Chanyeol corrió a la ayuda de Kai, el cual se encontraba tirado junto al bote jalando un poco de la red. No comprendí muy bien su posición hasta que noté un cuchillo que se encontraba cortando la palma de su pie. El cuchillo estaba atado a la red, y como la red se había enredado entre sus piernas no se podía sacar. De ahí, su grito de Dolor ensordecedor.
- ¡_______! - gritó Chanyeol. - ¡Ven! ¡Ven!
El castaño se tumbó al piso para ver la herida, mientras que Kai tan solo se encorvaba para verlo. - ¿Que te sucedió? - le preguntó Chanyeol . El chico tan solo tragó gordo con la respiración entrecortada. Quien sabe desde hace cuanto estaba batallando con eso.
- No sé cómo pasó. - habló Kai con la boca reseca. - No sabía dónde estaba el cuchillo, y de repente lo sentí en mi pie. Para cuando me di cuenta ya estaba totalmente enredada en mi pierna y el cuchillo se encajó. – Chanyeol jaló un poco de la Red, acto que provocó que Kai soltara otro grito.
Era él. Suspiré. Era el mismo chico que había creado aquella maya de tensión entre Pauly y yo, aunque él ni siquiera se diera por enterado.
No me quise acercar más; me quedaba viendo todo desde la espalda de Kai, junto al pequeño bote pesquero, intentando que él no notara mi presencia. ¿Me reconocería? No lo sabía, y la verdad es que podía ser, bien, que no lo hiciera. Aunque el podría llegar a haber dicho lo mismo de mi, y yo no dude ni dos segundos en su identidad. Era el mismo rostro, los mismos ojos, los mismos labios, hasta ese vago lunar que se encontraba en la curvatura de su boca, solamente que un rostro más Maduro, más Varonil. Ya no tenía Quince años, ya no era un niño. Ahora era un Hombre Adulto.
- ¡______! - habló Chanyeol exaltado por tercera Vez. - Quédate con él, yo iré a buscar a los demás.
- ¡Yo Voy! - dije muy segura de mi misma. Chanyeol pareció ignorarme, y se levantó de su lugar frente a Kai.
- ________, yo soy más Rápido. - rió un poco, para después echarse a correr a través de la playa.
Y así, lo último que se escuchó fueron los bajos lamentos de Kai y su pie.
¿Que se suponía que podía hacer ahora? Tenía al chico lamentándose de dolor frente a mí, ¿Me quedo detrás del Bote?
Kai soltaba otro grito sollozante. Mierda, me dije; sin lugar a dudas tenía que acercarme un poco más.
Me aventé en la arena, justo en el lugar que Chanyeol había dejado vacio. Quise ver la herida; quizás no sería muy profunda, pero el cuchillo era un filoso y delgado método de sufrimiento para él, por lo que sus gritos eran genuinos verdaderamente.
Intenté hacer algo para no sentirme torpe, acto que obtuvo el resultado contrario; no sabía qué hacer con mis manos cuando Kai soltó otro grito.
- Hola. - habló el a duras penas. Levanté la mirada de su pie, y lo miré con recelo. Quizás no sabía quién soy. Pero... ¿Cuándo viera a Pauly? ¿La reconocería? Si bien no la reconoce por su físico, la podría llegar a reconocer por el grito del guerra que pegaría cuando viera de quien era la identidad del chico misterioso que encontramos en la playa tirado y herido. - ¿Podrías Distraerme? - dijo el chico. Prácticamente estaba sudando de todo el esfuerzo. Cuando levanté mis manos para tomar un mechón de pelo detrás de mi oreja, me di cuenta de la sangre que escurría ahora por mi mano. Sentí una clase de Vértigo espontaneo al ver otra vez la Herida y percatarme que no era una herida Limpia; había sangre, bastante. Bien decía mi mamá: El pie es Sangrón. Cuando te cortas, parece Una Hemorragia irreversible, siendo que con un curita azul de ositos Tobby todo se arreglaba.
- Odio la Sangre. - Admití, tragando un poco de saliva.
- ¿Qué Otras cosas no te gustan? - Kai gimió y respiró entrecortadamente. Lo miré detenidamente, ya que él no estaba viendo hacia ningún punto fijo. Sus ojos revoloteaban desde las formaciones rocosas a tonos grisáceos, hasta el mar de Coral que hacía contraste con sus colores azules intensos y claros.
Me pude dar el lujo entonces de observarlo a más detalle; sus largas y abundantes pestañas seguían allí. Su lunar junto a la curvatura de su labio por el lado inferir derecho. Su cabello despeinado y castaño. Vuelvo a repetir, el mismo Kai, pero a diferente escala: lo había conocido como un púbero, y ahora era un Hombre.
- No me gusta la Cebolla. - tragué gordo al ver que la sangre seguía saliendo de su pie. - Ni el Tomate. No me gustan los Gatos, y Casi no me gusta el chocolate. Y a veces no me gustan las personas.
- ¿Qué clase de Persona?
- Todas, Las personas. - Admití. Entonces por primera vez Kai levantó la vista.
Nuestras miradas se conectaron en cargas eléctricas de dos electros shock por segundo. Y en cierto modo, su mirada me decía lo que pasaba por su cabeza: ¿Qué clase de Ser subhumano está tratando de Curarme el pie? Pero de un segundo a otro esa mirada de duda desapareció rápidamente. Sus ojos se enchasnaron, y sus cejas se elevaron. Había cambiado la duda, por el reconocimiento.
Mierda.
- ¿______? - preguntó el, casi atónito. Y no lo culpo; ¿Encontrarse a alguien de repente en la playa cuando tu estas malherido? Tampoco era una coincidencia bastante regular, ¿Cierto? - Soy Kai. - sonrió de oreja a oreja, casi como si le diera gusto volver a verme. - ¡Kai! ¿Me recuerdas? - Un pequeño jalón de la red provocó que gimiera un poco más. - ¿Recuerdas hace años? ¡Fue aquí mismo! ¡En cova!
Mierda. Doble mierda. Dios mío, si me había reconocido.
Sin embargo, no tuve oportunidad de contestarle aparte de con la mirada: Chanyeol, Omar y Frank llegaba a nuestro lado. Cuando los tres grandulones llegaron, yo decidí apartarme. No sabía lo que iban a hacer, pero no quise ser alguna clase de molestia para ellos, así que mejor fui junto a Pauly y Sarah que veían todo desde otro ángulo, lejos de Lucille, Diego, Ursulla y los pocos restante.
- ¿Que le sucede? - preguntó Pauly un tanto conmocionada por ver a un chico desconocido en el Suelo. No podía imaginar que ocurriría cuando...
- Se le ah atorado un cuchillo en el pie. - Sarah Siseó, y pauly tan solo frunció el ceño imaginándose el dolor de eso.
Miré hacia mi mano; estaba un poco manchada de Sangre, pero decidí ignorarla al darme cuenta de que con otro cuchillo un poco más grande estaban cortando la Red que rodeaba la pierna de Kai. Así mismo, el lanzó otro grito ahogado fuera de su Pulmón, acto que logró estremecerme.
- ¡Pobre! ¿Cómo se llama? - Preguntó Sarah.
¿Digo la Verdad? Eso era algo Que quisiera o no, se iba a saber dentro de muy poco.
Tomé un fuerte respiro. Mierda, repetí en mi cabeza; hubiera deseado no ir a Cova.
- Kai.
Y si... Todo se volvió dramático a Nivel caótico y exasperante.
...
Diego ayudo a Kai a sentarse en uno de los troncos, mientras que Ursulla le llevaba un plato desechable lleno de pollo y condimentos. Kai lo miró apetitosamente, mientras que yo me sentaba en el tronco de enfrente, todos alrededor de la ardiente y poderosa llama que habíamos creado con los troncos.
La fogata emitía calor, uno de mucho agrado y satisfacción. Para esa Hora, las estrellas ya estaban puestas en el cielo negro y obscuro, brillantes y presentes gracias a lo alejado que se encontraban las Luces de la Ciudad de Cova, tan alejadas que las estrellas parecían ser Faroles en Invierno, un invierno en Boston o Chicago, Claro está.
Sarah soltó una carcajada al ver a Diego escupir un pedazo de carne que no fue de su agrado (la chica era bastante escandalosa) y Lucille llegó a cambiar después de un rato la venda del pie de Kai
¿Y Pauly? Si. Estaba sentada en el suelo de la combi, justo al borde de la Puerta abierta. Sus pies colgaban del coche, mientras que los miraba mecerse de atrás hacia adelante. Se veía triste, confundida, ida... Y es que cuando vio la identidad del chico del cuchillo y la red, casi se fue de espaldas. Tanto ella como él se quedaron en un espacio de tiempo que parecía no existir, y que los ponía como dos piezas de un juego paralelo al nuestro. Sus mentes jugaban con ellos mismos mientras que ellos eran solo marionetas, y sus hilos eran guiados por un pasado que A Pauly le dolía, y aunque no conociera los sentimientos de Kai sobre ese tema, estaba segura, no le era tampoco indiferente al asunto.
Me entró una pequeña intriga; quise ir hacia Pauly, sentarme con ella y mostrarle mi hombro. Si, obviamente ella ya tenía que haber superado a Kai, aquel amor de Verano que no hizo más que romperle el corazón y conseguir un trágico final, sin embargo estaba segura que ella seguía con la duda de "¿Qué Hubiera Pasado?". La pregunta podía ser, ¿Qué hubiera pasado si Hubiera recibido esa Carta? ¿Cómo abría terminado todo? Porque por mucho que lo quisieran, no podían mantener una muy larga relación a distancia, no en sus circunstancias, no a sus edades. Al menos, ese era mi punto de vista.
Definitivamente me sentí altamente reconfortada cuando me percaté de Chanyeol caminando hacia Paulette. Y entonces, me reconforté doblemente, por una simple razón: el factor "Celos" no existía.
Respiré, tranquila.
No estaba celosa de verlo con ella, sabiendo lo que ella quería conseguir de su parte. De hecho, parecía darme igual, lo que indicaba que aquellas vagas sensaciones y pensamientos incoherentes sobre Chanyeol eran tan solo alguna clase de delirio o algo por el estilo.
Respiré, tranquila.
Pero esa tranquilidad se fue, cuando al fondo se escuchó a John Gritar.
- ¡Juguemos a la Botella del Beso!