POV Perrie
No recuerdo haber corrido de esta manera en mi vida. Para mi mala suerte papá estaba trabajando y Jonnie tomó prestado el auto de mamá. Así que mi única opción fue correr. O al menos lo que se me ocurrió en ese momento. Seguramente una mejor idea hubiera sido parar un taxi pero eso jamás paso por mi miente. En ella estaba únicamente llegar.
Mi mente en ese momento era una explosión de emociones. Me sentía tan feliz y determinada, completamente segura de lo que haría y de lo que sentía. Por otra parte estaba tan enojada conmigo. Ahora mil cosas tenían sentido y, me molestaba no haberlas notado antes. Ahora todo parecía tan obvio. Su reacción al encontrarme, su insistencia en ayudarme, cada diminuto gesto de atención hacia mi. Cada caricia, cada palabra, la delicadeza y resistencia a contarme las cosas. La química entre nosotras imposible de ignorar. Todo encajaba ahora.
Por un momento Zayn se apareció por mi mente y no lo deje. No permití que se apoderara de mi pensamiento. Justo ahora zayn era lo de menos. Corrí como una loca por casi 10 minutos. Estoy segura que mas de una vez estuvieron cerca de atropellarme o de tirar a alguien por la acera.
Finalmente llegue a su calle. Como un rayo aún mas rápido que antes fui hasta su casa y justo en la esquina, antes de entrar a su jardín, pare en seco. Sentí que mi corazón se apretaba, algo que nunca antes había sentido. Sentía su palpitar en mis oídos, los ojos se me humedecían.
La encontré. Llegue hasta su casa, solo que lo que encontré hizo que todos mis ánimos se esfumaran. Era ella en el marco del pórtico, riendo y besando a una chica que parecía de mi estatura. Lucia feliz. Ambas parecía que iban a explotar de alegría, eso era lo que mas me molestaba. Debí irme justo en el momento en que las vi pero no pude, nada en mi cuerpo o mente funcionaba. Me encontraba en una especie de trance torturándome con la escena.
Después de un par de minutos mas de platica y cariños la chica se fue. Subió a su auto y se fue por el lado contrario de donde yo vine. Jade se quedó ahí parada, viendo como se iba con los brazos cruzados. Como realmente deseando que ella no se hubiera ido. ¿En que momento había pasado esto? Ella dijo que no salía con nadie. ¿La habría conocido estos días o llevaran tiempo juntas? ¿Sería cosa de una noche? Eso sería lo mejor que pudieran decirme.
El tiempo corría y ella no entraba a la casa. Ahora mi cabeza gritaba que fuera por ella, que ignorara por completo lo que había visto cuando llegue. Que fuera hasta allá y le dijera todo lo que pasaba conmigo desde el día en que la conocí, que ahora entiendo su comportamiento. Ahora entiendo lo que pasa conmigo cuando ella esta cerca. Ahora lo sabía. Antes de que mi vida cambiara había estado con ella. Eso era lo que mi mente gritaba pero la vi tan feliz ahí parada que… mi corazón no fue capaz de animarme a hacerlo. Si todo esto era cierto, tal vez Jade estaba rehaciendo su vida. Seguramente por ella fue que en toda la semana jamás me busco, que negó mis salidas. Estaba claro. Si en algún momento yo fui así de especial para ella, eso se había ido. Y claro, ella estaba en todo su derecho. Así como yo también… por mucho que doliera ahora.
Le di la última vista a su rostro. —Se feliz, linda. —Susurre al viento, di media vuelta y Sali del lugar.
Metí las manos a los bolsillos de mi chaqueta y me fui. Esta vez no corrí a casa, solo camine. Recorrí exactamente el mismo camino por el que vine. Recordando todo lo que venía pensando hace un rato. Todo lo que pasaría ahora. Pero ahora resulta que, nada de lo que imagine, ni una de mis teorías se cumpliría ahora. Reconocí algunos rostros por las calles. Eran gente que había visto cuando venía, recuerdo haber visto sus expresiones de no entender nada, del porque corría de esa manera, a que se debía la gran sonrisa en mi rostro. Ahora lo único que había en ellos era clara desilusión tanto como en mi. Supongo que esperaban algo grande, parecido a lo que yo esperaba.
Casi por llegar a casa la gente a mi alrededor, pequeños recuerdos y esa imagen en mi cabeza hicieron lo suyo. Comencé a soltar varias lágrimas a la vez, a imaginarme que sería de mi ahora. ¿Debería quedarme? ¿Debería volver y olvidarme de todo? Nada estaba claro en mi mente ahora.
Entre a casa, cerré la puerta detrás de mi y me recargue en ella.
—Perrie linda cuéntame to… —Esa era mi madre, viniendo de la cocina. De inmediato se dio cuenta de lo que pasaba, no por el simple hecho de que fuera mi mamá. Era todo mas que obvio. —Perrie amor ¿Qué paso?
Un ser humano puede ser fuerte, igual que un roble. Pero a veces también se puede ser de cristal. Y basta una sola palabra, una sola mirada para hacer que te quiebres. Explote en llanto y caí sobre mis rodillas. Mi madre de inmediato corrió a abrazarme. No quería que dijera nada. Solo quería que me abrazara, lo necesitaba. Tanto tiempo necesitando un abrazo como este, orando y suplicando que en alguna parte del mundo hubiera una madre que fuera solo mía. Ahora que la tenía era cuando la necesitaba mas que nunca.
—Te equivocaste —Dije una vez que me calme —Tal vez… esto no era para siempre. Quizá de verdad pudo perderse.
POV. Jade
—Y… ¿vas a dejar que te vea mañana? —Dijo Camila a centímetros de mi rostro.
—Por mi encantada —Sonreí —Pero debo hacer un par de cosas mañana.
—¿Cosas como que?
—Cosas como… ¿ir de compras? Ya no hay nada de comer por aquí.
—Podrías venir conmigo —Dijo cerca de mi oído. Gracias a eso todo en mi piel se erizo. —Solo unos días, a hacernos compañía. ¿Te gustaría?
—Me encantaría. Pero en serio, este lugar necesita mantenimiento. Me fui bastante tiempo y aun queda un par de cosas por arreglar.
—¿Arreglaste todo lo de el libro de…?
—Lo hice. Pero no hablemos de eso.
—Aun no me perdonas, ¿verdad?
—Si te soy sincera… no del todo. Pero quiero creer que todo lo que fuimos… somos. Todo es real.
—Voy a hacerte creer de nuevo en mi —Me beso.
—En serio lo espero.
—Bien… amor debo irme ahora. Se me hace tarde para recoger a mis sobrinos del colegio.
—Apúrate. No llegues tarde. —Se acercó y me beso. Quería que se sintiera como antes. Que me inspirara la misma confianza.
—Nos vemos bebé
—Te llamo en la noche.
—Te amo Jade… —solo sonreí. Aun no era capaz de responderle un “yo también” —Hablamos luego.
Fue hasta su coche y mire como se iba. No estaba 100% segura de lo que hacía, de todo esto. Mas sin embargo no podría negar que me alegraba. Me gustaba la idea de creer que podría volver a confiar en ella.
Había tenido una buena, mas que buena semana con ella. Después de una larga charla prometimos que, de intentar que esto funcionara una vez mas, jamás volveríamos a ser deshonestas con la otra. En ningún aspecto o situación.
Camila siempre tuvo el poder de sacarme una sonrisa a pesar de mi pésimo humor. De poder escucharme y sabía que decir o hacer siempre. Sabia cuando uno necesitaba una palabra de aliento, de ánimo o tal vez solo un abrazo.
Era lo que hacía que me encantara estar con ella. Por otro lado tenia a Perrie atravesada en mi mente. Se que debe estar mas feliz que nunca pasando tiempo con su familia pero aun había una pregunta que me consumía…. ¿pensara en mi? Si tan solo ella supiera que tan pronto Camila se iba ella regresaba a mi mente. Era inevitable. Ojala no se haya enojado por no buscarla, se que ella sería incapaz de entender el porque pero necesitaba tiempo, alejarme un poco. Con ella cerca jamás hubiera podido dirigirle de nuevo la palabra a Camila.
Ni por la idea de que ella ahora estaba mejor. Pensando en todo eso no pude evitar sentir algo de culpa. La conocía, seguro ahora ella estaría completamente confundida. Así que decidí ir a buscarla a casa mañana. Ojala este ahí.
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Me levante con un gran ánimo. Fui temprano a comprar algunas cosas que podrían gustarle a Perrie para comer y rente algunas películas que se que le gustaban. A eso de las 12 ya estaba en el auto de camino a casa de los Jaurgui. Estaba bastante emocionada. A pesar de todo la simple idea de verla podía hacer que todo en mi se descontrolara Justo cuando estacione el auto mi celular sonó.
Sera un largo día sin verte. Te amo.
—Lo siento Camila… este día es completamente de Perrie. —Sali del auto con todas las cosas en las bolsas y toque el timbre. Espere un poco pero nada. —Que extraño —Toque de nuevo y esta vez la puerta se abrió.
—Oh señorita Jade, Buen día.
—Buen día Anne—Dije sonriendo —¿Se encuentra Perrie?
—Oh linda, Perrie se fue.
—¿Se fue? ¿Cómo se que fue? ¿A dónde? ¿Cuándo va a volver? —Dije sin entender nada.
—No se con exactitud pero, me parece que su vuelvo sale dentro de una hora. —Quede paralizada, sentí como cada centímetro cubico de sangre se me fue a los pies, ella se iría. Regresaría a Nueva York y nunca estuvo en sus planes decirme.
—Gracias Anne. —Dije antes de salir corriendo y entrar al auto.
La desesperación se apodero de mi. Hacía tiempo que no sentía esto, no esperaba que ella se fue tan pronto. De hecho por un momento creí que se quedaría. Pero lo que mas me dolía es que no fue para decirme o al menos enviarme un mensaje.
—Idiota, eso eres Jade. Una idiota —Me decía a mi misma. Lo sabía. Sabía que desaparecer de su vida de esa manera no podía ser una buena idea. Seguramente estaba a punto de perderla para siempre. Una vez mas.