—¡Ay!, No quiero ir a la biblioteca— se quejó Albus cuando llegaron a su habitación— ¿Tenemos que ir?— miró a Scorpius con una cara de angelito.
—Tu no tienes que ir.
—Claro que sí.
—Muy bien, entonces, ¿Que prefieres? Dejar plantada a tu hermana en la biblioteca o ser buen hermano y hacer un esfuerzo inecesario pero importante para tí— rodó los ojos— y ayudarla con sus estudios.
—Eres un maldito controlador— se quejó nuevamente Albus— Vamos, pero primero déjame jugar un poco contigo— dijo pícaramente y se levantó de la cama para empujar, por enésima vez, a Scorpius contra la puerta, este inicio a besarle desesperado mientras Scorpius le seguía el juego, estaban a mitad de la acción cuando alguien trata de abrir la puerta pero falla al estar la puerta bloqueada por los chicos.
—Yann.
—Karl— dijeron ambos chicos al mismo tiempo y se separaron, Albus se metió al baño y Scorpius se tiró a la cama, la puerta esta vez se abrió y Yann Fredericks y Karl Jenkins entraron en la habitación, vieron a Scorpius de reojo tomaron unos libros y luego salieron soltando unas risitas y murmurando cosas que Scorpius no logro escuchar, Albus salió al escuchar cerrarse la puerta. Salieron de su habitación, de la sala común de Slytherin y finalmente llegaron a la biblioteca donde Lily ya los esperaba.
—Estoy aquí desde hace 15 minutos y créanme que no fue divertido— se quejó Lily, que tenía un libro de pociones abierto en la página 154, donde estaba todo lo que necesitaba saber sobre la solución para encoger— Ah...Scorpius, deberías... tu camisa está...— dijo Lily con la cara encendida en rojo dirigiendo su mirada al libro, en ese instante los chicos se dieron cuenta que Scorpius tenia la camisa desordenada y se le notaba la marca de una mordida y un chupón en la parte alta del pecho, miro a Albus que al igual que él se había sonrojado y se ordenó la camisa y se sentó al lado de Lily.
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