No lo pude evitar, mis lagrimas empezaron a salir, cada vez más, no sabía si iba a ser capaz de soportar esto, solo quería que la tierra se abriera y me tragara, o morirme para poder estar en paz, ¿Por qué mi mama no estaba aquí? ¿Por qué no la valore? ¿Por qué no fui una hija ejemplar? ¿Por qué ella había muerto? ¿Por qué?, ahora solo quería tenerla a mi lado no dejarla ir, decirle que la amo más que a nada en este mundo, y que perdonara por ser tan mala hija, tan egoísta, pero eso es imposible, empecé a darme cuenta de cuánto la amaba y de que jamás se lo había dicho, y ahora no la tenía, justo cuando más la necesitaba, y ahora solo me quedaba la opción de estar ahí con unos desconocidos.
Dirigí mi mirada al techo y llorando dije: Mami te necesito…
Alguien empezó a golpear a la puerta
Xx: __________ (tn) ¿estás bien?
-¿Quién es?, susurre
Xx: Soy Yo, Jessica, ¿estás bien?
No respondí, nadie dijo nada, solo se oía mi llanto.
-Ok, entiendo… si necesitas algo solo llámame, oí como bajaba por las escaleras.
Trate de calmarme un poco, y organizar un poco mis pensamientos, pero me fue imposible. Solo se venían a la mente esas horribles imágenes del entierro de mi mama, ver como estaba su cuerpo en un ataúd, era horrible, me sentía tan culpable.
Me mire al espejo, mis ojos estaban rojos de tanto llorar, pero tenía que ser fuerte y soportar esto por 3 años, y luego podría devolverme a mi país, lejos muy lejos de mi “papa”.
Salí del baño, aun sollozando, y empecé a buscar mi habitación, hasta que econtre una que estaba vacía y estaba decorada muy juvenilmente, así que supuse que era la mía. Entre y me acosté en la cama, ya me había calmado un poco, pero de nuevo empecé a llorar, estaba muy mal, cerré mis ojos y me quede dormida…
Xx: _________ (tn), ___________ (tn)
Me desperté y me di cuenta de que alguien estaba llamándome y golpeando a la puerta, como pude me levante y fui a ver quien había interrumpido mi siesta. Abrí la puerta y vi a uno de los niños que estaba en la sala con Jessica, traía un plato con pizza y un vaso con una bebida oscura.
-¿qué quieres?, le dije medio dormida
-Hola, me llamo David
-¿Y a quien le importa?, no te pregunte como te llamabas solo te pregunte ¿Qué quieres?, respondí muy molesta
-Umm, solo quería...ver si quería comer algo, me dijo algo apenado
-No, no quiero nada, y le cerré la puerta antes de que pudiera decir algo.
Volví a mi cama y me quede dormida enseguida.
Fin de tu narración, narra Demi
- A ver, si entendí, ¿Wilmer te engaño con tu amiga Megan?, pregunto Maddie sin poderlo creer aun
-Si, respondí como si fuera lo más obvio del mundo
-Wow, aun no lo creo, dijo en un profundo suspiro
-si lo sé, ahora pienso que debo de dejar de confiar tanto en personas que dicen ser tus “amigos”, bueno creo que ya hablamos lo que teníamos que hablar, ahora creo que voy a organizar y eso, dije señalando mi habitación, ¿ok?
-Ok, igual, estoy cansada y quiero ir a dormir, pero primero comamos algo ¿Si?, y me hizo una carita de perrito mojada, era tan tierna
-Vale, dije riendo, ¿ordenamos pizza?
-Bien, yo la ordeno mientras tú organizas, propuso
-Ok
Subí las escaleras y llegue a mi habitación, todo estaba tal cual lo había dejado, amaba esa habitación, me sentía bien allí, no sé, cada vez que entraba sentía como paz tranquilidad y seguridad, realmente amaba es habitación. Me daba pereza organizar mi ropa, así que decide acostarme en mi cama y descansar, el orden puede esperar.
Empecé a pensar en todo lo que había pasado con Megan, me preguntaba ¿Por qué, porque había pasado todo eso?, los novios son algo que vienen y van, pero una amiga se supone que debería durar toda la vida. Creí que Megan era realmente mi amiga, pero una cosa me han ensañado todas estas cosas, es que cuando llegan los malos momentos es cuando te das cuenta quien realmente es tu amigo. Es difícil olvidar esas pijamadas, cuando salíamos de compras, cuando durábamos horas hablando por teléfono, cuando nos hacíamos bromas, todas esas cosas que valen mucho, y creo que jamás los novios ni nadie debe interferir en la amistad.
Hice un gran esfuerzo por no llorar, no quería aferrarme al pasado, solo quiero descansar y alejarme de todo eso. Oí como Maddie me llamaba desde abajo, eso solo significaba una cosa, ¡comida!, deje todos mis pensamientos a un lado, no iba a dejar que me abrumaran ni nada, solo quería disfrutar mis vacaciones.
-¡Demi ya llego la comida!, grito desde abajo mi hermana
-¡Ya voy! Le grite
Baje rápido las escaleras y casi me caigo, pero valió la pena
-¿Qué te parece si vemos una película?, propuso una vez estuve con ella.
-Pero de miedo, dije haciendo un puchero
-No, Demi sabes que luego no puedes dormir, dijo seria
-Si claro, no será que alguien no sé...es una cobarde, le dije burlona
-¿miedo yo?, dijo fingiendo valentía, si claro...pon la película
-Ok
Busque la película más aterradora que conocía, y la puse, se llamaba juegos macabros, aunque Maddie tenía razón no iba a pegar ni un solo ojo, empezamos a comer y a gritar, era horrible y la parte del payaso ese, así que decidí apagar la TV
-¿pero qué...?, dijo atónita después de mi acción.
-No, no mas, Maddie no quiero que te orines en la cama
-si yo, claro, yo era la que gritaba como una loca desquiciada, dijo sarcásticamente
-¡Tú también gritaste!, le reclame
- Bueno, sabes que mañana tengo que ir al colegio, así que me voy a dormir, sola, y tú también vas a ir a dormir sola, hizo gran énfasis en la última palabra, y subió
-¡No Maddie no me dejes!, le suplique.
-Si ves te lo dije, ven durmamos las dos, me dijo señalando su cuarto
-Bien, dije algo asustada, pero es que… ¡amo las películas de terror!
-Ok, tu mandas señora Valentía, dijo burlona
Demi: Ja ja ja que graciosa, dije irónicamente, vamos
Fui y me lave los dientes, me puse mi pijama y me fui a dormir.
Al día siguiente
Sentí como un rayo de sol aterrizaba en mi cara, haciéndome abrir los ojos, me tape con la cobija, pero, ya me había despertado, así que me levante, y frote mis ojos para despertarme mejor. Maddie no estaba, recordé que en la noches anterior me había dicho que tenía que ir al colegio, me sentía rara, no sé, sentía como si algo fuera a pasar, algo que tal vez iba a cambiar mi vida para siempre. Fui al baño y me lave los dientes y baje.
No había nadie en la casa, y mi estomago ya me estaba empezando a reclamar, sinceramente no quería cocinar nada, entonces decidí ir a un café cercano, para ir a desayunar, fui y me di una ducha rápida. No se esas duchas siempre me hacen sentir bien, pero aun tenía como ese presentimiento de que ese día algo iba a pasar algo que solo las horas y el destino podría decir.
Me puse ropa deportiva, y unas gafas para que no me reconocieran y fui.
Cuando llegue allí eran las 11:30 am, me senté en un lugar alejado, hasta el momento nadie me había reconocido, empecé a mirar el menú, habían cosas tan deliciosas, ordene un café un omelette, un tazón de frutas, y un jugo de naranja. El lugar estaba prácticamente solo, había una señora como de 50 años y un hombre de 30. Llego mi desayuno, se veía tan delicioso, empecé por la fruta, realmente no sé si era por el hambre o tal vez porque realmente estaba deliciosa, pero me pareció la fruta más rica que probé en mi vida.
Justo cuando había acabo la fruta, entro una chica que tenía entre 15 y 16 años. Se veía muy molesta y parecía como si hubiera llorado, se hizo en la mesa que estaba a mi lado, yo la seguí con la mirada, hasta que se sentó y se dio cuenta que la estaba mirando y me lanzo una mirada fea, en sus ojos pude ver que no estaba bien, los tenia rojos e hinchados, también pude notar cierta tristeza, me dio pesar, voltee mi cara y me dispuse a terminar mi desayuno.
Realmente estaba todo tan delicioso, me tome mi jugo de naranja, y luego seguí con el omelette, mientras comía escuchaba a la chica llorar realmente quise hablarle, pero no sé, se veía muy molesta, y después de cómo me miro no creí que quería hablar conmigo, realmente me preocupe por esa chica se veía muy mal, no se tal vez si supiera donde vivía la podría ayudar o preguntarle que tiene… de repente una genial idea había parecido en mi cabeza como un letrero de luces de neón, iba a esperar a que terminara, e iba a seguirla, no debía vivir muy lejos. Soy tan brillante que a veces me sorprendo a mí misma.
Iba a tomarme mi café, pero estaba frio, llame a la mesera para que me lo cambiara pero no me escucho, la volvía a llamar pero de nuevo hizo oídos sordos a mis llamados, de nuevo la llame pero no hubo respuesta alguna, así que decide levantarme e ir hasta la caja, para que lo cambiaran, me levante y dirigí mi mirada hacia la ventana, realmente no se por qué lo hice, pero lo único que resultaría de ello era...
-¡Fíjate por donde caminas, gran pendeja!, ¿necesitas lentes o qué?
Había chocado con la chica que estaba llorando, y le derrame el café en su blusa, si antes estaba molesta ahora lo iba a estar mas
-Lo siento, perdón, no era mi intención, lo siento en serio, trate de disculparme
-¿Crees que pidiéndome disculpas se va a limpiar?, ¡es nueva!, ¿eres estúpida o te haces?, se veía demasiado molesta.
Se dio la vuelta y dejo unos billetes en la caja y salió corriendo furiosa, golpeando la puerta del café
-¡No espera!, tenía que pagarle la blusa y ver donde vivía
Salí detrás de ella, no sin antes pagar, corrí hasta que la alcance.
-Lo siento mucho, créeme, déjame pagártela, le dije recuperando el aliento
Se detuvo y me miro muy mal, yo solo agache la cabeza
-¿pagármela?, lo siento pero no acepto dinero de extraños, y tampoco hablo con animales, y porque te cubres la cara, me obligo a levantar la cabeza y se deshizo de los lentes oscuros
-¿Qué haces?, pregunte sin entender lo que hacía.
-Quitarte la máscara, ¿por qué no muestras tu cara?, ¿siempre eres así de estúpida?
-Ok, ya me canse, dije en un tono de voz firme, primero que todo tu no me conoces así que no me critiques, segundo te dije que fue sin querer, no me fije, y si te la quiero pagar es porque fue mía la culpa, y por favor respétame ¿si? porque creo que ya estás muy grandecita para que sepas respetar a los demás
-Sabes que rubia mal teñida no me vengas ofrecer dinero, que yo no lo necesito, ¿ok?, y porque sales corriendo, pareces estúpida, espeto la extraña chica
-¿A caso no sabes quién soy?, dije algo confusa, ¿a caso no sabia que era Demi Lovato ¿No vio alguna vez Disney Channel o algo parecido?
-Claro que se quién eres, eres la persona más torpe y estúpida que he conocido en mi vida
-¿Sabes? te puedes ir a la mierda con tu blusa, trate de ser amable, contigo pero realmente no se puede eres de lo peor, me di vuelta y me fui
-Ja, mira quién habla de respeto, tú también te puedes ir a la puta mierda, rubia mal teñida, grito a mis espaldas.
Esa chica estaba realmente loca, como pude haber pensado ayudarla, que estabas pensando Demetria, ayudar a alguien que no sabe nada de respeto y no acepta ni las disculpas ni la ayuda, esta ¡demente!, pero me la vuelvo a encontrar le dijo todas sus verdades en la cara de mosquita muerta que tiene…
Narras tú.
Vi como esa rubia mal teñida se iba, ¡ugh! ¡la odio!, lo único que pensaba es que era una loca, torpe y distraída. Me fui para mi casa más molesta de lo que estaba, me pelee con mi papa, mi madrastra y mis hermanastros, y voy a un café y una tonta me hecha café encima de mi blusa nueva, tenía una suerte que para que desear algo peor.
Seguí caminando hacia mi casa, pensando que iba a decirle a esa perra cuando me la volviera encontrar, si me hubiera dado tiempo le hubiera roto todo lo que se llama cara, pero a la próxima me va a conocer esa zorra. Llegue y entre a mi casa, estaba todo callado así que supuse que no había nadie, subí a mi cuarto y busque entre las maletas otra blusa, ya que no había organizado, no se me borraba de la mente el rostro de esa, cuando la volviera a ver me iba a conocer esa, baje a la sala y decidí ver algo de TV, para calmarme y no irla a buscar
Estaban dando de esos programas de chismes de famosos, y bueno decidí verlo
-Demi Lovato decidió tomarse unas “vacaciones” en la ciudad donde creció junto su familia, la cantante de 21 años, no quiso dar declaraciones al respecto, dijo la presentadora al otro lado de la pantalla
Mis ojos se abrieron y me llene de rabia cuando vi a la mujer que estaba en la pantalla, la tal Demi Lovato era la rubia mal teñida del café.
- ¡Esa es la puta esa!, grite como si alguien me pudiera escuchar, ¡es esa! Señale la pantalla sin poder creerlo, era esa, así que eres famosa, dije malévolamente, esta te costara caro Demi, muy caro…
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