Se estaban besando. O bueno, al menos eso quería pensar de forma positiva Jimin.
Ya que él estaba estático y abrazando al pingüino demasiado fuerte. Se alegraba que aquella cosa no tuviera vida o si no sus ojos se agrandarían de forma anormal y terrorífica. Sentía todo su cuerpo tieso. Es su primer beso y no sabe cómo poder manejarlo. Nervioso pero feliz, dejó con una mano se apretar el muñeco y tirar un poco de la chaqueta que traía el muchacho. Sintió un frío en sus labios ya que ambos se habían separado y Jungkook apoyaba su frente en la de Jimin, tal parecía volver a tener el deseo de juntarse en un beso.
—Y...yo no —se sentía mareado. Jamás se le pasó por la cabeza que un beso le llegaría a hacer sentir tales cosas, era casi irreal para él —. Yo beso feo... —terminó de hablar para después morder sus labios, apetecía volver a besar a Jungkook.
—No besas feo —cuando depositó un beso en la frente de Jimin, le sacó unos mechones de cabello que le molestaban un poco en la cara del más bajo —...a mí me gusto.
Apretando los labios y con la cabeza gacha, evito sonreír de una forma en que sus mejillas le dolieran tanto que las terminaría tocando y frunciendo el ceño a la vez mientras pensaba el por qué tanta felicidad le hacía tener un leve dolor en las mejillas. Cuando estuvo seguro de que ya no iba a sonreír como un posible psicópata y espantar al castaño como para que se tirara de la altura en que estaban, pudo levantar su rostro y sintió que vio un hermoso cuadro de arte. Jungkook estaba desviando la cara y miraba el piso, él también hacía muecas raras que a Jimin le daban de reír por ellas de lo lindo que se veía, hay que contar que los colores de la tarde hacían tener un color más vivo al lugar y en especial al chico que le gustaba. Jeon tenía las mejillas rojas y sus dedos acariciaban los cortos cabellos de su nuca, evitando un poco la pena de quedarse sin hacer nada.
Estaba nervioso de cualquier modo y tener toda la atención de Jimin se le hacía peor para calmarse de lo acelerado que estaba su corazón.
Cuando unas pequeñas manos le acarician sus rojas mejillas, es cuando vuelven a mirarse a los ojos mutuamente. Jimin abre un poco los labios, dejando soltar un inaudible suspiro y mirando con adoración a la persona que le hacía feliz todos los días desde que se conocieron y no dejó su cabeza en ningún momento.
—Jungkook... —tomando el rostro del menor con mucho cuidado, hizo que se acercara un poco más.
—Dime, cariño —podía jurar que estaba muriendo pero de felicidad, y aunque ambos no sabían qué hacer exactamente por no recordar una escena de película romántica parecida a esta situación para guiarse, prefirieron crear una nueva.
—¿Puedo besarte? —un poco tímido, hizo un pequeño camino de roces por la cara de Jungkook hasta acariciar temeroso su labio inferior —. Quiero hacerlo...quiero besar...besarte.
—Entonces hazlo.
No necesitaron más para que se volvieran acercar sus labios y poder compartir un beso otra vez. Dejando caer el muñeco de Jungkook, quiso rodear sus brazos en el cuello del otro bastante tímido y con las mejillas ardiendo. Siendo casi mareante para todas las emociones que estaba viviendo al poder estar por primera vez en esta situación tan gloriosa. Los labios contrarios para ambos eran suaves y dulces. Estaban siendo torpes en los pequeños movimientos que daban para sentirse un poco más. Era algo magnífico para Jimin. Aún cuando volvían a separarse, no duraba demasiado. Jimin soltó un suspiro un poco desesperado cuando Jungkook había comenzando a darle cortos besos, provocando un poco de desesperación en Jimin ellos no pudieron evitar darse más besos de los que tenían calculado. Jungkook besaba a Jimin sonriendo y cuando podía, le decía lo adorable que era, haciendo que una que otra risita se le escapara.
—Jungkook —llamó despacio a su amado para que dejara ahora de besarle las mejillas —. Ya debemos bajarnos.
—No quiero —antes de que el otro pudiera al menos colocar sus piernas en el suelo, le abrazó pero sin colocar mucha fuerza en eso, aunque no evito aquella adorable exclamación del más pequeño —. No quiero separarme de ti.
—Yo tampoco, pero... —nervioso al tener tantas que quería hacer en su cabeza y repetirle miles de veces que gustaba del chico, pero que le estuviera abrazando y rozando la punta de su nariz en el cuello de Jimin le hizo temblar y colocar su cabeza en blanco por unos pocos segundos —, pero debemos bajarnos...podemos seguir juntos afuera.
Con un suspiro y un puchero en los finos labios de Jeon, tuvo que dejarle ir de sus fornidos brazos para tomar la mochila y muñeco, acomodarlos y al terminar, ya tenía la mano de Jimin rodeando la suya con un sonrisa tímida y riendo un poco ante su propia torpeza al actuar. Estaban seguros que parecían unos idiotas ahora mismo que no podían dejar de mirarse y que soltaban un risa lo bastante tonta como para provocar otra y así sucesivamente. Estaban felices y era lo que importaba.
Pero el día estaba acabando y con ello, era hora de volver a sus casas y verse en unos días más en la escuela. Aunque no les gustara eso, debían de esperar.
Así que antes de salir de la feria, ambos fueron a comprar un algodón de azúcar que se le apetecía a Jimin, y como el más alto quería consentirlo, le daría su dulce algodón. Cuando el chico pudo tener su dulce, lo primero que hizo fue besar las mejillas de Jungkook para luego ofrecerle algo de lo que le había comprado, pero se negó.
Jimin sonriendo, y temblando gracias al frío de la noche, apretó los labios, evitando que la agradable sonrisa que estaba teniendo se borrara por el frío que hacía y los deseos que tenía su cuerpo en hacer que sus dientes chocar, provocando cierta molestia en parecer alguien tan débil hacia el frío de la noche. Apostaba que sus manos estaban congeladas y cerró los ojos, abriendo un poco la boca para ver como salía vapor gracias a la baja temperatura que se había comenzando a dar. Y el abrir la boca fue un error ya que como se lo esperaba, sus dientes empezaron a chocar y hacer esos molestos ruidos que tanto odiaba. Se decía que ojalá hubiera llevado una chaqueta o un suéter que le pudiera abrigar en situaciones así pero es que, los nervios y esa estupidez que le había dado con verse bien ante la persona que te gusta le superó en cualquier sentido.
—Toma —bajando las cosas que impedían el movimiento completo de sus manos, le colocó la chaqueta que estaba llevando —. Por mí bien, no tengo frío, cariño.
Jimin se había querido negar a ese dulce comportamiento pero se mordió la lengua. Chasqueando la lengua, prefirió murmurar un tranquilo agradecimiento y vio una mano pasar frente a su rostro y finalmente yendo hacia el algodón de azúcar, sacando un poco y así comerlo en tranquilidad. Jimin le miró atento, admirando como Jungkook comenzaba a tener las mejillas rojas junto a la punta de su nariz, viéndose ridículamente tierno ante los ojos del otro. Sabía que estaba comenzando a tener frío, así que aunque no fuera suficiente, abrazó el —para su sorpresa — musculoso brazo del menor, ambos trataron de apagarse un poco más. El más bajo tenía su cabeza apoyada en el hombro de Jeon y con los ojos cerrados, aunque los abría para comer de su algodón y de partida; ver un poco más a Jungkook.
—Tengo una idea —cuando habló, su voz sonó un poco lastimosa gracias al frío que seguía teniendo.
—Entonces dime —volvió a sacar un poco del dulce. Debía distraer con algo con eso de que tenía frío. Tampoco deseaba que Jimin enfermara.
—Ponte la chaqueta —Jungkook se río ya que esa palabra era justamente la de esa película de artes marciales, así que antes de contestar con el diálogo que recordaba, Jimin prosiguió —. Por favor.
Jungkook dudando, le hizo caso y se la colocó bastante serio. Si no le gustaba la idea que le dio el chico, iba a obligarle a que colocara su chaqueta nuevamente. Así que cuando se la colocó, se quedo quieto esperando la siguiente orden del adorable chico que tenía para él solo.
—Cariño ¿Y ahora qué? —le vio morder esos gorditos labios que poseía.
Así que a paso lento y temblando, Jimin se colocó frente a Jungkook y apegó su espalda al pecho de este. Jungkook se sonrojo ante esa cercanía pero cuando se fijo que Jimin ahora abrazaba el muñeco y le había tocado con su codo el brazo, pudo captar que quería un abrazo. Así que lo hizo. Abrazó a Jimin por la espalda mientras ambos soltaban un suspiro y temblaban del frío, aunque de esa forma podían soportarlo bastante. Jungkook apoyó su mentón en la suave cabellera del otro. Y aunque poco a poco, el más bajo se movía para quedar de frente con él, de esa forma prefirieron abrazarse, como también besarse. Estuvieron así hasta que su transporte llegó.
🌻
—No debías acompañarme a casa —jugando con la pequeña correa de su mochila, miró con una sonrisa al más alto y aunque lo negará, la verdad es que sí le hacía feliz aquella compañía.
—Es mi obligación, cariño —aún cuando temblaba de frío, seguía jugando con el cabello de Jimin con una sonrisa bastante agradable.
—Debo entrar a casa.
No quería la verdad y por él invitaría a Jungkook incluso a dormir, pero estaba seguro que tendría problemas con sus padres. Pensó que para la próxima el podría hacerlo y cruzando los dedos, deseaba que el otro dijera que sí. Se estaba emocionando con sus futuros planes. Estaba tan feliz ahora mismo. Y entonces cuando se comenzaron a despedir, Jungkook tomó su mentón y le besó aquella pequeña nariz que poseía.
—Ten una buena noche, cariño —antes de recibir una despedida, le robó un beso a Jimin y después corrió un poco, quedando solamente a unos metros —. Por cierto, dile a tu madre que soy un buen chico...fue incómodo escucharla tan desconfiada de mí.
—Lo haré.
Jimin se quedó ahí, mirando como el castaño ahora abrazaba el pingüino e iba caminando tranquilamente. Y entonces, antes de que desapareciera por completo y esperara un tortuoso día para poder encontrarse con él, tomó valor para hablar.
—¡Jungkook! —gritó con las mejillas rojas y su cabello un poco desordenado gracias al molesto viento. Cuando vio que se daba vuelta para mirarle. Jimin sintió una gran felicidad dentro de él —. ¡Te quiero!
—¡Yo también te quiero, cariño! —con una sonrisa al ver lo adorable que estaba Jimin, se fue a casa con los dulces recuerdos que tuvo ese día.
hE TENIDO UN PÉSIMO DÍA. :'D Ah, no estoy de humor desde que bueno, una chica me mandó un mensaje insultando porque Jimin supuestamente era extremadamente 'zorra' en este fic y yo quedé lok, en serio. Se debió haber leído las primeras líneas no jODAS. Ya ah, me calmo. Necesito mi dosis Kookmin para andar en paz. Aunque el cabello rosa de Jimin cofcofparecefucsiacofcof me calman ahq.
Pudi pudín se despide con un nuevo capítulo de Ex's ¡No olvides dar like y suscribirte! ...Debo dejar de ver a YouTubers.<|3