño donde, una vez más ignorando olímpicamente el reglamento del lugar me deje colar sin más, encontrándole frente al lavamanos ahogando su rostro en agua. A cualquiera podría decirle que simplemente estaba limpiándose pero yo no soy cualquiera...lo sabía perfectamente, estaba llorando.
-¿Qué ocurre? Y no me vengas con nada porque uno no llora sin razón.
Quedando a centímetros de ella me apoye de espaldas contra la línea de lavamanos con los brazos cruzados sobre mi pecho.
-Es algo tonto, no te preocupes, esta situación me ha puesto algo sensible...ni siquiera debería pensar en eso justo ahora...
Por más insignificante que fuese para el mundo si le hacía llorar era importante para mí, deseaba desde lo más profundo desaparecer todo lo que causara en ella el sentimiento de infelicidad y para eso debía saber de qué se trataba, tal vez suene exagerado e incluso enfermo pero...cuando se está enamorado la lógica tiende a escasear.
-¿En qué?
-No es buen momento...la prioridad es Naruto, no mis pensamientos depresivos, vamos fuera con los demás –secó su rostro y se dispuso a salir.
No se lo permití. Al pasar frente a mí le retuve deslizando mi brazo por su estómago atrayéndola sutilmente.
-Naruto está en quirófano, no hay nada que podamos hacer por él mientras, mejor pensar en otra cosa como...en esos pensamientos que te tienen huyendo de mí.
-No huyo –murmuro con la mirada fija en el suelo, al menos no intentaba escapar otra vez.
-Entonces, dime.
En un intento por darle ánimos posé suavemente mis labios sobre su cabeza. Sakura era algunos centímetros más baja que yo y encogido como estaba me era fácil. Se giró un poco aferrándose fuertemente a mi camisa, acaricie su cabello esperando pacientemente a que sus palabras abandonaran sus labios.
-Es solo que...al ver a Himawari pensé en cuan lindo sería tener otro hijo pero...no puedo tener más...
Sus palabras fueron tan solo un par de susurros, gracias a nuestra cercanía pude escucharle, sin embargo...no supe responderle. Estaba al tanto gracias a mi hermano pero nunca me senté a pensar en ello realmente, fue solo un vago pensamiento que circulaba sin llamar mi atención pero por lo visto en la mente de Sakura si ocasionaba problemas. Aquello le daba sentido a miles de momentos en donde encontraba cierta melancolía en los ojos de mi novia cuando tenía la mirada perdida en algo... Nunca conecte las piezas y me fue imposible descifrar la razón...hasta ahora.
-¿Ves? Es algo fuera de lugar...tenemos a Sarada...estamos bien con ella ¿no? Y ni siquiera sé si tú quieres tener otro bebé...
¿Quería? No me lo había planteado y dar una respuesta certera me sería difícil. Para mí tal vez en el momento no signifique gran cosa pero a ella le está destrozando por dentro y yo...no sé qué demonios hacer para ayudarle.
-Olvídalo son cosas mías...no me prestes atención, se me pasara.
Se restregó los ojos zafándose de mi agarre caminando en dirección a la puerta. Estaba en blanco, deseaba consolarla más nada pasaba por mi mente ¿Qué debía decirle? "...tener otro hijo probablemente sea imposible..." Probablemente...eso significaba que no era del todo inalcanzable ¿verdad? Pensé reconfortarla con ese "probablemente" pero... ¿Y si resulta ganar la parte de "imposible"? No me gustaría presenciar cómo sus esperanzas se quiebran justo frente a mí y menos aún podría con el hecho de ser yo quien las sembró...
-Demonios –chasquee la lengua viéndole abandonar el baño, no me quedaba de otra más que dejar las cosas tal cual estaban, al menos hasta que tuviera algo para decirle.
Retornamos por donde mismo vinimos esperando regresar con nuestros amigos y la pequeña recién nacida. Ya cerca divise a Tenten sosteniendo un bultito rosa, asumí la enfermera les permitió sostener a la niña.
-Chicos vengan a decir hola.
La bebé, aun desconcertada por el nuevo mundo al que fue traída, movía sus manitos descoordinadamente mientras paseaba sus ojos por todo el lugar sorprendiéndose cada tanto.
-Hola Hima-chan... ¿Puedo cargarla? –inquirió mi pelirrosa, Tenten asintió entregándole al infante.
-Eres preciosa...
Verla allí arrullando a la nena arrastro una pregunta semi olvidada de mi sub consciente ¿Quería otro hijo?
-No me molestaría... –confesé mas para mí mismo, "probablemente" ¿Debería aferrarme? Quizás pero...prefiero no volver a tocar el tema con Sakura, en otro momento será.
Sakura:
Transcurrió una hora desde la cesárea, Hinata continuaba bajo los efectos de la anestesia y de Naruto no se sabía nada... ¿Cuánto más pasaría hasta que dijesen algo? Itachi-san llamó un par de veces para informarse e informarnos la situación en casa, aparentemente lograron dormir a los niños al cabo de unas horas de arduo trabajo en la cocina...vaya a saber Dios por qué preparaban comida a mitad de madrugada.
-Disculpen ¿Los parientes de Uzumaki Naruto?
Finalmente el médico salió de aquellas pálidas puertas, iba con mascarilla y la ropa manchada de sangre... Solté un suspiro ahogado al verle, rápidamente busque recuperar el oxígeno manteniendo la esperanza de una manera infantil.
-Nosotros ¿Cómo está doctor? –Neji fue el único capaz de hablar, los demás apenas conseguíamos respirar coordinadamente.
La expresión neutral del médico se descompuso un poco a la vez que se retiraba la tela que cubría su boca.
-Lo sentimos mucho...usamos todos nuestros medios contra los efectos de la bala pero al final no pudimos salvar al joven Uzumaki-san...de verdad lo lamento...
Demasiadas palabras cuyo significado no podía encontrar...o mejor dicho, no quería...no podía ser cierto, tenía que estar entendiendo mal...
-¿Qué...? Un segundo u...usted está diciendo que...que...mi primo...está...
El nudo en la garganta crecía con cada palabra inhabilitándome al final de pronunciar tan terrible conclusión...
Era mentira...tenía que ser una mentira...
-Muerto...
Lo sonidos fueron desapareciendo al igual que mi capacidad innata de respirar... Muerto... Todo a mi alrededor parecía caerse a pedazos mientras mis ojos se nublaban lentamente hasta terminar inmersa en una oscuridad gélida e infinita.
-Sakura...Sakura...hey...
Una dulce voz me llamaba a la lejanía pero me costaba regresar, estaba aturdida.
-¡Sakura!
-¡NARUTO!
Abrí los ojos de golpe irguiéndome en el mueble donde de algún modo termine acostada. La respiración agitada...empapada en sudor y...lágrimas.
-Eh...eh Sakura, tranquila ¿Estás bien...?
Mi pareja comenzó a limpiarme nerviosamente los rastros dejados por las gruesas gotas que a medias continuaban cayendo de mis ojos.
-Naruto...Naruto...
Mi primo...mi adorado primo...no podía ser cierto...
-Sigue en quirófano.
La línea desquiciante de pensamientos se detuvo abruptamente ante sus palabras.
-¿Qui...quirófano? Pero el médico...él dijo...
Las palabras salían atropelladamente en un intento fallido por explicarle mi confusión.
-Supongo que tuviste una pesadilla, estabas llorando en sueños...me preocupe así que te desperté, tranquila...solo fue un mal sueño –acaricio mi espalda lentamente mientras me abrazaba, mi respiración continuaba irregular pero esta vez era debido a las lágrimas de alivio...solo fue un sueño...
-Disculpen ¿Son ustedes parientes del joven Uzumaki Naruto verdad?
Me crispe al instante de oír su voz...solo fue un mal sueño... No quise mirarle por temor a reencontrarme con la misma imagen de mi pesadilla.
-Sí, ¿Cómo está?
Cerré los ojos con pánico pero a la vez ansiedad por la respuesta, cada segundo que el silencio dominaba, mis pensamientos iban incrementando su nivel de tortura.
-Logramos estabilizarlo, nos costó más de que lo esperábamos pero finalmente podemos decir que vivirá.
Mi temblor ceso...el alma me bajo de un solo golpe para subirme con la misma rapidez provocándome un terrible mareo más no me importo... Vivirá...
Está vivo...
-Gracias doctor...no tiene idea de cuan agradecidos estamos...gracias de verdad...gracias.
Perdí la cuenta del número de veces en que repetimos esa palabra "gracias", era lo único capaz de expresar en su forma más mínima nuestros sentimientos.
-¿Podemos verle? –pedí emocionada sosteniendo sin notarlo las milagrosas manos del médico.
-Solo por vidrio, todavía no es recomendable que se le acerque nadie.
-Entiendo...muchas gracias –volvía a repetir aquella frase.
-Iré a avisarle a Tenten.
La chica se encontraba en la habitación con Hinata, supervisándola hasta que despertara.
-Está vivo Sasuke...vivo.
Poco me importo el sitio, me deje llevar por la felicidad lanzándomele encima a mi novio. Él tampoco hizo mucho caso, me agarro en el aire y dimos un par de vueltas.
Esperamos un par de minutos hasta que apareció Neji con Himawari en brazos "seguro querrá conocer a su papá" comento ya cerca nuestro, ambos estuvimos de acuerdo encaminándonos hasta uno de los cuartos intensivos de la clínica. Mi querido primo se hallaba conectado a varias máquinas, su color daba nervio y apenas se divisaba como su pecho subía y bajaba con la respiración, no obstante sonreí...le tenía allí enfrente, aun entre nosotros luchando por regresar.
-Mira pequeña, él es tu papá Uzumaki Naruto...
La bebé, que siempre iba mirando por todas partes detuvo el movimiento para fijar sus ojos en aquella persona tras el cristal.
-Naruto, despierta pronto ¿de acuerdo? Himawari quiere conocerte más de cerca...
Repentinamente el brazalete de Neji comenzó a sonar.
-Sakura, por favor –me paso a la niña para buscar su aparato que se encontraba en el bolsillo.
-¿Alo?... ¿Qué? ¿De verdad?... Sí...sí... Vamos para allá.
Su rostro se ilumino a medida que la otra persona le iba hablando, sea lo que sea es una muy buena noticia.
-Hinata despertó.
De no ser porque tenía a la recién nacida en brazos hubiese comenzado a saltar antes de correr hasta el cuarto.
-Iremos a que tu mami te conozca Hima-chan.
A paso ligeramente acelerado cruzamos por los pasillos con la emoción desbordando por cada poro. Al ingresar le encontramos sorprendentemente tranquila conversando con Tenten sobre trivialidades.
-Tu pequeña vino a saludar –dije atrayendo su atención hacía mí, o bueno hacía el bultito en mis brazos.
-Himawari...
Estiro los brazos añorando a su hija a quien sin queja le concedí. Sus ojos se volvieron cristalinos para luego liberar pequeñas gotas que descendían por sus mejillas un tanto pálidas.
-Hola mi cielo... vaya que eres preciosa.
Igual que con Naruto, la infante dejo de revolotear a su alrededor para concentrarse en la persona observándole fijamente como si deseara grabar cada centímetro del rostro de mi amiga en su memoria. Sus labios hicieron una mueca parecida a una sonrisa mientras abría y cerraba sus manitas.
-Tiene los ojos de su padre –murmuro riendo un poco.
-Deberíamos llamar a Itachi-san para que traiga a los niños.
Quería a mi pequeña, quien probablemente nos extrañe también y Hinata seguramente deseaba ver a su hijo mayor y este a su vez no me cabe duda que debe anhelar regresar con sus padres. No fijándome del todo en la hora le marque, no tardo mucho en contestar. Por suerte para nosotros estaba despierto y sin problema accedió a traerles.
Mientras esperábamos al hermano de Sasuke comprendí por qué Hinata estaba tan calmada cuando llegamos, al despertar ciertamente se puso algo nerviosa pero Tenten logro aplacarla y explicarle la situación que, al ser buenas noticias, influyo mucho mejor que yo anteriormente.
-Con permiso...
Una voz masculina se coló por la puerta, yo no la reconocí pero al ver la reacción de Sasuke supe de quien se trataba.
-Niisan.
-Hola Sasuke, hola a todos, traje a cierto par de traviesos.
En un brazo llevaba a Sarada y en el otro la mano de mi sobrino quien al ver a su madre salió disparado hacía su cama.
-¡Mami! –me paso como un rayo por un lado prácticamente chocando contra el borde haciendo su mayor esfuerzo para subirse a la cama médica.
Mi amiga le miro con el rostro todavía más radiante que antes estirando una mano en un intento por ayudarle, cosa que no se supone debería hacer en su estado. Rápidamente fui hasta ellos tomando al niño de 4 años por el torso montándolo sobre el colchón, solo espero no haber cometido un error...
-Mami te extrañe...
Con las rodillas se terminó de acercar a su destino guindándosele finalmente del cuello por un lado sin aplastar al bebé gracias a Dios.
-Yo también cariño –sonreí contemplando la dulce escena familiar, realmente conmovía verles juntos.
-Papá...papá...papá...
Gire hacia la voz encontrándome con otro enternecedor momento, mi pequeña hija estirándose emocionada buscando a Sasuke quien no tardo en acercarse.
-Hola preciosa –beso su frente y nuestra niña rio contenta.
-Mamá, mamá –sus ojitos finalmente me encontraron.
-Hola mi amor.
Quería sostenerla en mis brazos, abrazarla y sentir su calidez para reconfortarme... Tenerla conmigo me brindaba paz y felicidad como si su presencia espantara todo lo malo del mundo.
Fue bastante tedioso explicarle a Boruto que su papá estaba...indispuesto. Logramos entretenerle con su nueva hermanita, le hablaba, hacia cariño con cuidado y le asusto al ponerle muecas razón por la cual la bebé comenzó a llorar y Hinata se vio en la difícil tarea de regañar a su hijo mayor.
-Iré con Naruto a ver cómo sigue –susurre bajito procurando no ser escuchada por ningún infante.
El médico aseguro que tardaría en despertar, varias horas o incluso mañana pero igual deseaba estar a su lado.
-Sakura...podrías... –lucía apenada pronunciando cada sílaba. – Bueno...decirle que...lo amo...
Tras acceder con una sonrisa me retire. Al llegar al cristal encontré una enfermera y pregunte si podría entrar, para mi suerte accedió. El aire del cuarto era ligeramente pesado y con olor a medicinas, aparte del pitido que monitoreaba su pulso nada se escuchaba. Me aferre a la baranda de su cama conteniéndome de tocarle o abrazarle, estaba segura que aún no era tiempo para eso.
-Naruto...nos pegaste un buen susto ¿sabes? No lo vuelvas a hacer... Me vi forzada a decirle mentiras a Menma...sabes cuánto odio mentirles y más sabiendo que cuando se entere querrá matarme...además tienes una familia ahora más grande que te necesita, que el corazón de Hinata lata depende enteramente de ti... Te ama mucho, me pidió que te dijera así que...debes tener cuidado de ahora en adelante ¿De acuerdo?
Con la mayor delicadeza posible acaricie su frente y luego su mejilla. De repente me encontré respirando entrecortado ¿Cuándo comencé a llorar...? El sentimiento de felicidad estaba a tope desbordándose como podía al exterior.
9 de enero:
Hasta el momento mi primo continuaba inconsciente, sin embargo el doctor explico que era normal y en cualquier momento durante el día despertaría lo cual nos tenía a todos, menos Hinata que permanecía en reposo, haciendo guardia en su habitación.
Era mi turno. Un libro regalado por Gaara en navidad era mi forma de matar los minutos a la espera de algún indicio. Tan absorta estaba que al sentir un roce en mi muslo deje caer el hololector y casi tiro la silla.
-¿Qué...?
Por instinto mire alrededor pero...estaba sola ¿Sola? Lentamente lleve mis ojos a la cama.
-Sa...ku...
Haciendo uso de la poca fuerza en su cuerpo movió el brazo hasta mí alcanzando mi extremidad. Sus débiles palabras traspasaron mis oídos solo por el hecho de existir un silencio absoluto.
-¡Naruto!
Me sonrió a través de la máscara en señal de saludo. Mis ojos nuevamente ahogados en lágrimas y por minutos mi mente estuvo inmersa en felicidad impidiéndome reaccionar correctamente.
-Oh...el médico...ah, espera.
-Sa...Saku... –fue leve pero sentí como su fría mano intento retenerme.
-¿Qué sucede? –pregunte por reflejo, le conocía y sabía perfectamente cuál era su primer pensamiento al despertar. – No te preocupes por Hinata, está perfectamente bien, al rato seguro viene a visitarte con Boruto y alguien más que muere por verte –le guiñe un ojo distrayéndolo para salir en busca del médico.
No es propio de mí actuar de manera...incivilizada pero la emoción pudo más. Prácticamente arrastre al doctor hasta el cuarto, curiosamente el hombre no se quejó supongo estaba acostumbrado a ese tipo de tratos. Espere afuera mientras le revisaban, conjuntamente llame a mi novio quien al momentose encontraba en la cafetería con Sarada.
-¿Alo? ¿Qué pasa?
-¡Despertó! –chille incumpliendo la regla del silencio en el pasillo recibiendo un "shhh" por parte de una enfermera.
-¿De verdad?
-Sí –esta vez cuidando mi tono.
En menos de un minuto le tenía enfrente con nuestra hija quien rápidamente paso a mis brazos. Él se encargó de avisarles a Tente y Neji que estaban con sus mellizos en la habitación de Hinata.
-Sí, pregunta si se puede, estará más que contenta...ok...dale...chao.
-¿Qué dijo?
-Preguntara si puede venir con Himawari.
Afortunadamente todo en mi primo funcionaba con normalidad. Ingresamos al cuarto luego de agradecerle un sin número de veces al doctor.
-Hola Naruto, luces fatal –bromear un poco con el paciente para aligerar el ambiente, técnicas raras de mi novio.
-Gra...cias...
La puerta tras nosotros se deslizo. Mi cuñada de pie bajo el marco arrastrando la camita flotante de la bebé mientras Boruto se aferraba a su camisón.
-Naruto-kun...
-Hina...
Sus miradas se conectaron, era sorprendente como se perdían en su mundo aislando, todo lo demás se sentía como una atmosfera aparte.
A paso torpe la chica se aproximó a la cama con ambos niños, los ojos de mi primo brillaron cual soles al verles...sobre todo a la niña. Acomodada la cama el orgulloso padre pudo sostener a su pequeña bebé quien no apartaba la mirada del rostro frente a ella. Con los ojos humedecidos pego su frente a la de la pequeño sonriendo ampliamente.
-Es...hermosa...Hina...gracias...
Compartieron aquellas intensas miradas de nuevo antes de regalarse un dulce beso.
-Tía Saku...ayuda.
El mayor intentaba subirse, consiente ya que ninguno de sus padres podía auxiliarlo acudió a mí. Reí pasándole mi pequeña a Sasuke.
-Debes ser cuidadoso con papá ¿ok? Esta delicado –le susurre cuando lo tuve en brazos.
-¿Cómo mami?- Asentí. – Está bien –termine por ponerlo sobre el colchón.
-Papá.
-Mi pequeño Boruto, ven aquí pequeño.
Su pareja se acomodó a un lado sosteniendo nuevamente a la bebé mientras mi primo abrazaba o más bien asfixiaba a su otro hijo. Finalmente todo volvió a la normalidad.
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Que no cunda el pánico! No he abandonado la historia es solo que como dije antes la universidad me tiene ahogada so...there. Tendran los caps, solo paciencia pls jsfhkjajdksa i'm sorry.