Creo que estoy enfermándome 🤢
pero eso a nadie le importa xd
Hoy actualicé bastante tarde, e incluso
casi no actualizo u-u porque estaba
bastante ocupada, realmente mis semanas
son bastante estresante y solo tengo tiempo
de escribir los fines de semanas $: y algunos
los tengo bastante ocupados gracias a las tareas.
Pero bueno...
les tengo una pregunta 🌚🌝
si pudiesen juzgarme únicamente por mi forma de escribir ¿qué edad creen que tengo?
(Las personas que ya lo saben,
discreción por favor),
si adivinan les regalo un pollito🦆
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— Ya han aparecido muertos más de tres grandes influencias para el mundo del secuestro de omegas, deberíamos estar agradecidos, pero es algo que realmente sabe muy mal—Desde que había llegado a su trabajo por la mañana a primera hora, aquello había sido lo primero que había escuchado—. Sé que estás muy estresado con la investigación que estás llevando acabo, y más aún que es algo a petición del presidente... pero ¿no crees que tiene que ver con tu caso?
Si bien Jungkook nunca había tenido muchos amigos alrededor de toda su vida, así que principalmente no entendía por qué aquel beta le estaba hablando, siempre había sido la típica persona de baja clase discriminada, pero nunca se sintió ofendido por eso. Es más, inútilmente, siempre se había sentido halagado ya que realmente se había evitado siento de personas falsas en su vida que lo único que les importaba era el dinero y lo exterior. Él no era igual a esas personas. Resopló fuertemente, aquello daba un indicio a más trabajo para sí mismo.
— Oficial Kim, estoy realmente cargado de muchos trabajos. Pensé que la vida me estaba dando una oportunidad al poder iniciar mi carrera tomando el caso de la desaparición de omegas—Bajó la voz mientras miraba al chico que era un poco más alto que él y de su misma edad; sin embargo, de un cargo más alto que el de él— ¿usted sabe lo que es trabajar para el presidente? —Susurró, para así evitar que alguien más pudiese escuchar—: ¡es una pesadilla!
El oficial Kim había reído con simpatía, mientras miraba con un poco de ternura a Jungkook, quien al darse cuenta de aquello simplemente rodó los ojos. ¡Genial, más trabajo! No era como si se quejase de manera tan explícita de todo lo que tenía que hacer diariamente, porque realmente amaba mucho todo lo que implicaba su trabajo como para renunciar de una vez. Además de que era su trabajo el que mantenía a su pequeña familia.
— Bueno, al menos estás aprendiendo bastante rápido, incluso puedo ver lo oscuras que son tus ojeras ¿qué has pasado haciendo todas las noches? —Lo miró de manera pervertida, lo que hizo que realmente las ganas de golpearlo aparecieran como una idea bastante rápida por la mente del más bajo. No era como si tuviese algún tiempo libre en su vida como para hacer eso—. No olvides tus responsabilidades, Jeon.
— Oficial Kim Yugyeom, realmente no creo encontrarme mentalmente estable como para preocuparme por otro caso al mismo tiempo que el de los secuestros de omegas ¿por qué no le dice a otra persona? —Casi le rogó de aquella manera, los ojos simpáticos de su jefe casi se estaban burlando de él en ese momento.
— Te estoy diciendo que esto es parte de tu caso, pero al parecer estás bastante perezoso como para poder seguir trabajando ¿quieres acaso que tu pago disminuya? —Apretó los labios para ignorar las ansias que sintió de meterle un golpe en el rostro en ese momento—. Antes que te vayas, aquí tienes los papales. Disfruta del trabajo.
Frustrado y no pudiendo decir algo para contradecir a su jefe, no vio otra salida más que obedecer. Casi hasta podía sentir que en cualquier momento iba a desmayarse de tanto que estaba trabajando, dudaba que las pocas horas que dormía fuesen sanas para él, y tanta cafeína que estaba ingiriendo era todo menos saludable. Aunque entendía que no tuviese ni siquiera tiempo como para preocuparse por sí mismo.
Agarró con la poca fuerza que sus brazos tenían los papeles llenos de informe hasta llevarlo a su pequeña oficina, ni siquiera se despidió del oficial Kim; se sentía bastante ofendido como para ser respetuoso en ese momento. Quiso tirarle los papeles en la cara, pero era lo que el oficial había dicho, tenía que recordar que el sueldo de su trabajo, el ser esclavo de otras personas era lo que mantenía a su familia y no podía abandonarlo solo por un capricho.
— Joder... ni siquiera sé por dónde empezar—Había dicho bastante estresado, pasando sus manos por sus cabellos lacios y oscuros, halándolos. Cerró por un momento sus ojos, tratando de enfocarse en lo que estaba haciendo, tratando de despertarse a sí mismo del trance al que estaba entrando.
En un papel se leían la declaración de muerte de un señor con apellido Choi, revisó rápidamente el papel frunciendo el ceño al darse cuenta de la fecha en la que había desaparecido y luego la fecha en la que se cuerpo se había encontrado muerto. Se había encontrado cerca de un lugar público, como si quisiesen que la gente se diese cuenta de que efectivamente estaban matando a grandes influenciadores, con mucho dinero en sus bolsas, del mundo del tráfico de omegas.
De una u otra forma, todo lo que decían los papeles que ahora Jungkook tenía cerca, sí tenían que ver con su caso. Podrían ser una pista para encontrar más rápido dónde se escondían los secuestradores, donde escondían la casa donde mantenían escondidos todos los omegas secuestrados. Decidió que lo mejor sería ponerse a leer y repasar los perfiles de los influenciadores muertos. ¿Quién habría podido matarlos, para qué?
Claramente, eso no lo pudo haber hecho alguno de los secuestradores. Por su mente pasó una posible hipótesis de que realmente sí pudieron haberlos matados las mismas personas que estaban secuestrando a los omegas en estos tiempos, pero ¿para qué? Claramente, no por una deuda ya que es el dinero a esas personas les sobraba. Además de que, era gente que a la semana se gastaba una gran cantidad de dinero en la prostitución de omegas, para qué querrían matar a la gente que literalmente les daba de comer.
— Jeon Jungkook—Escuchó una voz desde la puerta, haciendo que rápidamente levantara su cabeza, sintiéndose intimidado ante la presencia de un alfa poderoso. Saltó de su lugar, y se puso de pie inmediatamente. Habían pasado los meses y aun no sabía cómo comportarse cuando se encontraba en la misma sala que el presidente de Corea—, puedo notar que no estás durmiendo para nada bien, espero que sea porque estás perdiendo la mente tratando de encontrar a mi omega.
Sintió que perdió la respiración en ese momento, le dio una pequeña y rápida reverencia para volver a conectar sus ojos con la persona que tenía enfrente. Solo en ese momento se había quedado sin habla, no sabía qué tenía que decirle; tal vez darle la noticia que de que realmente no tenía ninguna nueva noticia, no luego de haber conseguido una mínima pista de donde posiblemente se encontraban los secuestradores.
— Así que no tienes por qué sentirte nervioso—El presidente había cerrado la puerta tras de él y se había sentado, cómodamente, en la silla que mantenía extra en su oficina Jeon—. Supongo que el esfuerzo y empeño que has puesto por este caso ha dado sus frutos ¿o me equivoco? —La forma en la que el presidente había subido una de sus cejas, dándole una expresión espeluznante había hecho que el corazón de Jungkook palpitara temeroso.
— B-bueno, de hecho... aún no he encontrado alguna pista o prueba que sea sorprendente, señor Park, pero le puedo asegurar que pronto todo será sorprendentemente fácil la forma en la que vamos a encontrar todo lo necesario para encontrarlos—Pudo observar como la expresión del presidente había endurecido, tragó con fuerza con rapidez y sus nervios lo atacaron levemente.
Jungkook sabía leer las expresiones de las personas de solo un vistazo, era algo en lo que realmente era bueno, podía conocer las emociones de las personas con solo verlo una vez y de reojo. Sabía leer a las personas con bastante facilidad, así que al momento de hacerle preguntas a alguien, le era bastante sencillo saber cuándo esa persona estaba mintiendo o estaba escondiendo algo; o realmente estaba diciendo la verdad.
— Hoy me dijeron que tres de los inversionistas más importantes en el tráfico de omegas fueron encontrados muertos—Trató de ser delicado con sus palabras para no dañar los sentimientos del presidente, por lo que en ese momento trató de concentrarse en el lenguaje corporal del mayor para así darse cuenta de si realmente estaba arruinando todo—. No sabemos quién los ha matado, pero no sospechamos de los mismos secuestradores.
Solo en ese momento se dio cuenta del movimiento nervioso de piernas que había hecho el presidente, frunció el ceño ante aquello, pero no dejó que el señor Park lo viese como si estaba planeando algo o tenía su mente en otra parte. Intentó despejar su cerebro y concentrarse únicamente en lo que decía.
— Podemos asegurar que la persona que los ha matado seguro que quiere algo de parte de los secuestradores, tal vez advertirles, porque han dejado a los cadáveres cerca de calles transitadas; como si tratase de transmitir un mensaje a alguien un mensaje clave. ¿Usted conocía a alguna de estas personas que han muerto? —El menor no perdió el tiempo en ese momento le mostró un foto de las tres personas antes de morir al presidente.
Sus ojos no dejaron de analizar aunque se había obligado a sí mismo a dejar de hacerlo, en ese instante se dio cuenta de uno de todos los movimientos corporales que estaba haciendo el presidente. Él había ubicado sus brazos en el escritorio de madera de Jungkook, como para acercarse más a las fotos impresas y había iniciado a jugar con sus dedos; aquello solo podía decir una cosa y era que estaba nervioso.
¿Pero por qué? ¿De qué? Los ojos del presidente no se desviaban de la imagen del señor Choi, así que marcó para sí mismo luego informarse más de aquella persona. Relamió sus labios al darse cuenta de cuantas posibilidades de saber muchas cosas tenía, porque realmente hasta ese instante se dio cuenta de que el presidente era otro jugador en este crimen, uno del que en verdad debería de tener mucho miedo. Uno que era muy peligroso.
— No—Saltó en un momento y se puso de pie, acomodando mejor su saco—, nunca los había visto antes y es mejor que deje de mostrarme a los hijos de puta que posiblemente han tenido que ver con el secuestro de mi hijo—Escupió sus palabras como si soltase veneno y quisiera volver a matar a los que se encontraban muertos ya. Aquella interpretación no había pasado desapercibida para los ojos de Jungkook—. Cuando tengas información que sí me vaya a servir, no dudes en llamarme.
Algo de lo que se había dado cuenta en ese momento era que no tenía por qué volver a confiar ciegamente en el presidente, este era un juego de más de dos personas... y lastimosamente, él se había convertido en algo más que un observador. No tenía en quien confiar, no tenía con quien hablar, y lo mejor que podía hacer era permanecer en silencio para mantenerse a sí mismo a salvo. Si quería ganar, tenía que hacerlo a su manera. ¿Qué le iba a esperar visitando diversas ciudades de Corea? En especial entre Daegu y Seúl.
(...)
Podía apostar que ya el sol se había escondido, sin embargo, para él eso no significaba nada. No había comido algo en todo el día y únicamente se encontraba acostado en posición fetal mientras abrazaba sus rodillas con fuerza y lloraba silenciosamente. No había hecho ninguna especie de sonido en todo el día, era como si realmente se encontrase en una especie de shock o estuviese muerto. En ese momento se dio cuenta de que la comida y el tomar algo ya no era una prioridad o tan importante; se había acostumbrado tanto a pasar días sin comer, que su estómago se había cerrado.
Podía apostar que su rostro estaba completamente rojo y sus labios estaban partidos con rastros de sangre, su nariz posiblemente se encontraba rojiza y partes de su cuerpo con las pruebas de los golpes que había recibido por parte de Wang la madrugada pasada. Aún no había dejado de soltar lágrimas que habían estado manchando sus mejillas y, sus labios, no parecían tener ganas de dejar de temblar.
— Por favor...
¿A quién le rogaba? Porque realmente no sabía la respuesta. Tenía frío, se había dado cuenta muy tarde que la habitación en la que se encontraba era bastante fría y que las sabanas que se encontraban ahí no lograban suplir sus necesidades. Temblaba levemente, y se abrazaba más a sí mismo como si se tratase de esconder del frío que estaba impactando su delgado cuerpo.
Los pensamientos horribles habían invadido su mente una vez más, haciendo que sus ojos se cerraran con fuerza, tratando de borrar todos los recuerdos de este y solo pensara en las posibilidades mínimas de que en algún momento la puerta de esa habitación se abriese y fuese su alfa quien había venido a rescatarlo. Tal vez soñaba en grande, pero es que su esperanza no se perdía y posiblemente eso era lo que más le molestaba de sí mismo.
— S-Suga... —Sollozó más fuerte de lo esperado, mientras apretaba sus dientes, tanto que se había hecho daño y había iniciado a sangrar levemente. Apretó sus ojos, como si se estuviese obligando a sí mismo a dormir, como si quisiese que con solo un cerrar de ojos, al abrirlos, un nuevo día lo estuviese esperando.
¿Un nuevo día era sinónimo de nuevas esperanzas? Cuantas veces había pensado que la respuesta hacia esa pregunta era un sí, pero la verdad es que era un posiblemente no. No todos tenían oportunidades, es por eso que cuando una persona se da cuenta que las tiene, debe aprovecharlas al máximo. Al menos si Jimin tuviese alguna oportunidad de escapar de la pesadilla que estaba viviendo en ese momento, la usaría y no le importaría qué fuese.
Su estómago se revolvió con un poco de asco, al darse cuenta de que le hacía falta comer un poco, el asco había invadido su cuerpo al darse cuenta de que tenía la necesidad de comer algo o de tomar algo. Incluso, estuvo seguro de que en cualquier momento pudo vomitar, pero su garganta se encontraba tan seca y su estómago tan vacío que no podía hacer nada por sí mismo. Se sintió mareado, por lo que se sentó de manera correcta y pegó su espalda a la pared.
Cerró con fuerza sus ojos cuando sintió como un mareo lo estaba invadiendo, no sabía lo que le estaba pasando, pero pudo asegurarse a sí mismo que una fiebre lo estaba invadiendo y el mal sabor de su boca no lo dejaba nombrar ninguna palabra. No pudo mantener los ojos por un momento más abiertos, por lo que se obligó a sí mismo a cerrarlos y mantener su espalda pegada a la pared.
Respiró pausadamente mientras sentía como aún su estómago se revolvía y no lo dejaba en paz, llevó sus manos hacía su estómago y comenzó a sobarlo como si de esa manera pudiese aliviar lo que estaba sintiendo. De pronto, sintió como una corriente eléctrica pasó por todo su cuerpo, en especial por su columna vertebral y le provocó que todos los vellos de su cuerpo se erizasen.
Escuchó varios gritos por toda la casa, pero no pudo prestarles atención porque estaba sintiéndose bastante sofocado por todo lo que estaba experimentando en ese momento. Su boca se abrió dispuesta a gritar por ayuda, a nombrar a alguien... e incluso creyó que ya para ese momento estaba hablando sin darse cuenta.
— Alfa, alfa... alfa, Suga... —Su mente se encontraba completamente perdida mientras todo su cuerpo se sentía envuelto por una capa caliente que lo mantenía sudando y sintiéndose mareado. Además del terrible dolor en el estómago y la sensación de asco que lo había atacado.
— ¡No puedo creer que he pagado miles en esa basura como para no poder tocarlo en ningún momento y tengas que venir tu a quitármelo! —Escuchó un grito desde afuera mientras de su boca seguían saliendo las incoherencias que hasta el momento era lo único que su mente y su sentido podía formular.
— Joder... Wang, te callas o te cortaré la polla y te la haré comértela—La sensación de seguridad que sintió al escuchar esa voz fue gloriosa, sintió como sus pulmones se llenaban de aire y como podía respirar con tranquilidad. Aunque sus ojos seguían cerrados y su boca entreabierta, mientras continuaba con su mentalidad perdida—. ¡Harás la mierda que yo te diga aunque tenga que terminar matándote!
Deseó que aquella voz se acercara hasta él y lo tocara, que lo acariciaría y pudiese contarle todas las emociones que estaba sintiendo y que le sofocaban en ese momento. Soñó que ese alfa pudiese sentarse a su lado y lo abrazara como si no hubiese un mañana, exigió, desde lo más hondo de los deseos de un omega, que esa persona estuviese a su lado y que nunca se fuera.
— ¡P-por favor...! —Estaba gritando, al menos su voz era lo único que levemente en ese momento podía encontrar, se sentía tan encimado en su propia burbuja, que no se dio cuenta cuando la puerta de la habitación había sido abierta.
Pero el olor que rápidamente reconoció fue suficiente como para que sus sentidos se activasen y se obligase a sí mismo a abrir sus ojos con debilidad, sintiéndose mareado ante el desborde de sentimientos a los que estuvo expuesto cuando se dio cuenta de que efectivamente su alfa... su precioso alfa se encontraba en el marco de la puerta mientras lo miraba de manera preocupada.
— Y-yo... traté de convencerme que no ibas a volver por mí—Lloró en ese momento, estiró sus brazos, dándole a entender al alfa que se acercara hacia él y le diese un cariñoso abrazo. Se sintió bastante dichoso al darse cuenta de que no había sido rechazado, no más... —, pero estás aquí... —Acarició el rostro de su alfa—, estás aquí...
Gracias a todas las emociones de las cuales había sido víctima en ese momento, se desmayó, dejando que todo lo que viese fuese solamente la oscuridad; pero eso no fue lo que más temió y le hizo preocupar en ese momento, sino... ¿realmente su alfa lo había encontrado o solo fue un sueño?