Seok Jin suspiró al volver de su casa. Ese día no había tenido mucha suerte, uno de sus compañeros le había arrojado su bolso y libros a un basurero, por lo que ahora volvía con sus cosas oliendo horrible y, para empeorar, en esos tres días no había conseguido dormir adecuadamente. ¿El motivo? su vecino Jeon JungKook, el omega que suele pasar unas horas con él cuando vuelve de la universidad. El chico no era molesto, apenas y hablaba mientras él leía, practicaba o estudiaba algo, el problema era que la misma noche en que lo conoció se dio cuenta de algo importante: el omega era su pareja destinada.
¿Cómo un chico tan bonito podía ser su pareja? Era...imposible. Un alfa como él no se merecía a un omega tan lindo como JungKook. Es que... ¿Cómo podrían estar juntos con lo diferente que eran? ¿Cómo podrían ser pareja sin que los señalaran por culpa de sus kilos de más? ¿Cómo estar al lado del omega sin hacerle daño o sin ser dañado por él al preferir, seguro, otro alfa mejor de lo que él era? Al final de cuentas terminaría herido, así que lo mejor era alejarse de JungKook y seguir su camino solo, asegurándose su bienestar y evitando un corazón herido. ¿Cobarde? Sí, lo admitía, pero sabía que perder a un omega era un proceso muy doloroso que, en pocas ocasiones, ha llevado a los alfas al suicidio o, en los mejores casos, a una depresión severa que dura años. Él no quería pasar por eso.
Antes de siquiera llegar a su casa, vio a Kook parado frente a la puerta de su hogar. Desvió la mirada, acelerando el paso y procurando no hacer demasiado ruido. El chico estaba escuchando música y tal vez, con suerte, no lo veía. Pero en cuanto caminó frente a la residencia Jeon, lo escuchó.
-¡Jinnie hyung!-cerró los ojos con fuerza antes de continuar su camino-¡Hyung!... ¿Por qué apestas a basura, hyung?-suspiró deteniéndose un momento.
-Nada importante, debo irme, adiós.-al darse la vuelta sintió las manos del menor tomar su brazo.
-¿Por qué sus cosas tienen olor a basura, hyung?-Jin siguió su camino, ignorando la voz de Kook-¿quiere que prepare algo para tomar mientras estudia, hyung? ¡Mi mamá dice que hago una leche con chocolate muy deliciosa!-Seok Jin quería apartarlo y decirle que no quería nada de eso, no necesitaba seguir engordando más-sino... ¿un té? ¿Le gustaría, hyung?-antes de abrir la puerta se detuvo, su semblante serio-¿hyung?
-Escucha, JungKook, no quiero ser grosero, pero sinceramente quiero estar solo. Hoy no ha sido un buen día.-las manos del omega se separaron de él y, ante su voz triste aceptando lo pedido por el mayor, decidió no voltearse a ver o sabría que terminaría cayendo ante el gesto del pequeño. Por lo que al entrar cerró la puerta lo más rápido que pudo y fue a quitarle el olor a basura a sus cosas.
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JungKook hizo un puchero mientras se cruzaba de brazos. Al parecer su plan para hacerse más cercano a Seok Jin no estaba funcionando. ¡Y no entendía qué hacía mal! Seguía al pie de la letra los consejos de su madre...bueno, no tanto... ¡pero hacía su mayor esfuerzo para ganarse a su alfa antes de que otro omega entrometido se interpusiera en su camino!
Volvió a su casa y corrió a su habitación donde hizo un pequeño berrinche golpeando la almohada y pisoteando el suelo con fuerza. ¡Tenía que hacer algo pronto antes de que le quitaran a su perfecto alfa! Él no podía permitir que se lo arrebataran, no, claro que no. Kim Seok Jin era suyo, su alfa, de él, sólo de él.
-Hyung es tan perfecto...-decía en la soledad de su habitación, acostado en su cama-seguro tendrá muchos omegas enamorados de él...-en ese instante se sentó repentinamente en el colchón-Oh Dios... ¿y si está interesado en otro omega y por eso no me quiere a mí? ¡¿Y si peleó con el alfa de ese omega y por eso sus cosas olían a basura?! ¡Kyaa! ¡Nadie toca a mi alfa!... pero... ¿Qué debería hacer?-se preguntaba y casi como en uno de los dibujitos que aun veía, un JungKook diablo apareció en su hombro izquierdo.
-En mi opinión tendrías que ir hasta la universidad de Jin y ver cuál es el omega que le gusta y... ¡Quemarlo vivo!-Kook asintió, no parecía mal plan, pero en ese momento un JungKook ángel apareció en su hombro derecho.
-No, eso está mal, si vas a prisión no podrás estar con tu alfa. Deberías hacer que parezca un accidente.
-¿Tú no deberías ser mi parte buena?-preguntó y el angelito Kook se encogió de hombros.
-No dejo de ser omega y como tal defiendo a mi alfa. Sólo que de manera más sutil y no tan salvaje como ese de ahí.-señaló al diablo quien se ofendió por eso.
-¿A quién le dices salvaje, palomita maricona?-Kook diablo se acercó a Kook ángel quien ya se arremangaba su túnica.
-Ven aquí que te demuestro lo que puede hacer esta palomita maricona, cuernitos.
-Ya, ya, peleen en otro lado-los dos asintieron antes de desaparecer y JungKook volvió a acostarse en la cama.-mmm...no es mala idea ir a la universidad de hyung...quizás ahí...descubra quién me lo quiere robar.
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YoonGi caminaba con Lisa a su lado parloteando de cosas a las que no le prestaba atención. Había escuchado algo sobre Chae Young, pero el resto no tenía idea de qué hablaba tanto sin parar. Veía como hacía gestos de molestia y algo de tristeza, aunque nada más. Simplemente seguía su camino hacia la salida pensando en lo que haría al llegar a casa (tareas y luego dormir era su gran plan), además de algo adicional (averiguar en internet cómo parecer un alfa y no un omega en apariencia). Por lo que los problemas de Lisa, para él, no eran muy importantes...sobre todo cuando tenían que ver con Park Chae Young. Ya estaba cansado de que le hablara casi todo el día de ella, por poco y se sabía el tipo de calzón que usaba la chica. Por suerte aprendió a ignorar a su amiga a tiempo antes de enterarse de cosas innecesarias.
Al salir el olor a durazno intenso lo paralizó en su sitio. Observó enfrente, antes de bajar la pequeña escalera, a un omega que conocía perfectamente. Park JiMin estaba ahí, luciendo un bonito suéter largo celeste y cruzado de brazos mirando hacia un costado, permitiéndole admirar su perfil, su pequeña nariz, sus gruesos labios y su mandíbula definida. Quiso irse antes de que lo vea, pero había sido tarde, su cuerpo no reaccionaba y el chico ya se acercaba hacia ellos.
-¡Oppa!-Lisa lo saludó con alegría y le dio un pequeño abrazo-¿vienes por Chaenie?
-Claro, hoy tuve un tiempo libre en la universidad así que vine por ella.-volteó a verlo, una sonrisa dulce en su rostro y un ligero sonrojo en sus mejillas-hola, YoonGi.
No dijo nada, simplemente asintió. Los nervios se lo estaban comiendo por dentro, estaba enfrente de su pareja destinada, un omega tan hermoso y perfecto que tenía miedo de decir o hacer algo mal, de ser él mismo, espantarlo y ya no tener oportunidad con JiMin. Sabía que su difícil personalidad y su apariencia no eran de gran ayuda a la hora de conquistar.
-¡Vamos, no seas tan seco con oppa!-Lisa sonrió en grande dándole un golpe en el brazo.
YoonGi simplemente le dedicó una mirada molesta antes de bajar la escalera, con las piernas temblando y las manos sudando ante los nervios. Pensó que JiMin se merecía a un alfa mejor que él, alguien...seguro de sí mismo quien pudiera protegerlo de cualquier cosa o persona.
No a un desastre como él que ni siquiera parecía alfa.
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Bien, JiMin sabía que cuando Chae Young lo viera ahí le preguntaría qué pasó con sus dos últimas clases. Él debería mentirle y decirle simplemente que el profesor faltó o inventar alguna excusa barata para no admitir que se salteó dos clases para ir a ver a Min YoonGi.
Quizás fue infantil, pero no encontraba otra forma para ver a su alfa destinado. Él de verdad necesitaba volver a verlo, sin importar que quizás para YoonGi no fuera más que un omega de los tantos que de seguro conoce.
Su corazón latió desenfrenado al verlo tan lindo saliendo de la escuela y sintió que se quedaba sin aire cuando conectaron mirada. Se había preguntado si era muy apresurado saltar a besarlo y reclamarlo como su alfa, pensó que en otra ocasión lo haría. No había conseguido que le hablara, pero al menos lo había podido ver y saludar como había planeado al salir de la universidad.
-¿De verdad no tuviste tus dos últimas clases, JiMinnie?-su hermanita lo miró sospechosa.
-Por supuesto, pequeña-revolvió su cabello y decidió usar su arma mortal para hacerla olvidar de todo-¿quieres un helado?
-¡Sí!-exclamó ella aferrándose a su cuello-¡Oppa es el mejor!
JiMin sonrió devolviendo el abrazo para caminar en dirección a una heladería cercana pensando en su próximo movimiento para volver a acercarse a YoonGi.
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HoSeok suspiró al terminar con esa jornada escolar. Sus alumnos se despidieron de él al salir, eran amables aunque siempre había algunas excepciones. Excepciones que decían cosas en susurros pero que ignoraba perfectamente. Esos chiquillos no iban a mortificarlo con sus estupideces, ya bastante tuvo en su tiempo de estudiante. Aunque admitía que había palabras que quedaban rondando en su mente cuando se acostaba por las noches en su cama y buscaba dormir.
-No dejes que te afecte.-se dijo a sí mismo, sentado frente a su escritorio aun.
Suspiró tomando sus carpetas y cosas para guardarlas, pero sin saber cómo todo terminó en el suelo. Miró cansado las cosas esparcidas, ya era costumbre que en esos días le pasaran cosas similares. Las tizas se le caían o se rompían, se le solían caer los libros y/o papeles que tuviera en la mano, en una ocasión incluso había roto su propia taza con café y así un sinfín de cosas. Comenzaba a preguntarse cómo es que podía ser tan torpe.
Cuando estaba tomando sus cosas, sintió el olor a vainilla de Kim TaeHyung acercarse y agacharse frente a él para ayudarlo a recoger sus cosas. Se encogió en su lugar, sintiéndose repentinamente intimidado por su presencia, y es que el chico era su alfa destinado, su pareja nueve años menor que él...y su alumno, hijo de la directora Kim Hye. Bien ¿es que acaso no podía ser peor? No sólo era menor que él sino que también era el hijo de la directora del mejor colegio donde tuvo el privilegio de trabajar. ¿Algo más? Ah, sí, el alfa era jodidamente hermoso y perfecto, no era un torpe como él, tampoco tenía imperfección alguna en el rostro. ¡Tenía unos ojos tiernos y una sonrisa de revista!
Bueno, no tendría problemas legales, en la sociedad no importaba la edad o la profesión siempre y cuando fueran pareja destinada. Los problemas los tendría si hace algo en contra de su pareja destinada o algo por estilo. Pero si bien no tendría consecuencias legales, sí podría llegar a ser mal visto por la directora (ya que estamos hablando de su hijo de dieciséis años) y además... ¿acaso ese alfa podría verlo como un omega que estuviera a su altura? Después de todo no era tan lindo como algunos de sus compañeros, ni tampoco hábil. Era un desastre.
Al terminar, TaeHyung le dio sus cosas y él se lo agradeció en un susurro antes de guardar todo. Al voltear el menor seguía ahí, mirándolo con una pequeña sonrisa.
-¿Pasa algo, Kim?
-Ya ha terminado el horario escolar, puede llamarme TaeHyung o Tae.-se acercó a él-¿te gustaría ir a tomar un café? Yo invito.
-¿Qué?-sorprendido vio al alfa asentir con su característica sonrisa cuadrada derrite almas.
-¿Te gustaría ir a tomar un café conmigo, Hobi?-parpadeó confuso ante el apodo.
-¿Hobi?
-Oh ¿no te gusta? Es que para mí se me hace un apodo tierno, como tú.-cuando vio la mano del alfa acercarse a su rostro, se alejó.
-Kim, escucha, soy tu profesor y tú mi alumno, este tipo de cosas nosotros no...
-Eres mi pareja destinada-lo interrumpió y HoSeok quedó de piedra-quiero conocerte y que me conozcas, no pasará nada porque seas mi profesor y yo tu alumno, no mientras seamos pareja destinada. Así que Hobi, por favor...
-¡Lo siento, Kim! Se me hace tarde.-con paso apresurado caminó hacia la salida del aula, pero antes de llegar el menor lo tomó del brazo-¡Suéltame!
-Sólo piénsalo...-sintió el aliento tibio chocar contra su oreja-sólo déjame ser tu alfa y dame el honor de ser mi omega.
Al soltarlo, HoSeok se sintió libre de salir corriendo abrumado, con el corazón latiéndole alocado y un sonrojo que se extendía hasta sus orejas.
🌺Acomplejados🌺
TaeHyung vio a su omega irse, casi escapando de él, y suspiró. A este paso se quedaría solo sin su angelical pareja destinada. ¿Acaso estaba mal ser nueve años menor que su omega? Era lo suficientemente maduro como para tener una relación con él, incluso una familia a corta edad. Sería un muy buen esposo y padre, de eso estaba seguro. Era capaz de lo que sea con tal de que HoSeok lo aceptara o, mínimamente, le diera una oportunidad.
Abrió su bolso, en su interior un bonito adorno de cristal con forma de ángel. Había pensado en regalárselo al finalizar con la "cita" de ese día, pero debería ser en otra ocasión. Lo había comprado porque le recordaba a HoSeok, sin duda alguna ese ángel era tan bello como él...bueno, en realidad no tanto como HoSeok, pero para él el omega era como un ángel. ¿O quizás lo era y no quería decírselo? Debería averiguarlo pronto.
-¿Tae?-Hye, su madre, ingresó al salón al verlo solo-¿no ibas a salir con Jung?
-Él...no quiso salir conmigo, mamá.-dijo algo triste, sintiendo las manos de su madre sobre sus hombros.
-Ya, ya, no te desanimes, verás que pronto Jung va a aceptar.-asintió no muy convencido.-ahora ve a casa, recuerda que Suni dijo que si no sales con tu profesor debes volver a casa para ayudarla con la cena.
-Sí, mami espera a que le cuente qué tal me fue con Hobi.-suspiró sonoramente, cerrando su bolso-nos vemos, mamá.
La alfa le acarició el cabello antes de salir del aula a paso lento. Necesitaba pensar la forma en la que podría convencer a su profesor de salir con él. Sus madres estaban de acuerdo, ambas se habían alegrado al saber que había encontrado a su pareja destinada, incluso pensaron en ayudarlo. Pero él pensó que lo mejor era hacer eso solo a pesar de saber que no sería tan sencillo. HoSeok no se veía como cualquier omega que conoció, dispuestos a salir con él con tan sólo una sonrisa. Él era distinto, mucho más hermoso y valioso que el resto. Era un reto que quería ganar.
Al salir de la escuela observó el sol en lo alto del cielo y pensó en su pareja destinada. No lo había visto sonreír demasiado, en pocas ocasiones hablando con alguno de los profesores, pero sin duda alguna su sonrisa brillaba más que el sol mismo. Deseaba ser la persona que pudiera ser dueño de todas esas bellas sonrisas.
-Hobi...sí que me tienes loco por ti y apenas te conozco.-murmuró antes de encaminarse nuevamente hacia su hogar donde su mami lo esperaba.
Como que ha JungKook le faltan un par de tornillos :v bueno a la maknae line la faltaran, pero más a Kookie :v
Espero que este capi les haya gustado n.n se me hacen largos así que actualizaré una vez por semana (los fines de semana este fic) y los otros dos en la semana intentaré adelantar y actualizar n.n
Nos vemos! besos💋💋💋