Algo más que palabras (#2 Sag...

By darlis_steff

14.4M 1.5M 1.3M

Por tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo... More

Algo más que Palabras
Prólogo
El comienzo de la guerra
Capítulo Uno: Reto
Capítulo Dos: Motivacional
Capítulo Tres: Tragos rechazad0s Vs Tragos aceptados
Capítulo Cuatro: Eloise y Mattheo
Capítulo Cinco: Apuesta llena de riesgos
Capítulo Seis: Visitante Inesperado
Capítulo Siete: Posible desastre
Capítulo Ocho: Demostración de la ficción
Capítulo Nueve: Expectativa Vs realidad
Capítulo Diez: Quejas y señales
Capítulo Once: Favores, emergencia y helado
Capítulo Doce: Preguntas imprudentes
Capítulo Trece: No todo son palabras
Capítulo Catorce: Sacar la basura
Capítulo Quince: Oferta de besos
Capítulo Dieciséis: ¿Mucho? Poco
Capítulo Diecisiete: Locura en el estudio
Capítulo Dieciocho: Un poco más
Capítulo Diecinueve: Bien jugado, Elise
Capítulo Veinte: Las quieres, las tienes
Capítulo Veintiuno: El postre
Capítulo Veintidós: Una cocina, una pared y confesiones innecesarias
Capítulo Veintitrés: Un poco de conversación
Capítulo Veinticuatro: El mundo se vuelve oscuro
Capítulo Veinticinco: Su historia para contar
Capítulo Veintiséis: Visitante no deseado
Capítulo Veintisiete: La verdad de Matthew
Capítulo Veintiocho: ¿Limpio o sucio?
Capítulo Veintinueve: Respuestas para Dante
Capítulo Treinta y Uno: Sentir
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte I)
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte II)
Capítulo Treinta Tres: No es una suposición, es un hecho
Capítulo Treinta y Cuatro: Corazones rotos
Capítulo Treinta y Cinco: Viejos temores
Capítulo Treinta y Seis: Perdiendo la esperanza
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte I)
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte II)
Capítulo Treinta y Ocho: Decepción
Capítulo Treinta y Nueve: La verdad
Capítulo Cuarenta: Retomando las fuerzas
Capítulo Cuarenta y Uno: Más que un espectador.
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio (Parte I)
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio(Parte II)
Capítulo Cuarenta y Tres: Distintos finales felices (Penúltimo)
Capítulo Cuarenta y Cuatro: Algo más que palabras (Final)
Epílogo

Capítulo Treinta: Mezcla de emociones

269K 27.7K 12.8K
By darlis_steff


Capítulo treinta: Mezcla de emociones.

Matthew se tensa y tiene este bonito gesto de ponerse frente a mí como si pretendiera ocultarme de ella, es algo muy honorable de su parte, pero puedo lidiar con esta batalla. Así que dejo mi mano en su brazo para ubicarme a su lado.

Hope parpadea muchas veces mientras mueve su pie de forma inquieta. Se ve fatal, no es esta preciosa chica con cuerpo de bailarina cuya presencia te recuerda la de una muñeca perfecta e intocable. Mi hermana está rota.

Su labio inferior tiembla antes que lo muerda con tanta fuerza que una gota de sangre rueda por su barbilla. Supongo que me siento como una madre que ve a su hijo ser destruido por las drogas. Es un dolor feo, una sensación desosiego, impotencia y mucha tristeza.

—Lo-lo siento...—alcanzo a escucharla mientras pasa la manga de su suerte por su barbilla limpiando el rastro de sangre. Cierro mis ojos con fuerzas, respiro hondo y los vuelvo a abrir. Doy pasos tentadores hacia ella porque no sé cómo vaya a reaccionar y no olvido lo que me ha hecho, no creo que en este momento en mí se encuentre el perdón y quizá eso me haga una mala persona, pero eso no quiere decir que no esté dispuesta a ayudarla a salir de la oscuridad en la que se encuentra.

— ¿Qué sientes, Hope?

—Haberte...Lo que te hice. Lo siento—se abraza a sí misma.

— ¿Por qué lo hiciste?

—No lo sé...—mira hacia el suelo y luego sus ojos enrojecidos y húmedos me encuentran—. No me siento yo...Ayúdame, no puedo escapar.

— ¿Escapar de qué?

—De mí. Yo necesito dinero, de verdad lo necesito.

Lo necesita para pagar la droga a la que es adicta. Volteo a ver a Matthew y hay una mueca en sus labios, una que luce triste porque estoy segura de que él entiende lo qué sucede con mi hermana. Doy más pasos hacia ella.

—Voy a ayudarte, Hope.

— ¿Lo harás? —parece esperanzada.

—Lo haré, pero debes permanecer ahora mismo conmigo ¿De acuerdo?

— ¿Y prometes ayudarme?

—Lo prometo.

Pero no de la forma en la que ella lo espera, no es que vaya a decírselo ahora mismo.

Ella corta la distancia entre nosotras y me tenso, pero entonces envuelve sus brazos alrededor de mi cintura abrazándome. Me toma por sorpresa, hace mucho tiempo Hope y yo no teníamos un contacto tan directo que demostrara algún lazo afectivo.

Envuelvo mis brazos a su alrededor algo dudosa, intento encontrar el perdón en mí para el daño que me causo hace tan poco tiempo, intento entender que estaba bajo los efectos de la drogas, pero una parte terca de mí aún se aferra a esos malos sentimientos, una parte de mí que lucha contra la parte que llora en silencio por lo que sucede con Hope. Aun así la amo y me duele tanto verla en este estado tan deplorable.

Su cuerpo se estremece mientras llora y me agradece, lo repite una y otra vez. Mis ojos se humedecen y la sostengo.

—Debemos conseguir que alguien se quede con papá para poder ayudarte—murmuro—. No podemos dejarlo verte así ¿Lo sabes verdad?

—No, no, no puede verme así. Soy su bailarina bonita.

—Lo eres—aclaro mi garganta—. Matthew.

— ¿Si?

— ¿Puedes tomar el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón? —lo hace sin dudar—La clave es 9067. Busca el número de Holden, llama y dile que lo necesito aquí para que se quede con papá, él entenderá que es una emergencia, por favor.

Matthew hace lo que le digo, intento salir del abrazo de Hope pero se aferra a mí con mucha más fuerza.

—No me abandones. Ayúdame.

—Prometo que lo haré, necesito entrar y explicarle a papá que debo irme. Conseguiré algo de ropa limpia para ti ¿De acuerdo? Quédate aquí con Matthew, él no va a hacerte daño y tú no le harás daño ¿De acuerdo?

Poco a poco logro liberarme de su abrazo, Matthew abre la puerta trasera de su auto y yo la hago subir. Él me entrega mi celular.

—Holden dice que viene en camino, pero que viene con Parker porque estaban en algún seminario o algo así.

—Está bien.

—Oye—toma mi rostro entre sus manos, me observa fijamente—. No estás sola, estoy justo aquí contigo, todo irá bien.

—Tienes razón—me pongo de puntillas y dejo un beso en su barbilla—. Debo llamar a Edgar, nunca pensé que diría esto, pero lo necesito.

—Haz lo que tengas que hacer, pero no sientas culpa de ello ¿De acuerdo?

Lo miro fijamente antes de alzarme en las puntas de mis pies y besarlo brevemente, luego lo abrazo.

—No es el mejor momento para decirte esto, pero...

— ¿Pero?

—Estoy muy segura de que estoy más allá de la mitad del camino para estar enamorada de ti.

No lo dejo responderme, le doy otro breve beso antes de caminar hacia la casa marcando el número de Edgar. Me duele el corazón al saber que estoy a poco de tener que mentirle a papá, pero también siento que mi corazón saldrá de mi pecho porque me doy cuenta de que acabo de decirle a Matthew sobre este nuevo sentimiento hacia él.

Soy una mezcla de emociones.

***

Cuando llegamos a mí casa, Hope parecía no ser capaz de verme a la cara, sé en lo que pensaba, justo en lo que pensaba yo: la última vez que estuvo aquí. Traté de ignorar todo ello, el rencor, malos recuerdos y experiencias entre nosotras mientras la hice tomar una ducha y vestirse con ropa limpia.

Me dejó cepillar su cabello y ella comenzó a hablar sobre las clases de baile. En un principio eran cosas buenas, pero luego las cosas se volvieron turbias. Habló sobre la presión, sobre su déspota instructora, sus compañeras de baile, el constante susurro de querer ser la mejor y el no creer serlo. No es que todo ello vaya a hacerme justificar sus acciones, pero me dan un vistazo de todas las grietas que fueron quebrándola.

Muy pocas veces logró verme a los ojos y había esta inquietud en su cuerpo que me hacía saber que en cualquier momento la ansiedad la transformaría. Su cuerpo es adicto a las drogas.

Cuando Edgar llegó en un primer momento estaba muy desconcertada y luego corrió a sus brazos. Ha sido la primera vez en mucho tiempo que vi a Edgar ser tan abierto sobre sus sentimientos, y supe entonces que él tiene la misma necesidad que yo de cuidar de nuestra hermana pequeña.

Ella pregunta si él también está dispuesto a darle dinero y Edgar me ve antes de responderle de forma afirmativa. Matthew en ningún momento se va, él se mantiene a mi lado ayudándome a hacer tramites muy rápidos y llenarle una mochila a Hope con lo necesario. Quizá esto le recuerda un poco a su tiempo internado por lo que me encargué de preguntárselo:

— ¿Te trae malos recuerdos?

—No, solo espero que al igual que yo, ella logre encontrarse.

Así que cuando estuvo listo, hablé en privado con Edgar mientras Matthew permaneció con Hope, incluso él se esforzó en tener alguna conversación con ella. Ha sido impactante ver que la actitud mimada y prepotente ha desaparecido para dar paso a una chica llena de ansiedad, inseguridad e inestabilidad. Edgar y yo hablamos rápidamente de lo que ya se ha decidido, me doy cuenta que soy la más firme sobre esta situación porque por un momento pareció que él iba a flaquear, pero tomo sus antebrazos con mis manos.

—No puedes detenerte ahora, Edgar, ella lo necesita. Si quieres ayudarla, esto es lo mejor.

—Va a sufrir.

—Pero sanará. Entiendo que la vez como tu protegida, pero en este momento ella no necesita que la consientas, necesita que seas un tipo duro que tomé la decisión correcta y la ayudes a sanar.

—Odio tanto toda esta mierda.

Y eso fue lo último que discutimos antes de subir a la camioneta de Matthew que parecía ser el auto más grande. Sonreí un poco a Matthew cuando encendió la radio y dejé mi mano sobre su muslo. Intenté que mi mirada, mis gestos y tacto le hicieran saber cuánto agradecía que estuviera conmigo en un momento tan duro.

Y ahora estoy luchando fuertemente con las lágrimas mientras Hope grita y se aferra a Edgar, él ni siquiera puede hablar sus ojos están conteniendo lágrimas mientras ella implora que no haga esto.

—Te amo, Hope. Debo hacer lo correcto.

—Te odio. No sabes lo que es correcto. Te odio.

—No puedo hacer esto—Edgar sacude su cabeza y da grandes zancadas alejándose, sé que si se queda otro poco más el cederá porque la está viendo sufrir. Los ojos maniáticos de Hope caen en mí y pronto tengo sus manos apretando de manera muy dolorosa mis brazos.

—Por favor, no me dejes aquí. Estaré bien, puedes ayudarme aquí, pero no me dejes aquí, por favor. No me abandones, necesito a mi familia conmigo, esto no va a ayudarme.

Sé que está comenzando a usar la manipulación como salvavidas pero eso no quiere decir que una parte de mí no quiera ceder, sin embargo me mantengo fuerte y la veo fijamente cuando dejo caer mis siguientes palabras:

—Necesitas ayuda, aquí estarás bien. Te amo, pero no voy a ayudarte a destruirte.

—Perdóname, por favor perdóname, pero no me dejes. Por favor, Eli, no me abandones.

—Lo hago por tu bien, Hope. Estarás bien.

No sé qué ve en mi ojos, quizá ve mi determinación a hacer esto para ayudarla, porque su rostro se endurece y da pasos hacia atrás mientras se abraza a si misma.

—Ustedes no son mi familia, quieren botarme porque soy imperfecta. Te llevas a Edgar como a todo. Los odio, púdranse en su maldita familia de la que no quiero ser nunca más parte. No venga nunca a verme ¡Los odio! ¡Bastardos! ¡Los odios!

Me doy la vuelta saliendo de la habitación y dejándola junto a trabajadores de la clínica de desintoxicación en donde la hemos internado. Escucho sus gritos y llanto. Su rabia la hace gritar que nos odia, pero su desesperación también la hace gritar perdón y que nos ama. Es horrible, siento mi estómago revolverse y lucho contra la urgencia de querer vomitar.

A mitad de pasillo encuentro a Edgar, está doblado con las manos sobre sus rodillas y los ojos cerrados. Sus mejillas están sonrojadas y cuando sus ojos se abren una especie de entendimiento pasa entre nosotros. Me acerco y aprieto su mano con la mía.

—Estará bien, hacemos bien.

—Lo estará, lo hacemos—repite devolviéndome el apretón.

Es la primera decisión que tomamos juntos y tenemos esperanza en ella. Nos reunimos con el director del lugar y cuando todo está dicho, camino fuera del lugar y de inmediato abrazo a Matthew cuando sale de su camioneta en donde nos esperaba.

Agradezco mucho que esté aquí, porque no debe ser fácil para él, hace años está era su historia, no una clínica de desintoxicación, pero era él quien se quedaba gritando mientras otras personas tomaban la decisión más importantes de sus vidas al dejarlo para que obtuviera ayuda. Ahora él está de este lado de la historia y ha decidido sostenerme.

—Gracias—susurro.

—Siempre contigo, Elise.

***

9 de septiembre, 2015.

— ¿Cómo van las cosas con Hope? —Breana trata de ser cautelosa sobre ello.

—No llamó todos los días y lleva poco tiempo, he llamado una vez. Edgar ha llamado todos los días para ver cómo le va.

—Así que tus hermanos si tienen un corazón, lamento haber pensado que no, tenías razón sobre mantener tus reservas con ellos.

—No te preocupes, tú solo viste lo que ellos quisieron mostrar. No es que son las mejores personas ahora, pero supongo que todo podría ir mejor a partir de acá ¿verdad?

—Eso espero, pero...Aun así has estado de buen humor.

—Una vez más iré a cenar con Matthew, está vez a algún restaurante que está abierto toda la noche lo cual viene bien con este horario mío y ayuda a que mantengamos la ropa puesta.

—Ow, es una cita.

—Supongo que lo es—sonrío mientras continúo respondiendo comentarios en mis redes sociales.

— ¿Y qué ha pasado con Kurt?

—Mataron a su personaje, ya lo grabaron. Son unos idiotas, él es un excelente actor y esas fotos son de hace al menos un año y medio. Pero estoy segura que tendrá nuevos proyectos y creo que él está viendo a alguien, pensé que era su coestrella, pero me da a entender que no es así.

»Resulta que ha estado más veces de vuelta en Londres de las que yo originalmente creía cuando nos encontrábamos.

—Suena como un chisme jugoso.

—Sí, supongo que le sacaré esa información ¿Qué tal las cosas con Ryry?

—Las cosas con Rayan son...Raras—concluye frunciendo el ceño mientras se observa en el espejo el maquillaje—. Estamos bien, pero a veces él es un poco raro, no sé, siento que no es lo mismo. Rayan no me ve igual.

— ¿Te refieres al hecho de que ahora se come tu culo más libremente con los ojos? Porque sí, también noté eso.

—No inventes—rueda sus ojos—. Solo no sé, estamos bien pero a veces parece que estamos incómodos o sin saber qué decirnos—suspira—. Yo necesito dejar de verlo con ojos de corazones, necesito que deje de gustarme, mi vida será más fácil cuando eso suceda.

—Entonces tu vida siempre será complicada, han pasado cuatro años y aquí sigues, deseando que no te guste. Lo has visto tener novias y citas y aun así, continúas loca por él.

—Mi maldición. Es su culpa, él es tan atractivo, caliente, tierno, amable y tan ¡Él! Quizá solo deba salir con alguien, cuando estaba con Demian de alguna manera no me enfocaba en Rayan.

—Y ese idiota te rompió el corazón.

—No lo rompió, solo lo ensució y me enseñó a no ser una tonta ingenua.

— ¿Crees que estás enamorada de Rayan?

— ¡Cinco minutos! —Grita Steven tocando la puerta y haciendo que nos demos prisa, puedo admitir que está vez si vamos bastante retrasados.

***

No me cuesta localizar a Matthew en una mesa, él está enfocado en su teléfono y no nota mi presencia hasta que estoy frente a él. Alza lentamente su mirada hasta encontrarse con la mía.

—Musa.

—Hola a ti, escritor.

Saca la silla de su lado y me siento, volteo mi rostro hacia él y recibo un suave beso en los labios.

—Lamento la tardanza, Kennedy de nuevo me felicitaba y hablaba sobre que estoy despertando.

— ¿Estabas dormida?

—Según mi productor sí.

—En ese caso, felicidades por despertar.

Ambos reímos y evaluamos la comida en el menú, el mesero se acerca a tomar nuestros pedidos y luego se aleja. Los dedos de Matthew acarician mi cabello retenido en una coleta alta.

—Hoy te ves como toda una profesional. Como una especie de CEO atractiva, dura e inalcanzable.

—Eso es un cumplido ¿Verdad?

—Lo es. Así que hablemos...

—Son las palabras que pueden alarmar a toda chica—bromeo. Pasa un dedo debajo de mis parpados, aun llevo maquillaje y es necesario debido a que no dormí muy bien y vengo del programa.

—No hay nada por lo qué alarmarse.

—Entonces ¿De qué quieres hablar?

— ¿Se lo dijiste a tu papá?

Sé que se refiere a la situación de Hope e inmediatamente suspiro, me sonríe y deja un beso en mi barbilla del modo en el que yo suelo hacerlo en la suya.

—Sí. Fue un momento duro, pero él parece agradecido. No sé, siento que le duele pero en parte le da paz que ella esté obteniendo ayuda y cuente con nosotros tres. Me dijo que siempre ha sabido de mi corazón bondadoso y que no hay día en el que no se sienta orgulloso de mí.

—Esas tuvieron que ser unas bonitas palabras para escuchar.

—Lo fueron. Siento que estos han sido días extraños. Por lo general mi vida sería tranquila, sin mucho drama y complicaciones. Saldría, iría a casa, trabajaría y entonces haría mucho ejercicio y salidas de diversión para drenar cualquier indicio de frustración sexual. Pero a veces la vida cambia y aunque ahora las cosas parecen un poco desequilibradas no puedo negar que esos cambios me han traído a un novio espectacular de voz para morirse ¿Verdad? Además tiene el bonus de que él escribe una historia de mí. Creo que muy pocos podrían superar eso.

—Me das demasiado crédito.

—No, no soy de otorgar puntos de gratis. He conocido diversas facetas de ti y tengo credibilidad para dar mi opinión y sentirme afortunada. Tú solo acepta el alago ¿Quieres?

—Si lo pides así de amable.

—Por cierto, gracias por adaptarte de esta manera a mi horario, sé que es una locura cenar a esta hora o esperar por mí...

—Me gusta hacerlo, no se trata de ser bueno, se trata de ser astuto y hacer todo lo que está en mis manos para pasar tiempo contigo.

—Recuérdame más tarde que te debo un beso, te lo ganaste.

— ¿Un beso? Soy un poco más ambicioso.

Río y soy feliz cuando nuestras comidas llegan. Pude haber cenado antes del programa, pero creo que me he acostumbrado a hacerlo después, lo cual no es saludable, pero es lo que es. De igual manera mi plato consiste en una ensalada con tiras de pollo, nada excesivamente pesado. Mientras comemos conversamos y aun me sorprende toda esta comodidad y normalidad entre nosotros.

El modo en el que actuamos definitivamente como una pareja. Me sorprende de buena manera, me gusta.

—Quiero hacer dos invitaciones.

—Codicioso ¿No puedes solo ir por una?

—Pienso en grande tal vez; pero no me desvíes de mi punto.

—De acuerdo.

—Lo primero, es que almuerces con mi familia.

—Bastante formal.

— ¿Es ese un rechazo educado?

—No—río masticando lentamente, trago—, no tengo problemas el almorzar con tu familia ya lo he hecho.

—Pero antes no eras mi novia.

—Buen punto ¿Cuál es la segunda invitación?

—Hay un evento en la editorial, es formal y me gustaría que vinieras conmigo.

— ¿Fotógrafos, publicidad, algunos rostros conocidos?

—Sí ¿Mucho para ti?

—Creo que aún no has entendido que así como has estado para mí, pretendo estarlo para ti. Cuenta conmigo como tu acompañante.

Continuamos comiendo y conversando, permanecemos unos minutos después de terminar, pero Matthew nota cuánto necesito recuperar horas de sueño y finalmente comenzamos a retirarnos. Siento por primera vez, de forma descarada, como estamos siendo fotografiados mientras nos despedimos. Lo abrazo y luego él reclama sus besos que no me niego a darles.

— ¿Cuándo te veo? —pregunto sabiendo que mañana no será.

—Almuerzo con mi familia, pasaré por ti.

—Está bien—le doy otro beso rápido y subo a mi auto, el cierra la puerta por mí.

— ¿Musa?

— ¿Si, escritor?

—También estoy seguro que estoy más allá de mitad de camino de estar enamorado de ti.

Hago una cosa totalmente de chica ida en las nubes: suspiro. Pero es la clase de suspiro soñador, profundo y dulce con sonrisa embobada. No pensé llegar a este punto.

—Somos un par de locos, querido escritor.

—Una buena locura. Conduce con cuidado—mete su cabeza a través de la ventana y me da otro beso—. Dulces sueños.

***

10 de septiembre, 2015.

Necesito tomar una ducha, vengo del gimnasio, revisar mis preguntas para el invitado de hoy, llamar a papá y realizar ciertos pagos. Tomo mi correo de mi buzón y entro a casa. Camino hacia la cocina y dejo los sobres sobre el mesón para tomar prácticamente toda una botella de agua. Me saco el top quedando en sujetador deportivo y mi timbre suena.

Compruebo de quién se trata y ruedo mis ojos al ver a Derek, abro la puerta y hace un ridículo puchero.

—Una mujer quiso cortar mi cabello mientras dormía para hacer magia sobre mí y que yo cayera hechizado no sé si supera a la mujer que encontré haciéndole agujeros a los condones.

— ¿Podemos hacer una política de que no salgas con locas?

—Eso sería conveniente, ahora déjame pasar y dame consuelo.

Me hago a un lado y camino de vuelta a la cocina siendo seguida por él. Se sienta sobre mi mesón y toma un durazno de la cesta de frutas.

—Tienes un chupetón en el cuello.

—Y también uno muy cerca de mis bolas, resulta que era la mujer aspiradora— declara y no hay manera en la que yo no ría—. Cualquiera creería que era una cualidad, pero no cuando me dejó como un puto ganado marcado.

— ¿No te van los chupetones?

—No. No soy un ganado y tampoco me follo a ganados.

—Interesante percepción.

Abro uno de los sobres que resulta ser del banco con alguna nueva tarjeta de crédito que no pedí, pero que amablemente aceptaré. Recibos de constancias de pagos, exámenes mensuales de papá, promociones, algunas invitaciones y una carta de una revista digital.

» ¿Así que soy tu consuelo cuando te va mal en tus aventuras? ¿O siempre soy la casa más cerca?

—Me gusta tu casa, no te quejas y no me aburres.

—Cada vez me siento más alagada Derek, sí que sabes lucirte—volteo a verlo justo a tiempo para atrapar su sonrisa que hace pecar a tantas mujeres—. Tu cabello ha crecido mucho.

—Quizá solo lo deje crecer, que moleste a Kennedy le da puntos extras.

—Hablando de Kennedy, él está actuando un tanto raro conmigo. En serio, parece que me besa los pies o algo, dice que desperté.

—Kennedy nunca ha sido normal—se encoge de hombros—. Quizá solo está obsesionándose contigo, pensé que lo ponía Valerie—hago una mueca—. No es tan descabellado, todo el tiempo proponiendo que ella muestre más, molestándola y a la vez queriendo agradarle, en serio, quizá solo lo pone a mil.

—Si ese es el caso, pobre Val.

—Pero está siendo raro.

—Estaremos atentos.

Asiento de manera distraída con mi cabeza abriendo la carta de la revista. Es corta pero muy desconcertante.



"Estimada Elise Smith.

Estamos muy complacidos con usted y su trabajo. Nos comunicaremos con su agente para hacerle llegar las pautas.

De antemano, gracias por la oportunidad. Somos una revista en crecimiento y valoramos este tipo de actuaciones.

Disculpe si la formalidad de una carta física la incómoda, pero nos dimos cuenta que es usted especial y siempre le estaremos agradecidos.

Un fuerte abrazo,

Alejandra Moreno, Ceo Riudash."



—Oye ¿conoces la revista digital Riudash?

—Sí, siempre son los primeros en informar en las redes sobre algo referente al espectáculo o mundo en general. Todo tipo de problemas, desde entretenimiento a política.

—Están agradeciéndome y alabándome, debo hablar con Karla. No me he puesto al día con los nuevos contratos y propuestas llegando. He estado muy atrasada y esto es prueba de ello.

—Papeleo, el peor momento de nuestro trabajo.

—Pensé que el peor momento para ti era el de tener que hacer la tediosa fase de publicidad.

—Esa también es la peor parte.

—Iré a darme un baño, señor quejica. No destruyas mi hogar.

—Descuida, solo me sentaré a ver porno con la laptop conectada a tu televisión.

—Al menos espero que sea porno suscrita de calidad y no alguna página que me deje con mil virus—le sigo la broma, aunque tratándose de Derek cuyo nivel de descaro está muy elevado, cualquier cosa se puede esperar.

Tomo mi celular y camino hasta mi habitación para ir a mi baño y ducharme, mi celular vibra, justamente es Karla, mi agente, enviándome un correo.



Asunto: por revisar.

"Elise, te adjunto una lista ordenada por fecha y prioridad tu agenda. También encuentras los contratos que debes estudiar y posibles propuestas.

Tienes varias invitaciones las cuales considero pertinentes que les des respuesta. Así, encontrarás adjunto tus comprobantes de pago sobre lo que va del mes y facturas por cancelar.

NECESITO que revises cada cosa con cabeza fría para tomar la dirección.

Por cierto, eres la jefa, pero agradecería que algunas cosas me las consultaras o me dijeras con antelación para no ser tomada por sorpresa.

Otro detalle, te dejo links de una serie de fotos filtradas de ti en continuas salidas con Matthew Williams ¿Debo preparar algún comunicado?

Y además..."



Y el correo sigue, me divierte un poco que Karla siempre use "otro detalle" cuando son miles de detalles. Hay un montón de cosas adjunta que serán mejor revisarlas en mi laptop o Tablet. Leo rápidamente y le respondo prometiendo darle una respuesta más específica desglosando cada uno de sus detalles y recalcando que hay cosas sobre las que debemos hablar, como el hecho de que al parecer me ha comprometido a cosas como es el caso de la revista digital.

Envío y le redacto un rápido correo a Matthew.



Asunto: Recordemos.

"Querido escritor, estoy a instantes de desnudarme.

Seguramente, eso te ha dejado con pensamientos interesantes ¿Puedes recordarme sin ropa? Apuesto que sí.

Estoy sucia.

Tomaré una ducha y en tu honor recordaré como salvamos al planeta ahorrando agua...

Espero estés teniendo un bonito día.

Perdida en recuerdos, Elise Smith"



Cierro la puerta del baño y me desvisto con rapidez, su respuesta no tarda en llegar.



Asunto: Re: Recordemos.

"Nunca olvidaría tu cuerpo desnudo.

Me matas lentamente.

Mi día está muy bien, mejor si ahorra agua de nuevo contigo.

Perdido contigo en recuerdos, Matt."



Sonrío. Mi vida ha cambiado de cierta manera en los últimos meses, me he dado cuenta que he conseguido vivir, experimentar y un montón de buenos momentos para atesorar. Algunas cosas son turbias, algunos momentos malos o desagradables, pero al final del día creo que consigo sonreír mucho. Al final del día puedo decir que soy feliz.





Holaaaa, me di una escapadita para lograr subir algo.

1. Hope y su momento con Elise.

2. Elise haciendo fuertes declaraciones a Matthew  sobre el amor :o

3. Hope siendo internada.

4. Almuerzo Melise ¿Cómo estarán esas situaciones a las que Matthew invitó a Elise?

5. El bello Derek.

6. Melise y sus correos *-*

El hada señala a Krissssssssss ¡El hada finalmente te ha señalado! Salta, se feliz, saca capture y vive tu momento haha. Gracias por todo el apoyo y por de algún modo siempre estar presente. Un mega beso.

Espero les guste.

Un beso.

Continue Reading

You'll Also Like

1.1M 54K 53
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
7M 815K 27
La vida de April Nowell ha si buena y complicada. A una temprana edad fue internada cuando fue diagnosticada con una enfermedad, eso fue complicado...
311K 20.2K 35
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
1M 89.1K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...