La vida no es tan mala

By Puuuly

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Después reencontrarse de la peor forma, Katsuki ayuda a Ochako a ver la vida de otra manera, no todo tiene qu... More

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El puto abogado, pt 2
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La vida no es tan mala.

¿Qué es esto que siento?

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By Puuuly

Ochako sentía la luz entrar por la ventana, y eso hacía que no pudiera volver a conciliar el sueño, había despertado hace un rato pero para ella era muy temprano para levantarse.

-Aaargh, vamos Ochako, duermeee.- Se decía a si misma hasta que sintió ruidos en la cocina. -¿Eh? Kacchan ya debe haber despertado. -Y se puso de pie, se colocó un pequeño short y salio de la habitación.

En la cocina, Katsuki, buscaba quien sabe qué por todos los muebles.

-Mmm donde estarán esas frutas.- Decía irritado cuando Uraraka lo interrumpió gritando.

-¡Buenos días Kacchan! ¿Como dormiste?- Hablaba eufóricamente mientras entraba a la cocina. -¿Hm? ¿Qué estás haciendo?

-Hola cara redonda, ayúdame a buscar unas frutas que deje hace días por aquí, no las encuentro y tengo sed, necesito hacerme un jugo.

La morena se estremeció en su lugar al escuchar eso, ella se había comido esas frutas el día anterior, cuando el rubio la dejo sola, obviamente si quería seguir viviendo jamas se lo diría y era mejor cambiarle el tema.

-Oye, ayer te dije que debíamos ir al supermercado, necesitamos muchas cosas.

Bakugo dejó de darle la espalda y de buscar las frutas para mirarla de reojo, algo que a Ochako le intimidaba mucho, odiaba que hiciera eso.

-No sé porqué tengo un leve presentimiento de que tú tienes algo que ver con esto. -Le dijo mientras entrecerraba cada vez más los ojos.

Uraraka en su desesperación, tomó las llaves del auto y salió corriendo. -¡Si no bajas ahora me iré sola con tu auto!

-¡Atrévete a tocar mi volante con un pelo y morirás perra! -Le gritaba mientras salía del departamento corriendo tras la morena.

Al llegar al coche, le arrebato las llaves mientras ella reía, en eso se subieron al vehículo mientras el rubio sermoneaba a la chica.

-¡Vuelves a hacer eso Y TE ROMPO ESA CARA DE ÁNGEL!, ¿ESCUCHASTE MALDITA?

-JAJAJA Kacchan, no seas tan escandaloso, haces que la gente nos mire. -Dijo Ochako apuntando hacia afuera.

-¡AQUÍ NO HAY NADIE, ESTAMOS EN UN PUTO ESTACIONAMIENTO SUBTERRANEO!- Le gritaba el chico, muy fastidiado. -¡¿Y PORQUE LLEVAS UNA POLERA MÍA OTRA VEZ?! ¡DORMISTE CON ELLA DE NUEVO Y NI SIQUIERA ERES CAPAZ DE CAMBIÁRTELA PARA IR AL MALDITO SUPERMERCADO!

Uraraka sólo lo miraba con una gran sonrisa mientras reía de lo histérico que estaba su compañero, ya no sentía miedo con él cuando le gritaba o armaba un escándalo, ahora disfrutaba la compañía de Katsuki, vio como el empezaba a acelerar el auto y salir del estacionamiento para ir a comprar la comida con una cara de querer pasarle por encima a todos los que se le cruzaran.

-PFFF ¡JAJAJJA! -Reía fuertemente. -Oh Dios Kacchan, jajaja, tenemos que ahorrar detergente así que para que ensuciar mi ropa en dormir, aparte, ¿Quien se arregla para ir supermercado?, es algo irracional.

A Bakugo ya le salía humo por las orejas y para detonar todo, justo el semáforo le dio rojo, tiró su cabeza hacia adelante y la apoyo en el claxon, tratando de tranquilizarse sin darse cuenta de que ahora todos realmente los miraban por el ruido que hacían.

Entrando en el supermercado la morena corrió a buscar un carrito y empezó a llenarlo de todo, Katsuki por su parte fue directamente al pasillo de conservas, a lo que Ochako salió de la nada para cruzarse frente a él.

-Este pasillo esta vetado desde hoy.- Dijo cruzándose de brazos y cerrando el paso con el carro.

-¿Acaso te estas volviendo loca de verdad? Vuelve a cruzarte y te haré cenizas, ¡Ahora muévete!

-Ya te dije que no Kacchan, todas estas cosas son cancerígenas, y tus manos están bien, ¿Acaso no sabes hacer un poco de fideos en una sopa? ¿Eres un inútil o qué?

-¡Sal de mi camino o muere!- Katsuki subió la voz, levantando su mano amenazadoramente, dejando escapar unas cuantas chispas.

Ochako, tomó la muñeca de la misma mano que el rubio había levantado y empezó a caminar, haciendo caso omiso a las amenazas de Bakugo, llevándolo al pasillo de abarrotes.

-Mira, necesitamos arroz, fideos, aceite, huevos, ¿Mmm, lechuga? Sí, ketchup, snacks... Tal vez alguna vez nos den ganas de comer, uhhh pescado, eso no puede faltar, ¿Salsa picante?- Pregunto mirando hacía atrás donde se encontraba el rubio, mientras lo llevaba de la muñeca, a lo que él respondió que sí moviendo la cabeza resignado, Uraraka, con la otra mano tomaba las cosas tirándolas hacia atrás, haciéndolas caer en el carro que el chico llevaba con la mano que mantenía desocupada. -Debemos ir a los lácteos, ve a buscar leche y queso, necesito ir en una misión al pasillo de los postres. -Terminó diciendo antes de salir corriendo y dejando a Bakugo solo.

Katsuki, estaba echando unos yogurts al carro, cuando la morena llegó comiendo un postre de chocolate.

-Kyaaa Kacchan, debes probar esta exquisites. -Decía con un rubor en su cara el cual dejaba notar su placer al comer.

El rubio vio como la chica comía el postre dentro del supermercado sin haberlo pagado aun y se alarmó.

-Cara redonda, no puedes comer eso sin pagarlo, estas robando. -Dijo gruñendo y apuntándola con el dedo, juzgándola.

-Pero si lo pagaré, es solo que no pude aguantar, vamos pruebalo, ¡Está delicioso! -Decía la chica mientras empinaba la cuchara con el postre a la boca del rubio, el cual se movía para evitar comerlo.

-No seré cómplice de este delito, soy un policía, no puedo infligir la ley.- Katsuki se cruzó de brazos y hablaba mientras esquivaba la cuchara que la chica le ponía en la cara, notó que ésta puso una cara de pena ante lo dicho por él. -Mierda, deja de usar esa cara de ángel para conseguir las cosas.- Dijo, ya enojado.

-¿Entonces si lo probaras?- Preguntó Ochako, acercándose al brazo de Bakugou y tomándolo para que éste no se le escapara de nuevo.

Katsuki puso los ojos en blanco y abrió la boca desinteresado, dejando que la morena metiera la cuchara con el delicioso postre dentro. Ella lo miro buscando su aprobación pero antes de eso, ambos escucharon una voz conocida frente a ellos.

-No puede ser.

Al escuchar esto, Bakugo se puso tan nervioso que rompió la cuchara sin siquiera sacarla de su boca, dejando el mango en la mano de la morena y la otra parte dentro de su boca.

Uraraka vio a la figura que se encontraba frente a ellos y su sonrisa creció como nunca.

-¡Mina!, ¡No puedes ser tu! -La morena no lo creía.

-¿Conoces a alguien más con el mismo estilo y color que yo?

-¡AAAAAH! Gritaron ambas chicas, muy agudo, corriendo a abrazarse.

El rubio se tapó los oídos. -¡Ah! ¡Estúpidas!- Dijo mientras se tocaba mejor, para asegurarse de que sus orejas no estuviera sangrando.

-No puedo creerlo, Ochako, estás tan linda, tu pelo ha crecido bastante, ¡Pero sigues teniendo la misma cara de niña de siempre!- Decía Ashido, mientras tocaba el pelo y la cara de la morena con fascinación.

-Mina, ¡Tú estás preciosa!- Decía Uraraka, también fascinada. -Creciste mucho y... ¡Wow, no solo creciste de porte!- La morena tomó los pechos de la chica de piel rosada, y los empezó a levantar, haciendo que rebotaran. -¡Son gigantes! ¿Cuando te las hiciste?

Katsuki se puso más rojo que nunca y tomó a la chica de pelo café para ponerla tras de él, quedando al medio de las dos mujeres.

-¡Cara redonda, no puedes hacer eso en público!- Le recriminaba, con la cara hecha un desastre. -¡Y tú, depravada, no perversas a Uraraka con tus... melones gigantes!

-¿Bakugou? ¿Realmente eres tú? Cuando te vi pensé que estaba mirando mal, la verdad, pensé que ya habrías tenido problemas con alguien peor que tú y ya estabas muerto. -Ashido decía eso, poniendo una mano en barbilla, haciendo como que pensaba.

Katsuki la miró, con su típica mueca y ojos blancos. -¿Que dijiste, puta?- Le sonrió, haciendo pequeñas explosiones en su mano, dispuesto a mandarla a volar con una de esas.

Ochako se paró frente a él, y le habló despacio para calmarlo. -Kacchan, no hagas esto, no veo a Mina hace muchos años, de verdad quiero hablar con ella. -Volviendo a poner su cara de perro.

El rubio miró a la morena, y de a poco se empezó a calmar, ni siquiera lo intentó, su cuerpo solo se empezó a tranquilizar con el tacto de la morena y sus mejillas se tiñeron de un leve rosa. -Tsk. -Chasqueó la lengua. -Déjale en claro a esa perra que nadie es peor que yo... -Levantó la cabeza para evitar el contacto visual que mantenía con Uraraka y miró a Ashido con la cara más demoníaca que tenía. -...Y se lo puedo demostrar.

A Mina le recorrió un escalofrío por el cuerpo ante la mirada de Katsuki, pero este le dio la espalda para tomar el carro y dirigirse a buscar las cosas que Ochako no dejó que sacara y posterior a eso, pagar en las cajas.

-Dios Ochako, ¿Como hiciste eso?- La chica de piel rosa se le acercó expectante a la morena.

-No lo sé, creo que ya puedo lidiar con esa bestia jeje. -Decía Uraraka, rascándose la nuca con una mano.

-Nunca imaginé que tú y Bakugou, podrían llegar a llevarse bien alguna vez, kyaa chica, ¿Qué otros secretos guardas, eh?- Ashido le dio pequeños golpes con el codo a la morena. -¿Desde cuando son novios?

Ochako sintió la sangre subirle a la cara. -¡¿QUEEEÉ?! -Puso sus dos manos en su cara para calmar el calor. -¡Que cosas dices Mina, JAJA! -Y empujó levemente a Ashido para alejarla un poco de ella, ya que se encontraba muy cerca. -¿Kacchan y yo novios? JAJAJA, solo nos llevamos bien. -Murmuraba mientras reía nerviosamente y su estómago se revolvía. -Él me está ayudando un poco, ya qu...

-¡OCHAKO, BÁJAME DE AQUÍ!-

La morena escuchó la voz de su amiga gritar y miró hacia los lados, al no encontrarla miró hacia arriba y la vio hecha bolita en el aire, al ver eso, Uraraka, juntó torpemente sus manos para liberar a su amiga de la gravedad cero, la cual cayó al suelo de golpe, haciendo que los expectantes del supermercado arrugaran la cara del dolor, excluyendo a Katsuki que reía en silencio mientras veía todo desde la fila de la caja.

-Lo siento, mil perdones Ashido, me puse nerviosa y al parecer active mi quirk sin darme cuenta. -Decía la morena muy apenada, mientras hacía pequeñas reverencias.

-No te preocupes Ochako. -Mina se sobaba la cabeza mientras estaba sentada en el suelo, intentando reincorporarse. -A veces también me pasa jiji. -La morena ayudó a su amiga a ponerse de pie. -No me dolió, ¿Bien?. -Le decía a Uraraka, que tenía los ojos llorosos por la culpa que sentía y la vergüenza que estaba pasando, a lo que ella le respondió asintiendo con la cabeza. -¿Y entoncessss?

A la chica nuevamente las mejillas se le tiñeron de rojo. -¿Entonces qué?

-¿Tú y Bakugou?

-Solo somos amigos Mina. -Uraraka agachó la cabeza, la chica de piel rosa miró eso, intentando descifrar que significaba. -Él me está ayudando, y nos llevamos muy bien.

-Le diste comida en la boca.

-Solo quería que probara un postre, no sabes lo difícil que fue.

-Estaban muy juntos cuando los vi.

-¡Él se estaba escapando Ashido! -La morena acercó sus brazos, haciendo unos puños con las manos y moviendolos.

-Mmm, ¿Esa polera que traes puesta es de él?

-¿Eh? -La morena miró la camiseta que traía puesta, oh no, que mal momento. -Ah, este... Síp. -Dijo rodando los ojos.

-¿Y la sacaste de...?

-De... ¿Su habitación?

-Oh Dios Ochako, ¡Eres una pervertida!- Ashido chilló y Uraraka le tapó la boca.

-No pienses mal Mina, yo duermo en su habitación y él en el sillón, solo uso su polera de pijama.

-Mmm, pues no te creo nada, mañana tú y yo iremos a dar un paseo y me contarás todo, y con todo me refiero a todo jeje, ¡Tendremos que recuperar todos estos años que no nos hemos visto!

La morena rió. -Claro, espérame un segundo. -Le dijo y corrió hacia Katsuki, que se encontraba pagando las cosas que llevaban. -Préstame tu celular Kacchan. -Dijo mientras revisaba los bolsillos del recién nombrado buscando el aparato telefónico.

-¡Ah! No me toques. -Le dijo el rubio, levantando los brazos de la chica con cuidado, para poder buscar su teléfono. -¿Para que quieres esta basura?- Le dijo pasándoselo.

-Necesito guardar el número de Mina y no tengo donde.

-No jodas cara de ángel, no quiero el número de esa pervertida en mi celular. -Le hablaba fuerte.

Ochako rió. -No la llames pervertida, si me haces este favor te acompañaré en esta noche de películas, ¡Ujuuu! -Y se fue donde su amiga.

-¡Pero si esa fue tu idea, tonta!- Le gritó Katsuki desde la caja, no podía ir tras ella ya que tenía que pagar.

Uraraka llegó donde Ashido y ésta anotó su número en el celular, después de eso se despidieron ya que el rubio se estaba yendo sin ella y no tenía duda de que si no llegaba al auto antes de que se fuera la dejaría ahí sin dudarlo.

El camino a casa fue lo típico, Ochako sacando de quicio a Bakugo a propósito, en el camino la morena obligó al rubio a comprarle unos bombones, los que no pudo comer en el auto, por mucho que lo intentó, Katsuki se negó y se volvió a negar, dejandole más que claro que en su vehículo NO SE COMÍA.

Cuando entraron al departamento, la chica dejó un par de bolsas que traía con ella en la mesa, lanzándose al sillón. -¡Aaah, que viaje más agotador!

-Y me lo dices a mi. -Dijo el rubio, entrando a su hogar con 10 bolsas del supermercado llenas y una gran venita en la cabeza, dejando notar lo enojado que estaba.

Dejó las bolsas en la mesa junto con las que había dejado la muchacha segundos antes y se dirigió al refrigerador para sacar un par de cervezas, las abrió y le pasó una a Uraraka, la que la recibió y al instante tomó un sorbo.

-Mm, creo que me acostumbraré a esto, ¡Oye Kacchan! ¿Acaso tú desayunas, almuerzas y cenas alcohol?

-Idiota.

Ochako rió un poco ante la respuesta, se quedó mirando como el chico sacaba las cosas de las bolsas y las guardaba. Pensó en lo que Mina le había dicho, ¿Ella y Katsuki novios? En un principio eso era imposible, jamás en el multiverso, nunca, nunca y otra vez nunca... ¿Pero ahora? No podía negar que la pasaba super estando con Bakugo, de hecho ya ni miedo le tenía, le gustaba hacerlo enojar y estaba la mayor parte del día riendo. Recordó cuando estaban un poco ebrios y su corazón latió más fuerte, esa noche ella lo admiraba y se fijo en sus músculos, en su pecho, en su boca... ¿A qué debe saber la boca de Bakugou Katsuki?... ¡¿QUE DIABLOS?!, ¿Porqué pensaba en eso? ¿Qué le estaba pasando? ¿Y porqué se puso tan nerviosa cuando Mina le preguntó si ellos eran novios?

-Oy, cara redonda, ¿Tienes hambre? Creo que ya es hora de almorzar. -Le dijo el rubio, sacándola violentamente de sus pensamientos.

-¿Eh? -Uraraka miró nuevamente la boca del chico, sumida en su conciencia levantó la mano poniéndola en su propia boca.

-¡OY, TE ESTOY HABLANDO!

-¡¿Ehhh?!- Recién ahí volvió a la realidad. -Yo... este... yo... ¡Sí claro!

Katsuki la miró con la cara larga. -¿Al menos me escuchaste?

-Lo siento Kacchan, ¿Qué me decías? -Preguntó la chica, mirándolo tan fijamente, poniendo un poco nervioso a Bakugo.

-Almorzar, hambre, comida, ¿Quieres o también almorzaras alcohol?

-Cl-Claro, hora de almuerzo. -Dijo, levantando el brazo con el puño, intentando que el rubio no notara nada.

-Eres tan rara. -Terminó diciendole, dándose la vuelta para empezar a cocinar quién sabe qué.

Al cabo de un rato, ambos estaban sentados en la mesa, donde se encontraba un gran buffet.

-Wooow, Kacchan, ¡¿Porqué compras tanta basura si cocinas como los dioses?! -Ochako tenía corazones en sus ojos y chillaba cada vez que probaba algo de lo que estaba en la mesa.

-Neh, me da pereza, nunca estoy aquí, no tengo tiempo ni para cocinar ni para ir a los estúpidos supermercados. -Katsuki dijo, mientras ponía el codo en la mesa y se afirmaba la cabeza con la mano.

-Podrías enseñarme, yo puedo cocinarte pero no soy muy buena en eso. -Dijo mientras comía un poco de ensalada. -¡Ñyaaa, hasta un pedazo de hoja te queda delicioso!

Bakugo se sonrojó levemente ante la declaración de la chica. -¡No digas eso, te juro que si alguien se entera de esto no te salvaras!- Le gritó, mientras Uraraka solo asentía con la cabeza y la boca llena. -Y bien, ¿Qué hablaron con la tonta rosa?.

Ochako se atragantó y comenzó a toser, cuando se calmó miró al rubio y habló. -Nada importante, cosas de chicas, uno de estos días nos veremos y hablaremos de todo todo jaja -La joven hizo una pausa.- ¿Porqué te interesa, Kacchan?

-La verdad no me interesa, solo tenía curiosidad, fue muy gracioso ver a esa perra volando y cayendo al suelo, ¡JAJAJA! -Bakugu rió con toda la boca abierta, dejando ver su comida y golpeando la mesa.

-Oye, no te rías, se golpeó feo. -Uraraka recordó el momento e intentó cambiar de tema para no avergonzarse. -¿Que hay de ti? ¿Ya no hablas con los chicos? ¿Como está Kirishima?

Katsuki tragó saliva. -No y no lo sé, tomamos caminos diferentes.

-El que hayan tomado caminos diferentes no quiere decir que hayan tenido que dejar de hablar.

-Tsk. -Chasqueó la lengua, no quería hablar de ese tema. -¿Y qué contigo? ¡Me dices que no debí dejar de hablar con ellos, pero al parecer no sabías de la tonta rosa hace mucho!

-Eso es diferente Kacchan, yo me fui con mis padres un tiempo y ahí fue cuando perdí todos los contactos, créeme que al llegar aquí intenté por todos los medios recuperar mis amistades.

-Y vaya que te fue mal. -Dijo el rubio, haciendo enojar a la chica.

-¿A qué te refieres con eso? ¡Si lo dices por ti, pues sí que me fue mal! -Ochako se paró de la mesa. -Ya no tengo hambre. -Y se dirigió a la habitación de Katsuki.

-¿Pero que diablos le pasa? ¿Qué dije?- Se preguntaba el muchacho.

Y así estuvieron hasta pasada la media noche, cuando Uraraka al fin se dignó a salir de la pieza.

Salió porque las ganas de ir al baño y el hambre ya eran más fuertes, aunque tampoco quería seguir enojada con el chico y al buscarlo con la mirada no lo encontró. Pasó al baño y luego a la cocina para sacar unas papas fritas de un mueble, buscó más a Katsuki y lo encontró durmiendo en el sillón, fue donde se encontraban la cabeza del chico explosivo y con un poco de miedo la levantó, se sentó y dejó caer la cabeza en sus piernas, comió algunas papas haciendo que las migajas cayeran en la cara de Bakugo, lo que hizo que éste despertara.

Katsuki abrió los ojos y lo primero que vio fue la cara de Ochako frente a él, y de no ser porque ella lo afirmó, él se hubiera caído.

-¡¿Que crees que estás haciendo loca?! ¡¿Me quieres matar?!-Le gritó y la morena rio bajito.

-No, me vengo a disculpar, perdón por gritarte Bakugo.- Le dijo con la mirada triste.

-¡No pongas esa cara de ángel manipuladora! Y no te preocupes, yo siempre te estoy gritando, pero porque de verdad eres una tonta y te lo mereces.

-Já, tú eres un tonto Kacchan.

El rubio vio la tímida mirada de la chica al decirle tonto y su corazón se paró, Uraraka realmente era bonita, muy bonita y ya no lo negaría más, tampoco era un delito encontrar guapa a una mujer, vio que su cara estaba muy cerca y se sentó de inmediato, sentía que su corazón iba a salir volando de su pecho si seguía así. Dio vuelta su rostro para volver a mirar a la morena que se encontraba con él, ¡¿QUÉ MIERDA ES ESO QUE ESTABA SINTIENDO?! Resfrío, definitivamente se estaba enfermando.

-Oy, la película que dijimos la otra noche... -Katsuki no sabía como terminar la frase, para poder romper esa tensión que se estaba formando entre ellos.

-¿La de los autos y explosiones? -Preguntó Ochako.

-Exacto, eh... cr-creo que la darán en un rato en la tele, mhhh ¿Aun quieres... verla? -Sentía como si estuviera pidiendo matrimonio o algo, estaba bastante nervioso.

-¡Claro! ¡Noche de películas!- Gritó la chica, feliz.

-Noche de estúpidas películas. -Repitió Bakugo con una sonrisa.

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