Por segunda primera vez [#2]

By Cam_Music

709K 52.2K 19.1K

Si no has leído Instituto de Hombres no leas la sinopsis pues contiene muchos spoilers. ¡ADVERTENCIA! NO LEAS... More

PRÓXIMAMENTE
Prefacio
Capítulo 1| El chico de ojos avellana
Capítulo 2| Conociéndolos por segunda primera vez
Capítulo 3| Nada es igual
Capítulo 4| La volvería a enamorar si es necesario
Capítulo 5| Tengo miedo de recordar
Capítulo 6| Inseguridad
Capítulo 7| Dylan está embarazada
Capítulo 8| Dos por uno
Capítulo 9| Futura universitaria
Capítulo 10| Un agridulce cumpleaños
Capítulo 11| Sorpresa inesperada
Capítulo12| Están en el equipo
Capítuo 13| ¿Desde siempre?
Nota
Capítulo 14| Plan de investigación
Capítulo 15| Es mi compañero
Capítulo 16| Compartimos algo más que el útero
Capítulo 17| Hará de mi vida un infierno
Capítulo 18| Inicio de temporada
Capítulo 19| Visitando el orfanato Giesler
Capítulo 20| Me gustas, Tyler
Capítulo 20| Burger king
Capítulo 21| Las reglas están para romperse
Capítulo 22| Una pizza, un recuerdo
Capítulo 23| Proxeneta
¡Hola!
Capítulo 24| Crisis matrimonial
Capítulo 25| Un beso es cosa de dos
Capítulo 26| Sr. Tocino
Capítulo 27| Una carta
Capítulo 28| Salieron juntos
Capítulo 30| ¿Dónde está Tyler?
Capítulo 31| No han transcurrido diez años
No es un capítulo
Capítulo 32| Estudiantes de periodismo
¡Hola!
Capítulo 33| Promesa
Capítulo 34| Lo siento
Capítulo 35| Datáfono
Capítulo 36| Un grave error
Capítulo 37| El padre de Seth
Carta de Elizabeth a Dave
Capítulo 38| Omnisciente
Capítulo 39| Memorias
Capítulo 40| Desastres
Capítulo 41| Un juego juntos
Capítulo 42| Rebobinar (final)
Epílogo

Capítulo 29| Todas las versiones

12.4K 947 116
By Cam_Music

Esa sensación de sentir que te encuentras entre la espada y la pared, es tediosa. Son varios los puntos a valorar, quisiera comportarme y analizar las cosas de una forma objetiva, pero no controlo entrometer mis sentimientos en la situación. Jane hace pocas horas tuvo la oportunidad de contarme su versión de cómo sucedieron las cosas durante su noviazgo, también la razón de su ruptura. Mi hermano, por otro lado, no me ha facilitado ni un poco de información. No porque no quiera, sino que llevo más de dos horas esperándolo en su dormitorio y nada que ha aparecido. Por otra parte, la versión de Tyler, que; aunque no haga parte de noviazgo en sí, tiene mucho que ver en cuanto a la ruptura amorosa.

Estando a punto de darme por vencida e ir a mi dormitorio, me percato como Nick, a quien no he visto en horas, aparece. Me levanto de inmediato del suelo, sintiendo mi trasero adormecido.

— ¿Podemos hablar? —inquiero cuando se ha acercado lo suficiente. Enarca una ceja, pero asiente al abrir la puerta y permitirme el acceso.

—Esa frase asusta, ¿sabes? —afirma con burla. A ver que no me río de su chiste, parece tornarse serio— Okay, ¿quién se murió? —aunque no tan serio.

—Nick, estuve hablando con Jane —esas palabras son suficientes para que su rostro se torne inexpresivo—. Sé que no me incumbe en lo absoluto lo que haya pasado entre ustedes, pero me preocupo por ti —le aclaro.

—No quiero hablar de eso, Dylan —intenta esquivar el tema, pero insisto al acercarme y tomarlo de los hombros.

— ¿Prefieres ignorar todo lo que pasó y listo? ¿Crees que así solucionarás todo? No me parece justo que hayas escuchado la versión de Tyler, pero no lo de ella.

Se zafa de mi agarre, recorriendo su dormitorio.

—No lo entenderías, me sentí traicionado —apenas me echa un vistazo.

— ¿Te sentiste traicionado por Jane, pero no por Tyler?

—Por ambos, ¿sí? —me encara, acercándose— Ella lo besó.

—Y tú besaste a otra chica —lo ataco, sin siquiera medir mis palabras. Su rostro se torna molesto.

— ¿Eso te dijo? Ja, no me sorprende. Eso supuso que sucedió —resopla.

— ¿Y tú no supusiste que ella te engañó? —enarco una ceja con satisfacción, su rostro demuestra que he dado en el clavo.

—Pero al menos yo sí la quería y no salía con su mejor amiga mientras estaba con ella —aprieta la mandíbula hasta que sus dientes casi rechinan. Cierra los ojos un segundo y suspira, destensando sus músculos.

— ¿Al menos escuchaste su versión? —inquiero. Lo único que hace es desviar la mirada, ese gesto dice más que mil palabras— ¿Al menos le contaste por qué besaste a otra chica? —por segunda vez, guarda un silencio prolongado.

—Ella me besó a mí —murmura demasiado bajo, tanto que debo pedirle que lo repita—. Amber, ella me besó, me tomó desprevenido. Eso fue lo que pudo ver Jane.

— ¿Pero por qué, en lugar de arreglar las cosas, se alejaron mutuamente?

Al parecer, no se esperaba mi pregunta. Permanece inmóvil más tiempo del necesario, en silencio, analizando mis palabras.

—Yo... era lo mejor.

— ¿Lo mejor para quién?

— ¡No sé, Dylan! —se exaspera, cubre con sus manos su rostro al sentarse en la cama.

—Fue tu culpa y la suya, también Tyler es culpable. Ella, por haber estado con ambos. Tuya, por ser un cobarde que no es capaz de enfrentar las cosas. Y Tyler, aunque no sabía que ella era tu novia, por arrastrarla a su juego. ¿Acaso no lo ves? —intento hacerle entender mi punto de vista.

—Tal vez... ¡ay, yo no sé! Mejor dejemos todo así, ha pasado mucho tiempo —le resta importancia.

— ¿Y sientes lo mismo que hace mucho tiempo? —mi pregunta parece ser una bofetada con un ladrillo.

—Tú sí eres intensa y fastidiosa —sonríe de medio lado.

Decidimos dejar nuestra conversación hasta ahí, por más que quiera ayudar, sé que ya no debería seguir entrometiéndome en sus asuntos. Pro, por si acaso, le hice prometer que tendrá una conversación civilizada con Jane. Quizás no arreglen las cosas, pero sí servirá para cerrar esa epata por completo. Estoy segura que ninguno de los dos, tanto Jane como Nick, hicieron lo correcto al encontrarse en la situación en la que estaban hasta el cuello. En lugar de conversar las cosas y exponer sus puntos de vista, prefirieron cortar todo de raíz, aunque ambos sufrieran. Eso es ser idiota en la vida.

Este día tengo algo especialmente importante que hacer: hace poco Tyler me había contratado para tomarle un par de fotografías y, como todavía me causa pereza revelarlas, siempre le pido ayuda a Seth para eso. Por lo mismo, se las he enviado por correo y lo he llamado para confirmar que ha recibido mi mensaje. En efecto, dijo que pronto las tendría listas, en un par de horas para ser exactos. Y esas horas ya han transcurrido. Como no se ha dignado a responderme ahora el celular, debo ir a buscarlo. Sin embargo, no se encuentra en su habitación, de tal manera la tarea de dar con él se me dificulta. He reflexionado acerca de los lugares que suele frecuentar, pero antes de ir a buscarlo a cualquiera de ellos, prefiero primero descartar el interior del campus. Me decido por ir primeramente a la cafetería, viendo la hora puede que se le haya ocurrido tomar una merienda.

Mi planes de llegar cuanto antes a la cafetería se ven frustrados cuando, al girar en uno de los pasillo a toda prisa, he chocado contra otro cuerpo que, al parecer, iba tan o más distraído que yo. Sus papeles han quedado espacios por el suelo, pero algo más me alerta sobre su desagradable presencia. El aroma a J'adore, su perfume, me marea. ¿Quién usa esa clase de perfumes a estas horas? Solo Brittany. Bien, el aroma del perfume es exquisito, pero me revuelve el estómago. Y no solo el perfume deja en evidencia de quién se trata, sino su bolso Prada azul marino.

—Creo que esto se te está haciendo costumbre, tirar a las personas al suelo —se queja en voz alta, observándome a través del rabillo del ojo mientras recoge sus cosas esparcidas por el suelo.

—Si no tuvieras unos tacones de tunta tan alta como la Torre Eiffel, no habrías caído.

Aunque preferiría marcharme de inmediato, debo recoger lo que ha salido de mi mochila de uno de sus agujeros. Quizás exagero, no está tan desgastada, pero sí tiene uno que otro huequito por donde se escapan los lápices, pero bien pasan desapercibidos. Con algo de aguja e hilo quedaría resuelto.

—Vengo de una sesión fotográfica, ¿crees que me aceptarían vestida como tú?

Ignoro por completo su comentario, centrándome en recoger mis cosas. De paso, aprovecho que su bolso también ha caído para acercarle su labial y rímel, sin embargo, algo en su interior me hace fisgonear. Me aseguro de manera disimulada que aún mantiene su concentración en sus cosas, por lo que me apresuro a terminar de sacar del bolso la carpeta roja. Técnicamente, ya estaba afuera, solo le di un empujoncito para que cayera al suelo. Se me hace reconocida de algún sitio, pero cualquiera puede tener acceso a una carpeta de ese tipo. Con sigilo la abro en una de sus páginas, y lo que encuentro dentro me deja pasmada.

— ¿Qué haces con eso? Es mi privacidad, no tienes ningún derecho —su voz se tiñe de molestia y no tarda en arrebatarme la carpeta de las manos y ponerse de pie de un brinco, con su bolso Prada al hombro.

— ¿Tú privacidad? ¿Un par de noticias sobre el accidente que sufrí es parte de tu privacidad? —inquiero con molestia. Esa carpeta es la misma que Catherine me proporcionó hace tiempo, una que fue intercambiada por otra con información modificada.

Emite un chasquido cargado de molestia, pasando completamente de mi presencia.

—No tengo tiempo para esto —hace el amago de marcharse, pero la sujeto del codo antes que lo haga.

—No, ni lo sueñes. Ahora mismo me explicas qué demonios te traes conmigo, y por qué te has empeñado en hacer de mi vida un infierno —le exijo una respuesta. Sus ojos se pasean en el lugar en el cual la tengo sujeta, con un tirón se zafa de mi agarre.

—No te debo explicaciones. Además, si lo que quieres es tu carpeta, ahí la tienes —me la tiende, no dudo en arrebatársela—. Me saludas a Ty.

Se aleja por el pasillo contoneando sus inexistentes caderas.

Cuando se pierde por completo de mi vista, suelto un grito de frustración hacia el techo. Me concentro en tomar aire varias veces y así relajarme.

— ¿Qué era lo que iba a hacer? —inquiero en voz alta, llevando un debo a mi barbilla.

— ¿Hablando sola?

No evito el dar un respingo cuando su voz se hace escuchar tras de mí, por lo que giro de inmediato a encararlo. Una sonrisa diminuta aparece en sus labios de Tyler, no su ya conocida sonrisa divertida.

—Pensando en voz alta —le corrijo.

Sus manos se mantienen ocultas en sus bolsillos, y se me hace completamente extraño no observarlo con su postura segura y autosuficiente, como ya es costumbre.

— ¿Estás enojada por lo de...? —arruga su nariz, como si no encontrara las palabras adecuadas— ¿Jane y Nick?

El enojo inicial ya ha pasado, y me causa vergüenza recordar la escena que hice al exigirle una respuesta con respecto a lo sucedido con Jane y Nick. Es decir, no tenía ningún derecho a que él me dijera todo lo que había sucedido. Me había dejado llevar por la molestia y comportado de manera inmadura.

Niego varias veces con la cabeza.

—No debí haber actuado de esa forma, no es de mi incumbencia —me disculpo de una forma poco convencional.

—No hay problema, habría actuado de la misma manera en tu situación.

Asiento, pero no lo observo directamente. Transcurridos unos segundos de incómodo silencio, suspiro antes de intentar decir que me iré, pero se me adelanta.

—No pienses de mí de esa forma, Dylan —su petición me hace encararlo. No hay rastro de burla ni en su tono de voz ni en sus facciones, se mantiene serio.

—No pienso de ninguna forma.

—Sí, lo haces —asegura.

Si, aunque no lo quiera admitir, es cierto. No puedo evitar juzgarlo. Y no debería hacerlo, no soy quien para cuestionar sus acciones. Pero el pensamiento de qué lo llevó a hacer eso, por qué se comporta de esa manera, sigue ahí, si bien intento ahuyentarlo.

Un suspiro frustrado escapa de sus labios.

—Soy un idiota, ¿lo sabes, no? —enarca una ceja. Hago un mohín, pero prefiero no responderle— Pues este idiota, antes era más imbécil de lo que es ahora, ¿te imaginas eso?

No puedo evitar la pequeña sonrisa que se asoma en mis labios por sus palabras. Tengo pocos recuerdos de él, pero estoy segura que no miente.

—No tienes por qué darme explicaciones —lo interrumpo, porque es la realidad.

—Pero quiero hacerlo, Dylan, quiero que confíes en mí, y no lo harás si no te digo la verdad.

— ¿Por qué la vida es tan complicada? —llevo una de mis manos a mi frente. Cuando pienso que las cosas comienzan a ir bien, algo ocurre.

—La vida no es complicada, nosotros la complicamos.

Sus palabras me hacen pensar acerca de lo que dice. En parte, si lo analizo, es cierto. ¿Qué necesitad tenía de haberme comportado de esa forma con él esta mañana, cuando ni siquiera había escuchado su versión de los hechos? ¿O por qué me molesté, si quizás él en ese entonces no salía ni había tenido nada conmigo?

—No lo sé —respondo al cabo de unos instantes.

— ¿Jane te dijo que yo la seduje? —inquiere, causando que centre mi atención el él. Sus ojos avellana me escrutan con detenimiento.

—Sí.

—Pues no mentía, eso hice —admite, avergonzado. Mi mandíbula se tensa, pero prefiero no juzgarlo, en cambio, espero escuchar sus razones— ¿Soy, guapo, cierto?

Su pregunta me desconcierta.

— ¿Ah?

—Que si soy guapo —repite. Parpadeo varias veces, sin saber qué responder.

—La pregunta es necia —admito, a lo que sonríe.

—Bien, imagina a un chico puberto, que sabe que es el niño bonito. Y no solo lo dice él, sino que las chicas se lo repiten seguido. ¿Cuánto crees que subiría su ego? —enarca una ceja, expectante.

—Años luz de la tierra —afirmo de manera divertida.

—Si te repiten constantemente que eres guapo, lindo, incluso chicas mayores que tú. Te dicen que podrías tener a quien quieras contigo, ¿qué crees que ese chico puberto haría? —cruza los brazos sobre su pecho, causando que sus músculos se tensen.

—Ponerlo a prueba —respondo sin parpadear—, saber si lo que dicen es cierto.

—Exacto. Y si lo hacer una vez, y funciona. La segunda, la tercera, incluso en la cuarta ocasión. Y te das cuenta que no quieres permanecer con una sola chica, ¿para qué, si puedes tenerlas a todas?

Sus palabras cavan hasta el rincón más recóndito de mis pensamientos, ahí se repiten una y otra vez, trayendo imágenes consigo. Él ha dicho eso anteriormente, estuve presente, no estoy segura hace cuánto tiempo, un año, quizá.

—Y eso hacías —respondo por él, a lo que asiente.

Abre la boca, pero su mirada se oscurece. Se mantiene con sus ojos clavados en el suelo más tiempo del necesario. Como si hubiese querido decir algo más, pero prefirió guardarlo para él. Pasados unos segundos, clava sus ojos en los míos.

— Y cuando me pareció sensato tener una relación formal, a mi mejor amigo lo engaña la chica por la que hubiese dado todo. No solo lo engaña, sino que lo hace conmigo. ¿Qué tan mal crees que me sentía? ¿Qué tan hijo de puta era, en una escala del uno al millón?

Permanezco inmóvil, en silencio, procesando cada una de las cosas que ha dicho. La culpa me embarga, no tenía ningún derecho a exigirle respuestas ni a molestarme con él. Pero no encuentro las palabras correctas, es como si se hubiesen convertido en un nudo y se mantuvieran atascadas en mi garganta.

—Si quieres hablar conmigo, las puertas de mi dormitorio siempre estarán abiertas —decide marcharse, pero antes de hacerlo deposita un beso en mi mejilla.

Cierro los ojos durante el contacto, y no los abro incluso cuando sé que ya se ha ido. No sé qué pensar justo ahora.

Varias cosas para decirles. Primero, me disculpo por no haber subido un capítulo la semana pasada, por si no so saben, las clases me tienen hasta el cuello y en el poco tiempo libre que tengo debo cumplir con mi trabajo (niñera). Segundo, ¡amé este capítulo! Y tercero, el capítulo que viene los va a enamoraaar.

Una preguantaaa: ¿ qué harían si van con sus amigas a comprar, y un tipo te comieza a preguntar cosas de animes? Me pasó xD Íbamos a hacer un dulce (por el festival del dulce y eso) y salimos a comprar los ingredientes, en eso un guardia de seguridad de unos 30 años se nos acerca y hace un comentario sobre Dragon Ball, como conozco la serie le respondí sobre que el mejor es Dragon Ball Super, y el tipo se pegó como garrapata a hablar sobre unos animes. Mis amigas con cara de WTF y yo como que KHÁ. Pero fue graciosa la situación.

Cam V.

Continue Reading

You'll Also Like

436K 35K 58
La experiencia me enseñó que las vidas perfectas no existen, pero la mía con Laura me hacía feliz. Sin embargo, nuestra vida de ensueño se convirtió...
27.1K 5.4K 42
Marcus juró que nunca volvería a amar. Luego de regresar a Nueva York por petición de su padre, Marcus intenta retomar su vida, intentando ignorar la...
3.3M 187K 105
Libro uno de la Duología [Dominantes] Damon. Un hombre frío, amante de los retos, calculador... decidido. Se adentra en un mundo desconocido, donde l...
265K 15.2K 51
❝ El Chico De Omegle ❞ El verano de Abi iniciaba y su aburrimiento no se quedaba atrás. Uno de esos días de aburrimirnto, descubre una página nu...