No sé cuánto había pasado desde ese día. Me mantenía encerrada en mi habitación con la luz apagada y sin ver la luz del sol. No sabía el porque me sentía tan mal...
Tal vez... Por mi pobre y roto corazón que fue causa de mis malditas palabras.
No supe nada de James, sólo que se iba a casar con una mujer más grande que el.
¿Ahora todos están conmigo porque creen que soy un juguete?
Mis padres no les importa que le esté aquí. El personal tampoco... nadie le importa que este encerrada. Mis mejillas se mojaban mientras cerraba mis ojos para desaparecer por esta noche.
Unos murmullos llenaron la habitación, no sabía de quienes eran y tampoco le importaba, pero una intensa luz se posicionó en su ojo que sólo se levantó mirando con furia al.. doctor?
Tanto como familiares y médicos se acercaron a ella que entró en pánico. Al notarlo, los médicos les pidieron a toda la familia que saliera ya que debían hacerle un chequeo. Algunos tomaban si presión, otros sus sentidos y los demás sólo se quedaban viendo, al parecer eran de práctica.
-Muy bien su majestad... ¿Podría decirme que fue lo último que recuerda?-Hablo el doctor. Yo no entendía nada de lo que pasaban.
-Disculpe pero, no entiendo.
-Princesa, a estado en coma durante un mes y medio, a causa de intoxicación y sustancias peligrosas.
Quiere decir que... todo fue una mala jugada de mi mente? Y en verdad esto es después del festival?!