"EL QUE NO DEBE SER NOMBRADO, REGRESA"
Desde que se llevó a cabo la última prueba del Torneo de los Tres Magos en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, mucho rumores había sobre el-que-no-debe-ser-nombrado. Es una pena que no se quedará en simples habladurías.
Se ha confirmado su regreso tras su aparición en el ministerio de magia, quien en compañía de varios mortifagos, fueron enfrentados por un grupo de estudiantes de Hogwarts, cuatro de ellos aun menores de edad.
Hermione Granger, Ron Weasley, Ginny Weasley, Luna Lovegood, Neville Longbottom y por supuesto también, Harry Potter; enfrentaron al señor tenebroso quien intentaba infiltrarse al departamento de misterios, y fueron apoyados más tarde por algunos miembros de la Orden del Fénix como lo son: Alastor Moody, Kingsley Shakebolt, Remus Lupin, Nymphadora Tonks, el mismo Albus Dumbledore y el ahora inocente Sirius Black...
"SIRIUS BLACK: INOCENTE"
Todos conocemos su nombre por lo ocurrido al finalizar la primera guerra mágica, toda la evidencia indicaba que Sirius Black era uno de los partidarios más fieles del señor tenebroso.
Uno de los cargos en su contra fue el asesinato de doce muggles y el mago Peter Pettigrew. Más sin embargo, hoy, quince años después de que fue condenado, la verdad sale a la luz, su nombre se ha limpiado y Petter Petrigrew es buscado.
"AZKABAN TIENE TRES NUEVOS RESIDENTES"
El que juraba ser inocente y haber sido manipulado por el señor tenebroso durante la primera guerra mágica, Lucius Malfoy ha sido uno de los mortifagos infiltrados en el departamento de misterios del ministerio de magia, y uno de los tres que fueron arrestados. Su familia aún no ha declarado algo al respecto...
Sé perfectamente que me estoy torturando al releer ese ejemplar del profeta del mes pasado, pero no puedo evitar hacerlo. Las lágrimas inundan mis ojos cada que llego a la parte donde escriben de mi padre. El hecho de que no esté en casa me afecta más de lo que alguna vez imaginé.
No era tonta, supe que mi padre tendría que regresar con Voldemort desde que Harry gritaba junto al cuerpo de Cedric que él había regresado. Aunque la idea de que mi padre estuviese trabajando para Voldemort de nuevo me parecía repugnante, sigue siendo mi padre y sin importar que cometiera un error, me duele que lo hayan encerrado, alejándolo de nosotros.
Mamá no ha hablado con nosotros al respecto, evita el tema aunque Draco y yo ya lo sepamos todo. Mamá ha cambiado desde lo ocurrido, está mil veces más seria, en ocasiones parece distante, la presencia de la tía Bella en casa, ni siquiera la anima un poco, de hecho comienzo a creer que le molesta y que si la llegan a presionar, terminaría corriéndola de ahí.
Mamá solo se veía feliz con un tema: mi boda.
Recorre los pasillos de la casa con una vuelapluma y pergamino diciendo como quiere que estén decorados ese día, en su habitación hay montones de revistas de vestidos, peinados, maquillajes y otras cosas. De hecho una de las primeras cosas que había hecho solo llegamos del colegio, fue llevar a casa a un diseñador para que me tomara medidas para el vestido que usaría.
Cabe mencionar que ese día me sentí muy incómoda, pero me alegraba que el tema de mi boda la hace sentir feliz de cierta forma.
Por otro lado está el tema de Draco, el día que la tía Bella llegó a casa, no solo había llegado con su presencia, sino también con la noticia de que el Señor Tenebroso necesitaría a alguien dentro de Hogwarts y que había pensado en Draco. Mamá no está contenta con eso, ni siquiera se lo ha dicho a Draco y una de las primeras cosas que hizo ante la noticia, fue el mandarle una carta a papá para reclamarle por eso.
Pues desde que él se unió a las filas de Voldemort en la primera guerra mágica, se tenía que hacer todo lo que Voldemort dijera.
Escucho como algo se estrella en alguna de las paredes de la casa, los gritos de la tía Bella se escuchan como si estuviese metida en mi habitación. No puedo evitar colocarme la almohada en el rostro, pues la situación que estoy pasando no me agrada en lo absoluto.
—¿¡Cómo es que pude fallar!? ¡Lo tenía tan cerca! —Grita tía Bella como por décima vez y se vuelve a escuchar otra cosa rompiéndose—. ¡Debí de haberlo matado!
Mi tía Bella sigue culpándose porque no había podido asesinar a Sirius en el departamento de misterios, desde hace quince días que llegó a casa, ha estado haciendo lo mismo. De cierta manera, mi hermano y yo ya nos hemos acostumbrado.
—Hay una carta para ti, Draco —dice mamá en el desayuno pasándole un sobre de pergamino a mi hermano, el cual lo toma rápidamente y lo mete en el interior de su túnica—. ¿Pasa algo, hijo? —Pregunta con la mirada en otro sobre que comienza a abrir.
Volteo hacia él buscando entender la reacción que ha tenido, Draco solamente niega con la cabeza dejándome con más dudas.
Desde hace unos días había notado que Draco actuaba sospechosamente, él decía que eran cartas de Astoria y que prefería leerlas en privado. Él aún no sabe que una vez vi a su lechuza salir de casa por la madrugada con un sobre.
Con quien sea que se esté mandando cartas, no es con Astoria.
—¿Cómo van las cosas con Astoria? —Le pregunto mientras juego con la comida que hay en mi plato, pues desde lo sucedido en el ministerio, he perdido el apetito.
Draco me voltea a ver extrañamente, yo nunca me había metido en sus asuntos amorosos, pero eso de las cartas me parece sospechoso.
—Bien —responde desviando su mirada al plato frente a él.
—Yo opino que encontrarás a alguien mejor —dice tía Bella con su típica expresión de aburrimiento—. Los Greengrass no son mala opción, pero no son la mejor para ti, Draco... hay familias sangre pura mejores que ellos... lamentablemente los Higgs no tienen una hija.
Draco da un asentimiento con la cabeza y comienza a hacer lo que yo con mi comida.
—Buenas noticias, Gemma —dice mamá con una sonrisa tendiéndome el pergamino que estaba leyendo—. El diseñador dice que el sábado traerá tu vestido...
Siento la mirada penetrante de la tía Bella así que sonrío lo más falsa pero convincentemente que puedo.
—Eso es genial —respondo dedicándole una pequeña sonrisa a mi madre a la que el semblante le ha cambiado por el tema que hemos tocado.
A mi lado, la silla de Draco se recorre y cuando volteo hacia él, solamente lo veo caminar hacia la salida del comedor.
—¡Draco! —Grita mi madre aunque no se le nota molesta.
—Yo me encargo —le digo a mi madre mientras me levanto de la silla.
—Igual a su padre —escucho a la tía Bella decir antes de salir del comedor.
Draco va apenas unos escalones más arriba que yo, pero no me molesto en llamarlo, sé que no se detendría hasta llegar a su habitación.
Mi hermano abre la puerta de su habitación y cuando entra intenta cerrarla azotándola, pero no lo logra porque yo la detengo. Es ahí cuando voltea hacia atrás y cuando se da cuenta de mi presencia solamente se voltea dándome la espalda.
—¿Qué es lo que pasa? —Le pregunto mientras cierro la puerta tras de mí.
Draco niega con la cabeza y se sienta en la cama.
—No me voy a ir hasta que me digas y sé que sabes que hablo en serio —le digo sentándome junto a él cruzándome de brazos.
Tras un suspiro, él responde.
—Astoria y yo terminamos.
—¿Terminaron como en un acuerdo, o tú terminaste con ella? —Pregunto al no creerme el "terminamos"
Esa niña lo adoraba, no había forma de que ella estuviese de acuerdo con eso.
—Yo terminé con ella —me dice encogiéndose de hombros y cuando yo estoy a punto de decir algo, él me interrumpe—. No podía meterla en todo esto...
—¿Qué es "todo esto"? —Pregunto volteando hacía él.
El rápidamente me lanza una mirada de "lo sé todo".
—Astoria no es como las demás —dice negando—. De cualquier forma, ella me hubiese dejado al enterarse...
—Claro que no, ella te adora, Draco... ella sabría que no tienes opción.
—No... tengo que hacerlo bien, tengo que actuar como si quisiera hacerlo, ya todos creen que soy un mortifago...
—Pero no lo eres.
—Voy a serlo —dice totalmente seguro—. Tengo que sacar a papá de Azkaban y sé que es la única forma...
Bajo la mirada odiando las decisiones que mi padre tomó en un pasado, rápidamente comienzo a preguntarme, si de haber sabido que esto pasaría, se de haber sabido que nos metería a nosotros también... ¿Lo habría hecho? Si le hubiesen dicho que tendría dos hijos, ¿habría aceptado tener la marca tenebrosa?
—El hecho de que hayas terminado con Astoria por eso, dice cosas buenas de ti —digo colocando una mano en su espalda.
—Sí, bueno... ella no piensa así... y luego está la tía Bella con...
—No le hagas caso —respondo negando con la cabeza—. Algún día todo va a pasar, y cuando todo esté bien de nuevo, sé que tú y Astoria lo van a lograr...
Draco sonríe ligeramente cuando digo aquello, si bien sé que Astoria adora a mi hermano, también sé que él la adora a ella. Me insistió demasiado para que me tomara el tiempo de conocerla, nunca lo hice y ahora me arrepiento.
—¿Tú amas a Terence? —Pregunta Draco dejándome paralizada por unos segundos.
—¿Por qué preguntas eso? —Respondí riendo ligeramente para que no se notase el nerviosismo que hay en mí.
—Simple curiosidad —responde encogiéndose de hombros.
—No —digo sinceramente—. No lo hago, pero son tradiciones...
Draco asiente con la cabeza ligeramente.
Si solo supiera.
JELOU.
De nuevo nos leemos y estoy muy feliz por eso, muchísimas gracias a todos los que han venido del primer libro, espero que este segundo les guste igual o más que el primero.
Aprovecho para aclarar que si eres lector nuevo y no entiendes nada, es porque seguramente no has leído el primer libro. Lo encuentras en mi perfil por si quieres pasar a leerlo.
No tengo nada más que decir, solamente puedo asegurarles que estoy muy emocionada por esta segunda parte.
Los leo en los comentarios 💜