Narra Valerie.
Hace ya un par de horas que estoy en el avión de vuelta a Australia, la noche con Luke ha sido de lo más tranquila, tras su beso simplemente dormimos abrazados, bueno o él durmió, porque a mí se me hizo imposible y desde que nos levantamos ninguno dijo ni una palabra hasta que llegamos al aeropuerto, él intentó por última vez que me quedara y obviamente no consiguió el resultado que quería. Ambos acabamos llorando y a pesar de que le pedí que no lo hiciera, volvió a besarme antes de que embarcara y aunque parezca increíble, tras estas horas, todavía siento sus labios contra los míos ya lo echo de menos y Calum casi no se cruza por mi mente, está pasando exactamente lo que no quería que pasara, todo está alterado por las últimas horas con Luke y siempre pasa lo mismo, siempre uno de los dos aprovecha las últimas horas y por eso siempre me decanto por la opción equivocada.
Finalmente llego a Australia tras 14 horas de vuelo, la mayor parte del trayecto la pasé durmiendo y la otra parte comiéndome la cabeza. El camino en taxi hasta la casa de Emma se me pasa demasiado rápido y en cuanto entro siento un enorme vacío. Estoy sola en Australia, no conozco a nadie y no tengo ni idea de lo que haré en el resto de días hasta que Emma vuelva. Tal vez debería haberlo pensado antes.
Voy hasta mi cuarto, huele demasiado a cerrado y eso que no llevo ni una semana fuera. Abro las ventanas y dejo que todo se ventile. Empiezo a deshacer la maleta y a meter la ropa en el armario, al abrirlo me encuentro con varias prendas de Calum, que se fue dejando las veces que dormía aquí. Decido dejarlas dentro y prestarles la menor atención posible porque si no sé que en cualquier momento me pondré a llorar. Una vez acomodo todo marco el número de Emma, sé que todos querrán saber que he llegado bien y ella me parece la mejor opción en este momento.
- Valerie, ¿cómo estás?
- Bien, llegué hace un par de horas.
- ¿Y por qué no llamaste en cuanto llegaste? Estábamos preocupados.
- Lo siento, estaba ocupada. ¿Cómo estáis todos?
- Bien, bueno estábamos a punto de ir a dormir, pero supongo que te interesan más dos personas en concreto ¿no?- Emma se ríe.- Espera un segundo.- Hago lo que me pide y espero al otro lado del teléfono.- Perdona, es que estaba Michael.
- No pasa nada.
- Calum está muy raro.
- ¿Raro?
- Actúa como si te odiara y no le importara nada.
- Hubo un mal entendido, él se pensó que Luke y yo nos acostamos esta noche, pero no es cierto, Luke se lo iba a contar.
- Pues algo me dice que no lo hizo.
- ¿Podrías decírselo tu? Por favor.
- Lo haré.
- Gracias ¿y Luke como está?
- Hecho polvo, son como el día y la noche. No quiso salir de su cuarto así que estuvo Michael con él todo el día, me dijo que no paraba de llorar y de decir que la había cagado demasiado contigo.
- Animadlo, por favor.
- ¿Y a ti quién te anima? No es justo que no tengas a nadie.
- Fue mi decisión, yo estoy bien.
- Eso no te lo crees ni tú.
- No les digas que hablaste conmigo.
- ¿Por qué no?
- No quiero que me llamen.
- Valerie, ¿pasó algo entre Luke y tú?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Michael me comentó algo de un beso.
- No fue nada.
- Piénsate las cosas bien ¿vale? Y cualquier cosa llámanos.
- Lo haré.- Cuelgo y salgo de mi cuarto para abrir las ventanas de toda la casa, los recuerdos con Calum aquí están empezando a agobiarme, así que intento mantenerme ocupada limpiando pero es imposible sacarlo de mi cabeza y me encuentro con el teléfono entre las manos y su número de teléfono en la pantalla.