Narrador Omnisciente
El Campamento Mestizo es un lugar secreto de entrenamiento para semidioses ubicado en Long Island, Nueva York, donde se encuentran los hijos de todos los dioses griegos. Este campamento cuenta con 20 cabañas, la casa grande en la cual se encuentra el director del campamento, Dionisio, y muchos más establecimientos.
Justamente una chica en la cabaña número 13, la cual pertenece al Señor del Inframundo, Dios de los muertos y de las riquezas, Hades, se encontraba en su cama, a casi poco minutos para que su alarma sonará y comenzará con su rutina diaria, lo que ella no sabía es que ese día no sería como cualquier otro y lo que pasaría provocaría que su vida diera un drástico giro de 360º.
POV Elizabeth
Escucho el desagradable sonido de la alarma, hace que me tape los oídos con la almohada, espero que mágicamente deje de sonar, al darme cuenta que esto no va a pasar, estiro mi brazo y golpeó sutilmente la cómoda que se encuentra al lado de la cama, para intentar tomar mi celular y poder parar esa cosa del demonio.
Cuando logro mi objetivo, me levanto lentamente y permanezco sentada para que mis ojos se vayan acostumbrando a la poca luz que entra en la habitación, poco a poco el sueño se va retirando de mi cuerpo, al sentirme completamente despierta, me pongo de pie y voy en dirección al pequeño armario que se encuentra enfrente de mi cama, tomo mi uniforme, algunos productos de higiene y me dirijo al baño, no me hace falta mirar a la cama de mi hermano para saber que él ya se encuentra fuera haciendo sus cosas.
Así que eso me da la libertad de poder bañarme el tiempo que yo quiera, aunque solo tardó unos pocos minutos para encontrarme vestida y cepillando mi cabello, el cual al finalizar lo ató en una coleta, al encontrarme totalmente lista salgo de mi cabaña y me dirijo hacia el área del comedor, donde me acerco a mi mesa, al encontrarla vacía me doy cuenta de que Nico ya ha de haber desayunado, dispuesta a comer tomo un racimo de uvas, unos pedazos de pan y pido un jugo de naranja y me dispongo a poner la mitad de mi comida como ofrenda en la hoguera, regreso a mi mesa y empiezo a comer.
En el preciso momento en que estoy a punto de terminar mis alimentos, observo a uno de mis amigos, Grover Underwood, mi sátiro favorito, acercarse a mi mesa apresuradamente.
- Lizzie, Dionisio requiere de tú presencia en la casa grande.- Menciona un poco agitado, esto gracias a que ha venido casi corriendo.
- Buenos días a ti también Grover.- Respondí sarcásticamente mientras ponía mis ojos en blanco.
- Perdón Lizzie pero es que Dionisio me dijo que era algo urgente.- Al ver su cara me doy cuenta de que está hablando en serio, así que me levanto de mi asiento.
- Esta bien.- Es lo único que contesto antes de emprender el camino hacia la casa grande, ocasionando que pierda de vista a Grover.
Cuando llego toco la puerta, espero que me abran, y a los pocos segundos eso sucede, esto causa que me encuentre con el director del campamento, Dionisio.
- Pasa querida Elizabeth.- En el momento que escuchó esas palabras salir de su boca me quedo estupefacta, ya que Dionisio es malisimo a la hora de recordar nombres, en algunas ocasiones me ha dicho Elisa, Eleonor, y hasta una vez me dijo Marie.
Me adentro en la casa y veo que se encuentran algunos líderes de cabañas hablando entre ellos, me quedo justo en la entrada esperando a que Dionisio me diga el porqué de su llamado hacia mi, y creo que se da cuenta de eso, ya que se acerca a mi oído cosa que me incomoda, porque soy una persona un poco delicada acerca del espacio personal.
- Te esperan en mi despacho.- Termina de decir esa frase y se aleja de mi, yo en cambio me dirijo hacia su despacho, el cual se donde está porque se puede decir que no soy una persona muy pacífica y he tenido algunos "malentendidos" con otros compañeros del campamento, unos cuentos han acabado dando una visita a la enfermería.
Me sitúo delante de la puerta, tomo la perilla y la giró, haciendo que se abra el despecho, y no me esperaba ver a la persona que se encontraba sentada en aquel cuarto.
-¿A qué se debe el honor de esta "gran" visita?.- Pregunte sarcásticamente y haciendo comillas con mis dedos.
- Más respeto para tu padre, Elizabeth.- Dijo mirandome retadoramente a lo que yo solo rodé los ojos.
- No quiero sonar grosera, bueno la verdad es que no me importa si lo soy, pero, ¿qué quieres?.- Cuestione nuevamente.
- Tan sutil como siempre Elizabeth.- Contestó a mi pregunta con tono de sarcasmo.- Y respondiendo a tu pregunta, solamente quería pasar tiempo con mi hija favorita.-
-¿Tú crees que nací ayer o qué?, ningún Dios viene a visitar a sus hijos y si lo llegan hacer es porque los quieren para algo, así que vuelvo a preguntar, ¿qué quieres?.- Pregunté esta vez un poco desesperada.
- Se nota que eres mi hija, bueno tienes razón, vengo a verte porque tengo algo que decirte.- Dijo con una sonrisa de lado, cosa que no me agrado mucho.
- Pues dilo.- Menciono un poco harta de tanta palabrería.
-¿Recuerdas a Renée e Isabella?.- Pregunta en un tono divertido.
-¿Crees que he olvidado a la mujer que me trajo a este mundo y desde ese entonces me hizo la vida de cuadritos junto con su estúpida hija?.- Cuestiono con un tono de desagrado.
- Que bueno que recuerdes esos estupendos tiempos.- Dice riéndose un poco a lo que yo solo lo miro con los ojos entrecerrados.- Bueno la cuestión es que Renée me llamó, para que fueras de visita al lugar donde vive Isabella, y como no quería problemas con ella le dije que sí, y antes de que te niegues cosa que no puedes ya que no tienes la mayoría de edad y no puedes decidir por ti misma, y yo como tu padre si, pues tomé la decisión de que irás, tampoco será por mucho tiempo, tomalo como unas vacaciones.- Lo dice tan tranquilamente como si no me hubiera dado una de las peores noticias de mi vida.
-¿Por qué me odias tanto?.- Pregunté con un tono de voz exasperado.
- No te odio Elizabeth, solo quiero que te relajes un poco, a parte al pueblo al que irás, te va a encantar.- Eso es lo que menos me interesa en estos momentos.
- Unas vacaciones en el inframundo serían muchísimo mejor que esto.- Dije molesta.
- No seas tan pesimista, creeme, yo se que te divertirás al menos un poco, su familia es interesante.-
-¿Isabella tiene familia?.- Pregunte un poco incrédula.
- Si, a lo poco que me dijo Renée es que hace tiempo se casó con un joven de buena familia y vive con ellos.-
- Pobre hombre a de ser ciego.- Dije con un poco de burla. - Estaría encantada de poder ir pero fijate que no puedo, te recuerdo que puedo atraer monstruos que me pueden matar.- Comente con una sonrisa pensando que ya me había salvado de aquella horrible situación.
- Creeme que pensé en ese detalle cariño.- Dice el ahora con una sonrisa mientras que la mía desaparece lentamente, entonces introduce su mano en uno de los bolsillos del saco que trae puesto, de este saca una pequeña caja, y la extiende hacia mí, así que la tomó y la abrí, encontrándome con un lindo anillo plateado en forma de calavera.-
- Esta bien, ¿cuando y a donde me ire?.- Esperaba que me dijera que en dentro de mil años.
- Mañana te vas e irás a Forks, un pueblucho.- Dice sin darle mucha importancia.
-¿Me estás jodiendo?, no puedo irme mañana.- Dije molesta
- No me hables de ese modo, y si podrás, hasta luego Elizabeth.- Y se fue dejándome hecha una furia.
Ya había hablado con mis amigos y con Nico acerca de lo que iba a pasarme, algunos intentaron calmar mi humor, mientras que otros se habían molestado ante aquella decisión tan abrupta.
En estos momentos me encontraba sacando casi toda la ropa de mi pequeño armario, ya que como mi padre no me especificó cuánto tiempo iba a quedarme con la familia de Isabella, tenía que estar precavida, era mejor que me sobrara ropa a que me faltara.
Narrador Omnisciente
Mientras que la joven Grey se encontraba preparando sus maletas, exactamente en las afueras de un pueblo casi desconocido, se encontraba una familia en la sala de estar platicando, cuando una de las más nuevas integrantes de esta, se atrevió a contar aquello que había evitado a toda costa que pasara pero su madre la obligó a que aceptara, les dio la noticia que el día de mañana estaría llegando al pueblo su media hermana de la cual nunca había hablado, ya que sinceramente no le importaba y hace mucho tiempo atrás fue la última vez que vio esta chica.
Continuará...
¿Elizabeth estará lista para todos los cambios que pasarán en su vida?, si quieres saberlo sigue leyendo esta historia, y si te ha gustado este capitulo me ayudaria mucho que votaras y si quieres puedes pasarte a mi perfil y darle follow, es solo una recomendacion, gracias por leer 🥰💝.