Cómo despertar en la distancia sin tu piel junto a la mía, amando tu fotografía. Podemos mandarnos besos con viento, mirar la luna al mismo tiempo, contar un día más, con sólo tenerte aquí, no sabes lo que me faltas 🎶
👆 recomendación ❤
* * *
<<...un descendiente de ángel entre nosotros. Alguien por cuyas venas corre sangre nephilim y no lo sabe. Alguien sumamente especial...>>
Las palabra de Magnus se habían quedado grabadas en Alec, su sonrisa cuando las dijo, la mirada que le daba, y cómo se sentía extrañamente cómodo en su compañía.
Y a sus hijos les caía bien.
Tal vez algún día, después de alejarse de él -y de todos-, cuando volviera con sus hijos ya nacidos, podría presentárselos.
-¿Y tú crees en esas cosas? -había preguntado Alec, mientras comían-. Tú, maestro de historia, ¿no deberías ser más objetivo? Esas son historias muy fantasiosas para que un académico como tú las crea posibles.
Magnus lo había mirado de una forma extraña antes de sonreír. -A veces creo que hay almas viejas en cuerpos jóvenes, ¿tú no? Creo que ese es mi caso. Mi alma es vieja, y los viejos creemos en muchas cosas. El mundo no es lo que creemos, Alexander. Si los ángeles, los nephilim, los embarazos masculino, los nacimientos de huevos, son o no posibles, eso no debe limitar tu vida. Todo es posible si se cree lo suficiente.
Con una sonrisa y un guiño el maestro se había ido antes del atardecer.
No paso mucho tiempo para que el sol se ocultara y los hijos de Alec empezaran a moverse, pidiendo las caricias de la Luna.
Alec salió al balcón, todavía pensando en las palabras de Magnus, y fue por eso que sus primeras palabras hacia la Luna fueron: -¿Tú crees que yo soy especial?
Aquel característico parpadeo de oro y plata, el brillo prestado, y la caricia luminosa, lo recibieron antes de su respuesta: -Siempre te he dicho que lo eres. Y ahora más.
Las últimas palabras se vieron acompañadas de una caricia en su vientre.
-No me refiero sólo eso. ¿Crees que podría haber algo especial en mí? ¿Que en el mundo hay más que sólo humanos?
-El mundo es tan grande y tan viejo, Alexander, que te sorprenderías de sus muchos secretos.
Alec se había apoyado en el balcón, sonriéndole a la Luna. -¿Me contarías alguno de ellos?
Y aquella hermosa risa, arrastrada por el viento. -¿Qué quieres que te cuente?
* * *
Los días fueron pasando. A la luz del sol, Alec convivía con Magnus, ya no intentaba alejarse de él. A la luz de la Luna, estaba con el padre de su hijo, y la vida no podía ser más plena y perfecta.
Aunque... ¿era extraño?
Era semana de Luna llena ya.
A unos días de volver a verse. Alec se sentía cada vez más embarazado. Le urgía verlo, tenerlo al alcance de su mano, contarle de los sueños que había tenido últimamente...
CONTINUARÁ...
Se acerca la luna llena 😱
Qué reacción tendrá Alec? Recordará algo? Qué sueños?
Chan Chan Chan