Agridulce ◆ Kookmin ; 국민

By theparkjimin

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Hablemos de que Jimin ama el rosa y Jungkook es un idiota tatuado. ➫ no copias ni adaptaciones. ➫... More

Preludio.
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Finale.
Extra ☆ Niñez

026.

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By theparkjimin

− Han estado de suerte, el fuego no alcanzó a llegar a las paredes y solo quemó la cocina. Un poco más y hubiesen incendiado el departamento entero... Quizá hasta el edificio hubiese corrido peligro.

Jungkook escuchaba atentamente lo que decía el bombero sin levantar la mirada. Jamás se había sentido tan idiota en su vida como en ese momento. Además Jimin estaba a su lado aguantando una risa y eso no le ayudaba en nada para poder llevar la vergüenza que le invadía por ser un distraído de primera. Le hubiese gustado salir corriendo para desaparecer un par de horas o al menos hasta que todo el mundo hubiese olvidado lo ocurrido.

Vaya, que manera de arruinar una primera cita.

− Sería mejor que para la próxima vayan a un restaurante −sigue diciendo el hombre mientras anota algunos detalles de lo sucedido en el informe que estaba haciendo−, es más práctico.

Enserio quería enterrarse vivo cuatro metros bajo tierra. Había echo demasiadas cosas estupidas durante su vida, lo podía reconocer. Pero aquello superó su marca personal y es que arruinar una cita por completo era algo que jamás pensó que sería capaz de hacer. Apenado miró hacia un costado donde Jimin estaba envuelto en una manta rosa entregada por los bomberos que combinaba perfectamente con su cabello. Este nota que lo esta mirando y lo único que hace es sonreír. Jungkook no entiende por qué lo hace si todo lo que habían planeado se había arruinado de la peor forma, ¿acaso estaba loco?

− No sé por qué estas tan feliz −Le cuestiona al fin cuando el bombero se aleja de ellos y Jimin se encoge de hombros.

− Según yo ha sido una noche memorable, ¿no lo crees?

No pudo evitar asentir y es que Jungkook lo creía al 100%. Definitivamente jamás olvidaría esa noche, ni ese día, porque durante 24 horas seguidas todo le salió mal hasta dar como resultado la peor cita que ha existido en el transcurso de la humanidad.

Que idiota.


Antes de que todo saliera mal,
por la mañana.


− ¡Jungkook, levántate ahora o llegaras tarde a recoger tu traje!

Sus ojos estaban cansados y apenas podía abrirlos. La voz de Taehyung resonaba en su cabeza mientras intentaba estirar su brazos hasta la mesa de noche donde su celular yacía olvidado. Cuando la pantalla ilumino su rostro molestandole por completo lo primero en que se fija es en la hora. Apenas le quedaban quince minutos antes de tener que ir por su traje y eso le hizo dar un salto de la cama para vestirse como alma que lleva el diablo.

− ¡Mierda! −Era lo único que podía decir mientras trataba de encajarse los zapatos en los pies correctos.

La verdad es que el nunca en su vida había rentado ni comprado un traje, lo suyo eran los jeans rotos y las chaquetas de cuero. Pero Seokjin había insistido tanto en que sería un lindo detalle que vistiera bien para su cita con Jimin que al final accedió. Lo malo es que ahora iba a tarde y si no se apuraba podría hasta perder la maldita reserva del único traje que le quedo a la medida el día que fue a la tienda. Se suponía que había puesto la alarma para que aquello no sucediera pero parecía que su celular no quería cooperar con el es día.

Se abrochó la chaqueta gracias a la corriente de frío que sintió y salió de la habitación listo para una carrera en busca de ahorrar tiempo.

− ¡Comprale flores! −Grita Taehyung cuando abre la puerta principal para salir.

− ¿Para qué necesita flores? −Preguntó confundido a lo que su amigo revolotea los ojos.

− Solo hazlo y se las das, idiota.

No quiso contestarle porque eso le tomaría tiempo con el que no contaba así que tan solo se limito a salir por la puerta y comenzar a correr hacia la tienda.

Al llegar hasta su destino debió haber imaginado o al menos sospechado que las cosas saldrían mal del el momento en que el traje que había alquilado no estaba disponible gracias a su tardanza. A pesar de que discutió bastante con el tipo que manejaba el lugar no pudo conseguir mucho, tan solo le dieron la opción de escoger otro. El problema era que por más que buscó terminó llevándose a casa uno que le quedaba gigante y se le caía, aunque era el más decente dentro de los demás que vio. Intentó darse ánimos diciendo que de seguro Jimin no lo notaría y con eso se dirigió a su siguiente objetivo: las flores.

Le costó al menos dos horas encontrar una florería abierta para cumplir su cometido. Era como si el mundo estuviera conspirando para que perdiese la paciencia y tan solo se dedicase a gritarle a todo aquel que osaba hacerle las cosas difíciles (que en ese momento era cualquiera que se le cruzara por delante). Tuvo que respirar muchas veces para calmarse y tratando de hallar la poca serenidad con la que había nacido se introdujo dentro de la única tienda que encontró aunque al estar allí no tenía idea de que elegir.

− ¿Buscas algo en especial? −Le pregunta una mujer que estaba en el mostrador.

− Pues... No. Solo quiero flores para una cita.

Ella sonríe y se levanta de su asiento para ayudarle.

− La mayoría da rosas rojas para esas ocasiones porque tienen un aire muy romántico. Podría hacerte un ramo si gustas.

Jungkook pensó en Jimin y dijo que sí.

Con las flores listas corrió de vuelta al departamento para vestirse mientras repasaba todo lo que sucedería cuando el reloj marcase las 8. Su plan era llevar a Jimin a un restaurante donde había pedido una reservación hacia ya una semana, apenas obtuvo la afirmativa del chico para su cita. Después de disfrutar de la cena lo llevaría hasta el puente de la ciudad que quedaba sobre el río de los enamorados, aquella idea también vino de Seokjin aunque el no diría nada para llevarse todo el crédito. Por último lo iría a dejar a su casa y con un poco de suerte todo saldría muy bien, hasta podría ganarse algo más que unos besos.

Mientras se colocaba la última parte del traje escuchó como sus amigos habían llegado al departamento. Por primera vez se alegraba que aquello escandalosos estuviesen allí, al menos tendría una opinión honesta de como lucía. Terminó de peinarse antes de salir para que Taehyung, Seokjin y Namjoon, que estaban sentados en el sofá conversando, lo vieran.

Pero apenas puso un pie en la sala todos comenzaron a reír de manera histérica.

− ¡Joder! −Le escucha decir a Namjoon quien estaba a unos segundos de llorar debido a la risa− Nunca te había visto usando algo tan horrible.

Jungkook gruñe y frunce el ceño. ¿Enserio se veía tan mal?

− Tiene remedio −Agrega Seokjin cuando ya todos se han calmado−, ven aquí.

Con ayuda de su amigo el traje comienza a quedarle más decente, lo que agradece para sí mismo. Aún se le veía bastante grande pero al menos no parecía un estropajo de feria. Ya terminando con eso Jungkook se mira el espejo y luego ve el reloj de la cocina donde marcaba que apenas quedaba media hora para que Jimin tocase su puerta y se fueran al restaurante. Por más que intentaba mostrarse sereno la verdad era que sus manos comenzaron a sudarle gracias a los nervios, todo debía salir perfecto.

− ¿Todo bien? −Pregunta Jin quien nota el extraño comportamiento del castaño.

− Todo bien −Miente y es que no quiere hablar de ello para recibir burlas.

Se iba a sentar en el sofá para seguir esperando que el tiempo pasará pero siente su teléfono vibrar en el bolsillo y lo saca pensando que se trataría de Jimin. Pero cuando ve que tan solo es un número desconocido y contesta de mala gana toda la paciencia que había logrado reunir para no perder los estribos se fue bastante a la mierda en menos de un segundo.

− ¿¡CÓMO QUE HAN CANCELADO MI RESERVACIÓN POR MAL CÁLCULO DE LAS MESAS DISPONIBLES?!

Jungkook se negaba a creer que eso estaba pasando. Se había dado el trabajo de escoger un restaurante bastante elegante para que Jimin se sintiese especial y ahora los idiotas le salían con que su mesa no estaba disponible realmente. De seguro si hubiese tenido al encargado en frente hubiese descargado lo mal que se sentía con unos cuantos golpes o al menos le hubiese gritado hasta quedar sin cuerdas vocales.

Maldijo bastante hasta que la llamada terminó. Miró la hora nuevamente dándose cuenta de que tenía 15 minutos para encontrar un lugar nuevo para ir y parecía que su única opción sería llevar a Jimin al local de comida rápida que habría las 24 horas donde pasaron la noche juntos después de que lo encontrase dentro de su habitación.

− ¿Y si cocinas tu? −Pregunta Taehyung y Jungkook se ríe de forma sarcástica.

− Claro, si quieres también vuelo en una escoba después.

− No es tan mala idea −Concuerda Jin en modo pensativo−, podría dejarte una receta sencilla pero sabrosa con cada paso bien explicado. Cocina para tontos por Kim Seokjin.

− ¿Y no puedes cocinarlo tu? −Jungkook sabía que no seria capaz ni de recrear un arroz decente.

− Jimin ya va a llegar y si no quieres que esté en medio de su cita vas a hacerlo tú mismo.

Meditó un poco antes de asentir. De todas formas si Seokjin le dejaba detallado todo lo que debía hacer quedarían muy pocas probabilidades para que pudiera arruinarlo. Rápidamente le dio una hoja de papel y un lápiz a su amigo para luego buscar en la cocina todos los ingredientes que necesitaría. En su mente tan solo sopesaba el hecho de que quizá sumaría más puntos que él hiciera las cosas por su cuenta en vez de llevar a Jimin a un restaurante, o al menos se decía eso a sí mismo para no sentirse desamparado.

Ya eran las 8. Seokjin terminó de anotar la receta y le explico algunas cosas claves antes de salir del departamento con los demás chicos. Por fin quedó a solas y empezó a preparar todo para que la comida estuviese lista. Hasta se estaba encomendando a todos los santos que conocía para que la racha de cosas malas que habían iniciado desde temprano se detuviera y le dejaran respirar.

Cuando puso a precalentar el horno pudo escuchar que el timbre de su departamento estaba sonando. En ese momento se le aceleró el corazón y trago saliva repetidas veces. Quería respirar normal pero estaba tan nervioso que se le hacía imposible. Resignado se estiró y luego caminó con lentitud hasta la puerta, botó el aire que tenía atrapado en los pulmones y por último abrió la cerradura.

Ahí estaba Park Jimin más bello que nunca.

El chico iba vestido con una camisa blanca perfectamente planchada y una chaqueta de traje rosa encima. Sus pantalones eran negros y los zapatos que llevaba igual de blancos que la camisa. Jungkook notó que se había maquillado y aquella sombra de ojos hacia que los de el se iluminasen mucho más, además que los labios se le veían demasiado apetitosos gracias a ese brillito rosa que se había colocado en la boca. Enserio estaba embobado gracias a la imagen que le estaban regalando y lo único que quería era estrecharlo contra sus brazos.

− ¿No me invitaras a pasar? −Pregunta Jimin riéndose bajito.

Jungkook sale de su trance y asiente torpemente.

− Claro, entra mariposa.

El chico pasa por su lado y cierra la puerta. Tener a Jimin vestido así a su lado le hacía sentir un montón de cosas dentro del estómago. Jamás pensó que un chiquillo sería capaz de hacer eso con él que siempre se mostraba tan recio ante cualquiera cosa que involucrase encariñarse con alguien. El peli-rosa se estaba transformando en algo muy especial y dudaba poder detenerlo ahora.

− Se que no era el plan −informa de inmediato−, pero nos quedaremos aquí a cenar. Yo cocinaré.

Jimin alza una ceja confundido.

− ¿Cocinas?

− Te sorprendería, mariposa... Por cierto, tengo algo para ti.

Jungkook camina hasta la mesa donde había dejado el ramo de rosas que le había comprado al chico. Después de tomarlo en sus manos se acercó a Jimin con una sonrisa y estiró el regalo hacia el casi dándoselos en la cara. Ese día Jungkook andaba mucho más bruto de lo normal debido a lo nervioso que se sentía y esperaba que el peli-rosa no lo notara, aunque para ser sinceros era bastante imposible. Al menos las flores ayudarían para ocultar aquel comportamiento torpe que estaba teniendo, eran la cosa más romántica a la que nadie se podía resistir y de seguro Jimin le daría las gracias de forma tierna como siempre lo hacía.

Pero lo único que recibió de parte del peli-rosa fue un estornudo.

Bueno, mejor dicho uno tras otro.

El chico estornudo cinco veces seguidas mientras alejó el ramo de su cara. Jungkook se le quedó mirando confundido mientras Jimin trataba de controlar lo que hacía su cuerpo. Definitivamente aquello era muy raro.

− ¿Estas bien, mariposa? −Le pregunta por fin cuando lo ve recompuesto.

− Soy alérgico a las rosas...

Y es así como las cosas comenzaron a ir de mal en peor.



( ✧ )



Nota: Falta la segunda parte, la dejaré por aquí el lunes porque debo estudiar para mis exámenes. Un beso, disfruten.

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