Sonrió al observar su carta de aceptación y festejó internamente mientras no dejaba de hacer sus movimientos raros indicando que estaba feliz.
Cada vez su sueño de ser doctor se veía más cerca y estaba muy decidido a conseguirlo y dar todo por que así sea, más aún que ya recibió la carta de aceptación de Juilliard University, la mejor universidad en Medicina del país.
Se encontraba en su parque delantero, al lado del buzón de las cartas, leyendo una y otra vez la carta en la que decía que lo habían aceptado y unas oraciones más, tanto así que ya hasta podría memorizársela.
Igual, así no haya ingresado a dicha universidad, tenía muchas más opciones, pero no ahí en Canadá, sino en Estados Unidos, ya que se sabe que ese es el país de dónde salen los mejores y más capacitados doctores. Ya tenía decidido que no se quedaría en Canadá por muchas razones, tanto así que ya hasta había separado su habitación en una casa estadounidense. Haber empezado la universidad en Canadá fue bueno, pero quería más.
La casa de la familia Cabello era la casa en la que mejores condiciones había encontrado, todas sus comodidades las tendría allí y no habían niños pequeños que no lo dejasen estudiar en caso de que se encuentre en exámenes, ya sabe que Medicina es una de las carreras profesionales más fuertes y más arriesgadas, no podría soportar niños pequeños corriendo por ahí haciendo bulla sin dejarlo concentrarse. No, los Cabello sólo tenían una hija, no habían niños pequeños, además su casa se encontraba cerca a la Universidad y estaba en una zona "central" donde quedaba cerca todo, eso era lo mejor.
De hecho, cree que es una familia de clase social alta, ya que, según la descripción, la casa era muy grande. Mejor, sus padres no lo hubieran dejado irse a cualquier casa conociendo también él su alto status social y las costumbres de los Mendes. Pero los dueños Cabello, se veían muy amables.
Estados Unidos sería su destino sea cuál sea el resultado de Juilliard, pero ahora que lo han aceptado, es aún mejor, siempre fue su sueño ir ahí y ahora lo cumpiría.
Iría sea como sea.
(...)
Sonrió a la cámara mientras mostraba las prendas que le habían dado y hacía una de las tantas poses que le habían enseñado en su academia de modelaje, con total seguridad.
-¡Eso, Camila! ¡Sigue así! -exclamó Peter, observando detalladamente las fotos que la revista "You" sacaba a cada segundo. La castaña rió levemente y ese momento exacto fue captado por la cámara.
Flash. Una foto perfecta.
Se colocó de espaldas a la cámara y, seguidamente, volteó logrando que su rulos bien peinados vuelen con el aire y sonría a la cámara nuevamente.
Flash. Otra foto perfecta.
Alzó un pie delicadamente, mostrando los hermosos zapatos plateados muy altos y esta vez no sonrió, simplemente miró abajo y tenía la expresión seria, concentrada, con los rulos de su cabello castaño cayéndole por los hombros.
Flash. Una más.
Se sabía desenvolver realmente bien en la cámara, siempre muy segura. Claro, no por las puras era una de las modelos más reconocidas de su edad. De su corta edad.
-Muy bien, Camila. ¡Excelente! Otras geniales fotos para la revista. -dijo Peter, emocionado. Camila sonrió y salió de la lámina blanca en la que hacían las fotos ese día.- Mientras le tomamos las fotos a Lauren, tú anda cambiándote de vestuario, ¿está bien? -la castaña asintió y se dirigió a camerinos mientras la ojiverde se colocaba en la lámina blanca, para sus fotos.
Entró a su camerino que tenía su nombre en un cartel de letras doradas y tomó las prendas que colgaban del gancho plateado con cuidado al ser ropa importada.
Suspiró y se observó al espejo detenidamente antes de cambiarse al otro vestuario.
El vestido amarillo no le quedaba nada mal, se ceñía a su cuerpo dibujando la linda figura que ella poseía y la hacía ver realmente bien. No podía mentir, le gustaba mucho.
Pero su humor no estaba muy bien ese día.
Se apresuró a quitarse dicho vestido para poder ponerse el vestido celeste más formal, largo y lleno de lentejuelas. Realmente hermoso. Ya tenía práctica en poder quitarse las prendas rápido ya que en el modelaje siempre le pedían cambios de vestuario y, bueno, ya se había acostumbrado.
Salió a donde se encontraban aún tomándole fotos a su compañera Lauren Jauregui, y las estilistas se le acercaron para retocarla y cambiarle el peinado, a algo más formal.
Se sentó en el sillón blanco frente a los espejos y, mientras era retocada, desbloqueó su celular para poder ponerse al día con lo que pasaba en el mundo.
3 mensajes nuevos de Alessandro. 10 llamadas perdidas de Alessandro.
"¿No me hablarás? Sé que me lo merezco pero por favor dime algo."
"Ya te dije que lo sentía, por favor, háblame."
"Bebé, por favor, responde."
Camila gruñó disimuladamente e ignoró todos los mensajes de su novio pidiéndole perdón, bloqueando nuevamente su celular. Enserio estaba disgustada con él y con unos mensajes no se le iba a pasar.
Alessandro Dellisola es su novio que también es modelo. Ambos se conocieron en una campaña de la marca Guess en la que sus agencias los habían elegido para modelar la ropa de dicha marca. Ella nunca imaginó que su agencia la escogería como única modelo para esa marca, pensó que escogerían a Lauren o a Normani, pero no a ella. Fue un total sueño. Es un chico realmente encantador y siempre la hacía reír en sus sesiones de fotos, pero un poco celoso, siendo este el adjetivo que la castaña más odia de su chico. Las peleas que tenían, usualmente, eran por los celos del chico.
Sin embargo, él la hacía muy feliz y la tenía muy enamorada, siendo el primer novio que la chica de 16 años tiene.
-¡Camila! ¡Seguimos contigo! -escuchó que Peter la llamó y las estilistas dejaron de maquillarla y peinarla. Le habían hecho una trenza al costado y su maquillaje lo habían hecho más suave sin que ella se de cuenta.
Se dirigió a la lámina blanca rápidamente y comenzó otra sesión de fotos.
(...)
-¡Estoy en casa! -gritó Camila, cerrando la puerta de entrada y dejando su bolso en uno de los grandes muebles marrones del living. Bostezó cansada mientras escuchaba pasos en las escaleras.
-¡Flaca! ¿Qué tal te fue? -preguntó su padre, llegando hasta ella, abrazándola seguida de su mamá.
-Bien, esta campaña será para otra revista, luego creo que seguiremos un tiempo más con la marca de Guess y con más campañas. -dijo intentando recordar todo lo que su agencia le había dicho, a veces tenía mala memoria.
-¿Y cuándo es todo eso? -preguntó su mamá curiosa.
-Dentro de... 2 días. -dijo insegura.- Sí, creo que dentro de 2 días. -dijo haciendo memoria mientras achinaba los ojos.
-Mejor. -dijeron sus padres al mismo tiempo mirándola. Camila los miró confundida.
-¿Mejor? ¿A qué se refieren? -preguntó, bostezando nuevamente, luego se talló suavemente los ojos, cansada.
-A que mañana no tienes que hacer nada, ¿verdad? -preguntó su padre, Camila hizo memoria, nuevamente.
-De hecho, sí. Tengo una pasarela en la mañana para... la marca Squeeze. Pero no demorará mucho. -dijo.- ¿Por?
-Mañana llega el estudiante que se quedará en nuestra casa y todos debemos estar para recibirlo. Viene en la tarde y, a partir de mañana, Shawn Mendes vivirá con nosotros por el resto de su carrera.
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Hola! Estoy muy emocionada con esta historia, tengo muchas expectativas y muchas ideas referentes❤ Espero que les guste mucho❤
¡Gracias por leer!