El festival había acabado, habían pasado días, mas bien meses desde lo ocurrido, tanto Rubén cómo yo no hablábamos. Manteníamos la distancia entre el uno y el otro.
Bethania estaba en el jardín junto a Rubén, mis padres con los padres de él y yo en mi cuarto, apartada de todos.
Suspiré cansada mientras me levantaba de mi cama e iba a la ventana en donde me senté, teniendo una linda vista del jardín...
Podía verlos...
Podía verlos besarse y ser felices..
Un extraño cosquilleo llego a mi garganta. Dolía hasta que comenzó a formar un nudo del que fue inevitable seguir reteniendo las lágrimas.
Los momento que pase con Rubén... No se si podía considerarlo amigo..
Nadie podía verme desde la altura que esta mi habitación, podía llorar tranquila, podía gritar de llanto y nadie escucharía.
Porque.. Porque el amor fue así conmigo? Se que soy joven.. Y que esta fue mi primera experiencia de amor, pero pudo demostrarme que de verdad es una mierda.
Un año después.
Mi madre elegía mi vestido, mi padre arreglaba asuntos abajo, las sirvientas iban y volvían.
Porque? Se preguntarán..
Hoy era mi cumpleaños 16, mi madre había dicho que vendría alguien especial. Al escucharlo sólo rogué para que no sea Rubén o Bethania.
—Dios Leonor no tienes nada para ocasiones especiales.— Hablo mi madre luego de salir del enorme clóset lleno de vestidos que ella eligió.
—Lamento que ninguno de los vestidos que tu compraste no te agrade madre.— Hable desanimada.
Mi madre sólo me regaño con la mirada y se fue a quien sabe donde. Suspiré y comencé a jugar con mis manos, desde lo que pasó con Rubén me he estado comportando extraña, bueno, ya no es por él si no que dejo una marca en mi ser y me volvió quien soy ahora.. Una chica callada, fría e indiferente. Se que es estúpido dejar de ser quien eres por una persona, pero cuando vives tantas cosas felices.. ¿Cómo serás feliz si al segundo de serlo los recuerdos invaden tu mente?
Mi madre volvió con una caja, en la que yacía mi vestido, abrí la caja sin ninguna expresión, pero al verlo sentí como una sonrisa de felicidad venia a mi cara.
Era color beige arriba. Con un escote de corazón y un sutil diseño un poco rosa. y para abajo era de capas, blanca/beige que terminaba con la parte de arriba en un triángulo, y con tul al puro estilo princesa.
(no me se explicar así que ahí la imagen)
Ya no me quejaba si tocaban mi cabello o me maquillaban, la verdad es que me daba igual todo. Mi cabello fue amarrado dejando unos cabellos en mi cara. El maquillaje fue sutil y mi madre me dio un collar con una pequeña gema que por dentro tenia una especie de brillo.
Me abstengo de preguntar y solo me puse los tacones para luego, con mi madre, ir a las escaleras donde todos se voltearon cuando llegamos. Mi cara seria es como de la realeza, nadie me mira extrañado ni nada.
Pero mis ojos solo se conectaron con alguien en especial..
Alguien a quien puedo encontrar en cosa de segundos...
Con los nervios a flor de punta baje con mi madre y la "fiesta" se daba por comenzado.