Abrazo a Ligia apenas deja a la princesita inconsciente.
- Pensé que ibas a rostizarme - se tensa ella para relajarse un minuto después y llevarnos afuera. Donde Lorelei e Izzy nos esperan. Izzy juega con su cabello algo nerviosa.
- Allan - me recuerda Lorelei.
- Averigua todo lo que puedas - le digo a Lorelei que se marcha después de asentir. Ligia e Izzy se miran.
- Regresare a casa por unos días. Cosas de ser una Daniels, manténgame informada su alteza.
- Así será. Buen viaje - Abrazo a Izzy que se retira un momento después. Ligia espera.
- la pondré en marcha. Ella despertara en unas horas.
- Esta bien. Tengan cuidado.
- Tu también. Tú también - repite Ligia mientras ambas desaparecen.
...
Estuve entrenando toda la tarde, Henry parece haber desaparecido con mi hermano así que Abel me hace compañía. Él también espera irse pero su madre llega antes de que pueda hacer nada. Austin y Adriana Hewit son buenas personas, no sólo por ser amigos de mis padres sino que hay una luz en ellos. Una luz que hasta el mismo Abel es capaz de observar. Abel sabe que lo colgarán con la situación incómoda con Celine, pero Celine y Abigail parecen haber desaparecido en las garras de April, se que mamá retiene aquí a Abigail aunque a Mathew le gustaría su hija lo más lejos posible de mi hermano. ¿Qué haría Gema Aldrich para solucionar esto?
- Tu papá es un buen rey.
La voz de Jessica me sorprende. Puedo ver que se ha duchado y cambiado de ropa, ah, y que parece fuera de lugar en la mansión fuego de una forma que Richard y Lorelei no. No recuerdo demasiado de Anton o Aria sintiéndose incómodos aquí, ni siquiera a la tía-abuela Ada o Jimmy.
- Lo es - respondo y la acompaño de vuelta a su habitación. No sé que es lo ideal, quizá fui un poco brusca con ella está mañana, tanto que me alegró que Ligia la noqueara, apuesto a que mi hermano no lo habría consentido. Jessica mira al vacío, generalmente es una niña feliz, tranquila y un poco ansiosa si Richard esta cerca. Pero su estado actual me preocupa así que trato de aligerar el ambiente - a veces me pregunto si Cloe lo golpeó demasiado - bromeo.
Ella no capta el chiste. Esta muy aturdida.
- Jess. - Allan se acerca con cautela. - Richard vendrá por ti.
Allan tiene esa habilidad de ser una sombra, Henry no está a su espalda pero puedo decir que cada día mi hermano comienza a perturbarme.
- Lo sé. Me llevaran a casa de los Barh.
Allan y yo nos miramos, es demasiado predecible.
- No - intervengo. - Iras al caribe. La casa de.
- Tu abuela. La casa de Richard.
- es una locación segura - insiste Allan - Richard creció...
- sin contratiempos - concluye la pequeña aburrida. - Lo entiendo. Siempre quise ir.
Asiento y espero que mi hermano lo capte. Supongo que es una parte de Richard que a las dos nos gustaría conocer.
- ¿por qué dices que vendrá? ¿A dónde se fue?
Me giro a mi hermano para escuchar una respuesta, espero que Lorelei no aparezca en la línea de fuego justo ahora.
- Está descansando. Abel dice que duerme como oso. Cuando esté listo....
- ¿por qué no alguien mas? - pregunta ella.
- Selena podría llevarla - contesta mi hermano levantando la vista hacia mi. - Lorelei aún no está en funciones pero Anton...
Jessica ríe - Claro. Déjenme en manos de un Orailey. Mi madre siempre estuvo segura con uno.
Algo en la expresión de Allan no aprecia el comentario. Los Orailey, los Bennet, los Scheider y los Bahr tienen una historia, Richard Evans Bahr al parecer es protagonista de una y aunque Richard es mayor que nosotros. Sé que tanto Allan como yo, haríamos cualquier cosa para ayudarlo.