Regla #8 Siempre cuídate las espaldas.
VIELKA
Teníamos tres días que habíamos regresado de nuestro viaje furtivo y ya estaba cansada de la universidad, lo único que quería era descansar mi pobre espalda, pero eso no iba a pasar pues al parecer todos mis profesores se habían puesto de acuerdo y me habían llenado de trabajos, el peor de todos había sido mi profesor Enriquez que me estaba pidiendo un avance de mi proyecto final, esto último era lo que me tenía realmente mal pues aún ni sabía de que se trataría mi documental, había estado más ocupada viendo la manera de ayudar a Dorek que me olvidé por completo de mi trabajo final.
—¿Porqué no hablas de los descuidos que se cometen en la playa? —dice Nadia antes de darle una mordida a su hamburguesa.
—No me parece muy gracioso —digo en tono molesto no sin antes de dedicarle una bonita señal— es que Nico ni siquiera tuvo que pensar mucho —resoplo con fastidio— no es justo que tu papá sea chef.
Nico planea hacer su documental sobre la comida coreana, de verdad que eso era una gran injusticia, pues su familia tiene un famoso restaurante de comida coreana.
—Podrías hacerla acerca de los altos precios en las inmobiliarias, después de todo es a lo que se dedica tu papá.
Hago un tonto puchero —sabes que el trabajo de mi papá se me hace algo super aburrido.
De pronto siento algo viscoso pero a la vez refrescante en mi espalda, siento el tacto de unos dedos a los cuales deberían darle el premio Nobel por ser tan mágicamente deliciosos, giro un poco mi cabeza para ver al dueño de tan mágicas manos y me doy cuenta que se trata de Dorek, inmediatamente siento que mis mejillas se encienden por lo que me giro nuevamente y me encuentro a Nadia riéndose de mi reacción, en cuanto Dorek termina de untar lo que sea que haya puesto en mi espalda se sienta a mi lado y me entrega un frasco de algún tipo de medicamento para las quemaduras.
—Con eso se te va a recuperar más rápido tu espalda.
—Gracias —digo algo apenada.
Como si fuera poco el accidente que tuve en la playa en donde por poco dejo sin descendencia a Edric y además perdí la parte superior de mi traje de baño, el último día que estuvimos en la playa me había quedado dormida boca abajo por lo que no me di cuenta en que momento la sombrilla había dejado de hacerme sombra, por lo que ahora mi espalda esta de un tono rojo seriamente alarmante, por eso estos días había traído a la escuela blusas con la espalda descubierta ya que el roce de la tela me lastimaba mucho.
—Sabes que sigo algo molesta con tú hermano, ¿Verdad? —dice Nadia con molestia.
Dorek se ríe con esa voz ronca que hace cosas locas en mis pobres hormonas —siempre se molestan con él por sus revolcones pero nunca imagine que se molestarían con él por lo contrario.
—No es gracioso, yo realmente quería pasar un buen rato con él y tal vez así se daría cuenta que yo soy el amor de su vida —Nadia sonrie de manera coqueta y hace una cosa loca con las cejas.
—Olvídalo, él ya conoció al gran amor de su vida y solo ella podrá quitarle lo puto.
Nico se ríe y palmea la cabeza de Nadia —ya sácalo de tu cabecita —rápidamente esquiva el golpe que su hermana quizo propinarle y se pone de pie —me voy chicos, tengo que ir a corregir mi trabajo del documental.
Ante sus últimas palabras no puedo evitar volver a resoplar con fastidio.
Dorek le da un trago a su botella de agua y eso me distrae un poco, y es que el hombre se ve tan sexy con cosas tan pequeñas como tomar agua —déjame adivinar, tu aún no tienes tema —vuelve a darle otro trago y yo parezco una idiota al verlo tan fijamente— ya que tú me estas ayudando, yo puedo ayudarte con eso.
Eso último capta mi atención —¿Cómo? —pregunto realmente intrigada.
—Haz tu documental sobre el circo Dreaming y su grandioso espectáculo de motocicletas.
Al principio cuando escucho la palabra circo no me agrada la idea pero después de escuchar lo de las motocicletas eso si capta mi atención, me quedo anonadada ante su idea tan genial pero de pronto vuelvo a aterrizar los pies en la tierra —es una excelente idea, pero, ¿cómo voy hacer eso?
—El circo esta aquí y tengo influencias que te pueden ayudar hacer tú documental.
No lo puedo evitar y me lanzo a sus brazos —¡Gracias! —me separo rápidamente en cuanto me doy cuenta que estoy casi prácticamente encima de él— de verdad muchas gracias —digo esto último en un susurro.
—Pero necesito traer un avance el día de mañana —digo nuevamente decepcionada.
—Pregunta lo que quieras saber yo te puedo ayudar.
—Deberían ir a tu casa Vielka —miro a mi amiga como si le hubieran salido tres cabezas— tú papá está de viaje y así puedes hacer tu proyecto.
—Hoy no tengo que ir al hospital así que por mi no hay problema.
Dorek y yo nos ponemos de acuerdo en cuanto señorita cupido se va a una de sus clases, después de que le doy mi dirección me apresuro a irme ya que en tan solo un día ya he armado un verdadero desastre en mi casa. En cuanto llego a mi casa me pongo manos a la obra y comienzo a recoger y limpiar, una vez que termino veo que aún falta para que venga Dorek así que aprovecho y decido ir a mi cuarto y formular algunas preguntas, la verdad estoy muy entusiasmada con esta idea ya que recuerdo el espectáculo que vimos mi prima y yo en San Luis y lo mucho que atrajo a la población femenina, si este espectáculo es algo similar a ese, de seguro obtendré un 100 de calificación, sin darme cuenta me quedo dormida sobre mi escritorio.
Maldigo diez veces cuando escucho el timbre de mi casa y me doy cuenta que me quedé dormida más de una hora, bajo lo más rápido que puedo y llego hasta la entrada de mi casa sana y salva, abro la puerta y ahí está Dorek con una camisa tipo leñador en color rojo que lo hace ver sumamente suculento.
Me sonríe con cierto gesto de diversión —tienes baba -—señala con su dedo hacia la comisura de mi boca.
Inmediatamente cubro mi boca y le digo que pase en lo que voy al baño para lavar mi cara, en cuanto estoy frente al espejo me doy cuenta que tengo una gran mancha blanca desde la comisura de mi boca que se extiende a lo largo de mi barbilla, lavo rápidamente mi cara y de paso lavo mis dientes, una vez que termino salgo del baño en busca de Dorek, lo encuentro sentado en uno de los los sillones de mi sala.
—¿Cómo sigue tu espalda? – me mira fijamente esperando mi respuesta.
Su mirada me hace sentir nuevamente los triceratops en mi estómago, me aclaro la garganta para responder —mucho mejor, gracias por el ungüento.
Asiente con la cabeza —hablé con mi contacto y el domingo que descanso podemos ir.
Me siento a su lado —muchas gracias, de verdad.
El se encoge de hombros —tú me estas ayudando también a mi —le da un toquecito a mi nariz con su dedo y me sonrie— tengo que hacer algo por mi pequeña nueva amiga.
El que me considere su amiga me hace sentir bien al contrario de lo que muchos podrían pensar, no voy a negar que soy una más de las que andan arrastrando la cobija por él, solo que soy consciente de que su corazón pertenece a alguien más y esforzarme por que eso cambie solo lastimaría mi corazón, además sería muy deshonesto de mi parte tratar de conquistarlo ya que desde un inicio yo me ofrecí a ayudarlo para encontrar a su novia y él está contando conmigo.
El resto de la tarde el comienza a relatarme la historia del circo ya que está será la introducción de mi trabajo, cuando termina con eso ahora sí comienza a relatar me como surgió el show de motociclistas, estamos tan entretenidos en mi proyecto que pronto nos dieron las 11 de la noche, después de preparar unos emparedados de jamón con queso nos sentamos en la barra de la cocina y comemos, antes de irse me pregunta si necesito ayuda para untarme el ungüento, siento como mis mejillas arden y niego con la cabeza, aunque se que si la necesitaré pero mis hormonas no podrían soportar sentir sus manos sobre mi piel una vez más.
En cuanto Dorek se marcha subo a mi recámara y ahora sí me recuesto en mi cama dispuesta a dormir pero al apoyar mi espalda contra el colchón siento como si un millón de agujas me pincharan por lo que me levanto y de mi mochila tomo el ungüento que me dio Dorek, resoplo realmente frustrada porque después de veinte minutos al fin terminé de untarme el medicamento, claro que estoy cien por ciento segura que deje áreas sin tocar pero ya estoy demasiado cansada de intentar llegar a esas partes de mi espalda así que resignada me recuesto en mi cama solo que esta vez lo hago boca abajo.
Disculpen las faltas de ortografía pero tuve subir el capítulo desde mi celular, prometo editarlo pronto. Espero y les agrade el capítulo