N/A: Sé que han esperado mucho por este primer capítulo pero prometo actualizar más seguido a partir de ahora. Por favor lean con atención y noten los pequeños detalles y gracias por seguir en esta aventura conmigo. Espero sus teorías y su apoyo como hasta ahora. Comenten mucho y disfruten de la lectura y les dejo el trailer oficial de esta segunda parte que espero disfruten tanto como yo.
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FRAGMENTO DEL LIBRO BLANCO DE LA LUNA
CAPÍTULO I:
Oh Gaia, mi querida hermana. Tu reino se consume en el calor de la maldad.
Lo veo desde lo alto de donde me encuentro cada noche siendo las tinieblas ahora protección para aquellos que dañan lo que alguna vez les dio la vida.
¿Qué hacer para rescatarlo?
¿Qué hacer para evitarlo?
Mis poderes se limitan y mi ser llora al ver el dolor que la tierra y sus habitantes causan entre ellos. ¿Cómo destruir aquello que los mantiene con vida? ¿Cómo matar a su propia especie?
El poder y la ambición los han consumido y para algunos corazones violentos y llenos de maldad ya no hay salvación. Ya no existe bondad en muchos de ellos. Se ha perdido la preocupación de los unos por los otros. Se ha perdido el corazón de la tierra.
Tu reino muere, mi querida hermana. Tu reino muere cada día un poco más y la batalla entre Artemisa y tú parece no acabar. Los seres se han corrompido. Las especies ya no respetan los territorios. Ya no hay amor.
Mis lamentos no llegan a ustedes porque me han dejado sola. Sola en mi dolor de astro nocturno que todo en una posición privilegiada y sufre al ver que no hay amor. Necesitamos amor en la tierra, amor en los seres vivos, amor por el mar, por la luz, por la luna.
No me queda más que llorar en mi soledad. Llorar en el lamento de que se ha perdido todo.
Llorar por lo que alguna vez fue la unión entre hermanos más poderosa de todos los tiempos.
Llorar porque hemos perdido nuestra hermandad y con ello, el mundo se perdió también.
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BOSQUE DE ALDERHOOD
RESERVA "YEEYI"
Lauren observó con frialdad a los hombres frente a ella que le devolvían la misma mirada hostil, entre ellos el Alcalde de Alderhood. Su cabeza se mantuvo en alto mientras asumía la posición de líder del clan a pesar de la negativa de Claudio Areleus de que revelara su identidad, pero era tarde. Ya estaba hecho; y ella estaba orgullosa de su especie y de su posición dentro de su clan.
—De todos los que esperé encontrar aquí su nombre fue el último que se me ocurrió, Doctora Alder—Lauren respiró hondo sintiendo el tono hostil del hombre hacia ella lo que le provocaba cierto rechazo.
—No creo que sea relevante para mi profesión hablar sobre mi especie—dijo con el mismo tono sarcástico que el hombre había usado con ella—, y si me disculpa tengo muchos asuntos que atender, Alcalde Lewis—lo vio a los ojos—. Así que por favor tratemos de agilizar lo más que se pueda esta improvisada reunión.
—Mire Alder—Lewis dio un paso adelante acercándose a Lauren, pero Claudio tomó el brazo para ponerla atrás de él y quedar frente al alcalde que retrocedió al ver los ojos dorados y amenazantes del hombre.
—Por favor, Claudio—le pidió Lauren moviéndose para quedar frente a Lewis que los veía con desprecio. Los ojos de Lauren se juntaron con los del hombre que había conocido anteriormente y sintió lo mismo que siempre había sentido con respecto a él. Era una extraña sensación que se extendía en su cuerpo anunciándole el peligro—. Solo quédese donde está y dígame que es lo que quiere.
—Pensé que la cortesía era parte de su especie, Alder—dijo cínicamente y los hombres atrás de él murmuraron ciertas palabras.
—Mi cortesía termina en el momento en que interrumpe mis obligaciones—fue clara y Claudio se cruzó de brazos observando al hombre atentamente mientras protegía a su alpha.
—Debo admitir que de todas las familias que podrían dirigir este clan no esperaba que los Alder fueran parte. Pero ahora que lo sé seré claro cómo me pide, Doctora Alder—un hombre le pasó un sobre y Lewis sacó unas fotografías para ponerlas sobre una de las mesas de la sala de estar.
Los ojos de Lauren fueron a las fotos y su corazón se detuvo un momento al ver a su hermana, convertida en lobo, atacando a una habitante del pueblo hasta matarla. Las fotos iban en secuencia, una tras otra fueron apareciendo haciendo que Lauren respirara hondo tratando de pensar que hacer o decir.
—Supongo que sabe lo que esto significa—Lewis lo observó fijamente—, y ahora las cosas quedan claras para mí sabiendo que estaba presionando a su hermano para obtener respuestas de los asesinatos y ahora entiendo porque no teníamos resultados. Él supo desde el inicio que el asesino de Alderhood era parte de esta reserva y lo estaba encubriendo. Un lobo ha cometido estos asesinatos lo que pone fin a nuestro tratado—Lewis la vio con desprecio—. Deben entregarnos al asesino o desalojar el bosque.
—El tratado de no se rompe tan fácilmente y menos por algo así—Lauren habló claramente.
—¡¿Qué no lo ve, Alder?! —Lewis empezó a enfurecerse—. Uno de sus lobos asesinó a un habitante del pueblo inocente y desarmado. No estaba atacándolo, no estaba haciendo nada como lo muestra el video una de las cámaras de vigilancia que tenemos en las calles del centro. Eso es suficiente para saber que no están haciendo su trabajo y así como me dijo antes mi cortesía termina cuando interfiere con mis responsabilidades—le dijo fríamente—. Quiero al asesino muerto o el pueblo se alzará y tendrán que abandonar este bosque.
—Yo me estoy encargando de las cosas—respondió Lauren—. Nos hacemos responsables del ataque de ayer. Sin embargo, los dos anteriores asesinatos no han sido por parte de mi reserva—Lewis la vio con ironía.
—No me mienta en la cara Alder—la vio fijamente—. Su hermano me ha visto la cara de estúpido durante estas semanas y siempre dudé de su capacidad. Ahora entiendo la razón por la que tiene el puesto que tiene y también la incompetencia que posee en su trabajo. No van a encubrir de nuevo al que está haciendo todo esto. Quiero al asesino o las medidas que vamos a tomar no serán tan educadas como ahora.
—¿Me está amenazando? —Lewis la vio fijamente.
—Es una advertencia, Alder—la vio con decisión—. Quiero que renuncie al hospital y le pida a su hermano que abandone la dirección de la policía. No quiero que dos lobos estén controlando dos lugares tan importantes.
—Eso si viola el tratado—Lauren se alteró—. Está discriminándonos por nuestra especie y queriendo que dejemos los trabajos que hemos desempeñado desde hace años con impecable historia. No puede hacer eso porque somos iguales que usted y que todos los habitantes de este pueblo.
—Con la única diferencia que destrozan a un ser humano sin piedad hasta el punto de dejarlo irreconocible—Lauren apretó la mandíbula—. Porque eso hizo este lobo con esa pobre mujer.
—Los humanos comunes y corrientes también matan a su propia especie, Alcalde Lewis—Lauren respiró hondo tratando de controla su genio.
—Pero no estoy hablando con humanos ahora mismo, ¿o sí?—Claudio contuvo el aliento al lado de Lauren sintiéndose igual de molesto que su alpha por los comentarios—. ¿Quién fue la persona que cometió el asesinato? —preguntó de nuevo y Lauren desvió la mirada—. Tiene la obligación moral de decírmelo, Lauren. No podemos permitir que esta persona ande suelta.
—Está recluida—Lewis la vio fijamente—. Nosotros nos estamos encargando de todo, Alcalde. Lamentamos mucho lo que pasó la noche anterior, pero puedo asegurarle que mis lobos no tienen nada que ver con los dos asesinatos anteriores en Alderhood. No fueron mis lobos.
—¿Entonces quién fue? —preguntó otro hombre y Lauren lo observó. Era un poco bajo con una barba que casi llegaba a su pecho. Su constitución física era regordeta y su reputación un tanto dudosa.
—Nuestro trabajo según el tratado es cuidar de los habitantes de Alderhood y eso estamos haciendo—fueron las palabras de Lauren que dio un paso hacia Lewis observándolo con intensidad—. Nosotros nos encargaremos de la persona que cometió tal atrocidad y tendrá el castigo que merece tener, pero eso se hará dentro de mi reserva, alcalde. ¿Quiere exponer a la gente a un lobo peligroso llevándoselo? Estaría actuando irresponsablemente.
—¿Y qué me garantiza que lo hagan? —el hombre la vio fríamente.
—Tiene mi palabra, Lewis—Lauren había perdido las formalidades.
— Su palabra no significa nada para mí cuando es uno de los suyos el sangriento lobo que atacó a una mujer inocente y puede volver a hacerlo si no se le mata. Lo hizo anteriormente con dos personas más.
—Esos asesinatos no recaen en miembros de mi reserva—habló con seguridad—. Mi hermano se está encargando de las investigaciones y debe confiar en él. Estamos intentando ayudar en todo lo que podemos. Nuestra prioridad son las personas que están bajo nuestro cuidado y estamos haciendo todo lo que podemos para protegerlas.
—No es suficiente, Alder—el hombre la observó—. Le daré dos semanas. Solo dos semanas para que resuelva este problema y me dé al asesino de las otras personas que usted dice no viene de este lugar. Si en dos semanas no tengo respuestas suyas se despedirán de este lugar cuando presente el incumplimiento del tratado al consejo. No le quedará más remedio que cumplir con sus órdenes e irse de este bosque. Dos semanas—repitió causando que Lauren sintiera una llama de furia encenderse dentro de ella la cual controló—, y espero que resuelva esto. Por el momento no quiero ver a ninguno de sus lobos cerca del pueblo—Lauren apretó la mandíbula—. No voy a arriesgar a mi gente.
—Está arriesgando a su gente quitándoles nuestro cuidado y vigilancia—el alcalde la vio fijamente.
—No creo que la idea de la gente de protección sea morir desangrado. Hay gente que vio a su lobo atacar a esa pobre jovencita—el alcalde negó—. Es el pueblo que no los quiere cerca—Lauren vio a los otros hombre y sintió la hostilidad de ellos hacia su especie—. La gente quiere que actúe, y eso haré. Dos semanas es lo único que le daré o de lo contrario tendrán que irse. No queremos fenómenos cerca de nosotros.
Lauren dio un paso hacia adelante pero Claudio la detuvo. El alcalde y los otros hombres dieron la vuelta y salieron de la reserva escoltados mientras Lauren respiraba hondo una y otra vez sin saber qué hacer. Sus ojos fueron a Claudio buscando apoyo.
—Es hora de hablar con Allagi—dijo Lauren y Claudio asintió—. Quiero una reunión ahora mismo en la cabaña de meditación y quiero que todos los alphas de los otros clanes estén presentes.
Claudio asintió ante la orden y rápidamente envió a uno de sus lobos para notificarle a su "guía espiritual". Lauren respiró hondo y vio a su amigo fijamente cuando finalmente quedaron solos.
—¿Algo más? —Lauren desvió la mirada un momento y el rostro de Camila vino a su mente. Su corazón se apretó en su pecho de necesidad por verla y por algo más.
—Busca a Camila—le pidió a Claudio suavemente y los ojos de Lauren brillaron de amor haciendo que Claudio la viera con entendimiento. El amor en su especie era fuerte, potente e inquebrantable—. Solo quiero que te asegures que está bien. Voy a reunirme con ella en el bosque cerca del lugar donde se hizo la fogata unos días atrás y el lugar que solía visitar con mi madre que tú conoces—Claudio asintió observando a Lauren tan preocupada y estresada y la entendía. Era una cachorra con muchas responsabilidades—. Ahora que mi clan sabe de que es un vampiro, pensar en que le pueda pasar algo es inaceptable para mí.
—Me encargaré personalmente de eso, alpha—Lauren le acarició el brazo.
—Ella es toda mi vida—murmuró Lauren y Claudio asintió—. Sin importar lo que ella sea es mi persona, Claudio. Es mi alpha.
—Entiendo, Lauren—fue sincero con ella y Lauren sintió alivio de tener el apoyo del que fuera un gran amigo para su madre—. Me encargaré de cuidarla.
—Solo hasta que yo pueda estar con ella para protegerla y asegurarme de que nada malo le pase—Lauren sonrió un poco—. Aunque creo que en realidad ella es la que cuida de mí—Lauren lo vio a los ojos—. Hay muchas cosas de nosotras que no entiendo en este momento, Claudio. Hay tanta historia de peleas entre nuestras especies y saber que Camila es parte de la especie que asesinó a mi madre me provoca un nudo en la garganta—bajó la mirada—. Pero no puedo evitar que mi corazón me guie hacia ella en cada paso que doy. No hay forma de dudarlo. Estoy rodeada de problemas—abrió sus manos y giró a su alrededor con tristeza—. Mi mundo se está desmoronando y debo hacerme cargo de cada aspecto porque mi padre parece habernos abandonado. Soy la encargada de todo, pero mi pensamiento y mi corazón están con ella.
—Solo eres una loba enamorada—Lauren bajó su mirada viendo sus manos y sintiendo su corazón vibrar ante los sentimientos de su alma reencarnada y de su propia alma anhelante de su compañera.
—Lo he estado por siglos—Lauren alzó la mirada encontrándose con los ojos sorprendidos de Claudio—. Ella es mi persona; a pesar de que sea una mujer y que sea un vampiro. La he amado a través del tiempo, y quiero que ella sepa eso. Le hablé tan mal cuando nos despedimos y mi corazón me reclama—Lauren desvió la mirada con dolor—. Jamás le había hablado de esa forma. Ella no tiene le culpa de mi dolor personal con su especie. Ella dio su vida por mí y yo la traté horriblemente y ahora vienen más problemas y yo...—Lauren sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas y Claudio pasó un brazo por sus hombros confortándola.
—¿Por qué no vas a hablar con ella? —le sugirió—. De esa manera estarás más tranquila. Yo puedo esperarte en el lugar de la fogata y luego la acompañaré a su casa. Los problemas seguirán aquí cuando vuelvas, Lauren. Pero tu alma y tu corazón estarán más tranquilos.
—Pero tengo la reunión con Allagi y...—Claudio la interrumpió.
—Y estás pensando en ella—terminó por ella la frase y Lauren respiró hondo—. Creo que los dos sabemos lo que debes hacer—le guiñó un ojo—. Ve por tu chica.
—Pero tengo obligaciones...—Claudio la vio fijamente y le sonrió y Lauren respiró hondo sintiéndose derrotada pero con su corazón lleno de anhelo—. No voy a tardar. Lo prometo. Solo necesito verla.
—Vamos—Lauren le sonrió enormemente y asintió dejando de lado todo a su alrededor y enfocarse en el amor.
Iba a disculparse con Camila y decirle que quería luchar por su relación y le iba a dar la oportunidad de contar su historia de saber de ella, y luego iba a besarla y a hacerle el amor.
Hacerle el amor como lo hacía siglos atrás.
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LONDRES, INGLATERRA
MUNICIPIO DE SOUTHWARK
El municipio londinense de Southwark estaba ubicado al sudeste cerca del río Támesis justo en el interior de Londres y a las afueras de ese municipio se encontraba "White Collar Institute" un lugar donde se hacían investigaciones de avances tecnológicos, médicos y también era el lugar donde la especie de los lobos tenía sus investigaciones secretas. Un laboratorio que había sido fundado por la Doctora Amelia Alder buscando la manera de hacer a su especie progresara y que lo que había pasado siglos atrás no se volviera a repetir.
En ese lugar había una mujer usando una bata blanca, con una placa de oro en el bolsillo de la bata donde se leía su nombre y esta observaba la ventana sosteniendo el teléfono después de recibir una llamada que marcaría un rumbo diferente para su laboratorio.
—Doctora—dijo una mujer entrando a la oficina después de un tímido golpe en la puerta—. Todo está listo para recibir a la vampira.
—¿Se ha probado la cámara? —preguntó la mujer y su asistente simplemente afirmó—. No puede haber ningún error Marian—le dijo muy seriamente—. La vampira no es como los otros con los que hemos experimentado, y debo recordarte que debe ser tratada con cordialidad y buena disposición. Ella no es una asesina como los vampiros que tratamos aquí. Estamos haciendo esto para protegerla y muy pocas personas saben de su existencia. Su estadía aquí puede darnos las respuestas que necesitamos.
—No debe preocuparse, doctora. Todo está listo para recibirla y los empleados han sido avisados de la situación—Marian se acercó colocando una carpeta sobre el escritorio—. La cámara se ha probado y no habrá manera de que la vampira logre salir a pesar de su fuerza. En ese lugar solo será otra humana más.
—Lo comprobaré yo misma—dijo la mujer tomando la carpeta y caminando hacia la puerta—. Nada puede salir mal—repitió—. No después de esperar siglos por este momento. Todo debe de estar listo, y nada va a salir mal. Absolutamente nada.
La mujer salió para comprobar la cámara donde en unas horas tendrían a una de las primeras vampiras cautiva. Una vampira que conocía una historia que empezó a escribirse siglos atrás y esconde en ella un enorme y oscuro secreto capaz de cambiar la vida de todos aquellos que habitan la tierra.
Una historia que pronto se descubriría.
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RADISH, ALDERHOOD:
Ally sonrió cuando a las afueras del pueblo se encontró con dos rostros conocidos. El de Serene que saltaba feliz recibiéndola a lo lejos y el de Johna que estaba a su lado cruzado de brazos con su semblante serio pero sus ojos amables.
—¡Allyson! —gritó Serene cuando Ally estacionó su coche y corrió hacia ella feliz mientras la abrazaba.
—Me alegra mucho verte pequeña bruja—le dijo a Serene abrazándola y dándole un beso en la mejilla—. Has crecido mucho.
—No puedo decir lo mismo—respondió Serene y recibió el pequeño golpe de su prima causando que ambas empezaran a reír—. Me alegra verte aunque me entristece saber que ahora te has vuelto parte de ese grupo de déspotas que tienes por familia.
—No digas eso, Serene—murmuró Ally.
—Tiene razón—se escuchó la voz profunda de Johna que se había acercado no tan efusivamente como Serene pero sus ojos eran cálidos y Allyson lo sabía—. Pensé que tú a diferencia de nosotros podrías vivir una vida tranquila como humana. Pero ambos sabemos que eso no pasaba por tu mente cuando te enamoraste de ese perrito.
—Johna—llamó su atención su hermana y sonrió a Ally que veía a su primo con seriedad—. No le hagas caso, Ally. Sabes cómo es no soporta a los lobos aunque son parte de él.
—¡Cállate, Serene! —dijo Johna con enojo y tomó las maletas de ambos mientras las ponía en el asiento de atrás del coche—. Será mejor que nos vayamos pronto si queremos llegar en seis días a nuestro destino. Aunque tu familia mágica no se va a esfumar de la nada.
—Hace mucho que no voy con ellos—dijo Ally nerviosa y Serene la tomó de las manos dándole apoyo—. No sé qué es lo que van a decir.
—Que te quedes con ellos y dirijas el aquelarre como una esclava de la magia que la ha heredado de generación en generación—dijo Johna crudamente—, y posiblemente se enojen contigo porque vas con la escoria y las ovejas negras de la familia mágica. Ahora que tienes tu poder van a caerte como abejas al panal queriendo que sigas dirigiendo todo—Serene trató de sonreír aunque sabía que su hermano tenía razón—. Es tu destino debido a tu apellido y como heredera directa. Eso va a pasar.
—Yo no voy a quedarme en el aquelarre, Johna—dijo rápidamente Ally—. Solo necesito respuestas.
—¿Y crees que van a dártelas sin nada a cambio? —Johna rio con ironía mientras finalmente colocaba todo ordenadamente y veía a su hermana—. Eso me da a entender que no conoces a tu familia.
—¡Ya basta, Johna! —dijo Serene llamando su atención—. Ally necesita ir a su hogar para buscar respuestas y vamos a ayudarla—vio a su prima con cariño—. No te preocupes, Ally. Nosotros te protegeremos. Eres la única de esa familia que vale la pena y no dejaremos que nada te pasa, ¿verdad, Johna? —vio a su hermano con severidad que solo puso los ojos en blanco y asintió.
—Por supuesto—Johna les abrió la puerta y ambas mujeres lo vieron cuando tomó las llaves del coche en su mano y se colocó sus lentes de sol—. Entren al coche. Yo conduzco—Ally puso los ojos en blanco junto a Serene y ambas entraron al coche mientras se ponían al día con lo que estaba pasando y pensando en todo lo que pasaría cuando finalmente los tres volvieran al aquelarre después de años.
Sin saber lo que les esperaba.
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BOSQUE DE ALDERHOOD:
Lauren se despidió de Claudio y corrió hacia el lugar que había compartido con su madre y donde Camila la esperaba. La sonrisa en su rostro era genuina mientras esquivaba ramas de los frondosos árboles que adornaban el bosque aunque se detuvo para tomar una hibrido perpetuo de color rosa que estaba justo en la entrada del lugar donde la estaba esperando la mujer de su vida.
El rostro de Lauren se llenó de amor mientras el recuerdo de otros encuentros llenaban su mente y ahora esos recuerdos no la asustaban. Esos recuerdos le permitían entender que ese amor que sentía era un amor de años y años de espera. Momentos especiales que llenaban su mente mientras caminaba para encontrar a Camila y decirle que iba a luchar por ella, a luchar por su destino.
Sus ojos se llenaron de amor cuando encontró a Camila sentada en el lugar donde habían compartido su primera cita y sus ojos se volvieron dorados y maravillosos.
—Amor mío he venido a ti lo más pronto posible porque mi corazón anhela tus ojos, tus besos y tus caricias—dijo Lauren suavemente y cuando Camila se giró una hermosa sonrisa adornó el rostro de Lauren al ver sus lindos ojos marrones aunque su sonrisa poco a poco se fue borrando al no ver en ellos el brillo que los caracterizaba y su dorado habitual cuando se encontraba con los de ella posiblemente estuviera enojada y por eso no brillaban como antes—¿Camila?
—Tenemos que hablar—fueron las palabras directas de Camila y Lauren sintió que su corazón se hundía ante el tono de su voz.
—Antes que me digas cualquier cosa quiero darte esto—le entregó la rosa que Camila tomó en sus manos pero sus ojos se ocultaron de Lauren que dio un paso hacia ella pero se detuvo sin saber si besarla o abrazarla—. Quiero pedirte una disculpa por cómo te hablé en la reserva. No debí hablarte de ese modo y lo lamento profundamente—susurró—. El pensar que mis palabras pudieron causarte algún daño hace que mi corazón se contraiga de dolor—Lauren dio un paso más adelante pero Camila la detuvo.
—No des un paso más—dijo Camila y Lauren la vio con dolor.
—Camila, por favor perdona mi insolencia—la voz de Lauren estaba llena de preocupación—. Te prometo que fue el enojo del momento por descubrir la verdad pero lo pensé mejor. Voy a luchar por esto, Camila. Por eso vine a verte a pesar de mis obligaciones porque eres lo más importante para mí. Te he amado por años. Mi corazón te ha pertenecido por siglos y no me importa que seas una vampira. No me importa nada más que estar contigo.
—Quiero que hagas de cuenta que jamás estuve aquí—empezó a decir Camila sin verla a los ojos—. Lo nuestro no puede ser, Lauren. Lo de la reserva fue un error. Todo lo que pasó fue un error y lo he comprendido. Te esperé para decirte que rechazo nuestra unión—Lauren sintió que su corazón dejaba de latir.
—No digas eso—Lauren sintió un nudo en la garganta—. Podemos resolverlo, Camila.
—No hay nada que resolver, Lauren—murmuró Camila tirando la rosa al suelo y haciendo que los ojos de Lauren se llenaran de lágrimas—. Es mi decisión final y te pido que lo olvides. No quiero volver a verte. No quiero nada que ver con lobos.
—Pero...—Camila la interrumpió.
—No me busques que no quiero verte y espero respetes eso—alzó su mirada y vio los ojos de Lauren dorados brillando por las lágrimas—. Mi rechazo no te hará daño porque aún no buscas a tu mate así que busca en otra parte. Yo no soy para ti.
—Sé que estás así por lo que pasó y lo que te dije y como te trate pero me arrepiento de verdad—murmuró Lauren—. Yo puedo arreglarlo Camila. Nadie puede decirme a quien amar. Yo decido estar contigo y es lo único que importa. Yo quiero estar contigo.
—Pero yo no—Camila fue clara—. Hasta nunca, Lauren.
—Camila no me hagas esto—Lauren sollozó—. Yo voy a luchar. Te prometo que nada va a interponerse entre nosotras. No me importa lo que diga mi reserva o mis leyes ¡Yo te amo!
—Yo no—Lauren sintió esas palabras como dagas atravesando su corazón y las lágrimas salieron de sus ojos—. Vete—Camila le dio la espalda—. Te rechazo, Lauren. No quiero ser tu mate, no quiero nada contigo. Vete.
—Camila—dijo entrecortadamente Lauren mientras caía de rodillas al suelo observando la espalda de Camila—. Por favor no me rechaces. No me dejes sola el resto de mi vida. Eres mi persona. Yo vine porque quiero que me cuentes tu historia. Quiero escuchar lo que tienes que decirme y yo voy a entenderlo, Camila. Yo te prometo luchar por entender y por escucharte y no juzgarte. Tienes mi corazón. No mates mi alma diciéndome adiós.
—No quiero saber nada de ti—se giró Camila—. Lo pensé mejor y no quiero arriesgarme a que me maten por tu culpa. Mi familia y yo nos iremos del pueblo esta misma noche ahora que se sabe de nosotros no es seguro estar aquí.
—¡No! —dijo Lauren de inmediato—. No puedes dejarme.
—Adiós, Lauren—Camila empezó a correr rápidamente por el bosque y Lauren se convirtió en loba siguiéndola sin querer dejarla ir.
Eso no podía ser. No iba a perderla.
Lauren corrió siguiendo a la figura que corría velozmente por el bosque y cerró los ojos respirando hondo un momento y de pronto la figura frente a ella desapareció. Lauren vio hacia todos lados deteniéndose y sintió el frio helado del bosque llegar hasta sus huesos y erizando su pelaje. Sus ojos se volvieron alertas.
Su corazón dolía y su llanto traspasó su cuerpo de loba escuchándose en pequeños lamentos. Sus ojos desesperados buscaron en todas direcciones pero no había rastros de Camila.
<<Camila, mi hermosa loba. Por favor amor>> pensó pero no obtuvo respuesta.
Se había evaporado con el viento y con ella iba su corazón.
Había perdido su corazón, para siempre.
Lauren aulló llena de dolor y en ese momento supo que Camila se había ido para jamás volver de la manera más extraña y dolorosa del mundo.
La había perdido otra vez.
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¡LISTO!
Sé que vendrán muchas teorías y adoro leerlas. Les prometo actualizar durante esta semana en el momento en que pueda. Un beso y nos leemos pronto.