¡One shots sensei's!★

By RockMilez

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¿De que trata? ¡One shots de todos los instructores! - Kakashi - Iruka - Gai - Yamato - Ebisu - Asuma - Genma... More

¡Introducción!☆
〖Mi vida〗 Asuma Sarutobi (1)
〖¡Entrenar!〗 Maito Gai (1)
〖Solos〗 Genma Shiranui [1]
〖Cita repentina〗Ebisu (1)
〖Bibliotecaria〗Iruka Umino.[1]
〖Un día normal〗 Kakashi Hatake.[1]
〖¿Celoso?〗 Yamato.[1]
〖Inoportuno〗Asuma Sarutobi. [2]
〖Héroe〗Maito Gai (2)
〖Traición〗 Genma Shiranui.[2]

〖Primera cita〗Ebisu [2]

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By RockMilez

✧*。٩(و✧*。

Era viernes... ¡viernes!

Ebisu estaba frente a su armario buscando qué ponerse mientras aguantaba las náuseas que esta repentina cita le estaba causando.

Primero y principal no conocía mucho a la chica que hace unos dias se había llevado a Konohamaru, nunca la había visto a decir verdad.. Y ahora estaba algo arrepentido de haber dicho que sí, no porque la chica no lo valiera ni nada de eso, sino que... estaba bastante apenado.

Luego de dejar de pelear uma y otra vez con su propia mente, Ebisu se ducho y cambio su ropa para el encuentro. Dentro de poco debería salir ya para Ichiraku, donde casualmente se solían reunir todos...

Esperó pacientemente a que su pelo se secara para ponerse su bandana y a lo último se puso sus respectivo lentes negros y redondos.

Salió de casa hecho una bola de nervios, intranquilo como nunca antes. Estaba bastante preocupado de cómo le caería a la chica, no era muy bueno hablando con chicas... Jamás imaginó estar haciendo esto y su mente no estaba preparada en lo absoluto.

Así estuvo todo el camino hacia el lugar de encuentro, cuando estaba llegando a Ichiraku vio a la chica también llegar y cuando estuvieron ambos lo suficientemente cerca se saludaron.

— Buenos... días...— murmuró ella, corriendo la mirada. Vestía un vestido rojo casual pero largo y con escote el cual Ebisu luchaba por no mirar. Su pelo estaba recogido en un moño y tenía solo sus labios pintados de un color cereza que combinaba con su cabello y asentaba su belleza.
Ebisu recién había notado que su forma de caminar no era completamente recta o "normal" y supuso que estaba herida por alguna misión pero decidió no preguntar.

— B-buenos días...— él hizo una media reverencia y ella le siguió tímidamente. Ebisu estaba sorprendido, hasta le parecía tierna la chica que antes lo había amenazado a pena de muerte.— Entremos, por favor.— dijo Ebisu y le dio el paso a la pelirroja. Los dos se sentaron uno al lado de otro y por un momento, él pensó el porqué todos los encuentros que tenía eran en Ichiraku, habiendo otros lugares más formales para una primera cita. Algo tonto, como para no ponerse más nervioso.

— Creí que no vendrias.— se atrevió a decir la ya conocida como Yuki, jugando con sus manos y sin mirarlo del todo. Él se sorprendió pues sea como sea jamás dejaría plantada a una mujer, ni mucho menos a una tan hermosa.

— A decir verdad... yo también pensé que no vendrias.— confesó. La pelirroja lo miró con cierto asombro y él a ella, quedándose así por varios minutos hasta que ambos rieron levemente.

— Lamento lo que hice el otro día, no fue a propósito...— se disculpó luego de reír, mirándolo fijamente o al menos eso creía.— Solo... odio que desconfíen de mí.— suspiró, un poco apenada.

— Tranquila, yo debo disculparme...— Ebisu negó, como todo caballero.— No debí dudar.— Yuki sonrió levemente y asintió enternecida.

— Konohamaru-chan me habla mucho de ti...— comentó mientras pensaba qué ordenar.— También me dice cosas sobre un jutsu para encontrar pervertidos ocultos o no sé qué.— rió y el pelinegro sintió su rostro arder y sus manos temblar. Lo que menos quería era ver su reputación caer al suelo por un tonto jutsu.

— ¿R-re-realmente... te habló de eso?.— su voz tembló, sin embargo la chica seguía riendo.

— Si, aunque no le hago mucho caso.— se encogió de hombros desinteresada.— Es un niño y no creo que sepa mucho sobre pervertidos.— Ebisu sintió su alma volver a su cuerpo y pronto arregló sus anteojos, incómodo.

— N-No...— se hizo el disimulado y rió suavemente.

(...)

Así paso la tranquila cita en donde los dos adultos hablaban con calma, sin precipitarse y descubriendo las cosas que tenían, sorpresivamente, en común. Comían y charlaban, hablando sobre sus gustos y haciendo chistes de vez en cuando. Conociéndose más e interesándose más el uno por el otro.

Cuando terminaron sus platillos los dos quedaron exhaustos y llenos. Ebisu, quien ya ni siquiera podía disimular su mirada a la chica, habló.

— ¿Te gustaría ir... a caminar?.— preguntó aún un poco nervioso y rápidamente recibió un asentimiento como respuesta.

— Claro.— dijo Yuki, estirando sus brazos y sonriendo. Los dos se levantaron, Ebisu siempre comportándose como un caballero la trataba de maravilla mientras ella se sentía como una princesa con toda esa molestia que él se tomaba y que aunque no era necesaria a le gustaba.

Los dos caminaron juntos por el parque, una cálida brisa recorría su piel y hacía volar el cabello rojizo de la mujer atado en una cola de caballo la cual se entretenía viendo las flores y el césped.

— Que genial es la primavera.— comentó en voz alta y dio unas pequeñas vueltas delicadas sobre la acera, dejándose llevar y separándose un poco del pelinegro que la observó y quedó embelesado con la preciosa imagen de ella cuando giró frente a sus ojos junto a su cabello rojizo y su sonrisa resplandeciente, siendo acompañada por la brisa y por el atardecer.
Si le preguntaban, él diría que jamás en toda su vida vio mujer más linda que ella. Había sido afortunado y todo gracias a su alumno.

— Si, es muy bonita.— murmuró Ebisu, tratando de concentrarse nuevamente en el tema que hablaban y acomodó sus lentes que habían caído por el puente de su nariz cuando la observaba. Yuki lo miró y le sonrió. Cuando dejó de jugar, siguieron su camino y la pelirroja no pudo evitar mirar a una ancianita en apuros con sus compras y su bastón que le ganaban en tamaño y fuerza, así que rápidamente se dirigió a ella siendo seguida por el hombre.

— Abuela... ¿se encuentra bien?.— preguntó amablemente y sin asustarla, con la intención de ayudarla en algo para hacer su andar más pacifico y sin tanto esfuerzo que luego podía costarle.

— Oh, si, no se preocupen.— aseguró la arrugada señora con su voz dulce y entrecortada que descansaba sus bolsas y cuerpo en una banca.

— ¿No necesita ayuda?.— ahora Ebisu se ofreció, estirando sus brazos para tomar las bolsas, claro esperando la respuesta de la señora mayor.

— ¿No sería mucha molestia? No quiero molestar a una joven pareja en su cita.— balbuceo la anciana algo apenada por la idea de quitarles su tiempo lo cual logró avergonzar completamente a la pareja.

— T-Tranquila, no es molestia...— contestó Yuki rápidamente con las mejillas rojas y del mismo tono que su cabello y recibió una dulce sonrisa de la abuelita.

Después que la abuela descansara lo suficiente, los dos ninjas tomaron las bolsas que la pequeña anciana no podía cargar y la dejaron andar tranquila con su bastón. Uno a cada lado de la ancianita quien los guiaba a su casa mientras tarareaba una canción y de vez en cuando veía sus expresiones, con una sonrisa picara.
Ellos no habían planeado esto sin embargo ayudar a alguien mayor no era una perdida de tiempo. De vez en cuando, los dos se miraban de reojo, quizás sonreían levemente junto a un rubor o bajaban la mirada, y esas cosas fueron perfectamente captadas por la ancianita.

— Al parecer el destino hizo su trabajo, eh.— murmuró repentinamente la mayor antes de llegar, y esbozando una sonrisa llena de ternura que le fue imposible ocultar.

— ¿Mhm? ¿A qué se refiere?.— preguntó Yuki confundida al escucharla sin entender de qué hablaba. 

— El hilo rojo que los une es muy fuerte.— explicó esta y cuando la pelirroja la escuchó, no pudo evitar sonrojarse y sorprenderse, abriendo sus ojos a más no poder. ¿El hilo rojo? Eso era... demasiado aleatorio. Jamás creyó que escucharía a alguien vincularla con el hilo rojo.

— ¿Hilo rojo?.— ahora dudó Ebisu quien no entendía la reacción de su acompañante ni mucho menos a lo que esa señora quería referirse.

— ¿No conoce la leyenda del hilo rojo, joven?.— preguntó sorprendida la canosa mujer, recibiendo una rotunda negación por parte de Ebisu mientras Yuki seguía asfixiándose en su propio calor. — Verá.. se trata de un hilo rojo invisible que conecta a aquellos que están predestinados a encontrarse, sin importar tiempo o las circunstancias.— explico siendo observada seriamente por el hombre que intentaba recopilar y analizar toda la información que recibía.— Este hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper.. y esto ya a hecho efecto en ustedes.— sonrió con cierta picardía, asombrando al pelinegro que pronto vio a Yuki que estaba cabizbaja, con su rostro rojo.

—N-no... no somos novios o algo de eso, abuela.— aclaro la pelirroja, rascando su mejilla en señal de nervios y parando su paso cuando la anciana lo hizo, frente a la entrada de una bonita casa.

— Pero serán algo... puedo asegurarlo.— asintió completamente convencida y tomando las bolsas que les había dado anteriormente a los ninja que la habían ayudado.— Muchas gracias por todo jovencitos, les doy mis bendiciones.— hizo una reverencia antes de irse y ellos no supieron que decir y solo saludaron con otra reverencia.

(...)

Los dos se marcharon. Se había hecho un poco tarde y con eso, la hora de volver a casa había llegado.

Ebisu se ofreció a llevarla a casa a Yuki, a lo que ella accedió encantada pero el problema era que los dos iban muy callados, sin saber muy bien que decir o sobre que hablar.

Desde que aquella abuelita dijo lo del hilo, ellos se habían inquietado y tal vez hasta incomodado un poco. La tensión y timidez había vuelto al ambiente inconscientemente y eso irritaba a Ebisu, quien sentía haber tenido una muy buena conexión con la chica.

Se decidió por hablar, no quería seguir así, quería que su cita termine bien y quien sabe si podía volver a verla...

— Oye...— la llamó, un poco apenado, mirando hacía el frente pero con sus manos temblando sin saber qué decir exactamente. No había pensado muy bien las palabras, solo habló y ya.— Yo...— titubeo bastante pero antes de que diga algo tonto, Yuki lo interrumpió.

— Tranquilo... no deberíamos tomarnos muy en serio las cosas de la abuela.— habló despreocupada y se rió de sí misma al encontrarse viendo su propio meñique donde supuestamente debía estar el hilo.— Solo son... leyendas.— se encogió de hombros, tratando de restarle importancia. Aunque le parecía bastante romantico y lindo creer en esa leyenda, lo que menos quería era incomodar al hombre que tan bien le había caído.

— Si... lo sé...— Ebisu asintió totalmente de acuerdo.— Aunque... debo decir que realmente la pase muy bien hoy.— admitió repentinamente, sorprendiendo a la chica que pronto sintió su corazón latir acelerado con solo esa premisa.

— ¡Y-yo también!.— exclamó emocionada y luego aclaró su garganta al notar qje había soñado igual de exaltada que una niña pequeña.— Quiero decir... La pase mejor de lo que creí que la pasaría.— musitó y corrió la mirada para que su acompañante no vea el gran sonrojo y la sonrisa que tenía.

Le cayó realmente genial.

— Ahora entiendo porque a Konohamaru-kun le brillaron los ojos al verte.— murmuró este mirándola encantado y recordando a su alumno embelesado por su superior.— Eres.. preciosa.— dijo sin pensar y los dos pararon su paso frente a la casa de la chica.

— Gr..Gracias, Ebisu-kun.— Yuki se puso frente a él, tímidamente y como pudo tomos sus dos manos.— Espero volver a salir contigo.— dijo a lo que Ebisu asintió de acuerdo y ambos sonrieron sincronizados.— N-nos vemos...— tartamudeó y cuando el pelinegro creyó que lo soltaría y se iría, en realidad ella se acercó rápidamente a él y, sorprendentemente, le robó un beso que jamás se hubiese esperado para luego despedirse con la mano y correr dentro a la casa.

Dejándolo con las mariposas revoloteando en su estómago.

✺✺

Primero que nada quiero disculparme ante todos los que leen mis one shots. Estoy infinitamente agradecida por las lecturas, los votos y aún más por los comentarios y pido perdón por tener una forma de escribir tan sencilla. Créanme que siempre le pongo mi mayor esfuerzo a cada uno de los párrafos que escribo e intento mejorar con mis faltas ortográficas o la forma en que describo las cosas pero a veces no rinde frutos.
Aún así les doy las gracias de todo corazón, a todos💓

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