Estar sentados en el jardín, le recordaba a Alec su sueño de hace unos días.
La diferencia en que ahora tenía a Rafa dormido sobre su vientre y él estaba recargado contra Magnus, su espalda en el pecho de él. Sus manos masajeaban suavemente sus hombros.
Alec lo agradecía con suaves gemidos. Después de casi ocho meses de embarazo, un masaje era bienvenido completamente.
Como si Magnus leyera su mente, dijo: -Ya faltan casi sólo dos meses. Esta es tu octava luna de embarazo. Después la novena y en la décima por fin conoceremos a Max y Elara.
Ellos eligieron ese momento para patear. Alec sonrió, abrazó fuerte a Rafa y tomó una mano de Magnus para bajarla a su vientre. -Se están moviendo.
Sintió la sonrisa de Magnus contra su hombro y su piel cosquilleo cuando su aliento lo golpeó. Todo su cuerpo se estremeció. La mano de Magnus siguió sobre su vientre.
Rafa despertó por el movimiento.
Rafa era un niño raro. No en un mal sentido. Su mirada no parecía la de un bebé de meses, estaba llena de una inteligencia inusual. Y brillaba cuando veía a Alec o a Magnus. Era extraño encariñarse tan rápido, pero ellos tres lo habían hecho. Magnus, Alec, y Rafa se quisieron desde el primer momento.
El pequeño Rafa los miraba en este momento. -A veces pienso que quisiera hablarnos -Alec se giró un poco para ver a Magnus-. Y eso es una locura, ¿no?
-Tú estás embarazado. No deberías hablar de locuras -Magnus lo dijo lleno de ternura.
Alec se sonrojó y volvió su mirada a Rafa. Ellos se habían besado. Dos veces. Una vez lo besó Alec, en la cocina, y la otra Magnus rozó sus labios suavemente cuando él tuvo una pesadilla.
Y Alec tenía miedo y se sentía culpable porque quería besarlo más y más. De repente ya no imaginaba su futuro sin Magnus. Y eso no podía ser. Su Luna prometió bajar y estar con ellos. ¿Cómo iba a explicar la presencia de Magnus?
Alec se mordió el labio mientras arrullaba a Rafa y una idea iba naciendo...
¿Y si la próxima Luna llena, que ya estaba cerca, presentaba a Magnus y a su Luna?
-¿Magnus? -Magnus contestó con un suave "¿Uumm?"-. ¿Harías algo por mí?
-Lo que sea.
Alec sonrió. Magnus no podía decir no.
CONTINUARÁ...
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