La Diosa Taeyeon se encontraba apresada por su hermanas, que antes y hoy la traicionaron. Los Guardianes nada pudieron hacer mas que seguir observando furiosos aquella escena ante sus ojos. Las cosas se estaban saliendo de control y ninguno podía decir con exactitud que acción era capaz de pararlo. Los sirvientes de la Diosa se encontraban mas que furiosos y sin importar que, querían embestir con sus espadas el cuerpo de las Diosas caidas.
Sin embargo, debían de quedarse quietos si deseaban a su Diosa recuperar, mas aún cuando ella había enviado una señal de que no se movieran por el momento, pero no esperaron el siguiente movimiento de las Diosas.
Las Diosas caídas soltaron el agarre con la Diosa de la vida y en segundo encerraron su cuerpo en una gran caja de cristal. Taeyeon golpeó la caja tratando de romperla, pero era compleramente inútil, gritó varias veces pero nadie la oía.
- Al fin nos hallamos todos juntos - sonrió la Diosa Jessica después de dar la espalda a Taeyeon - No es fantástico este lugar, pueden disfrutarlo el tiempo que quieran ya que será su hogar a partir de ahora.
Nadie podía entender nada de lo que decía la Diosa, solo los estaba confundiendo mas y la rabia en ellos aumentaba a cada momento. Pero debían de estar quietos y preparados esperando el momento adecuado para atacar.
- Porque me miráis así... que no pueden darse cuenta de que a partir de ahora, serán también mis sirvientes...
- Que te hace pensar eso - interrumpió Lay, sin miedo ni titubeos. Se negaba a tal resultado - Nosotros volveremos a Dhaliend.
- Ingenuos - esta vez habló la Diosa Yoona - Que no ven que ya todo acabó, no hay nada mas que hacer de parte de ustedes. Tenemos a su única Diosa y obviamente si quieren recuperarla deberán dar algo a cambio de ella. No los eliminaremos si es lo que desean, respetaremos sus patéticas vidas sirviendonos.
- Debemos destruir Dhaliend, ¿Qué no lo ven? - continuó Jessica - Aquel lugar esta repleto de pecadores, los Dioses necesitaron niños para convertirlos en Guardianes, ya que no estaban corrompidos por los humanos. Ustedes chicos solo son lo que son, gracias al poder que les brindaron los Dioses. La humanidad debe ser destruida, siempre lo dije pero nadie me escuchó. Nadie quiso apoyarme. De nada sirve seguir protegiendo la vida de tanta inmundicia. Ustedes sobreviviran si permanecen en este lugar...
- A que precio - espetó furioso Baekhyun - No creo que solo nos dejen con vida después de matar a varios de sus sirvientes. ¿Qué es lo que quieren a cambio?...
- Tu sabes lo que necesito Baekhyun - respondió la Diosa Jessica.
El príncipe temió, era casi absurdo lo que le decían, de no ser porque el ya sabía sobre su propio destino. Querían su poder para destruir Dhaliend, pero eso también significaba terminar con su vida por completo. Es lo que le había dicho el Demonio que lo encerró en lo bajo del castillo. ¿Debía de rendirse asi?¿Sin luchar tan siquiera? ¿Dejar su vida en manos de ellas?. No sabía que hacer, que decir tan siquiera. Sin querer su mirada se dirigió a solo uno de los ojos que lo observaba detalladamente y lleno de preocupación.
Chanyeol.
Vio el rostro de la persona que había conociado hace apenas unas semanas, pero de la cual se enamoró como nunca creyó poder hacerlo, jamás esperó encontrar el amor en ese viaje, llegar amar a un completo extraño y que ahora no podía verlo nunca mas. Siempre creyó que el día en que encontrara a la persona a quien entregaría su corazón y amaría hasta su muerte, sería el día más felíz de su vida y lo fue. Cuando se dio cuenta de lo que sentía fue el mas feliz, pero ahora odiaba tanto haberse enamorado, porque lo único que implicaba era que ahora debía dejarlo ir.
Tal vez Baekhyun solo sufriría un instante hasta que su hora llegara, pero le dolía en el alma que Chanyeol sufriera su partida, después de que había mostrado de mil maneras lo que sentía por Baekhyun. Lo poco que disfrutaron de la compañia del otro nadie podía borrarlo.
Pero era imposible ignorar el hecho de que ahora Baekhyun ya no miraba mas el rostro dolido de Chanyeol y la insistente negativa que le enviaba. Eso no evitó que el principe de la luz caminara hacia Lay su hermano mayor, a quien le dedicó una pequeña sonrisa antes de quitarle la espada de sus manos y de un ágil movimiento estar fuera de su alcance.
- ¡Baek detente! que piensas hacer - Gritó Kyungsoo, quien fue al único que la voz no le falló.
- Es hora de acabar con esto Kyung - sonrió con melancolía Baekhyun, dio medio giro y con una mirada penetrante se dirigió a las Diosas - Lo que yo no entiendo es porque no dejan los rencores atrás y viven en paz nuevamente. Mataron a sus hermanas una por una, no sintieron dolor o remordimientos cuando realizaron tal acto, e incluso así las Diosas restantes perdonaron sus vidas y solo las enviaron a una dimensión distinta. Jamás las destruyeron...
La Diosa de la Destrucción dio unos pequeños pasos hacia adelante, pero aun así conservaba unos metros de distancia con respecto a Baekhyun.
- Piensas que nos encerraron por nuestro bien, Jajajaja... - comenzó a reir - No pensé que fueran tan ingenuos ... pero al parecer si - siguió riendo, pero el resto no lo hacía - Si hubieran podido, ten por seguro que ya estaríamos muertas ¿saben por qué? - preguntó.
Los Guardianes no dijieron nada, nisiquiera los sirvientes, ni la Diosa Yoona.
- Soy la Diosa de la Destrucción controlo todo el Inframumdo, si me destruyen mis demonios perderán el control al igual que este mundo y terminara acabando con Dhaliend. Mi deber era que eso no sucediera. Pero, ¿y si muero? ¿Qué ocurriría?... Fácil, alguien debía sustituirme, ese alguien no existía y no existe, por eso nadie nos mató, solo no enserraron por egoísmo, para que los tontos mortales sobrevivieran.
Escupió las últimas palabras con furia. Nadie podía objetar y menos cuando su vista se posó en la Diosa de la vida, quien solo inclinaba la cabeza. Si bien nadie podía oírla ella lograba escuchar todo lo que decían por fuera del cristal.
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El Dios y su antiguo amado no se habian movido ni pronunciado ninguna palabra desde que ambos llegaron a aquel lugar que desconocían, un lugar donde la oscuridad reinaba y de no ser por la luz que emitía del Dios no lograrían ver absolutamente nada.
Siwon queria decir tantas cosas, tanto que no sabia por donde empezar, siempre creyó que su amado habia muerdo hace 50 años, sin embargo ahi estaba, frente a el. Siempre amo los ojos de HeeChul, eso ojos de color avellana que brillaban cada vez que lo veian, pero ahora sus orbes eran completamente negros, mezclándose con el iris de su ojo.
Una mirada llena de oscuridad es lo único que reflejaba ahora HeeChul. Siwon no sabia por cuánto tiempo habia estado observando cada detalle del contrario, el tiempo no iva con el, pero al parecer debió ser mucho, ya que HeeChul parecía molestó.
- Si no comienzas a atacar lo hare yo, no por ser un Dios te tendre miedo...
- No tienes porque - Siwon comenzó ha acercarse.
HeeChul solo atinó a ponerse en forma de ataque con su espada entre sus manos - Quiero terminar con esto de una vez - sin espera mas atacó al Dios el cual de un movimiento rapido lo esquivó y tomó los brazo del sirviente - Suelteme - Gritó furioso.
- No - sonrió pícaro, lo cual solo molesto mas al contrario y trato de zafarse de agarre, pero la fuerza del angel era demasiado y no pudo contra ella - Recuerda amor, por favor - Rogó.
- No se de que hablas y no me digas amor - soltó furioso.
- No puedo creer que olvidaras todas esas tardes juntos y las noches que pasamos despiertos hasta el amanecer...
- Cállate - Gritó, cada palabra que susurraba en su oido lograba que su cabeza doliera de sobremanera.
- HeeChul...
- Ahhh - dejo su cuerpo caer en el torso del Dios - Duele...- entreabrio los ojos - Duele... Siwon...- Susurró.
El Dios tembló por las palabras que habia escuchado, y mas aun cuando vio que los ojos de HeeChul comezaban a cambiar.
- Ahh ...- volvió a gritar y cerrar los ojos, el dolor era insoportable y miles de imagenes comenzaron a bombardearlo.
Algo estan pasando o ya habia ocurrido, para que el cuerpo del sirviente comenzara a debilitarse.
El tiempo en esa dimensión era mas lenta que en el Inframumdo.
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La Diosas caidas sin previo aviso comenzaron a atacar a los guardianes, sin embargo, estos pudieron esquivar los ataques con algunos movimientos rápidos hacia varias esquinas del gran salón. Sus poderes habian disminuido al fucionarlos con la espada, pero aun conservaban un poco de ellos. Sehun, Luhan y Suho trabajaron en conjunto para desviar las pequeñas y enormes dagas y elementos rocosos que controlaba la Diosa de la Destruccion, que se dirigian en su direccion.
Kyungsoo, Tao y Kris se vieron atrapados en una fantasía por parte de la Diosa Yoona. Nadie sabia que hacer o decir solo se veian rodeados completamente de flores y plantas silvestres, desconcertados trataron de destrozar el lugar en el que se hallaban. Pero por mas arbustos y flores que destrozaron no habia forma de salir del sitio en el que se encontraban.
Xiumin junto a Chen trataron de atacar a la Diosa Yoona al notar que su hermanos se hallaban quietos rodeados de un gran polvo amarillo brillante a su alrededor, sus ojos se veian demasiado perdidos. Era claro que sus mentes ya no estaban en ese mismo plano dimensional. Tanto Xiumin como Chen fueron neutralizados por las Diosa y sin remedio cayeron bajo el encantamiento de Yoona.
Kai esquibaba todo lo que se le atravesaba en su camino hacia la Diosa mayor. Se transportó de un lugar a otro, sin embargo antes de que pudiera atacar a la Diosa esta lo interceptó y envío hacia el otro lado del salón, atravesando cruelmente la puerta. La Diosa hubiera acabado con su vida de no ser que tambien noto que otro guardián se le acercaba. Chanyeol se dirigia con fuerza y llamas entre sus manos.
La Diosa se alejó, aspiro el poco oxígeno, trono los dedos y ante ella aparecieron 5 figuras. Demonios, eran demonios sedientos de sangre y no duraron en atacar a los Guardianes que rodeaban a la Diosa.
Baekhyun y Yixing sostenían espadas entre sus manos. Vieron como la Diosa comenzó a acercarse y sin miedo Baekhyun soltó la espada de diamantes y le dedico una pequeña sonrisa a su hermano antes de sacar su propia espada e ir junto a Lay en contra de la Diosa.
- Solo entrega tu poder Baekhyun es facil y todo se acaba - habló la Diosa, pero solo recibió una negativa de parte del principe.
Las tres espadas no tardaron en chocar. La Diosa estaba bastante preparada para esa situación y varios cortes fueron los que recibieron los guardianes por parte de ella. Ni siquiera notaron o revisaron esos pequeños roces, lo único en la mente de los hermanos era acabar con la Diosa.
Sin embargo las consecuencias no tardaron en llegar y los brazos de Baekhyun comenzaron a doler cuando se dio cuenta este halló la herida toda negra ¿era veneno?. No estaba seguro pero su visión comenzó a nublarse y el equilibrio que tenia fallaba. Cayendo al suelo en cuanto sintió a sus piernas no responder mas. En ellas también vio grietas negras y dibujantes, pero no estaba seguro era demasiado nebulosa la imagen.
- ¡Baekhyun! - Gritó Lay demasiado preocupado, pero no podia axuliarlo la Diosa lo tenia aprisionado - ¿Qué le hiciste?.
La Diosa sonrió de lado y aún luchando contra el guardian respondió - Mi espada contiene veneno, no morirá por el momento pero perderá el conocimiento y con el tiempo su vida ya no servirá mas, ademas aun lo necesito . A ti no te afecto por que tu poder lo impide. Sin embargo si hago un buen corte profundo en tu corazón no saldrás con vida - en eso la Diosa volvió a atracar con mas fuerza apuntando al pecho de Lay, que en último momento logró escapar del inminente ataque.
Las cosas se ponian cada vez peor, los demonios parecían que jamas iban a cesar con todos sus ataques y los guardianes querian escapar y ayudar a Lay y Baekhyun. Pero el único que pudo lograrlo fue Kai, se teletransporto y fue directo hacia la Diosa. Sin embargo, se detuvo cuando escuchó un grito de parte de Kyungsoo. Giro su rostro para ver lo que sucedía con el príncipe, lo vio de rodillas en el suelo mientras sostenía su cabeza y gritaba de dolor.
No podia dejarlo, no aguantó y despues de darle una pequeña mirada a Lay, con un poco de pena, fue en auxilio del mayor. Dejando a Lay solo luchando contra la Diosa.
El cansancio estaba llegando a Lay, los cortes que recibía necesitaban curarse, lo cual significaba un gasto de energía aun mayor. Entre choques y movimientos rápidos la Diosa habia logrando derribar la Espada que portaba Lay y llegar ha acorralarlo.
- Llego tu fin guardián - sonrió la Diosa - ¡¡Yoona!! - grito para que su hermana se acercará - Es hora.
La segunda Diosa dejo a sus víctimas solas y a su reciente prisionero en ella. Kai tambien habia caido ante el hechizo.
El resto de los Guardianes alarmados, trataron con mucho esfuerzo acabar con los dos demonios restantes, sin embargo fue demasiado tarde para cuando lo lograron. La Diosa Yoona habia llegado hacia su hermana y encerrado en un gran campo de energía en el centro del gran salón.
Ahi se hallaban las Dos Diosas, Lay y un inconciente Baekhyun, quien fue arrastrado al centro de la mandala que ahi estaba dibujada.
- Dejenlo...
- Es tarde Lay ustedes perdieron no puede hacer nada mas.
La Diosa guardó silencio en cuanto vio a los guardianes tratando de romper el campo, pero era imposible para ellos en ese estado, sus poderes se habian agotado casi por completo a igual que su energía. Por mas gritos y golpes que hicieran no lograron nada, tan solo la molestia de la Diosa de la Destrucción.
- Ya desaparezcan - ordeno la Diosa y furiosa lanzó una gran especie de humo en direccion de los Guardianes. La Gran niebla los atrapo y sin poder escapar cayeron inconscientes - Mucho mejor - sonrió la Diosa, quien volvio a mirar a Lay - Lo siento pequeño, pero no puedo dejarte con vida, fue divertido jugar contigo.
Lay no sabia que hacer, su piernas dolían demasiado, habían sido casi arrancadas, que estaba tardando demasiado en sanar. Lo peor era que habia tenindo la oportunidad de acabar con ella, sin embargo creyó que no fue lo suficientemente fuerte para acabarla.
La Diosa sonrió con malicia y dirigió su espada bañada en un negro y burgujeante veneno hacia el cuerpo de Lay.
Sin embargo.
Una gran ráfaga oscura apareció y la Diosa soltó su espada. Vio su vientre ser atravesado por la gran espada de los guardianes y como este comenzaba a brillar en toda la hoja de diamantes. Cayó de rodillas apenas sintiendo su extremidades. La sangre comezaba a desbordarse poco a poco y los ojos de la Diosa comenzaron a cerrarse y cayó frente a un sorprendido Lay.
El principe incrédulo vio el cuerpo inerte de la Diosa, ninguno de los presentes se habia movido, mucho menos el atacante. Lay paso de ver el cuerpo de la Diosa y guió su vista mas arriba, viendo a un consternado demonio mientras veia el cuerpo de su Diosa.
- Jamás... - Balbuceo - Jamás pensé que haria algo como esto - trago en seco por las palabras mientras su manos aun temblaban - Pero no me arrepiento - sonrió y su mirada se poso en Lay - Salvaste a Jimin, mi deuda contigo ya está saldada - sonrió con amargura y desapareció nuevamente en una gran rafaga negra.
- Yoongi...- susurro Lay, sin embargo el demonio ya se habia marchado.
El Demonio habia llegado en el momento justo y sin pensarlo mucho tomó la espada que se hallaba en el suelo. La barrera que vio la podia atravesar, era un gran demonio no seria difícil para el. Jamás habia pensado acabar con la vida de su propia Diosa, se habia guiado por el impulso y adrenalina del momento. No queria que el hombre que salvó a su amado muriera de esa manera. Aun se sentia en deuda con el.
Yoona creyó que no volvería a ver a un ser querido morir frente a sus ojos nuevamente, pero el destino era cruel con ella y le habia propiciado una de las peores escenas de su larga vida. Cuando salió de su ensoñamiento corrió hacia su hermana. Las lagrimas de la Diosa no tardaron en aparecer, tomó el cuerpo de su hermana y lo dio vuelta.
- Se acabo Jessica - sonrio con ironia y lagrimas en los ojos - Perdimos esta batalla y la Guerra - seguia hablando a pesar de no recibir respuestas, las cuales eran imposible.
La Diosa abrazó el cuerpo de su hermana, cerró los ojos y una gran torbellino de tierra y humo las rodeo, sus cuerpos poco a poco se volvieron partículas, desde los pies de ambas Diosas.
- Es hora de marcharnos y descansar hermanita - murmuró aun cerrando los ojos y con el 30% de su cuerpo desaparecido. Hasta que este avanzó mucho mas y terminó desvaneciendo en la miles de partículas el cuerpo entero de ambas Diosas.
Lay era el unico que habia presenciado todo lo sucedido junto a la Diosa de la vida que se encontraba llorando dentro de su prisión de cristal. Vio el cuerpo de su hermano y corrió hacia el entre tropezones, su piernas aun no habian sanado por completo. El cuerpo de Baekhyun se encontraba en muy mal estado el veneno habia recorrido todo su cuerpo y Lay por mas que intento sanarlo no lograba demasiado, sus poder habia cesado y solo se encargaba de mantenerlo con vida a el mismo.
- No mueras Baek - Rogó entre lagrimas, no sabia que hacer, estaba solo y sin poderes. Pero algo llamo su atención, la espada de diamante se encontraba brillando en el mismo lugar donde las Diosas habian desaparecido.
Con desepero guió su cuerpo hacia el y lo tomó entre sus manos.
- Que significa que haré con esto - preguntó irónico, la situación comenzaba a cansar mas su mente, sin embargo la espada brilló aun mas entre sus manos.
Lay toco temeroso la hoja y la estrujo en sus manos. El brillo se hizo mas intenso enseguesiendo su vista y logrando que tirar la espada para cubrir su ojos.
Tenía los ojos cerrados, sin embargo, sintió como todo su cuerpo comenzó a recuperar su fuerza y vitalidad. Abrío los ojos sorprendido y vio como destellos de colores se dirigían a los cuerpos del resto de los Guardianes. La espada habia vuelto a su estado original junto a los demas objetos.
Lay no espero mucho y se dirigió al cuerpo de Baekhyun, estaba contento, habia logrado sanar todas la partes oscura de su hermano y logrado eliminar todo el veneno de su Antonia. Sin embargo, Baekhyun no desperto, aun tenia los ojos cerrados.
Tal vez habia sido demasiado tarde, y el veneno termino por matar al principe, por mas que ahora sanara su cuerpo Lay sabia que no podia devolver la vida a una persona, solo curarlo. Esperaba que Baekhyun aun siguiera con vida...
Lay Sonrió cuando comenzó a sentir el pulso de este, oía como el corazón de su hermano volvía a latir con normalidad.
La guerra habia concluido por fin y a pesar de algunas muertes los Guardianes permanecieron con vida hasta el final, ese gran viaje en el cual se encaminaron cambio la vida de cada uno. Lucharon, se hicieron amigos y se enamoraron en el proceso. Su misión por fin habia terminando y Lay volvió a respirar con mas tranquilidad.
- Ganamos chicos.
Sonrió recostando su cabeza en el cuerpo de Baekhyun con una gran sonrisa en el rostro y las lagrimas salir de sus ojos.
Despues de terminar
Con la gran oscuridad,
La luz aparecerá
Para dar comienzo
A una nueva vida
Nuevos comienzos
Las mismas alianzas
El mismo amor que florecera
Guiará su nuevo camino
Donde sus decisiones
Los mantendrá unidos
Por siempre
~FIN~
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Lamento haber tardado tanto y el epílogo tardara de igual manera. Pero lo subiré eso es seguro.
Muchas gracias por leer a las que se quedaron
No leemos en el epílogo bai...
Ai🍃