EX'S @kookmin.fanfic.

By zoldyckiller

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↳ ❝ Dicen que en el momento de mirarse, ya lo tienes con las piernas abiertas. Así de fácil es Park Jimin.❞ ... More

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By zoldyckiller

El sonido del reloj llega a ser bastante estresante para cuando se supone que deberías de estar ayudando a formar una conversación. No todo lo que el otro quiere se puede cumplir, tal vez eso podría colocarte nervioso, el querer dar una magnífica impresión o decir las cosas que quería escuchar, así poder aligerar todo y no tener que pensar miles de cosas para lograr hablar con tranquilidad y fluidez.

Bueno, ese no es el caso ahora mismo.

El reloj era molesto para él, como también algo que le llegaba a contar el tiempo que le hacía durar esta tortura y cuando podría terminar. Era paciente y hablaba lo necesario, y trataba de verse tranquilo aún cuando escuchaba solamente el lápiz contra la hoja en donde ese hombre estaba escribiendo. 

Como odiaba ir al psicólogo. Como odiaba tener que estar con una sonrisa porque si tenías cara larga, debías de decir el por qué, y gracias a lo que dices, comienza hacer más preguntas, comenzando a desesperarte y eso lo toma mal, porque para él quiere decir que te suceden miles de cosas cuando tal vez solamente, no te habías levantado de humor porque se habían acabado el cereal esta mañana.

—Y dime... —con esa voz un poco gruesa, por fin habló después de estar unos diez minutos en silencio donde él solamente se encontraba escribiendo en su cuaderno. De vez en cuando miraba al chico que estaba frente a él y le sonreía un poco, queriendo verse agradable. Aunque solamente provocaba un escalofrío y un rechazo de inmediato — ¿Qué tal la nueva escuela?

—Bien, es agradable.

—En agradable te refieres exactamente...¿A compañeros o el lugar en sí? —el menor arrugó la frente y eso le vio como un detalle importante, al menos para él —. ¿Te moleste qué pregunte sobre ello?

—Claro que no —mordió su labio y de inmediato lo soltó, no quería dar pruebas de que estaba nervioso o deseaba irse de una buena vez —. Todos son agradables, es lindo estar ahí —mintió con descaro.

—Entonces ¿Es tan agradable qué golpeaste a un compañero y haz amenazado a otros?

—¡Exacto! A ese nivel llegan para mí —se pellizcó en forma de castigo por su estupidez.

—Oh Jungkook, debes tener en cuenta que tu situación es problemática —se sacó un momento esas enormes gafas que hacían ver sus ojos más grandes —. Sigues siendo menor de edad pero recuerda que habían comentado el llevarte a un Internado y yo supongo que no quieres eso.

Se mantuvieron en silencio, otra vez. Ambos retándose con la mirada, queriendo demostrar que no iban a ceder a lo que el otro quería. Jungkook tenía bastante claro que si hacía algo más, se iría incluso de la ciudad, eso implicaba dejar esa escuela y lo peor de todo, dejar de ver a Jimin, el chico que había conquistado su corazón. Relamió las palabras de decirle unas cosas que solamente incluían insultos al hombre que se hallaba sentado solamente a unos centímetros de él, la única y pequeña dificultad que se dan para llegar hasta su psicólogo era esa enorme mesa de madera, donde se encontraban todas las cosas respecto a su paciente, Jeon Jungkook.

Lo había tratado con anterioridad, y no le vieron necesario el llevarlo más ahí. Hasta que ocasionó un problema —para Jungkook, nada grave y que tampoco se arrepentía de hacer —, y así todo se había ido a la mierda. Suspiró, un poco cansado. No queriendo continuar con esta cosa tan patética, donde solamente le preguntaban lo obvio y de eso sacaban conclusiones erróneas, pero como era un mocoso que estaba en el medio de palabras de adultos, con hasta diplomas y eso, su voz jamás podría llegar. Así que cabreado espero. Espero a que soltara todo y deber responder con una fingida calma.

—No lo volveré hacer —agachó su cabeza, queriendo que no se fijará en esa expresión de odio que estaba poseyendo a su rostro —. Pero había comenzado a molestar y eso...eso me hizo actuar mal.

Hasta decir las últimas palabras dolían. Dolían porque él no creía nada de eso pero de alguna manera simple debía de decirlo, para así que todo el show que ahora se estaban montando acabara de una buena vez. Jungkook estaba con dolor de cabeza, se sentía superado de varias cosas, quería decir que estaba mal. Que tenía miedo y no podía estar seguro de sí mismo en la mayoría del tiempo, haciendo que se crea una desconfianza a la casi toda la gente que iba conociendo. En su tiempo pudo haber confiado en sus padres, otros tal vez en su tío Yoongi, quien vivía en Busan junto a su pareja, de vez en cuando le iba a ver pero era una lástima como esa confianza que alguna vez tuvieron cuando él era pequeño se fue poco a poco. Amigos tampoco tenía ahora, el amigo que tuvo fue de su escuela pasada llamado Yugyeom pero ahora con suerte veía lo que publicaba en esas redes sociales. No iba hablar sus males con Jimin, si lo único que deseaba ofrecerle y poder mostrarle era la gran felicidad, el sentirse seguro y demostrar su amor.

Incluso quería engañarse a él mismo con que todo iba a salir bien. Porque así se lo repetía miles de veces antes de levantarse de su cama y abrir la puerta a todas las sorpresas que le deparaban cada día.

—¿Hablaron sobre el incidente?

—¿Qué? —soltó una amarga risa cuando volvían a mencionar esa cosa una y otra vez —. Ellos no deberían y seguramente ni están enterados sobre eso.

—¿Entonces por qué lo golpeaste?

—Porque molestaban al chico que me gusta.

Lo había dicho sin siquiera titubear y no le veía el porque iba a colocarse nervioso al decir la misma verdad. Aunque sus padres no quisieran aceptar eso, él así era. Lo sentía. No podían negarle aquello, aunque le amenazaran sobre este tipo de cosas y veía a su madre llorar con el miedo de que le sucediera algo malo, ella desconfiaba de la gente y le daba un profundo terror pensar que su hijo podría sufrir por ellos.

—Me habías dicho que no te gustaban los chicos —le estaba mirando un poco confundido. Anteriormente cuando habían hablado sobre temas amorosos, el chico había saltado con que ninguna chica le atrajo ni ningún chico, no se sentía atraído por nadie —. Ni siquiera te llamaban la atención.

—Es porque los chicos no me gustan. Solamente él —apoyó su mejilla contra su puño. Sintiendo lo caliente que estaban sus mejillas. Estaba sonrojado y eso le hizo recordar a cuando Jimin se avergonzaba un poco o se colocaba nervioso. Entonces sonrió de forma boba, cosa que llamó más la atención de su psicólogo.

—Lo siento Jungkook, pero no solamente puede gustarte un chico —frunció el ceño y miró un poco mal al joven —. Al menos debe atraerte otro chico, no puede gustarte uno solamente. Es imposible.

—Tienes razón...

—Me alegro que te des cuenta de lo que digo porque... —fue interrumpido.

—Lo que siento por él es mayor a solamente gustar —se inclinó un poco hacia el frente, mientras le mostraba una sonrisa al hombre más viejo —. Estoy enamorado.

Sabía que no fue una buena idea decir aquello, mucho menos a su psicólogo quien tenía una mente tan cerrada y ahora mismo le miraba con una expresión que significa una pura decepción. Lástima que ahora Jungkook sonreía sin importarle lo demás, porque después de todo era lo que realmente sentía.

—Puedes salir y dile a tus padres que entren —había comenzado a escribir las últimas cosas antes de ver meticulosamente el como se colocaba de pie e iba a paso tranquilo hacía la enorme puerta de madera, que había sido pintada de blanco y gracias  ese color, las manchas eran más notorias. Dándole una repulsión y molestia por escoger tan mal en una cosa tan simple, llegó a sentir impotencia por su yo del pasado pero todas esas sensaciones eran tapadas a la confesión de su paciente.

🌻

Media hora que estaba esperando afuera de la habitación donde hablaban con sus padres y él, se divertía al ver unos niños peleando por el marcador de color rojo. Ambos estaban pintando esos dibujos imprimidos que dejaba la secretaria ahí para que se calmaran un poco, y así hasta hacerlos evitar gritar. Aunque muchas veces eso no daba ninguna solución porque en este momento gritaban, queriendo tener el gran y maravilloso marcador rojo.

No estaba muy preocupado de lo que podrían decirle más tarde sus padres. Por ello trataba de ocupar sus pensamientos en otra cosa.

Como por ejemplo, si Jimin finalmente le había dicho a su madre toda la verdad. O que si ese día había ido finalmente a la escuela. Sabía que el chico prefería faltar pero tampoco quería que dependiera tanto de él, eso no era lo correcto. Tampoco sano. Abrió su boca para bostezar, odiaba tener que ir tan temprano a este tipo de cosas y que hiciera mucho frío, más si debía de quedarse esperando en una sala donde la calefacción no estaba funcionando, tal parece que se había averiado hace un par de días, a fin de cuentas no le dio una gran importancia a la mujer que trataba de explicarle todo a sus padres para cuando llegaron y de inmediato se quejaron del frío que estaba haciendo. Solamente se mantuvo en silencio y encogiéndose un poco mientras sus ojos estaban cerrados y trataba de que su mente fuera a otras direcciones que no fueran la realidad. Solamente esperar y ver a niños peleando no era algo que gustaba de hacer, para nada. Pensó también en Jimin y lo lindo que se veía al dormir. Tan lindo siempre, y más cuando sonreía y sus pequeños ojos desaparecían mientras un leve rubor se apoderaba de su rostro y trataba de tapar su sonrisa con la gordita mano que poseía.

También pensaba si Jimin había estado comiendo correctamente en casa. Le había notado desanimado y gracias a eso no tenía mucho apetito, claro que le obligaba al menos a comerse la mitad de su sándwich, no quería que enfermara. Además de que parecía siempre un poco resfriado, o al menos eso le aterraba de ver ya que el chico siempre tenía frío y se apegaba a él en busca de calor. Al tan solo pensar cuando abrazaba al castaño para que no tuviera tanto frío, una sonrisa se formó en su rostro.

—Extraño a Jimin —movió un poco las piernas, mientras tocaba su nariz y se daba cuenta de lo congelada que estaba.

Ignoró por completo la mirada de la niña que estaba sentada a su lado atragantándose con un pedazo de chocolate y luego se metía unas papas fritas en la boca, sin importar que se manchara o algo. Solamente tenía hambre y admiraba lo guapo que era el chico que estaba sentada a su lado, aunque mayor para ella, ya que tenía cerca de unos diez años. Le miraba casi babeando por lo bello que era el castaño, incluso quiso extender su mano y tocar si aquel ser tan majestuoso era real o no. Pero solamente se quedó comiendo papas y seguir comiendo chocolates. Y cuando Jungkook había comenzado a sentir una potente mirada sobre él, se giró un poco para ver a la persona que estaba sentada a su lado, lo que provocó un leve salto por parte de la chica, para luego ambos quedarse mirando un rato, hasta que ella le sonrió nerviosa y con sus dientes un poco sucios, aunque mejillas horriblemente rojas, como si tuviera fiebre. 

Jungkook quien solamente se había mantenido en silencio, le sonrío también a esa pequeña, aunque un poco nervioso ya que ella parecía que ni siquiera pestañeaba con tal de observarle todo el tiempo, bastante conmovida por él. 

—¿Quieres un poco de papas? 

—No, pero gracias por ofrecerme un poco —le miraba con toda la paciencia del mundo y es que su compañía no le era desagradable. 

—Como quieras —se encogió de hombros y siguió atragantándose con las papas. En ello no se había dado cuenta que el castaño sacó su celular para ver unas cosas, entre eso pudo ver la foto de un chico con labios bastante destacables y algo atrayente, al igual que pura inocencia se podía observar en la foto ya que parecía estar a punto de dormirse mientras tomaba un jugo de piña entre sus dos manos—. ¿Quién es? —se limpió las manos en su vestido. 

 —¿Él? Bueno...se llama Jimin —el solo hecho de decir su nombre, ya estaba sonriendo como un verdadero tonto. 

—Es lindo igual que tú —se limpió la boca también para poder ver un poco más en la pantalla—. ¿Son amigos? 

—Podría decirse que no, pero a la vez sí —eso le incomodó un poco ya que estaba cuerdo de no haberle pedido ser su novio al chico. 

—Le miras con cara de tonto —volvía a echarse un buen puñado de papas fritas a la boca—. Es como cuando yo miró a un chico y mi mamá me molesta conque me gusta. ¿Acaso también te gusta ese chico? 

Antes de que pudiera responder a la mocosa, la puerta se abrió, dejando ver a sus padres con una expresión un poco cabreada. Esa era la señal de que todo le había ido mal dentro de ese lugar. Y ahí fue cuando se dio cuenta que había tenido que huir a cualquier lugar en vez de quedarse sentado en esa incomoda silla donde solamente se moría por irse y encontrarse a Jimin. 



Yeeeeh bueno, este capítulo en la parte final no tiene mucho sentido pero tampoco lo hace la mayoría de las cosas que escribo  ajua espera qué. Bueno, me dio mucha pajita ver si no escribí algo mal y así, entonces pido disculpas de antes ♡ Y que espero que se haya disfrutado el capítulo, pudín se esfuerza men :c ya, me dejo de llorar ajkdha, bai bu.




20191030; ayer traté de subir este capítulo, pero como que la nueva actualización de wattpad hace que sea muuucho más lento cuando me carga la historia, entonces tengo poca paciencia y me termino yendo a jugar fatego aldal.

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