La fresca brisa de mar sacudía su ropa que consistía en un pantalón vaquero azul, camisa de vestir verde a cuadros y debajo de esta una camisa blanca, sus zapatos converse negros y el respectivo pañuelo negro atado a su cuello. Sus ojos mirando la inmensidad del mar junto a él pequeño oleaje marítimo.
Rainbow Dash, sentada en una lancha y apoyando su espalda contra la de otra chica que estaba a su lado, observa aquel amanecer. Sus ojos que desprendían valentía y audacia, vagaban indecisos por todo el paisaje, deteniéndose de vez en cuando en la chica que está detrás de ella leyendo tranquilamente un libro.
Y al conjuro de aquella mañana, llegaron aquellos recuerdos en alas de la fresca brisa de mar, cayendo como llovizna contra su espíritu. Recuerdos que arribaron como pájaros aventureros, hablándole muy quedito al oído para revivirle el recuerdo de su vida. Tormentosa y trágica, vida que vio reflejarse en el lienzo de sus dolores de su apenas veinticinco años.
Parece que fue ayer cuando apenas era una chiquilla que no se preocupaba por nada, tenía una hermosa familia que la quería. Pero ahora estaba ahí, en aquella lancha junto a aquella chica que era como su hermana, aquella chica que le brindó su apoyo en los momentos más deprimentes de su vida. Ambas sentadas en esa lancha, esperando a que los peces cayeran en la red y así poder retirarse a descansar un poco antes de volver al almacén y seguir con su jornada laboral.
Eso era lo que Rainbow había hecho desde que su padre se suicidio por no poder soportar la muerte de su esposa, dejando así a su suerte a sus dos hijas. ¿Acaso no pensó en ellas? Ellas también estaban pasando por un mal momento debido a la muerte de su madre. ¿Acaso a el no le importó y simplemente quería escapar de la responsabilidad de ser padre?
La peli arcoiris sacudió la cabeza para eliminar aquellos pensamientos tortuosos de su mente, para seguir observando aquel amanecer.
— ¿Que pensará Scootaloo de mí? — Susurró mirando a la luna.
— No debes preocuparte. — Murmuró la chica detrás de Rainbow, cerrando el libro. — Ella esta orgullosa de ti, te admira y te adora con el alma. Ella me lo ha dicho muchas veces.
Una sincera sonrisa se formó en el rostro de Rainbow Dash, sin duda esa chica peli azul había logrado volverse alguien muy importante para ella, la quería, la amaba como una hermana y sabía que Scootaloo sentía lo mismo.
— ¡Muchas gracias, Twilight! — Exclamó echando su cabeza hacia atrás para apoyarla en el hombro de la peli azul. — Gracias por ayudar a mi hermana, fue por ti que dejó de tener esas pesadillas.
— Scootaloo es una chica que ha sufrido mucho al igual que tu, pero aún así ambas tienen un gran corazón bondadoso. Se han sabido ganar mi cariño y mientras pueda, siempre estaré al lado de ambas, porque somos familia y la familia se apoya ¿Cierto?
La conversación se vio interrumpida debido a que las redes comenzaron a moverse, ambas se levantaron de la lancha y comenzaron a acarrear, unos minutos después ya tenían la cantidad de peces que la lancha soportaba. Se miraron y levantaron el pulgar en señal de aprobación, Twilight encendió el motor y puso la lancha en marcha.
Llegaron al muelle en donde estaba Starlight conversando con dos chicas, una de ellas era Applejack, una chica que se dedicaba a la agricultura y la otra era Pinkie Pie, quien era la mejor repostera del lugar y también la esposa de la famosa corredora de motocross Sunset Shimmer.
— ¡Oh, justo a tiempo para el cambio de turno! — Exclamó Starlight ayudando a las chicas a bajar las redes con los peces para luego darles un sobre con el pago de la jornada. — Debido a que tuvieron el turno nocturno, tiene el día libre. Nos vemos el lunes chicas. — Se despidió dándole unas palmadas a ambas y yéndose hacia las dos chicas que saludaron a Twilight y Rainbow con gesto de manos.
Twilight y Rainbow se encaminaron a su hogar, necesitaban dormir un poco, habían pasado nueve horas en vela, llegaron a su casa a eso de las cinco de la madrugada, Scootaloo dormía en el sofá con un libro en la cara.
— Tal parece que alguien se desvelo estudiando. — Sonrió la peli azul quitando con cuidado el libro de la cara de la menor.
— Hoy es sábado, así que Scootaloo no necesita levantarse temprano. — Dijo la peli arcoiris tomando a la menor en brazos. — La llevaré a su cuarto para que descanse un poco.
— Esta bien. — Murmuró reprimiendo un bostezo. — Descansa. — Dijo entrando en la habitación y subiéndose en la litera de arriba.
Rainbow ingreso en la otra habitación que era la de Scootaloo, la colocó delicadamente en la cama y acarició su cabello.
— Descansa hermanita. — Susurró saliendo de la habitación para entrar en la otra, al entrar escuchó los ronquidos de Twilight que yacia en la litera de arriba casi en estado de K.O, la peli arcoiris casi arrastrando su cuerpo se metió en la cama y se durmió inmediatamente.
Un ruido de un tono de celular comenzó a sonar, una mano salió desde las sábanas para tomar el aparato y contestar la llamada.
— ¿Aló? Si, yo soy... ¿Que? ¿No puede ser más tarde?... ¡Ah, esta bien! Voy para allá. — La peli azul terminó la llamada y se sentó en la cama, bostezo un par de veces antes de levantarse e irse a alistar. — Voy a ir a ver al abogado de mi familia.
— ¿No vas a desayunar primero? — Preguntó Rainbow viendo a su amiga bajar de un salto de la literna.
— No, sabes que cada vez que voy a ver al abogado de mi familia terminó con el estómago revuelto. — Lanzó un suspiro antes de salir de la habitación.
Rainbow bostezo y revisó la hora en su celular. “7:00 AM, aún es temprano” Pensó volviéndose a acostar en la cama y cubriéndose con las sábanas.
Una hora y media más tarde Scootaloo la despertó golpeando dos sartenes fuertemente, causando que Rainbow casi se golpeará la cabeza con la linterna.
— ¡Scootaloo! ¿¡Que te he dicho de despertarme así!? — Gritó agarrada a los soportes de la cama.
— Ja, Ja, ja, ¡Lo siento hermana! — Dijo riendo a carcajadas. — Por cierto... ¿Donde esta Twilight?
— Salió a ver al abogado de su familia. Seguro es por lo del compromiso que según sus padres ayudará en la situación financiera de la familia. — Explicó levantándose para estirar su cuerpo.
— A de ser duro para Twilight estar comprometida con alguien a quien ni conoce siquiera el nombre.
— ¡Lo es! Por eso debemos estar aquí para ella cuando nos necesité. Recuerda que la lealtad es lo primordial. — Dijo desordenado en cabello de la menor. — Y dime, ¿Porque me despertaste?
— El desayuno está listo.
— ¡Genial! Tengo hambre. — Exclamó pasando su brazo por los hombros de Scootaloo.
Ambas se dirigieron a la cocina en donde habían hecho malabares para que la cocina también fuera el comedor. Comieron a gusto y conversaron sobre los estudios de Scootaloo y la relación que esta tenía con la hermana menor de Rarity, Sweetie Belle. Normalmente Scootaloo las ayudaba en su tiempo libre a pescar, pero ya que nadie tenía algo que hacer, Rainbow la convención de que fuera a visitar a su novia.
Hicieron los quehaceres de la casa y despidiéndose de su hermana, Scootaloo salió de la casa hacia la boutique en la cual la pequeña ayudaba a su hermana mayor.
Unas horas después y sin nada que hacer, Rainbow decidió dar un paseo por el mar y así relajarse de tanto trabajo. Tomando su chaqueta y gorra salió de su casa y encaminó sus pasos hacia la parte rocosa del mar, ahí se sentó a ver cómo las olas rompían contra las rocas, la inspiración se apoderó de su mente y el corazón comenzó a bombear la melodía de aquella canción que esperaba poder cantarla al amor verdadero.
— ¿Que será esta voz que nos habla, desde aquí, en el centro del pecho? ¿Que será, esto que me provoca y también ilusiona y me atrapa? — Comenzó a cantar cerrando los ojos y dejando que los sentimientos florecieran desde el fondo de su alma.
Unos quejidos rompieron la bella atmósfera que se había creado, Rainbow abrió los ojos y puso atención a donde provenía los quejidos, se levantó del suelo y bajo por las rocas hasta que a unos pocos metros vio la silueta de lo que parecía ser una mujer.
— ¡Oh, santo cielo! — Exclamó al ver a una chica peli rosa completamente desnuda tirada en el suelo, tenía algunos hematomas y algunas heridas.
La peli arcoiris se sacó la chaqueta y con ella cubrió a la chica, la tomó en sus brazos y la llevó rápidamente hasta su casa. Al abrir la puerta de una patada vio que su hermana había vuelto de su cita con su novia, y ahora la menor la miraba con sorpresa en su rostro.
— ¡Scootaloo, trae el botiquín! — Exclamó abriendo la puerta de la habitación y colocando a la chica en su cama.
— ¡Aquí esta el botiquín! — Gritó Scootaloo entrando estrepitosamente a la habitación. — ¡Whoa! — Inmediatamente desvío su enrojecido rostro al ver a la chica desnuda y se limitó a extender el botiquín a su hermana.
— Gracias. — Tomó el botiquín y comenzó a curar a la chica, desinfectó sus heridas y luego las vendo. Al terminar de curarla, la tapó con las sábanas y salió de lahabitación un tanto sonrojada por haber visto a una chica completamente desnuda.
— ¡A Twilight no le va a gustar encontrarse con una chica desnuda en la habitación! — Advirtió la menor dejandose caer en el único sofá que tenían.
— No te preocupes Scootaloo, le explicaré a Twilight lo que pasó antes de que se le ocurra entrar a la habitación. — Le sonrió sentandose a Su lado. — Aunque la pregunta aquí es... ¿Quien es ella? — Murmuró con la mano en el mentón. Sin siquiera imaginar que ese encuentro ers el principio de algo que cambiaría sus vidas para siempre.