Sigo a Mat por las sinuosas calles de la ciudad. Él camina muy rápido, pero cuando al fin le alcanzo, puedo comprobar que estaba como loco escribiendo por whatsapp.
Trato de quitarle el móvil pero él sigue ensimismado en su lista de difusión.
- ¿Mat que haces? Creo que tenemos que hablar esto.
Comienzan a aflorar un par de lágrimas. Estaba desesperado.
No irá a dejarme... ¿No?
Él ni levanta la cabeza del móvil, e incluso tengo que apartarle de la carretera cuando un coche está a punto de atropellarle.
Menos mal que le había seguido...
Unos minutos más tarde, se detiene en un paso de cebra y llama a un taxi. Cuando el vehículo se detiene, él entra y me hace un gesto para hacer lo mismo.
- Matt, te juro que no entiendo qué pasa...
- Esto se acaba hoy, Harry. Estoy cansado de que el mundo parezca estar en contra de nuestra boda. ¿Pero sabes qué te digo? ¡Qué le jodan al mundo!
No puedo evitar sonreír. No sólo porque Matt no fuera a romper conmigo, sino porque nunca le había visto tan decidido con algo. Con Matt sabes que, si emplea palabrotas, va en serio.
- ¿Y qué quieres hacer?
Él me mira a los ojos. Y a pesar de tener uno de ellos aún algo hinchazo, tienen un brillo especial que rezuma una verdadera ilusión.
Ni si quiera sabía los planes, y ya tenía muy claro que le seguiría a dónde fuera que fuese.
- Vamos a casarnos, Harry.
Siento que mi corazón da un vuelco.
¿Casarnos? ¿Habla en serio?
- Me da igual que no sea una gran boda, y lo siento por Alejandro, porque lo estaba haciendo genial; pero no aguanto más.
Hace una pausa, para cogerme de las manos con una increíble suavidad a pesar de lo alterado que estaba.
- He llamado a los chicos. Kat va a traer las flores y Em la comida. Dom y Alberto han ido a recoger los trajes, y Alisha ha dicho que podemos celebrarla en su casa de campo. Alan, Alisha, Will, Nicola, Maxim, Matt, Todd y todos los demás están en camino. Incluso Ariana y Jake viene con sus padres.
Se pasa la lengua por los labios y sonríe, mirándome expectante.
- ¿Y bien? ¿Qué opinas? Seremos sólo nosotros, todo el cast de Shadowhunter; la serie que nos unió. Como siempre debió ser.
Yo sonrío y paso una mano por su mejilla. El calor en la mía me indica que estaba llorando, pero esta vez era por un motivo distinto.
- Matt. Podríamos casarnos en un vertedero vestidos de cubos de basuras, que sería perfecto sólo por estar los dos juntos.
Él sonríe todavía más y se inclina para besarme. Y creo que así nos pasamos el resto del viaje en taxi: entre besos, caricias, susurros cariñosos y planes de qué hacer una vez estuviéramos casados.
- Sabes que te odio, ¿verdad? -murmuro con una media sonrisa, acaricíandole el pecho con suavidad con una mano, mientras la otra permanecía enlazada a la suya.
Él permanece callado, esperando a que continúe. Pero yo me dedico a disfrutar del calor de su cuerpo, y de su propio aliento contra mi piel, antes de hacerlo:
- Cuando dijiste que todo se había acabado. Pensé que...
- Pensaste que te estaba dejando -continúa él, también en voz baja y suave.
Yo asiento. El que Matt acabara mis frases se había convertido en una costumbre, al igual que el que yo acabara las suyas. Nos conocimos tanto, que no habrán falta palabras para expresar lo que sentíamos.
¿Por qué entonces había pensado así de él? Supongo que porque encontraba hasta comprensible que abandonara...
- Un hombre muy sabio me dijo una vez que nunca había sentido que su corazón estuviera realmente abierto hasta que me conoció. Pero lo que él no sabe, es que el mío tampoco lo estaba antes de su llegada.
Yo sonrío. Esa frase... Dije esa frase una mañana en la cama, la primera que despertamos juntos tras nuestra también primera noche juntos.
Habían pasado tantas cosas desde entonces...
- ¿Te acuerdas de cómo éramos? -me aparto de él con suavidad y le miro a los ojos- Sin saber a dónde llevaría todo esto o qué sentíamos realmente. ¿Y ahora? Ahora vamos a casarnos.
- Y va a ser perfecto. Ya lo verás, la boda que siempre quisimos. ¿Y sabes por qué?
Yo le miro interrogante.
¿Cuántas sorpresas me tienes reservadas, Matthew? Nunca dejas de sorprenderme...
- Porque habrá cortinas azul cobalto, un traje blanco y otro negro. Estarán Em y Dom de padrinos, y un hombre en bata blanca realizará la ceremonia bajo el cántico de una tal Maggie.
Sonrío.
- ¿Cómo en el primer beso Malec?
El niega.
- Como en el primer beso Shumdario -me corrige.