-Debería de haber cogido un paraguas, mi intuición ha fallado.-Esa voz la estremeció, giró a su derecha y se quedó mirando a la persona que le había hablado, era extraño pero parecía estar soñando.
-¿Q-qué haces aquí?-Las palabras le salieron con torpeza.
-Pasaba por aquí.-Respondió con media sonrisa, sin darle demasiada importancia la confusión de la ojiazul.
-Creí que habías quedado.-Cuestionó volviendo su vista hacia los niños que salían del colegio.
-Lo cancelé.-Eso la hizo saltar interiormente, pero no mostró su alegría mantuvo su mirada al frente y al ver a su hija cruzando la puerta con la cabeza baja y con una mueca que conocía muy bien, corrió a su alcance.
-Lexa cariño ¿Qué ocurre mi amor?-Susurró tras agacharse a la altura de la pequeña, la niña conectó sus miradas en el momento que una solitaria lágrima resbaló por su mejilla.
-Mamá-Ahogó la palabra entre llanto mientras se abrazaba a su madre consiguiendo que la desolación del momento diera un vuelco al corazón de Clarke y consternara a Alycia
-Shsss.-Susurró acariciando la espalda de la niña.-¿Qué pasa princesa?-Volvió a preguntar con preocupación.
-Lucy y...y Karla me... me han empujado al suelo y han roto el dibujo que hi...hice para ti.-Contestó como pudo hirviendo en seguida la sangre de su progenitora.
-Oh mi vida...-Dijo mientras se separaba de la pequeña y se incorporaba.-Enséñame quienes son ¿Las ves por aquí?-Señaló a la multitud de niños que ya habían salido. Lexa frotó sus ojitos y observó por un momento su alrededor.
-Son ellas mami.-Señaló con el dedo a dos niñas que se reían divertidas al lado de una mujer esbelta de cabellos castaños. Cogió de la mano de su hija y con paso seguro seguida de Alycia se acercó justo cuando, a la que intuyó que era la madre de las canijas que habían agredido a su hija, recibió una llamada y se alejó unos pocos metros.
-Lucy, Karla.-Les llamó la atención con autoridad y se agachó un poco para estar a la altura de las niñas mientras que su hija le apretaba la mano con nerviosismo.
-Hola Lexa.-Saludaron al unísono con burla en sus voces, en ese momento solo el timbre de las dos niñas le puso de los nervios.
-Veréis, soy la madre de Lexa y me ha contado lo que hicisteis, os voy a decir una cosa y solo lo haré una vez, así que escuchar bien.-Endureció su gesto antes de proseguir.-La próxima vez que toquéis a mi hija, que le digáis algo o que le miréis mal incluso, os juro que os cortaré las manos y os arrancaré los dientes ¿entendido?-Era consciente que estaba amenazando a unas niñas, pero unas niñas que hicieron llorar a SU niña y eso no lo iba a consentir.-¿Entendido?-Volvió a repetir en un tono más alto con la mirada endurecida, haciendo que tanto su hija como las otras niñas se sobresaltaran.
-S-si.-Balbucearon paralizadas en su sitio.
-Bien, ahora pedirle perdón.-Exigió.
-Lo siento Lexa.-Dijo primero una que tenía los ojos más claros que la otra.
-Si, lo siento no volveré a empujarte, lo prometo.-Susurró de seguido la otra mirando aterrada a Clarke.
-¿Pasa algo chicas?-Una voz más grave sonó detrás de las niñas, Clarke cogió a su hija en brazos antes de dirigirse a la mujer.
-No pasa nada, tiene usted unas hijas muy listas.-Sonrió con falsedad antes de darse la vuelta y dirigirse hacia su coche satisfecha al escuchar la risita de su hija en su cuello.
-Gracias mami, eres la mejor.-Rompió el silencio la pequeña antes de ser sentada en su silla.
-Ya te digo que sí, hasta a mi me dió miedo.-Dijo de pronto Alycia consiguiendo la atención de la niña que sonrió al darse cuenta de su presencia.
-No hay de que mi amor, si te vuelven ha hacer algo me dices ¿Vale? Que mami les cortará las manos.-Sonrió divertida a su hija una vez abrochado el cinturón a la pequeña.
-Mami ¿Alycia viene con nosotras?-Clarke en ese instante miró hacia la ojiverde antes de responder.
-No lo sé ¿Vienes con nosotras Alycia?
-No creo que sea capaz de perder esta oportunidad.-Sonrió sin dejar de mirar los cristalinos.
-¡Bien! -Medio chilló la pequeña emocionada llamando la atención de las dos adultas.-¿Te sientas conmigo porfis?-Alycia miró a Clarke quien asintió en forma de respuesta.
Una vez dentro del coche Lexa contaba con entusiasmo su día en el colegio a Alycia, quien la miraba con adoración y escuchaba lo que la niña le decía. La ojiverde no era tonta y sentía la profunda mirada de Clarke sobre su persona por el retrovisor. Por otro lado, la ojiazul estaba adorando la complicidad que tenía su hija con Alycia, aprovechó que paró en un semáforo para mirar hacia atrás y sonreír embobada al ver a su hija reírse por un gesto que hizo la mayor.
-Chicas ¿queréis ir a algún lado en especial?
-Al chikipark mami.-Alycia sonrió por el entusiasmo de la niña y antes de que Clarke pudiera dar una negativa, decidió apoyar a Lexa.
-Sí, ese sitio está genial.-Le guiñó un ojo a Clarke con diversión, quien solo negó con la cabeza sabiendo que decir un no iba a ser una pérdida de tiempo.
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-Eres una buena madre Clarke.-Escuchó a Alycia en su lado derecho con la mirada fija en Lexa, quien saltaba por un tobogán y caía en una piscina de bolas.
-Intento serlo.-Observaba con orgullo a su hija.-Antes estaba tan metida en mi trabajo que no me daba cuenta de las cosas que me estaba perdiendo de Lexa, eso ahora ha cambiado.-No sabía porque se estaba abriendo de esa manera a Alycia, se sentía bien, al fin y al cabo fueron íntimas.
-¿Qué hizo que cambiaras?-Conectó sus miradas y ahí estaba, las mariposas en su estómago.
-El hecho...
-Alycia ven a jugar conmigo.-Interrumpió la pequeña.
-Oh no, no creo que sea muy buena idea.-Rió con nerviosismo.
-Venga porfis, es muy divertido.-Insistió.
-Sí vamos, entra ahí, sabes que lo estas deseando.-La animó Clarke.-Si te dicen algo, siempre puedes decir que la estás rescatando.-Se burló con gracia.
-¿En serio Clarke? No voy a entrar ahí, es para niños y seguro que muchas de esas bolas están manchadas de pis.-Hizo una mueca de desagrado y eso le llamó la atención, pero decidió no darle importancia.
-Porfi porfi, entra conmigo.-Siguió insistiendo la niña poniendo morritos y ojitos de perro abandonado. Alycia miró a Clarke pidiendo ayuda pero esta simplemente se encogió de hombros antes de abrir la puerta para que entrara.
Veinte minutos después, Clarke se encontraba dentro de la piscina de bolas con su hija y Alycia, jugando al pilla pilla, cualquiera que viera la escena diría; vaya par de niñas, dos de ellas muy atractivas y la otra demasiado adorable como para decirle que no. En ese momento, que era tiempo muerto para las más mayores debido al cansancio del ejercicio realizado, Clarke enfoca con su móvil a la ojiverde y a Lexa; la más pequeña encima de los hombros de Alycia con dos bolas amarillas en cada mano mientras sonreían hacia la cámara, otra de las fotos, fueron ambas sacando la lengua de manera divertida, Clarke disfrutaba del momento, hasta que en medio de una selfie, el nombre de Richard apareció en pantalla. Salió de la zona de juegos antes de contestar la llamada.
En algún momento, tendría que bajar a la tierra.
-Hola cariño, acabo de pasarme por la empresa, me tope con Spencer y me ha dicho que no te encontrabas ¿Está todo bien?-Escuchó la preocupada voz del chico desde la otra línea.
-Sí, sí está todo bien. Estoy en el chikipark con Lexa, en nada la llevo a casa, tengo una reunión a las cinco.-Informó, sabiendo por adelantado que el chico se encargaría de la pequeña.
-Amor me temo que no podré estar con Lex a esa hora, ha surgido un imprevisto en último momento y debo de cambiar la defensa para mañana, lo siento mucho.
-Está bien, no te preocupes yo me ocupo, te veo luego.-En realidad no sabía que iba a hacer con Lexa, sus dos mejores amigas estaban indisponibles, Octavia viajaba y Raven hoy, se quedaba hasta tarde en la empresa por un encargo importante, Abby tenía una cita, después de años, encontró un hombre que le llamara la atención y no iba estropear la velada a su madre, su única opción era cancelar la reunión.
-Nos vemos más tarde amor, te quiero.-Escuchó y sintió un nudo en su garganta que le imposibilitaba devolver las mismas palabras, no le salían y en el fondo agradeció que el chico colgara la llamada antes de que pasara demasiado tiempo sin responder.
Respiró profundo, las cosas no iban bien.
-Clarke ¿todo bien?-Escucho a Alycia a sus espaldas, se giró para encontrarla cargando a Lexa sobre su espalda, quería tomar una foto del momento pero contuvo ese impulso y se dedicó a asentir.
-Sí, al parecer tendré que cancelar mi reunión con Michael Fox.-Informó comenzando a teclear a su secretaria.
-No puedes cancelar esa reunión, Michael no volverá a contactar contigo.-Dijo llamando la atención de la rubia, se había olvidado que antes de ser cajera era arquitecta y Michael Fox no era uno de esos hombres que le gustaba esperar.
-Cierto, pero Lexa no tiene con quien quedarse y mi secretaria se va antes a casa porque tiene que preparar una fiesta sorpresa a su madre, no voy a dejar a mi hija con un desconocido.-Contestó volviendo a escribir en su teléfono, pero paró de golpe mirando de su hija a Alycia y viceversa.-¿Te la puedes quedar tú?-Preguntó.
-¿Qué?-Respondió.
-¡ Sí !-Chilló la niña.
-Adjudicado.-Apuntó sonriendo por el desconcierto de la ojiverde.
-Clarke yo no sé cuidar a una niña.-Intentó razonar.
-¿Es que no quieres estar conmigo?-Preguntó Lexa.
-Oh no no, me encanta estar contigo es solo que...-Escuchó a la niña refunfuñar en su espalda antes de girar sus ojos y sonreír, no podía decirle que no.-Está bien, me quedo contigo.-Cedió haciendo sonreír a Clarke.
-¡Bien! -Gritó Lexa ilusionada provocando la risa de las dos adultas.
Cinco minutos más tarde Alycia sentaba de copiloto.
-¿Tiene que hacer alguna tarea del colegio o algo?-Clarke sonrió antes de encender el vehículo.
-No, los viernes no le pasan tareas.
-¿Tiene alguna alergia?
-Sí, a los cacahuetes.
-¿Qué hace en su tiempo libre?¿a qué hora merienda?¿Merienda algo en especial?
-Alycia tranquila, Lexa no es como esos niños que se ven en la tele y acabas con un cubo de pintura sobre la cabeza, te aseguro que no te dará problemas.-Rió ante el nerviosismo de la morena.
-Mami hoy jugué a las casitas con Aden y me besó en la boca, fue asqueroso.-Comentó de pronto haciendo una mueca desagradable, Clarke la miró por el retrovisor antes de conectar su mirada con la de Alycia que sonreía divertida.
-¿Así que ya diste tu primer beso eh?
-Sí con Aden, pero luego me lave la boca con agua.-Esta vez Clarke rió con fuerza mientras que Alycia negaba con la cabeza.
-Un besito no daña a nadie Lexa, además Aden es muy guapo ¿No crees?
-Sí, pero yo no quiero que me bese y papá me dijo que tenía que ser más grande para besar en la boca de los chicos.-Clarke se enderezó y parpadeó con torpeza, en seguida miró de reojo a Alycia quien había dejado de sonreír y miraba hacia la ventana apretando mandíbula, esa reacción de alguna manera hizo que la rubia se sintiera incómoda.
-Mmmm si cariño, cuando seas grande mamá te dará esa charla.-Dijo parando en un semáforo, no le iba a preguntar a Lexa porque llamaba de esa manera a Richard, la curiosidad no la estaba matando.-Lexa cielo ¿Sabes que Richard no es tú papá verdad?-No, la curiosidad no la estaba matando, más bien torturando. Alycia enseguida giró su cabeza para mirar a Clarke con el ceño fruncido, pero la ojiazul no le devolvió la mirada, se dedicó a mirar a su hija por el retrovisor.
-Sí, pero él me dijo que lo llamara papá, que le haría muy feliz.-Clarke arqueó una ceja, no sabía si sentirse más confusa o molesta. Alycia tenía miles de preguntas deseando tener una respuesta, pero no abrió la boca.
-¿Richard te pidió que lo llamarás papá?-Preguntó con delicadeza.
-Ajá.-Contestó despreocupada.
-¿Y te gusta llamarlo así?-Observó con atención la expresión de su hija y algo de alivio sintió cuando Lexa levantó sus hombros en forma de respuesta, hasta que decidió hablar.
-Le hace feliz, yo quiero que Richard sea feliz mami.-Contestó con inocencia, esa respuesta fue una vuelta más al retorcido estómago de la ojiazul. Miró hacia Alycia, recibiendo una mirada llena de confusión y dudas, era consciente que no tenía nada que explicarle, pero se veía con la necesidad de hacerlo de todos modos.
-También es feliz si lo llamas Richard cariño.-Intentó no sonar brusca, por lo que sonrió a la niña cuando esta la miró con el ceño fruncido.-Lo que mami quiere decir, es que no tienes que llamarlo papá porque él te lo pida.
-No os entiendo.-Se cruzó de brazos totalmente confundida y nadie la culpaba.
-No importa Lex, con que sepas que no estás obligada a llamarlo de esa manera es suficiente.-Paró el coche frente al portal de Alycia y antes de bajarse se dirigió hacia la morena.-Te lo explicaré luego.
-No tienes porqué hacerlo.
-Lo sé.-Y se bajó del coche yendo a desabrochar a Lexa, pero Alycia se le adelantó y cuando llegó a la altura de su hija entre los brazos de la ojiverde sonrió, sintiendo como una extraña sensación la envolvía.
-¿Te vemos luego entonces?
-Sí, trataré de no tardar.-Se acercó a depositar un beso en la mejilla de su hija.-Portate bien ¿Vale?-La niña asintió sonriente y luego volvió su mirada hacia Alycia-¿Vas a salir con el coche? Es para dejarte la silla.-Informó.
-Mmmm no lo sé, pero déjamela por si acaso.- Sonrió una vez recibido la silla.
De repente Clarke, se sintió liada, no sabía cómo despedirse y prefirió ir por lo fácil antes que el nerviosismo hiciera su presencia y la cagara de manera gutural.-Nos vemos.-Le sonrió y obligó a sus pies tomar vida, porque de lo contrario se habría quedado observando esos verdosos que lentamente la tentaba.
Y La mejor forma de terminar con la tentación, es caer en ella.