Capítulo 2| Conociéndolos por segunda primera vez

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Urgencia en la nota al final  😱😱😱😨😨😨😵😵😵

Mi cabeza viaja en pensamientos sin sentido, todo acompañado de un sonido estresante. Un pequeño y lejano «pi», aunque parezca absurdo logra sacarme de mis cabales. Unos ojos avellana se cuelan en mi mente, mirándome con intensidad. Varias imágenes se reproducen en mi cabeza de manera constante, recordando lo sucedido con anterioridad. Al menos mi sien ya no martillea, sin embargo mi cuerpo se siente adolorido por completo. De un momento a otro logro salir de la oscuridad que me consume, con todas mi fuerzas intento levantar mis parpados que se parecen piedras. Vuelvo a cerrar los ojos de inmediato cuando la claridad me ciega. Un par de segundos después puedo abrirlos del todo, acostumbrándome a la luz.

La confusión es lo primero que llega a mí. No estoy consciente de dónde estoy ni mucho menos qué hago en una habitación de paredes azules. El olor a desinfectante llega mi olfato, no me agrada. Hago un amago de abrir la boca para decir algo, pero es como si mis labios estuvieran sellados. Cierro los ojos de golpe cuando varias punzadas de dolor me atraviesan, si bien no puedo moverme, el dolor es persistente.

El sonido de una puerta abrirse me alerta, por lo mismo levanto mis parpados como acto de reflejo, observando a las tres personas que ingresan por el umbral de la puerta. Primero me concentro en una mujer castaña de ojos grisáceos con unas diminutas bolsas negras debajo, cuando su mirada se fija en mí de inmediato su semblante de suaviza y su mirada se empaña. Junto a ella un hombre alto de cabello oscuro pasa saliva, denotado su cansancio. Por último un chico de ojos azules como las paredes, las lágrimas recorren sus mejillas, dejándolas de un tenue color rojizo. Sus pasos comienzan a acercarse, causando que los pitidos de la maquina se vuelven irregulares.

No quiero tener extraños cerca, puede que quieran hacerme algo malo. Si pudiera mover algún musculo lograría defenderme de estas personas que podrían ser secuestradores-violadores-asesinos.

Sus pasos se detienen junto a mí, escrutando cada detalle de mi anatomía. No puedo hacer muchos movimientos con mi cuello, por lo que deben intentar ponerse frente a mi persona.

—Mi niña... mi hijita. —un sonido ahogado escapa de los labios de la mujer antes de abrazar al hombre, llorando en su pecho y sosteniendo con fuerza su camisa.

Es raro que esas personas vengan hasta donde estoy para llorar. No lo sé, creo que les falta un tornillo o algo así. Quisiera decirles que me dejen ir, necesito saber donde estoy. Tal vez me tienen secuestrada y están experimentando conmigo. Ese solo pensamiento acelera mi corazón, por ende, los pitidos de la maquina.

—Al fin despiertas, hermanita. Llevas mucho tiempo en este hospital. —el chico de ojos azules se acerca para tomar mi mano, donde un extraño aparato está conectado en mi dedo. Los pitidos de la maquina vuelven a ser irregulares.

« ¿Hermanita? ¿Hospital? Se volvieron locos»

Pienso, queriendo decirlo en voz alta, pero mis labios se encuentran sellados. No entiendo de qué demonios habla. Ese chico no es mi hermano, ni siquiera sé quién es. Mi teoría de que me secuestraron y quieren confundirme sigue en pie. Si tan solo pudiera mover mi cuerpo sabrían lo que es ser golpeados por una patada ninja voladora.

—Tranquila, bebé, papi está contigo. Nos diste un tremendo susto —afirma el hombre de ojos del mismo color que las paredes, antes de acercarse para acomodar unos mechones de mi cabello tras mi oreja, observándome con lágrimas en su mirada.

Mi rostro se desencaja ante su afirmación, por lo que quisiera dar a conocer lo que pienso de la situación. No obstante, no me es permitido. No puedo aceptar que me toquen, no los conozco, pero por una extraña razón siento que no me lastimarían. Sin embargo, ellos son desconocidos, no pueden ni deben tocarme. Escruto al hombre con la mirada, notando su rostro cansado. Dejando de lado su fatigoso aspecto, un brillo inexplicable cruza por sus ojos, iluminándolos.

Por segunda primera vez [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora