Algo más que palabras (#2 Sag...

By darlis_steff

14.4M 1.5M 1.3M

Por tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo... More

Algo más que Palabras
Prólogo
El comienzo de la guerra
Capítulo Uno: Reto
Capítulo Dos: Motivacional
Capítulo Tres: Tragos rechazad0s Vs Tragos aceptados
Capítulo Cuatro: Eloise y Mattheo
Capítulo Cinco: Apuesta llena de riesgos
Capítulo Seis: Visitante Inesperado
Capítulo Siete: Posible desastre
Capítulo Ocho: Demostración de la ficción
Capítulo Nueve: Expectativa Vs realidad
Capítulo Diez: Quejas y señales
Capítulo Once: Favores, emergencia y helado
Capítulo Doce: Preguntas imprudentes
Capítulo Trece: No todo son palabras
Capítulo Catorce: Sacar la basura
Capítulo Quince: Oferta de besos
Capítulo Dieciséis: ¿Mucho? Poco
Capítulo Diecisiete: Locura en el estudio
Capítulo Dieciocho: Un poco más
Capítulo Diecinueve: Bien jugado, Elise
Capítulo Veinte: Las quieres, las tienes
Capítulo Veintiuno: El postre
Capítulo Veintidós: Una cocina, una pared y confesiones innecesarias
Capítulo Veintitrés: Un poco de conversación
Capítulo Veinticuatro: El mundo se vuelve oscuro
Capítulo Veinticinco: Su historia para contar
Capítulo Veintiséis: Visitante no deseado
Capítulo Veintisiete: La verdad de Matthew
Capítulo Veintiocho: ¿Limpio o sucio?
Capítulo Veintinueve: Respuestas para Dante
Capítulo Treinta: Mezcla de emociones
Capítulo Treinta y Uno: Sentir
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte I)
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte II)
Capítulo Treinta Tres: No es una suposición, es un hecho
Capítulo Treinta y Cuatro: Corazones rotos
Capítulo Treinta y Cinco: Viejos temores
Capítulo Treinta y Seis: Perdiendo la esperanza
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte I)
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte II)
Capítulo Treinta y Ocho: Decepción
Capítulo Treinta y Nueve: La verdad
Capítulo Cuarenta: Retomando las fuerzas
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio (Parte I)
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio(Parte II)
Capítulo Cuarenta y Tres: Distintos finales felices (Penúltimo)
Capítulo Cuarenta y Cuatro: Algo más que palabras (Final)
Epílogo

Capítulo Cuarenta y Uno: Más que un espectador.

270K 29.6K 35.6K
By darlis_steff


Capítulo cuarenta y uno: Más que un espectador.

Matthew.



26 de noviembre, 2015.

Hay algunas cosas en mi vida que pensé que no haría alguna vez. Estar en una cafetería esperando por Abby, es una de esas cosas.

No es que ella insistiera demasiado, en cierta forma ella me ha respetado en cuanto a espacio y tras apenas un par de correos hace unas semanas, decidí que más que hacer esto por ella, lo hago por mí. Porque soy fuerte y puedo enfrentar mi pasado sin derrumbarme, y quiero un cierre.

Quiero un cierre que me permita avanzar hacia un futuro.

Observo mi mano. Ya no está vendada y he comenzado mis terapias de rehabilitación. Tres de mis dedos casi no duelen ya al moverlos, pero son mi índice y pulgar en los que el progreso parece tan mínimo que apenas si puedo moverlos y duele al hacerlo, no me miento y el doctor tampoco lo hace, yo sé que esos dos dedos no volverán a funcionar de manera correcta, viviré con ello y no me detendré.

Tomo mi café y doy un leve sorbo, está amargo, pero los sobres de azúcar parecen no encontrar su camino a mi mesa y honestamente tengo este leve caso en el que no quieres moverte y solo te quedas con la vista en un punto indefinido pensando en todo y a la vez en nada.

—Lamento llegar tarde, Matthew.

Alzo mi vista encontrándome con Abigail. Ella saca su bufanda y toma asiento frente a mí. Sus mejillas están sonrojadas y todos esos rasgos juveniles solo se acentuaron para hacerla una mujer hermosa, sin embargo, yo en ella aún puedo vislumbrar a quien consideré mi Abby.

Aclaro mi garganta y asiento con la cabeza, ella me da una leve sonrisa.

—No te preocupes, yo llegué demasiado temprano—digo—. Estoy algo acelerado sobre terminar con esto.

—Lo entiendo y quiero pedirte disculpas de antemano, pero él quería venir.

— ¿Quién? — pero aun así yo intuyo saber de quién se trata.

Y lo confirmo cuando ella escribe algo en su celular y segundos después Craig entra. Su hermano. Quien fue mi verdugo, quien incluso se rió la primera vez que intenté suicidarme diciendo que los gordos ni siquiera eso podían hacer bien.

Mi cuerpo se tensa e instintivamente mis manos quieren cerrarse en puños, razón por la que una de mis manos siente un dolor terrible que me recuerda que esta no es una pesadilla recreando al adolescente de mis perdido y con demasiado dolor para soportar. Es real.

Lo veo acercarse a paso lento y me sorprende tanto descubrir que ahora que somos adultos de hecho yo luzco más alto que él, incluso cuando él es más fornido. Me asombra no temer, solo está la chispa de impotencia de saber que años atrás ésta persona me torturó hasta romperme.

— ¿Puedo sentarme?

—Ahora eres cortés—no puedo evitar dejar escapar la ironía en mis palabras—. Puedes.

Si voy a cerrar el pasado, entonces lo haré totalmente.

Él toma asiento y se hace un largo silencio incómodo en el que ocupo los segundos dando un sorbo a mi café que ya parece estar enfriándose con rapidez. Veo de Abigail a Craig, es un poco chocante estar reunidos con ellos luego de tantos años.

Y es un tanto chocante que estudié en el mismo lugar que Craig por años y es la primera vez que no escucho insultos o recibo maltratos de su parte al estar en el mismo lugar.

—Es bueno verte, Matthew—hago una mueca—y lamento si ese es un mal comienzo para la conversación.

—No esperaba verte, Craig.

»Honestamente, yo preferiría si esto comenzara, es un poco...Alterador estar haciendo esto y no es que me encante.

—Estoy metiéndome en un tiempo que Abby se esforzó en conseguir contigo, pero creo que después de tanto tiempo es justo para ti obtener algo de mí—comienza él y une sus manos—. Un lo siento no va a eliminar todo lo que hice, los recuerdos o consecuencias de ello, pero realmente lo lamento.

»Sé que yo no era un chiquillo, que era un adulto joven de dieciocho años con conciencia del daño que estaba haciendo, no puedo explicar el odio que habitaba en mí ni la ira, de hecho fueron años después que comprendí y acepté que debía tratar con mi problemas de ira. Veo atrás, al daño que te hice, la tortura, las burlas, y me avergüenzo, yo mismo me volví mi pesadilla.

—Supongo que teníamos eso en común.

Mis palabras hacen que pase las manos por su cabello antes de finalmente verme con fijeza y es un choque notar todo ese arrepentimiento y vergüenza en sus ojos. No sé qué hacer con eso.

—Una vida nunca me alcanzará para disculparme por el daño que te causé, mi propia conciencia me recuerda cada día cómo te llevé a tus decisiones, cómo me empeñé en hacerte miserable. Honestamente, Matthew, siempre fuiste un buen chico y yo solo me aproveché de tus inseguridades para esconder las mías, quise jugar a ser el más fuerte y no asimilaba que yo era un monstruo.

»Soy papá y cuando veo a mi hijo yo solo pienso en cómo me sentiría si alguien lo tortura de la manera en la que yo lo hice contigo, y hace que mi estómago se revuelva. Me asquea saber que yo hice que tus padres pasarán por algo tan horrible como ver a su hijo apagarse porque yo nunca quiero ver el mío así. Y me horroriza imaginar que mi hijo pudiera sentirse torturado del modo en el que yo te hice sentir a ti. Cuando intento inculcarle valores solo me siento tan mal de nunca haberlo entendido a tiempo, de haber dejado que todo llegara tan lejos.

—Dijiste que te alegrabas—no puedo callar el resentimiento—. Que te alegrabas de que quisiera darle fin a mi miseria, pero que te decepcionaba que ni siquiera eso lo hiciera bien. Tú me rompías una y otra vez, te encargabas de hacer los trozos más difíciles de unir. De destruirme.

»Nunca tendrás idea de lo horrible que es sentirte asqueado de tu propia piel. Sí, era un niño obeso, pero amado y cuando me volví tu objetivo tú me hiciste olvidar cualquier amor que hubiera recibido hasta el momento, me enseñaste a odiarme, me hiciste verme a través de tus ojos. Nunca me importó no ser delgado hasta que comenzaste a torturarme. Tú lo estás imaginando si le pasara a tu hijo, pero la verdad es que nunca sabrás lo que me hiciste, lo que sentí, cómo marcaste a mi familia.

Mis ojos se humedecen y los suyos también, y me hace sentir impotente que sienta consideración de él, porque es padre e imagina lo horrible que fue para mí. Me hierve la sangre el saber que no lo odio del todo porque en cierta manera me guio a ser la persona que soy hoy en día, pero me quema que duela recordar todo el daño que recibí de su parte.

Veo a Abby y ella está derramando lágrimas mientras observa a su hermano.

—No puedo retribuir el daño que te hice, pero al menos quiero que sepas que nunca fuiste menos que ninguna persona, el problema estaba en mí y mi hermana te amaba, Matthew. De verdad lo hacía. Ella solo sufrió de mis juegos, mis manipulaciones y estuvo tan asustada de no agradarme y que volcara mi ira hacia ella.

»Abby calló por miedo, pero ella no jugó contigo y lamento haberte hecho creer eso. Es mucho pedir perdón, pero espero alguna vez, al menos, puedas verme sin tener que recordar todo el daño que te hice.

—No pude odiarte porque todo el odio me lo dirigía a mí mismo, y luego quise tanto entenderte, pero no podía. Y luego tuve que convencerme de que te perdonaba—lo veo fijamente—. No puedo mentirnos, no puedo borrar todos mis recuerdos, pero me prometí que sería mejor de lo que fueron ustedes conmigo, porque yo no quiero ser las personas que eran ustedes. Pero no es fácil perdonar, yo avanzo, sin embargo, aún hay una parte en mí que reciente del daño que sufrí.

»No puedo decir que hoy te haré mi amigo y te perdono, pero he crecido, Craig. Estoy orgulloso del hombre en que me he convertido y he aprendido a aceptar que mi pasado es lo que contribuyó a mi presente. Así que está bien que te arrepientas de lo que hiciste y que trataras tus problemas, pero no seremos amigos, no te aprecio y una parte de mí nunca podrá verte como otra forma que no sea el chico que me atormentó, sin embargo, no te odio. Avanza, que yo lo estoy haciendo.

Estira su mano y realmente dudo en tomarla, pero al final alzo mi barbilla y estrecho su mano brevemente.

—Me alegra saber que tienes este futuro brillante y que pese a mis intentos de apagarte, construiste un futuro con mucha luz.

Todo lo que hago es asentir con mi cabeza porque creo que he dicho más de lo que me creía capaz de pronunciar siquiera. Él besa la mejilla de Abigail y susurra algo antes de ponerse de pie e irse.

Eso realmente ha sucedido.

No lo perdono.

No olvido.

Pero avanzo. Es bueno avanzar, no estancarse. Avanzo, avanzo.

—Él está muy arrepentido...Él cree que ha pagado parte del daño que te hizo—murmura Abigail—. Su novia murió cuando dio a luz a mi sobrino.

—Lo lamento—soy sincero—. Sin embargo la vida a veces actúa de esa forma, no debe pensar que es un castigo divino, no es sano.

—Eso él no lo entiende, creo que vive propenso a esperar que suceda lo peor porque siente que nunca cubrirá la cuota de daño que te hizo.

—No quiero ser la excusa de sus lamentos.

Creo que soy un tanto brusco porque ella se calla de manera abrupta, pero cuando suspiro entiendo que necesito acabar con esto de una vez.

—Mi hermano tiene razón, nunca fuiste un juego para burlarme. Te amaba, Matthew ¿Cómo siquiera ibas a ser un juego cuando te di mi virginidad? Fuiste mi primer todo, me enamoré del chico dulce que era detallista conmigo y me trataba como princesa.

—No es la manera en la que se sintió cuando todo lo que hiciste fue callar y observar.

—Y me siento tan estúpida por ello, yo estaba asustada cuando eras tú quien continuamente era lastimado.

—Te di todo de mí, todo. Fui humillado, maltratado y objetivizado, y todo lo que me diste fue tu espalda ¿Tienes idea de lo horrible que es sentir que pierdes todo? ¿Incluso el amor?

—Lamento que te llevara a...

—No lo entiendes, Abigail. No se trataba de ti, se trataba de la pérdida de la esperanza, la carencia de amor propio. Uno de mis errores fue hacerte mi mundo, amarte más a ti de lo que me amaba a mí.

»No intenté quitarme la vida porque no me amaras, lo hice porque yo no me amaba. Ya basta de creer que lo hice por ti.

Abre y cierra su boca continuamente y yo tomo profundas respiraciones esperando que lo entienda, que deje de decirme una y otra vez que lo hice por ella. Que mi vida tenía el valor de un amor no correspondido.

—Matthew, te amaba, siempre lo hice. Me rompió el corazón cuando supe del primer intento y en el segundo estuve tan mal de saberlo, me dolía no estar contigo y cuando lo intenté, Nicole le dijo a tu familia cosas horribles de mí...

— ¿Cómo que te habías quedado callada cuando tu hermano me molestaba? Porque eso era verdad ¿Qué no desmentiste cuando Craig hizo correr el rumor que sentías asco cuando estabas conmigo? También es cierto.

»Nicole ha hecho cosas terribles y cuestionables, pero no podemos decir que le mintió a mi familia sobre ello.

—Quería verte y disculparme, hacerte saber que siempre te había amado, que no me importaba nada, yo quería estar contigo. Me arrepentía de tantas cosas, especialmente por haberte dejado ir sin hacerte saber que todo había sido real. Siempre lo fue.

—Me hizo bien estar internado y luego alejado de todos ustedes. Me hizo bien evaluar desde afuera nuestra relación. Una relación donde siempre me ocultaste por vergüenza, por miedo. Me hizo bien ver que el tipo de amor que me ofrecías no llenaba el tipo de amor que yo deseaba vivir.

»Fuiste mi primer amor, pero no el único que experimentaría en esta vida. Me enseñaste muchas cosas, pero también me hiciste mucho daño. El Matthew adulto, ahora, puede entender muchas cosas, pero mi yo adolescente sufrió tanto que llegué a pensar que no podría vivir sintiéndome de ese modo. Te amé, Abigail, pero no fue el tipo de amor definitivo para toda una vida. He aprendido que hay algunos amores que pueden aparecer en el camino y hacerte sentir lo que otros no pudieron.

—He visto todo el éxito que has tenido, sabía cómo encontrarte, pero estaba tan asustada, tan arrepentida. No hay un día en el que no me arrepienta de haberte perdido. Dejé ir a un hombre maravilloso.

—Hubiese sido agradable escucharte decir eso cuando tenía muchos kilos demás y me escondías para que no te vieran conmigo.

—Me lo merezco.

—No se trata de que lo merezca, se trata de mi sinceridad, de decirte lo que nunca pude.

»No te odio, pero tampoco quiero ser tu amigo. Me gusta mi vida como es, amo mi vida y no te necesito en ella. Quería cerrar esta puerta del pasado, pero no voy a estancarme en él. Es bueno ver que te va bien. No sé si lo que necesitas son mis palabras, pero está bien, Abby. Yo no tengo un corazón roto por ti.

»Yo he podido volver a amar, incluso con más intensidad. He podido continuar, he experimentado cosas maravillosas de la vida y he construido un presente lleno de cosas gratas y maravillosas. No debes sentirte infeliz pensando que yo lo soy, porque soy feliz. Amo con toda el alma la vida que he construido y me siento orgulloso de mis logros.

—Eso me hace feliz, hubiese amado ser yo quien te hiciera feliz, pero entiendo que no lo merezco. Solo quiero que sepas que nunca te mentí, que todo fue verdadero y que todos admiran el hombre en el que te convertiste—cierra sus ojos brevemente antes de volver a abrirlos—. Me duele ver el amor que dejé ir por inmadura, pero me alegra ver que ese hombre hoy es feliz.

Creo que en cierta manera le agradezco esta reunión porque me hace sentir en paz conmigo mismo, hace que el pasado pese menos.

—Te deseo un buen futuro, Abigail.

—Sé que el tuyo será maravilloso, Matthew...Aún te amo.

—No lo creo, amas al Matthew adolescente que se desvivía por ti, pero tú no conoces al Matthew adulto. Tú no conoces al verdadero yo, tú no me conoces. Amas una ilusión de lo que creíste conocer. Continúa tu camino, yo seguiré el mío—hago mi silla hacia atrás mientras dejo un billete en la mesa paran cubrir el café ya frío—. Agradezco tener este cierre, pero honestamente no creo que debamos vernos de nuevo. Ten una buena vida.

***

29 de noviembre, 2015.

Lucas ríe frente a mí mientras le hago mueca. Liam cabecea sobre sus apuntes porque la noche de ayer celebró sus dieciocho años y ahora debe presentar un importante parcial mañana. Río cuando Tyler pasa corriendo y hace que pegue la cabeza del libro sobresaltándolo. Estas son el tipo de cosas que me hacen extrañar vivir con toda mi familia.

—No fue gracioso, Tyler.

—Llorón—Tyler se burla de él, luego hace muecas para el bebé Lucas que grita— ¿Cierto que Liam es un llorón, Luc? —El bebé grita y se retuerce en mis brazos—Ya pronto lograrás hablar, campeón.

» ¿En dónde está Amber? Prometió que me ayudaría con algo, qué mala hermana.

—Ella vino temprano, pero se cansó de esperarte—aseguro sujetando mejor a Lucas y comenzando a salir de la sala de estar para ir a la sala principal en donde escucho la voz de mamá—. Si fueras menos perezoso.

—Al que madruga Dios lo castiga dándole problemas de la columna.

—Así no creo que sea el dicho, Ty—río.

—Sí, así es. Por eso no madrugo, Matt.

— ¡Dios! Solo cállense y déjenme estudiar—se queja Liam—. Voy a reprobar, es pecado poner mi último parcial cerca de mi cumpleaños número dieciocho.

—Debiste ir a mi colegio y no a uno de solo de chicos ¿Seguro que no andas tocando pollas? —se burla Tyler.

—Eres tan cliché—Liam le arroja el lapicero—. Estudiar en una escuela de solo hombres no nos hace gay.

—No, pero te toca las pelotas que te restriegue que no ves tetas en tu escuela.

—Qué asco de vocabulario, vamos, Luc, no necesitas que tu tío y Liam ten ensucien con su estupidez.

Llego hasta la sala para encontrar a mis padres con una expresión muy seria, enarco una de mis cejas sosteniendo a Lucas con un solo brazo mientras se sostiene de mi cuello con fuerza.

— ¿Qué sucede?

—Nicole está comenzando a ver a un especialista que la ayude—comienza papá—. El haberte encontrado hace tanto tiempo en aquellas condiciones la afectó mucho, solo que no nos dimos cuenta. Tu mamá continúa muy molesta con ella, pero trato de recodarle que Nicole no solo fue tu novia, también ha sido importante para ella.

»Entiendo que es terrible lo que te hizo, Matt, pero ella necesita ayuda y no podemos solo tacharle la existencia. Se aferró a ti desde el momento en el que te encontró, tiene un trauma, necesita ayuda y va a recibirla. No te pido que la veas o seas su amigo, entiendo tu posición. Pero vi crecer a esa niña y le tengo cariño, quiero ayudar a que sane y reencuentre su camino en donde entienda que no es junto a ti.

Asimilo las palabras, nunca se me pasó por la cabeza que tanto efecto pudo tener para Nicole encontrarme prácticamente muerto y bajarme ella misma de donde colgaba. Tuvo que ser terriblemente fuerte y generar alguna consecuencia en ella que hasta ahora se reflejó con más fuerza, por eso ha estado tan aferrada a mí. No la perdono ni la justifico, pero me hace más sencillo entender su actitud.

—Mamá, entiendo tu lealtad, pero no tienes que ignorarla por mí. Sé cuánto cariño le tienes y ella necesita ayuda profesional la cual va a recibir, no es malo que quieras estar con ella y ayudarla. No es mi novia y no pienso ser su amigo, pero entiendo la relación que tiene con ustedes.

—No puedo olvidar que te hizo daño, que rompió nuestra confianza y has sido tan infeliz.

—Pero la amas mamá, y en ti está el perdón, no te digo que corras a abrazarla, pero tampoco te prohíbo hacerlo. Son tus decisiones y las respeto del mismo modo en el que ustedes respetan el que yo no quiera relacionarme con ella.

— ¿Lo ves, Natalie? —cuestiona papá—No hay un guion que seguir, solo lo que consideres que estará bien contigo misma.

—Todo lo que quiero es que tú seas feliz, Matthew. Es todo lo que quiero, hijo.

—Y lo soy mamá, y voy a hacerlo aún más. Lo prometo.

—Yo...Voy a ordenar mis ideas.

Asiento con mi cabeza, no quiero relacionarme con Nicole, pero tampoco voy a obligar a los demás a cortar los lazos. Puedo respetar sus decisiones como ellos respetan las mías. Y aunque estoy terriblemente decepcionado de Nicole, me da alivio saber que recibirá ayuda y sanará. No olvido lo bueno y son esos recuerdos los que me hacen desear que alguna vez ella consiga su final feliz, uno que no me incluye ni siquiera como su amigo, pero que le dé una vida plena.

***

1 de diciembre, 2015.

—Ya deja de verme así.

—No sé, es raro, Ed. No sé cómo adaptarme a que hayas cortado tu cabello—comento sin dejar de verlo, él rueda sus ojos mientras rasca su barba.

—Ya te adaptarás, no siempre fui un greñudo—ve alrededor— ¿Cuándo nos iremos?

—Es la exhibición de tus obras—le recuerdo.

—Y es aburrido ver a los demás observarla.

—Solo te asusta que lo odien—se burla Alex y Ed frunce el ceño—, aunque lo dudo, tienes demasiado talento, amigo.

Alexander no miente, las pinturas en exhibición son impresionantes, es una exhibición privada en honor a nuestro chico austriaco. Entiendo totalmente el por qué Edmun siempre ha querido ser anónimo, pero en momentos como estos me pregunto si no quisiera al menos recibir una cuarta parte de los halagos que merece por su arte.

Lo gracioso es que muchos lo ven como si él no encajara aquí por estar llevando jeans desgastados, camisa blanca y chaqueta de cuero, cuando él es el artista por el que todos están preguntando si pueden conocer. Incluso ofrecen cantidades absurdas de dinero para conocerlo cuando ahora algunos lo miran con sus pretenciosas narices alzadas por lo informal que luce.

Voy a dar mi opinión, pero escucho una risa que reconozco y de la cual he sido privado por lo que se siente una eternidad. Cada vez la risa crece un poco más, así que comienzo a girar para ir al lado contrario de donde proviene, mis amigos me siguen. Y no me equivoco.

Frente a la sección de cuadros de desnudos y erotismo, Elise se encuentra haciendo una señal obscena con su mano mientras Valerie cubre su rostro con ambas manos totalmente avergonzada, pero divertida.

—Ah, dime, amas esta sección porque te enciende, Val.

—Ya basta, van a escucharte y lo creerán.

—Amas todas las pinturas de él, pero te enloquecen las de este tipo. No hay que avergonzarse, a algunos les pone el porno, a ti estas pinturas.

—Interesante—susurra Edmun detrás de mí—. Muy interesante.

Hago una seña con mi mano para que se calle porque estoy absorbiendo todo este momento. Elise luce mucho mejor que la última vez que la vi. Sus ojos ya no lucen cansados, su piel no está pálida y no hay un mar de tristeza en su mirada. Ella tiene una leve sonrisa, no lleva maquillaje y hay una pequeña chispa de esa diversión en sus ojos que me atrapa.

— ¿Te dejarías pintar así por él? Porque tienes un cuerpo de muerte, Val. Seguro terminaría haciéndotelo mientras te baña de pintura.

—Me gusta su creatividad e ideas—susurra Edmun y ruedo mis ojos.

—Mejor avancemos.

— ¿Temes que nos atrapen observando tan apasionado cuadro?

—Temo que nos pillen en medio de tus escandalosas bromas—asegura Valerie alzando la vista y entonces encontrándose con nosotros, sonrío—. Demasiado tarde.

— ¿Qué? ¿Por qué parece que un ángel te ha mostrado el culo? —cuestiona Elise antes de voltear, pasa de confundida a anonadada y creo que susurra mi nombre o quizá solo es lo que quiero creer.

Camino hacia ella, no puedo evitarlo. Me acerco hasta estar frente a ambas sin despegar mi vista de la de Elise. Amo tanto esas pequeñas pecas que quiero besarlas proclamando cuando las extraña mi boca.

—Señorita Smith—decido arriesgarme, traer de su memoria nuestro comienzo. Parpadea un par de veces antes de sacudir su cabeza.

—Matthew... ¿Qué...haces...Hacen aquí?

—Alex nos consiguió boletos—responde Edmun relajado—. Nuestro amigo ama este tipo de cosas.

—Pensé que tú eras el profesor de arte—espeta Elise siendo bastante astuta.

—Sí, pero este no es mi tipo de ambiente.

— ¿Y dónde ha ido tu cabello? Ahora luces demasiado impactante para los ojos mortales—asegura Elise.

—Solo era cabello, lo corté, algún día volverá a crecer. Y como te dije antes, vine por obligación, este no es mi ambiente.

—Ya veo—dice Valerie observando a Edmun—, lo notamos.

—Ah, pero tampoco esperé que fuera tu ambiente, niña buena, al menos no el área de desnudo y sexo.

—Llegamos a esta área a apreciar el arte como el resto. Al menos nosotras sabemos disfrutar del buen arte.

—Arte parecido a la mierda—se encoge de hombros Edmun.

Veo a Alex y sé que ambos pensamos que nuestro amigo sufre de algún tipo de trastorno que lo hace criticar o llamar a su arte mierda para hacer molestar a una mujer.

—Jamás digas frente a mí que su arte es mierda o...

— ¿O qué? ¿Me acusarás con papi?

—Mi padre no me habla, idiota—Valerie se da la vuelta y se marcha. Elise suspira y de nuevo la observo.

—Lo disfrutas ¿Verdad, Edmun?

—Seguiré viendo esta mierda que llaman arte, fue bueno verte, Elise.

—Igual, Edmun.

—Bueno, Elise. Me alegra ver que estás bien—habla finalmente Alex.

—Gracias, Alex. Estoy segura de que Alexa te manda saludos.

—Dale los míos de regreso.

Edmun comienza a caminar hacia la dirección contraria y Alex decide irse con él para dejarme a solas con Elise. Ella observa alrededor antes de dirigir de nuevo sus ojos a los míos. No puedo evitar sonreír lo que parece extrañarla.

— ¿Por qué sonríes?

—Porque me hace feliz verte. Es como recuperar las palabras que no he logrado escribir. Sin musa no hay inspiración.

—No, no está permitido decir cosas como esas.

—Puedo decir incluso cosas peores.

—No.

—Como que mi corazón ahora late de prisa, que mis manos pican por tocarte y mi boca ansía comer la tuya.

—Basta. No estamos juntos—se gira y comienza a caminar para alejarse, la sigo, camino a su lado—. Deja de seguirme.

—No te sigo, casualmente estoy caminando a tu lado.

—Qué casualidad.

Nos mantenemos en silencio mientras nos detenemos en uno de los cuadros más coloridos que alguna vez ha hecho mi amigo. Lo cual no hace que sea menos impresionante.

—Puedo decir cosas incluso peores, Elise. Cosas que quieres y temes escuchar.

—Pero no lo harás porque eres una buena persona.

—Tal vez—de nuevo permanecemos en silencio y vuelvo a romperlo—. Vi a Abby y a su hermano.

Eso capta totalmente su atención porque siento su mirada en mí, volteo a verla. Muerde su labio inferior y sé que está conteniendo las ganas de preguntarme. Soy bondadoso.

»Me reuní con ellos. Craig es papá y perdió a su novia, él es diferente, podría decirse que maduró. Resulta que Abby siempre me amó, que de hecho ella cree aún amarme. No somos amigos y fue extraño, pero creo que fue bueno.

—Vaya...Eso suena como grandes acontecimientos.

—Lo fueron, pero me ayudaron. No siento vergüenza de que el mundo sepa mi historia, debo aprender a abrazar incluso la parte mala de mi historia.

— ¿Cómo sigue tu mano?

—Voy a terapia—alzo mi mano y muevo mis tres dedos ya recuperados—. Estos ya comienzan a funcionar de forma regular. El pulgar e índice, poco a poco, los muevo unos milímetros más.

—Me alegro.

— ¿Cómo estás tú? —es una respuesta que me importa mucho recibir. Porque a veces podemos lucir radiantes por fuera mientras nos derrumbamos por dentro.

—Mejor, estamos yendo con el terapeuta y nos ayuda mucho. Retomé mi antigua rutina de ejercicio y veo a mis amigos. Y tengo trabajo de nuevo, así que eso me ha ayudado a tener buena perspectiva. Hay momentos tristes del día, pero he aprendido a abrazar los buenos momentos...

—Te extraño—digo de la nada haciendo que detenga sus palabras—. Te veo en este momento y solo quiero besarte.

—No estamos juntos y no lo estaremos. Separados, así estamos mejor.

—Podría cantarte y bailar sexy back, luego buscar un callejón...

—Detente—sé que mis palabras la afectan.

—O puedo demostrarte y recrear alguna escena de la historia que escribí sobre Eloise y Mattheo.

—Matthew, para. No lo hagas.

—Puedo enviarte correos quejándome de tu alter ego.

—No.

—O puedo solo ser sincero y decirte que te amo, que tienes mi corazón.

—No lo dijiste—sisea cerrando sus ojos.

—Lo hice, lo acabo de hacer y voy a repetirlo. Te a...

Lleva su mano a mi boca mientras se mantiene muy cerca, no puedo evitar sonreír contra la palma de su mano.

—No. No vas a decirlo y yo no voy a escucharlo. No me harás caer por ti; quiero una vida normal, rutina y no una relación desestabilizadora que me haga subir montañas rusas. Tranquilidad, es lo que busco ahora y tú me haces sentir de todo menos tranquilidad.

Asiento lentamente con mi cabeza y ella retira su mano de mi boca, lamo mis labios captando su atención.

— ¿Sabes? Eloise nunca fue una cobarde.

—Yo no soy Eloise.

—No. Eloise es tú.

—Que disfrutes de esta exhibición, Matthew.

Se da la vuelta y comienza a alejarse por el pasillo en el que se perdió Valerie. Respiro hondo antes de decidir hacer algo completamente ajeno a mi personalidad y gritar:

—Elise Smith, señorita E, Eloise o cualquiera de tus personalidades. Te amo y porque lo grito estás obligada a escucharlo.

Detiene sus pasos y tomo profundas respiraciones, sacude su cabeza y continúa caminando. No me ofende que huya. Si no me amara lo hubiese dicho, ella solo trata de esconderse.

Soy bueno en el juego de las escondidas, yo siempre encuentro y esta no será la excepción. Ya tuvo el espacio que necesitaba y que mi psicólogo me recomendó dar. Es hora de tomar las riendas del asunto.

Ya no se trata de ser espectador, se trata de ser quien vive la historia y consigue el buen final. Allá voy por ti, Elise Smith.





Holaaaaa, espero y se encuentren bien. -2 desde aquí.

Empecemos con nuestro conteo:

1. Matthew reuniendose con el pasado para cerrarlo.

2. Craig y Abby.

3. Matthew y sus adorables primos Tyler y Liam.

4. Matthew con sus padres.

5. Inserte aquí el primer encuentro en la galería.

6. Matthew y su declaración a Elise.


Y el hada muy feliz señala a quien se está dando un súper maratón y ha caído a este mundo de locura: La bella Anti. ¡¡¡¡Anti!!! ! No sabes lo feliz que me hace hablar contigo y estar creando toda esta amistad genial. Sé que los planes a futuro serán maravillosos y me pone muy feliz saber que esta saga se ha ganado un espacio en tu corazón aunque tus lectores seguramente quieren matarme porque andas leyendo y no escribiendo. Que sepas que me pido a tus chicos *-*

Espero les guste.

Un mega beso.

Continue Reading

You'll Also Like

330 104 5
🩵💙💙💙🩵💙💙💙🩵💙💙💙🩵💙💙💙🩵 Y de pronto me encontraba escribiendo fragmentos de vida de quienes son más que mis lectoras; ellas se han convert...
897K 46.9K 36
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
7M 815K 27
La vida de April Nowell ha si buena y complicada. A una temprana edad fue internada cuando fue diagnosticada con una enfermedad, eso fue complicado...
310K 20.1K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...