Pasaron varias horas realizando estudios a Loki en la base médica del cuartel de los Nuevos Vengadores, el lugar era enorme e impecable, un hospital de lujo con todo tipo de áreas médicas dotadas de alta tecnología; se encontraban en el cuarto de tomografías, Loki estaba recostado sobre una plancha metálica que lentamente entraba a un aparato enorme y cilíndrico de color blanco. Banner era el encargado de supervisar todo el proceso, hasta ahora habían realizado infinidad de exámenes y no encontraron absolutamente nada grave y a pesar de ello Loki no parecía mejorar. Heimdall, Stark y Barton, que aún cuidaba al bebé, se encontraban también en el lugar observando desde otra sala a través de un cristal; en ese cuarto había un escritorio largo con tres sillas giratorias color blanco y tres pantallas que parecían cristales.
-Creo que ya han hecho lo suficiente, es hora que dejen a mi gente tratar a Loki, deben entender que nosotros tenemos otras técnicas de sanación - Heimdall se dirigió a Stark quien ignoró aquellas palabras; ellos eran capaces de curarlo, tenían tecnología única que él mismo creó.
-Solo déjame terminar este examen y después yo mismo ayudaré a los sanadores si no encontramos forma de tratarlo - Banner hablaba mientras ingresaba al lugar; se sentó en la silla del centro, empezó a teclear sobre una pantalla y en las demás se empezó a observar diferente información, tablas y gráficos y Banner analizó esos datos con detenimiento.
-Bien, al parecer no hay nada malo físicamente, esto sobrepasa nuestros conocimientos - después de varios minutos Banner habló y dejó salir un suspiro, se quitó los lentes en el momento que se dirigía a sus compañeros y apretó su puente nasal -. Dime Heimdall ¿Qué hay que hacer? ¿Qué necesitan?
Banner salió nuevamente del lugar junto con Heimdall, procedieron a retirar a Loki de aquella máquina colocándolo en una camilla, Barton y Stark miraban con desilusión. De repente, un enorme halo de luz dorada y chispeante apareció al fondo de aquel cuarto de cómputo, a través de ese halo, pudieron observar una especie de biblioteca antigua y se sobresaltaron en el momento que un hombre con capa roja y prendas místicas salía de aquel halo y tras de él se encontraba Thor.
-¡Bienvenido Strange! Me alegra que recapacitaras y decidieras unirte a los Nuevos Vengadores - Stark habló con entusiasmo y se acercó al hombre alzando las manos para darle un fuerte abrazo, pero el hombre esquivó ese gesto haciéndose a un lado.
-No vine aquí para eso, al parecer Thor no entiende que su hermano no es bienvenido en la tierra y tuvo el descaro de pedirme que lo ayude y por cierto, soy Dr. Stephen Strange, señor Stark - Strange, miró a los hombres que estaban ahí y no pudo evitar fijarse en el bebé que sostenía Barton, emitía una extraña energía que él pudo detectar cuando cruzó el portal; miró por el cristal, vio a Banner y a otra persona que no reconocía en la otra sala y observó a Loki recostado sobre una camilla y pudo detectar que todo ese dolor que se reflejaba en su cuerpo, iba más allá de lo físico.
-Ya Thor me explicó lo sucedido o parte de, así que ahórrense las explicaciones... Y mi integración a su equipo de superhéroes no es negociable - Strange seguía observando a Loki -. Loki representa una amenaza pero debo de entender que tanto Thor como Banner... como todos los asgardianos están preocupados por él - suspiró -. Primero hay que llevarlo a una habitación más cómoda y donde nadie pueda andar de curioso y creo que cuentan con sanadores de Asgard, vamos a necesitar de ellos - finalizó Strange.
-Vaya, que hombre tan arrogante, apenas llega y quiere dar órdenes - Stark habló bajo para que solo Barton lo escuchara.
-¿No te mordiste la lengua? - Barton respondió a Stark con tono burlón.