Flashback
En la sala de urgencias del hospital, Clara, la madre de los Jauregui, se encontraba internada, sabía que le había llegado el momento de partir, su último deseo era ver a sus tres hijos juntos, pedía con lágrimas en los ojos que ellos estuvieran allí, Lauren salió al pasillo para comunicarse con sus hermanos, Taylor tenía el móvil fuera del área de cobertura, pero el de su hermano repicaba sin ser contestado, hasta que en la última oportunidad, se logró comunicar.
-Christopher por favor necesito que vengas a ver a mamá - Lauren estaba en el teléfono caminando de un lado a otro mientras hablaba - Estamos en el hospital Trinidad, mamá quiere verte - se paró en seco y frunció el ceño
-Lauren, sabes muy bien que la relación con mamá nunca ha sido la mejor, ahora que necesitas un favor me llamas, pero mientras tanto nunca nos hemos comunicado - Lauren no podía creer lo que estaba escuchando, era verdad que ellos jamás se llevaron bien, pero la ojiverde no hacía esto por ella, era por su madre.
-Está bien, haz lo que quieras espero que luego no te arrepientas - Lauren colgó la comunicación.
Suspiró profundo con un gran dolor en el corazón, su madre estaba por partir, pero el orgullo de sus hermanos era aún más fuerte, se acercó lentamente a la habitación donde su madre estaba conectada a diferentes tubos, con la mirada perdida en el techo, y sus ojos llenos de lágrimas, Lauren imitó una sonrisa fingida y entró. Al momento de escucharla, Clara, la miró expectante.
-¿Pudiste comunicarte con tus hermanos? - preguntó esperanzada.
-Taylor, debe estar de viaje - mintió Lauren - Pero me pude comunicar con Chris, me dijo que en cuanto pudiera estaría aquí, no quiero que te preocupes por nada mamá - Clara hizo una mueca con su boca entendiendo el dolor de sus hijos con ella.
-Gracias Lauren, gracias por estar siempre conmigo, solo quiero que me prometas algo, si ellos llegan, y yo ya partí, no quiero que te pelees con ellos, no quiero que tu corazón guarde ningún rencor, eres muy especial hija - con el mayor amor de las madres Clara, acariciaba la mano de Lauren suavemente, mientras su hija agachaba la cabeza para que su madre no la vea llorar.
-Lo prometo mamá - dijo limpiándose las lágrimas - Ahora debes descansar ¿De acuerdo?
-Y tú debes comer algo, hace doce horas que no pruebas bocado - Aún en su condición Clara seguía llamándole la atención a su hija, Lauren sonrió con total ternura y asintió.
Se puso de pie besó la frente de su madre y la arropó como tantas veces había lo había hecho ella como cuando Lauren era pequeña.
-Te amo mamá
Los días pasaron, 3 para ser exactos, ni Christopher ni Taylor, llegaron al hospital, su madre falleció esperándolos. La única que se quedó a su lado hasta su último aliento fue Lauren, fue ella quien vio como se le iba la vida a su madre. En ese momento se prometió a sí misma, no volver a tener una relación con sus hermanos. Estaba dolida, enojada, decepcionada de ellos, su madre en un pasado se equivocó, pero no se merecía que sus propios hijos la juzgaran de esa manera. Ella dio todo lo que tuvo por ellos, renunció muchas veces a su felicidad para mantener a sus hijos felices. Lauren sabía que ella no se arrepentía de haberlo hecho jamás, pero sí había partido con la duda de que era lo que había hecho tan mal para que le guarden esa indiferencia, ella solo pedía ver a sus hijos juntos una última vez.
Fin Flashback
Las miradas cruzadas entre los hermanos tensionaba todo el aire a su alrededor, ninguno de los dos cedía
-¡Oye Chris!, tengo una duda, lo que a ti te falta ¿Se lo dieron a Lolón? - gritó Dinah la experta en romper tensiones, desde la distancia, Normani se largó a reír y chocaron ambas los cinco en el aire.
Christopher la miró con ojos llenos de furia, para luego enseñarle el dedo grosero.
-¿Estás lista Camila? - Lauren por primera vez en la mañana había sonreído de verdad, la razón era tener a la castaña frente a ella. Camila asintió
-Solo iré por las mochilas - dijo cuando quiso entrar a la cabaña
-Recuerda que tenemos que hablar Camila - dijo Chris tomándola del brazo algo brusco. Camila le miró la mano y este la retiró de inmediato. Lauren miraba la escena dispuesta a intervenir si era necesario.
-Hablaremos cuando yo quiera, ahora por favor retírate - indicó Camila saliendo de la cabaña con su mochila colgada en los hombros, y la de Dinah en la mano, Lauren tomó ambas y las llevó a la camioneta.
-Estamos listas chicas - dijo Normani abriendo la parte trasera de la camioneta para guardar los bolsos.
-Lauren, contigo también quiero hablar - dijo Chris acercándose en un trote, cuando Lauren lo observó bajó la mirada.
-Gib Laut - dijo Lauren en dirección a Inka, quien se puso de pie y comenzó a ladrarle e intimidar a Christopher, este paró en seco y comenzó a retroceder asustado. Lauren esbozó una sonrisa victoriosa.
-Muy graciosa Lauren - Dijo su hermano blanco del susto - Me quedaré unos días y hablaré contigo de todas maneras, lo mismo para ti Camila - comenzó a elevar la voz cuando notó que nadie lo escuchaba.
Una vez todas dentro de la camioneta, Lauren aceleró llenándole de tierra la cara a su hermano que se había quedado parado al costado del camino.
-¡Adiós Pito Chico! - gritó Dinah a toda voz mientras se alejaban y sacaba un brazo por la ventanilla.
Lauren había preparado algo especial para el día de hoy, las llevaría a una montaña cercana no muy difícil de escalar, pero que al llegar a la cima la vista era increíble. El camino fue silencioso para Camila y Lauren, mientras Dinah y Normani, se miraban cómplices en el asiento trasero, se besaban de vez en cuando y también reían.
Por más que la ojiverde se empeñara en pensar que el evento que pasó no opacaría la salida, se le estaba haciendo bastante difícil mantener su sonrisa, Camila se percató de esto y tomó la mano que Lauren llevaba en la palanca de cambio.
-¿Estás bien? - preguntó preocupada
-Lo estoy, no quiero que tus vacaciones se arruinen por esto, no te preocupes - Lauren mantuvo la mirada en el camino mientras hablaba.
-Lo se arruinarán, solo quiero que estés bien - Camila levantó la mano y acarició la mejilla de Lauren en forma de apoyo. Al sentir la calidez y suavidad de la piel de la castaña, Lauren cerró los ojos disfrutando el momento por un segundo. Luego suspiró como guardando ese recuerdo en su mente.
-Iremos a una montaña que no es difícil de escalar, tiene 2500 metros de altura, pero no haremos cumbre, solo ascenderemos lo suficiente para que puedan ver el valle. En todo su esplendor, verán que hermosa vista tienen desde allí - dijo Normani cuando notó que se acercaban al lugar.
-Así es - intervino Lauren - lo importante es que por favor hagan lo que nosotras digamos, no quiero correr riesgos innecesarios, la seguridad de ustedes es lo más importante.
-Lauren... - dijo Dinah mientras miraba sus uñas - ¿Sabías que te ves más sexy cuando te haces la adulta responsable? - si Dinah definitivamente le encantaba avergonzar a Lauren. Camila contuvo la risa y Normani la golpeó suavemente.
-Soy una persona adulta y responsable Dinah - dijo Lauren guiñándole un ojo a Camila. - Muy bien hemos llegado.
Todas bajaron de la camioneta y comenzaron a prepararse.
-A partir de aquí debemos caminar algunos kilómetros hacia esa dirección - Lauren levantó su brazo señalando hacia el oeste - Luego llegaremos a la planada de la montaña y comenzaremos a ascender - todas a asintieron y comenzaron a caminar, Normani y Dinah se adelantaron un poco, se tomaron de la mano, Camila aprovechó su torpeza para imitar un resbalón y agarrarse del brazo de Lauren, Inka, quien comenzó a olfatear, y estaba ajena a las interacciones de su ama, se adelantó un par de metros de las parejas. En el camino encontraron muchos paisajes, a los cuales Camila le sacaba foto aprovechando el hermoso día de sol que los acompañaba, el juego de luces y sombras que dibujaba la naturaleza hacía de los cuadros realmente memorables.
Lauren quien observaba a la castaña desde un poco la distancia, estudiaba cada movimiento, cada gesto, y se enamoraba más, pero tampoco podía olvidarse de que esa misma chica quien le había robado su corazón, era la ex novia de su hermano. El mundo era demasiado pequeño pensó. O quizás el destino ya estaba escrito para ellos, quizás sea una señal, o simplemente jugarretas de la vida que se empeñaba cada vez más en acercar a esos hermanos que fueron tan distantes por largos años. Sea como sea, el orgullo que sentía la ojiverde no era fácil de enterrar, fueron muchos dolores que ella tuvo que pasar, muchos desplantes, y egocentrismos por parte de sus hermanos los que ella tuvo que vivir, y los mismos que había decidido alejar hace mucho tiempo.
-¿Te sucede algo? - la voz de Camila cerca de su oído la sacó de sus pensamientos, ese aliento a menta que tenía la castaña le inundó las fosas nasales. Lauren sonrió levemente para luego negar con la cabeza.
-Solo pensaba - dijo la ojiverde sin dejar de caminar.
-¿Quieres contarme en qué? - insistió Camila.
-Cuando aclare mis pensamientos prometo contártelo todo - Camila conforme con esa respuesta volvió a tomar la mano de Lauren con una sonrisa, esta vez sin simular ninguna situación, simplemente por el hecho de así sentirlo. Lauren entrelazó los dedos y caminaron juntas, hablando de todo menos de los pensamientos y sentimientos de la ojiverde. Eso le producía la castaña, con su sola compañía, o conversaciones banales, podía transformar un día gris en un día totalmente soleado. Y era eso lo que más le gustaba a Lauren.
-Hemos llegado - dijo Normani sacándose su mochila de los hombros algo agitada. La depositó en el piso y comenzó a sacar las cuerdas.
Dinah miró la pared frente a ella y frunció el ceño.
-¿Escalaremos esto? - dijo girando y señalando a su espalda. Normani asintió con una gran sonrisa. - Está bastante empinado...
-Tú no te preocupes, sabes que puedes caer sobre mí cuando quieras - Normani coqueteaba con Dinah recordándole la vez que arreglaban el salón - Aunque jamás dejaré que te pase nada - le guiñó el ojo y comenzó a preparar los materiales para ascender.
Cuando Lauren llegó a su lado se comenzó a preparar de la misma manera. Ambas llevaban años haciendo esto, confiaban mutuamente, cuando ambas estuvieron listas, Normani se colocó el arnés en las piernas y lanzó la soga para la seguridad. Se acercó a la pared y con gran habilidad comenzó a subir, alternando manos y piernas. Mientras Lauren la sujetaba, Dinah le miraba el culo descaradamente, y Camila miraba los brazos de Lauren, que marcaban sus músculos con cada movimiento. Ambas suspiraron. Normani en menos de 20 minutos logró llegar a la cima, Lauren le colocó especial a Inka y la ató a la soga para Normani la subiera, ahora el turno de Dinah, quien se puso arnés y casco.
-Yo te sostendré desde aquí y Normani de allí, intentan pisar firme, si el terreno se mueve busca otro lugar, primero sube con las piernas, luego los brazos, no hagas las dos cosas al mismo tiempo o te caerás - luego de las directivas de Lauren, la polinesia se dispuso a subir.
-¡Vamos bebé aquí te espero! - gritó Normani viendo la cara de terror que había puesto Dinah, tanto Lauren como Camila contuvieron la risa.
-Que yisus me acompañe. - comenzó a escalar y luego de media hora estaba al lado de Normani llegando agitada, pero sana y salva. Tenía una sonrisa amplia en su rostro, le había encantado esa nueva experiencia. Podría repetirla una vez más si hiciera falta.
-¿Estás bien? - preguntó Normani mientras desabrochaba el arnés de Dinah, esta asintió feliz, tomó el rostro de Normani y le besó los labios, de esos besos que cuanto te separas te dejan con ganas de más.
-Genial, solo me duelen los músculos
-Es normal, debes estirar si no quieres desgarrarte. - Normani lanzó la cuerda para que subiera Camila, estaba más que feliz con el gesto de Dinah segundos atrás, no podía mentir, esa mujer la atraía y la atraía mucho.
-Tu turno preciosa - Dijo Lauren, dando las mismas indicaciones que a su amiga minutos atrás. - No te preocupes que te cuidaré.
Camila se dispuso a trepar sobre la pared, para Lauren le fue imposible no mirar el trasero de castaña que ya de por sí era hermoso pero con el arnés resaltaba aún más. Luego de unos par de minutos, Camila piso una piedra para ascender pero esta se despegó, provocando que se casi se cayera si no fuera por reflejos de Lauren que la sostenía desde abajo, quedó colgando en el aire algo asustada
-¿Estás bien? - Preguntó Lauren preocupada.
-Estoy bien - gritó Camila agarrándose nuevamente de las rocas para seguir su camino. Cuando llegó Dinah la abrazó fuerte. Su amiga se había preocupado. Mani le sacó la soga y el arnés.
-Estoy bien Dinah solo fue un resbalón - dijo mientras miraba hacia abajo esperando que subiera la ojiverde.
-Chicas ustedes sostendrán la soga desde aquí, traten de mantenerla firme si la cuerda se tensa - Indicó Normani. Ambas asintieron.
Una vez todo listo Lauren comenzó a escalar, alternando las piernas y los brazos, no le fue tarea difícil llegar a la cima, en poco menos de 20 minutos. Cuando lo hizo comenzaron a guardar todas las sogas para seguir camino. Comenzaron a caminar, y Lauren sacó una botella con agua para beber. Todas imitaron el gesto, era el medio día cuando llegaron al lugar que la ojiverde quería enseñarle a las chicas, era un descanso en la montaña, rodeada por pinos, rocas en forma de asiento, pero lo más hermoso era la vista que tenían desde allí a todo el valle, se podía observar, el río serpenteando para terminar en el lago, las montañas más altas recubiertas de nieve en sus puntos más altos, el verde de los árboles haciendo contraste con el azul del agua. Un lugar hermoso que pocas personas podían ser testigos.
Acercándose a un precipicio, Camila logró captar en fotografías cada detalle de tan majestuoso lugar.
-Aquí descansaremos y almorzaremos - Comentó Lauren dejando su mochila - Por favor no tiren plásticos, ni bolsas, ni comida, si algo queda nos lo llevamos de vuelta tal cual está ahora, tiene que quedar cuando nos vayamos - todas asintieron y se sentaron en las rocas dispuestas a revitalizar energías, Dinah y Normani algo más apartadas para dejar a sus amigas algo de privacidad.
-Me encanta este lugar - dijo Camila emocionada.
-Este lugar me ayuda a pensar, cuando algo me preocupa vengo aquí y analizo las posibilidades, el silencio, el aire puro, siempre ayuda. Además si te acercas al precipicio, y gritas, dicen que el viento se lleva todas tus preocupaciones. - Camila sonrió y miró hacia el barranco se puso de pie y tomó aire. Gritó tan fuerte como pudo, luego de hacerlo sonrió más calmada y se giró para extenderle la mano a Lauren invitándola a que hiciera lo mismo
-Tu turno - Lauren se puso de pie después de pensarlo unos segundos y se acercó. Sus pulmones se llenaron de aire y un grito colmó el lugar - ¿Mejor? - preguntó Camila con una sonrisa
-Mucho mejor - Lauren sonrió
-¿Me contarás que te ha tenido preocupada todo el día? - Lauren la miró y frunció el ceño - Es Christopher ¿verdad? - Lauren asintió.
-El mundo es demasiado pequeño - dijo en un suspiro - Nunca me hubiera imaginado encontrarlo aquí, y menos aún que tú lo conocieras.
-A mí también me sorprendió, jamás me hubiera imaginado que eran hermanos, son muy diferentes
-Tuvimos crianzas diferentes - dijo Lauren algo dolida - A él siempre le interesó más el dinero, la ambición terminó consumiéndolo. Pero mi problema real con él fue por mi madre, cuando ella enfermó, él simplemente la ignoró, nunca quiso verla, excepto claro cuando se hizo la lectura del testamento, fue el primero en aparecer, junto con el abogado de mi hermana, ambos se equivocaron mucho, eso no se lo perdonaré nunca. No nos hemos visto en muchos años, desde que lo que pasó con mi madre, él no se comportó como hombre, desde ese momento decidí que lo mejor era que ambos hicieran su vida, tanto él como mi hermana.
-Lo sé, fue por eso que rompimos - dijo Camila después de un momento de silencio, para Lauren pensar que esa mujer hermosa que está a su lado fue pareja de su hermano, le dolía en el alma - Somos muy diferentes - dijo Camila apenada
-Por lo poco que te conozco, se ve que son como el agua y aceite. No te imagino con alguien como él.
-¿Y con quien me imaginas? - dijo Camila mordiéndose el labio inferior mirándola fijamente.
Con alguien como yo, pensó Lauren. Sacudió la cabeza quitando ese pensamiento.
-Con alguien más humilde, más sencillo, sé que tú heredaste tu empresa, pero veo que nunca perteneciste a la alta sociedad. - abrió su mochila y sacó un sándwich, para compartirlo con Camila.
-¿De qué es? - Lauren lo miró
-De Atún y tomate - Camila lo aceptó y ambas comenzaron a comer.
-¿Ya están listas para esta noche? - dijo Lauren tratando de cambiar de tema, refiriéndose al baile. No se sentía con ánimos de continuar la conversación de su hermano, para ella era un caso perdido y Camila respetó eso.
-Si, ¿De verdad no irás? - Lauren negó con la cabeza
-No me siento cómoda en esos eventos, prefiero la tranquilidad de mi casa - Camila bajó la mirada sin decir más nada. - Pero puedo asegurarles que ustedes se divertirán. - esbozó una sonrisa.
-Si, Dinah está más que emocionada. Solo espero que me haga compañía toda la noche, porque lo que veo que ellas dos están liadas, y lo más probable es que me abandone a mitad de la noche.
-Si eso sucede puedes llamarme e iré a buscarte. Aunque estos lugares no son peligrosos estoy segura que será largo el camino.
-Te agradezco, pero alquilaremos un coche.
-De acuerdo pero la oferta sigue en pie. Ambas se miraron a los ojos y suspiraron.
Una vez que todas estuvieron listas y Camila sacara todas las fotos, en todos los ángulos posibles, decidieron que era tiempo de descender, las chicas debían estar listas para la noche, dejaron el lugar tal cual lo habían encontrado. Comenzaron a volverse por el sendero que había llegado, Mani con Dinah, y Lauren con Camila. No les fue trabajo difícil llegar al valle, donde se encontraba la camioneta, volvieron a las cabañas y luego de dejar a las chicas Lauren se fue a su cabaña, pensaba en todo lo que había sucedido, el volver a ver a su hermano no era un buen presagio, una de las razones por las cuales se había ido a vivir allí y hacer su vida, era alejarse lo más posible de ellos. Pero aparentemente la vida tiene que secretos preparados para nosotros que no logramos entender.
En la noche: Preparación de la fiesta.
LAUREN POV
Me encontraba recostada en el sillón mirando y sin ver nada a la vez en la televisión, la idea de ir al baile me tentaba, no por el baile en sí, sino más bien, por volver a ver a Camila, con el control remoto girando en su mano, su mente trabajando a mil por horas, miró a Inka, quien por supuesto, estaba echada a su lado. Aún tenía tiempo de prepararse.
-¿Tú piensas que tengo que ir? - Inka levantó y torció su cabeza - Claro que piensas que tengo que ir, a ti te cae bien Camila ¿Verdad? - comenzó a acariciar su cabeza. Inka comenzó a mover la cola agitadamente. - Está bien iré.
**
Decidí ir directamente al salón, pasé antes por las cabañas pero nadie se encontraba allí, me encontraba nerviosa, las reuniones nunca fueron mi fuerte, si había que hablar de deportes extremos, o medidas de seguridad, o simplemente que anzuelo usar a la hora de pescar, me sentía cómoda, pero este no era el caso. Al llegar Tomy el vendedor de la tienda de caza y pesca, se encontraba recibiendo a los invitados en la puerta, por su estampa de agente de seguridad, daba algo de miedo, pero su sonrisa y buen trato lo hacían una persona muy amable.
-¿Lauren? - Preguntó el chico acercándose hacia mí - ¿Eres tú?
-Hola Tom, buenas noches, ¿Cómo está la cosa? - sonreí y estreché mi mano
Como en un secreto de confesión, se acercó educadamente a mi ído
-Que decirte, algunos cuellos son imposible de encogerse - se alejó y me guiñó un ojo - Pero mírate tú, estás increíble con ese traje.
-Gracias Tom, me he puesto lo primero que encontré, no tenía pensado venir.
-¿Y cuál fue la razón por la que cambiaste de parecer? - Esa pregunta me sonrojó un poco y Tom, lo notó - Ah ahora entiendo, supongo que una señorita tiene algo que ver - Asentí con una sonrisa.
-Así es, pero no estoy segura si he elegido bien - Tom, me miró de arriba hacia abajo.
-No te preocupes que en cuanto te vea caerá a tus pies - sonreí y él hizo un ademán con la mano para que siguiera hacia adentro del salón. - Mucha suerte Lauren
-Gracias Tom.
Abrí las puertas estilo francesa de vidrio, lo primero que llamó mi atención fue la decoración de alta sociedad, las mesas y las sillas estaban vestidas de blanco, las cortinas color doradas le daban un aire sofisticado y renovador, habían muchas personas, muchos habitantes del pueblo vestidos de camareros, con traje de smoking y sus bandejas en las manos, estas se alternaban entre champagne y canapés de comida fina.
Sentí mi corazón acelerarse a pesar de que nadie notó mi presencia, con la mirada recorría los rostros a pesar de que conocía a mayoría de las personas, buscaba a alguien en especial. Noté las manos sudadas, me las froté una con la otra y respiré hondo tomando coraje. Las personas que ingresaban detrás de mí, me empujaron obligándome a bajar algunos escalones. Me moví quedándome en un rincón, para no molestar y tener una mejor vista por la altura. En mi recorrido reconocí una melena castaña, con su vestido color negro, largo entallado al cuerpo. Su espalda era descubierta y sinceramente su trasero se veía increíble. El aire comenzó a faltarme, en un momento de cobardía la idea de escaparme pasó por mi cabeza, era tentador solo tendría que salir de allí y nadie se daría cuenta. Cuando hice un par de pasos hacia la puerta sentí una mano en mi brazo evitándome seguir
-¿A dónde crees que vas Lolón? - Normani pensé
-Pensaba escaparme de ti y de ese apodo - me giré y la miré con una sonrisa. Ella me acercó más a su cuerpo para abrazarme. Abrazo al cual por supuesto correspondí. Cuando se separó me miró con sus ojos mi aspecto.
-Wow Lauren estás realmente increíble, cuando Camila te vea seguro se le cae la tanga - rodé los ojos por los comentarios de Mani. - Ven las chicas están por aquí, yo vine por unas copas y te vi. De verdad me encanta que lo hayas hecho. - Normani hablaba mientras caminábamos atravesando el salón, hasta dar con las chicas que charlaban entre sí. - ¡Chicas!, miren a quien me encontré - ambas giraron a mirarme y a Camila se le dibujó una amplia sonrisa en su rostro.
Ahora que estaba más cerca de ella el vestido que tenía realmente era increíble, le quedaba como un guante a su cuerpo hacienda sensual y formal al mismo tiempo. Los hombros eran cubiertos por pequeñas tiras, el escote dejaba ver el comienzo de sus senos pero sin ser grotesco ni vulgar, su maquillaje era de delicado, no exageradamente atrevido ni muy sutil, era perfecto, toda ella estaba perfecto.
Sin previo aviso, me abrazó rodeando sus brazos por mi cuello, y escondiendo su rostro en el mismo, no supe bien que hacer frente a este, miré a Dinah pidiendo ayuda, ella con gesto me indicó que la abrazara por su cintura lo cual hice con algo de prudencia. Luego tanto Normani como Dinah comenzaron a hacer gestos vulgares y rodé los ojos, concentrándome solo en el cuerpo cálido que tenía pegado a mi cuerpo.
-¿Te da alegría verme? - pregunté acercándome a su rostro.
-Gracias por venir Lauren, estás increíble. - Se separó un momento para mirarme a los ojos y besar mi mejilla, tierna y suavemente.
-¿Sabes que vine por ti? - Ella sonrió más si eso era posible y entrelazamos nuestros dedos sin dejar de mirarnos - Estás hermosa - dije apreciando su cuerpo.
-Al igual que tú. - Hacía mucho tiempo que nadie me decía esas palabras, o por lo menos nadie que me interesara como lo hacía ella.
Tras esto fui acercando mi boca hacia la suya quería probar sus labios, sus carnosos y apetecibles labios que ahora estaban color rojo carmín. Apoyé mis manos en su cintura el momento por fin estaba llegando, podía sentir su aliento a menta, podía escuchar su corazón latir al compás del mío.
-Ahora entiendo todo - dijo una voz a nuestras espaldas rompiendo el momento.
-Christopher... ¿Qué diablos haces aquí?
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