Son of Magic

XVII

Abrió los ojos lentamente, se quedó mirando fijamente al techo y parpadeó varias veces hasta que dejó de ver aquellas manchas borrosas que invadían el lugar. Poco a poco iba recordando lo que había pasado, aquello solo había sido un sueño, una pesadilla aterradora pero que parecía bastante real, y sabía que a veces los sueños no eran eso, sueños, si no visiones de un probable futuro; ya había tenido sueños así pero eran borrosos y confusos como cuando vio que él y Thor estaban en Jötunheim pero no veía más que a ellos dos en medio de una tormenta de nieve; este sueño, está pesadilla fue bastante clara y real.

¡Eres estupido! Te desmayas en los momentos menos oportunos, la voz en su cabeza lo regañaba y recordó que había hablado con Thor y con Strange, volteó a ambos lados pero en la habitación solo estaba él.

Loki se enderezó y recargo su espalda en la cabecera de la cama, miró hacia el balcón, el cielo estaba cubierto de tonos rojos y naranjas, muy pronto anochecería. Se sentó en el borde de la cama y lentamente empezó a ponerse de pie, vio como todos los muebles de la habitación se movían, cerró los ojos e inhaló fuertemente; empezó a caminar lentamente apoyando una mano sobre la pared.

-Dime ¿Dónde estas? ¿Dónde estas?- Murmuraba mientras caminaba por un largo pasillo de paredes blancas - ¿Dónde estas? - Podía percibir ligeramente la magia de su bebé y eso lo guiaba hasta un lugar en concreto.

Tropezó con una mesa y tiró un florero el cual se estrelló al caer al suelo, Loki no pudo evitar la caída y terminó cortándose la mano derecha con uno de los pedazos del florero. Se puso de pie nuevamente y siguió su camino, dejando un pequeño rastro de gotas de sangre.

Strange sintió la magia de Loki cerca de ellos y salió rápidamente de la sala principal, Thor no pudo evitar sospechar de aquella reacción de Strange y lo siguió. Llegaron al comedor y encontraron a Loki recargado sobre una pared.

-¿Qué haces? Aún no puedes moverte, además no tienes permitido salir de la habitación de tu hermano - Strange se acercó a Loki, notó que sangraba de una mano por lo que tomó un trapo de la cocina para cubrir aquella herida.

-Si no me indicas el camino, no te voy a poder encontrar - las palabras de Loki no fueron escuchadas por ninguno de los dos hombres, las decía para él.
-¡Loki! ¿Ahora que estas planeando? - Gritó Thor.

Loki terminó sentado en el suelo con la cabeza agachada y las piernas extendidas, Strange estaba hincado a un lado suyo y cubría la herida de su mano.

El llanto de un bebé invadió todo el lugar.

-¡Hey chicos! ¿Qué está pasando? - Banner entró al comedor y vio a Loki en el suelo y a Thor a punto de descargar toda su ira sobre su hermano, solo que Strange se lo impedía.
-Escuchamos gritos y salimos corriendo hasta aquí - Natasha se detuvo en seco -. Además el bebé empezó a llorar.

Barton se paró detrás de su amiga, llevaba al bebé envuelto en una sábana color rosa pálido, el bebé lloraba por primera vez en todo el tiempo que había pasado desde su llegada a Midgard. El agente miró a Loki quien lo veía fijamente, no, no lo veía a él, su mirada estaba fija en el pequeño; el Dios del Engaño trató de ponerse de pie pero no pudo, parecía que le habían robado el oxigeno y las fuerzas al mismo tiempo.

No lo dudo ni un segundo pues él sabía lo que era estar lejos de los seres amados, sabía que daría todo por poder abrazar a sus hijos y a su esposa, así que se acercó lentamente a Loki el cual extendió las manos al ver que el agente se inclinaba hacia él y le daba a su bebé; el pequeño dejó de llorar al instante que sintió como era rodeado por los brazos de Loki.

Por fin, por fin lo tenía entre sus brazos, lo acunó y movió un poco la sábana para poder ver bien su carita, sus manitas; sonrió tiernamente mientras su bebé reía y balbuceaba. Todos miraban la escena sorprendidos, era extraordinario, Loki sonreía tiernamente mientras unas pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas y ese pequeño ser reía por primera vez.

- Narfi - susurró Loki de forma cariñosa.
- Así que su nombre es Narfi - sonrió Barton, era el único que comprendía aquella escena.
-Narfi - Loki colocó una mano tras la nuca del bebé y lo alzó ligeramente para poner su frente contra la de su hijo, su sonrisa se hizo más grande -. Mi pequeño Narfi - un haz de luz verde los empezó rodear hasta cubrirlos, abrazó a su bebé y desaparecieron.