trust | #2 | teen wolf

By missingastronaut

206K 11.4K 3.1K

| WOLVES #2 | Advertencia: Es recomendable no leer si no las leído el primer libro. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬ TRUST | En dond... More

| Introduction.
| Cast.
| Playlist.
1 | Searching team.
2 | Trust your instinc.
3 | Another werewolf.
4 | Fugitive.
5 | Inmune.
6 | There's always crossfire.
7 | Kanima.
8 | Proof.
9 | Jackson.
10 | Distraction.
11 | Restriction order.
12 | Or I kill you all.
13 | Twenty four.
14 | Poisoned.
15 | Party. Part I.
16 | Party. Part II.
17 | Court order.
18 | Keep going.
19 | Resurrected.
Agradecimientos.

20 | Master plan.

4.8K 515 160
By missingastronaut

| Plan maestro.


🐾

Amar puede curar, puede reparar tu alma

Y es la única cosa que conozco, lo sé.

Juro que se volverá fácil

Recordarlo con cada pedazo tuyo

Hm, y es la única cosa que llevamos con nosotros cuando morimos

—Photograph by Ed Sheeran.

🐾

— ¿Qué le sucede? —preguntó Scott con la mirada puesta en Jackson.

Él, Isaac y yo llegamos al hospital hacía un rato para ver lo que su madre le dijo que teníamos que ver. Era Jackson. Su cuerpo estaba dentro de una bolsa para cadáveres y rodeado de una sustancia que me daba ganas de vomitar, con las manos descansando sobre su abdomen con las filosas garras sobresaliendo de sus dedos.

—Creí que tú me lo dirías —contestó su madre—. ¿Es malo?

—No se ve bien —comentó Isaac.

— ¿En serio? No nos habíamos dado cuenta —solté con sarcasmo.

Jackson de repente se movió, sacudiéndose dentro de la bolsa y haciendo que Isaac tirara de mí para alejarme de él porque no parecía estar tan muerto al final de todo.

—Mamá, ¿puedes cerrar la bolsa, por favor? —pidió Scott.

—Está bien. Aquí vamos.

Su madre comenzó a subir la cremallera, teniendo el suficiente cuidado para no tocar esa cosa viscosa que rodeaba a Jackson y temblando cuando la cremallera se atascó bajo su cuello. Jackson soltó un siseó, mostrando sus colmillos.

—Mamá, ciérrala.

—Está bien, está bien.

—Cierra. Cierra. ¡Mamá, cierra!

—Yo lo haré. —Alejé las manos de la mujer del cierre para tirar de este mientras oía un nuevo siseó ser emanado de los labios de Jackson y ser ahogado en la bolsa luego de cerrarla—. Listo. Bien, ahora alguno de ustedes dos llame a Derek porque esto está comenzando a asustarme.

Scott asintió y sacó su celular, marcando el número del Alfa. La bolsa volvió a moverse y retrocedí varios pasos, quedando de pie entre los chicos.

Scott, tráelo. —Oí decir a Derek a través del celular.

—No creo que haya tiempo para eso.

Scott, sácalo de ahí. Ahora.

Scott colgó y tomó un extremo de la bolsa mientras Isaac tomaba el otro y salimos de la morgue luego de despedirnos de su madre, quien solo nos deseó suerte en lo que sea que fuésemos a hacer. Logramos llegar hasta el estacionamiento sin ser vistos ni detenidos, pero Scott de repente dejó caer un extremo de la bolsa al suelo. Maldije en voz baja, siendo cegada momentáneamente por las luces delanteras de una camioneta y pude ver al padre de Allison bajar y acercarse a Scott.

—Estás solo —observó Scott.

—Más de lo que sabes.

— ¿Qué quieres?

—No tenemos mucho en común, Scott. Pero por el momento, tenemos un enemigo en común.

—Por eso estoy tratando de sacarlo de aquí.

—No me refería a Jackson. Gerard ha puesto a Allison de su lado de la misma manera que como lo hizo con Kate. La estoy perdiendo. Y sé que tú la estás perdiendo también.

—Tienes razón —concedió Scott—. Entonces, ¿confías en que puedo solucionar esto? —Argent asintió—. ¿Entonces puedes dejarnos ir?

—No. Mi auto es más rápido.

🐾

—Creo que dejó de moverse —avisó Isaac, mirando el interior del auto de Argent una vez que bajamos.

Le di una mirada fugaz a la bolsa, notando que efectivamente dejó de moverse. Volví a mirar al frente en búsqueda de alguna señal de Derek ya que no tenía n idea de en donde nos encontrábamos y en verdad esperaba que se dieran prisa en aparecer.

— ¿Dónde está Derek? —preguntó Argent, exteriorizando mi pensamiento.

Alguien apareció a unos cuantos metros de nosotros, corriendo en cuatro patas y dio una voltereta al final. Derek levantó la vista, dejando ver sus ojos brillar en color rojo.

—Vaya, alguien sí que quería tener su entrada dramática y triunfal —me burlé de él.

—Le dije que no lo hiciera, pero no me hizo caso —comentó Kay, apareciendo de entre las sombras y mirando al hombre que nos acompañaba—. Chris.

—Estoy aquí por Jackson. No por ustedes —avisó el cazador, mirando a mi tía y el Alfa.

—De alguna manera, no me parece muy reconfortante —contestó Derek, pasando su vista del hombre a Isaac y Scott—. Llévenlo adentro.

Los chicos obedecieron y sacaron a Jackson del interior del auto, tomando cada uno un lado de la bolsa y llevándolo dentro de la bodega mientras Argent movía su camioneta a otro sitio. Me dediqué a seguir a los chicos, colocándome a un lado de Isaac cuando dejaron a Jackson recostado en el suelo.

— ¿Dónde están? —pregunté, mirando a Derek.

Según lo que Scott me contó, los Hale conocían la manera de regresar a Jackson a ser él mismo y para eso íbamos a necesitar de la ayuda de Peter y Lydia, pero ninguno se encontraba aquí.

— ¿Quiénes?

—Peter y Lydia —explicó Scott.

Derek nos miró a ambos por varios segundos, quedándose en silencio mientras que se colocaba encima de Jackson. Bien, esto no me estaba dando una muy buena impresión.

—Derek, espera un poco. Dijiste que sabías como salvarlo —recordé, viéndolo bajar la cremallera para dejar a la vista el cuerpo de Jackson.

—Ya pasamos eso —soltó.

— ¿Y qué pasa con...?

—Piénsenlo, chicos —Interrumpió a Scott—. Gerard lo controla. Convirtió a Jackson en su perro guardián. Y puso todo esto en marcha para que Jackson pudiera ser más grande y poderoso.

—No. Él no haría eso —negó Argent convencido—. Si Jackson es un perro, comienza a ponerse rabioso, y mi padre no dejaría que un perro rabioso viviera.

—Por supuesto que no —habló Gerard, apareciendo de la nada—. Algo tan peligroso, tan fuera de control, está mejor muerto.

Derek trató de cortarle la garganta a Jackson en ese momento, pero él despertó y le enterró las garras en el estómago, levantándolo con extrema facilidad mientras salía del interior de esa bolsa negra, con su piel llena de esa viscosa y asquerosa sustancia, y lo arrojó al otro lado de la bodega abandonada.

—Jackson —murmuré de manera apenas audible, viendo la sangre de Derek manchar sus garras.

—Bien hecho hasta el final, Scott —felicitó Gerard—. Como el buen amigo que eres, llevaste a Jackson a Derek para salvarlo. No te diste cuenta de que también me traías a Derek.

Scott se agachó con rapidez y la flecha que Allison disparo se incrustó en el hombro de Isaac, quien cayó al suelo por el dolor.

— ¿Allison? —preguntó Scott, mirándola como si no pudiera creer que estaba del lado de Gerard en esto.

Me acerqué a Isaac, tomándolo de uno de los brazos —el qué no estaba lesionado por la flecha— y ayudándole a ponerse de pie para después alejarnos de ese lugar. Argent comenzó a dispararle al Kanima mientras que Isaac y Scott se transformaban.

Derek soltó un rugido y los tres hombres lobo comenzaron a pelear contra el Kanima, Kay uniéndoseles después de obligarme a alejarme de todos ellos para evitar terminar herida. Me quedé en un sitio seguro, viendo como el Kanima les pateaba el trasero a los cuatro licántropos.

Allison hirió a Isaac, acuchillándolo varias veces por la espalda y provocando que cayera al suelo. Levantó la daga que sostenía en su mano derecha, lista para acabar con él.

— ¡Allison, no! —supliqué en un grito.

El Kanima se acercó por detrás, tomándola del cuello y sujetando su muñeca para evitar que lo lastimara. Me acerqué a Isaac sin pensarlo dos veces, arrodillándome a su lado y escuchándolo quejarse cuando traté de quitarle la flecha en su hombro.

—Todavía no, cariño —dijo Gerard.

— ¿Qué estás haciendo? —preguntó Allison con una mezcla de terror y sorpresa en su mirada.

—Va a doler, pero sanarás. Te necesito tranquilo, ¿de acuerdo? —susurré, mirando los ojos de Isaac y viéndolo asentir. Sujeté la flecha entre mis manos y la arranqué de su piel, escuchándolo sisear por el dolor.

—Está haciendo lo que vino a hacer —soltó Scott.

—Entonces ya lo sabes —descubrió Gerard.

— ¿De qué está hablando? —preguntó Allison.

—Fue la noche afuera del hospital, ¿no? Cuando amenacé a tu madre. Sabía que veía algo en tus ojos. Se podía oler, ¿verdad? —se dirigió a Scott, ignorando a su nieta.

—Está muriendo —reveló Isaac.

Le di una mirada a su hombro, viendo como ya no había rastro alguno de la herida de la flecha y como los cortes de los cuchillos empezaban a curarse. Me puse de pie con cuidado, viéndolo levantarse también cuando el dolor pareció pasar.

—Lo estoy. Desde hace un tiempo —admitió Gerard finalmente—. Por desgracia, la ciencia aún no tiene cura para el cáncer. Pero lo sobrenatural sí.

—Monstruo —escupió Argent, viendo como el Kanima apretaba aun más la garganta de su hija.

—Aún no —negó el anciano.

— ¿Qué estás haciendo? —insistió Allison, jadeando cuando el Kanima apretó todavía más su garganta.

— ¿La mataras también? —gruñó Argent.

— ¡Cuando se trata de sobrevivir, mataría a mi propio hijo! —exclamó sin ningún tipo de arrepentimiento—. Scott.

Scott volvió su rostro a la normalidad y se encaminó a Derek, obligándolo a levantarse del suelo.

—Scott, no lo hagas. Sabes que me matará después. Será un Alfa —expresó Derek.

—Eso es verdad. Pero creo que él ya lo sabe, ¿verdad, Scott? Sabe que el premio final es Allison. Hace esta pequeña tarea por mí, y pueden estar juntos. Tú eres la única pieza que no encaja, Derek. Y en caso de que aún no lo sepas todavía, simplemente no se compite contra el amor joven —manifestó Gerard, quitándose la chaqueta de encima al finalizar su monólogo.

—Scott, ¡no lo hagas! No lo hagas

—Lo siento. Pero tengo que hacerlo —se disculpó Scott.

Scott hizo que Derek se arrodillara en el suelo, tirando de su cabello con fuerza para que mantuviera la cabeza atrás y la boca abierta para recibir el brazo de Gerard. El cazador más viejo gritó de dolor cuando los colmillos perforaron su piel y luego Scott dejó a Derek caer al suelo, viendo al abuelo de Allison levantar su brazo en símbolo en símbolo de su victoria. Sangre negra comenzó a deslizarse por su arrugada piel y nos extrañó a todos, haciéndolo mirar su brazo cuando notó nuestra confusión.

— ¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Qué hiciste? —preguntó Gerard, mirando a Scott.

—Todos decían que Gerard siempre tenía un plan. Yo también tenía uno.

Gerard sacó su pastillero del interior de su chaqueta, tomando varias de sus pastillas en su mano para luego aplastarlas, liberando un polvo violeta.

— ¡Ceniza de montaña! —escupió y cayó de rodillas al suelo cuando la sangre negra comenzó a salir por sus ojos y su nariz, vomitándola también y cayendo finalmente al suelo por completo.

— ¿Por qué no me lo dijiste? —preguntó Derek, mirando a Scott desde el suelo.

—Porque puedes ser un Alfa, pero no eres mío —respondió mi amigo.

El Kanima disminuyó la presión en el cuello de Allison pero no lo suficiente como para dejarla ir, todos viendo a Gerard arrastrarse por el suelo mientras escupía la sangre negra.

— ¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! —ordenó al lagarto.

El Kanima soltó a Allison cuando Gerard quedó inconsciente —o quizá murió— y ella aprovechó la distracción del lagarto mirando al hombre que lo controlaba y le propinó un codazo directamente en el rostro. En respuesta a su golpe, la criatura la arrojó lejos.

Atravesando una de las paredes del lugar, el Jeep celeste de Stiles apareció y chocó con el cuerpo del Kanima. Miré al interior del auto de inmediato, viendo a mis hermanos y Lydia observar con asombro al frente.

— ¿Le di? —preguntó Stiles.

El Kanima saltó al cofre del Jeep y Stiles soltó un grito mientras que Lydia bajó de inmediato, siendo seguida por mi hermana. Stiles tiró de Beca con él para ambos ocultarse detrás de Scott, viendo a Lydia plantarse frente al Kanima.

—Jackson —lo llamó con los ojos cerrados por el miedo de verlo convertido en aquella criatura, mostrando una llave.

El Kanima no reaccionó a su presencia y lo significativo de la llave como esperábamos que hiciera, alzando el brazo para atacarla.

— ¡Jackson! —exclamó Beca, espantada.

Esta vez, el Kanima si se detuvo. Lo vimos ladear la cabeza y mirar más allá de Lydia, como si buscara a mi hermana. Beca entendió ese gesto, saliendo de la seguridad de la espalda de Scott para acercarse a pasos breves al lagarto.

—Beca, por favor, no —suplicó Stiles, mirándola con preocupación mientras que Lydia retrocedía y se escondía junto a Allison.

Beca no se detuvo hasta que estuvo frente a él, esforzándose por no temblar debido al miedo, reteniendo el aliento cuando el Kanima tomó el collar que colgaba en su cuello y tenía las letras J y B en una delgada cadena. Beca se llevó las manos a la parte de atrás del cuello para quitarse el collar y entregárselo. La piel de Jackson reapareció de entre las escamas, concentrando en aquel bonito collar que le obsequió meses antes de que terminaran y sus ojos volvieron a ser los azules de siempre.

Se apartó de ella y lo vi asentir en dirección a Derek, quien corrió hacia él en compañía de su tío y ambos le enterraron las garras en el cuerpo. Me llevé una mano a la boca por la impresión, sintiendo a Isaac rodearme con un brazo para sostenerme contra él y que no cayera cuando sentí que mis piernas dejaron de responderme. Los demás se encontraban igual de sorprendidos que yo, viendo a esos dos locos retirar las garras violentamente de su cuerpo y dejarlo caer al suelo.

Beca lo sujetó y bajó con él hasta el suelo, ambos quedando arrodillados uno frente al otro cuando Jackson comenzó a agonizar por las heridas que no se estaban sanando. El llanto comenzó a trepar por mi garganta y mi labio inferior empezó a temblar, por lo que lo atrapé entre mis dientes. Sentí una mano en mi hombro pero ni siquiera giré a ver de quien se trataba, segura de que era Derek.

— ¿Tú...? ¿Tú aún...? —trató de preguntar Jackson, las palabras saliendo con dificultad de su boca.

—Todavía te quiero —le dijo—, pero no... ya no te amo. Lo siento.

Jackson no dijo nada más, sus ojos cerrándose y se dejó caer lentamente en el hombro de mi hermana. El collar cayó al suelo desde su mano y ella acarició su cabello con las lágrimas bañándole el rostro, dejando su cabeza descansar sobre el suelo y viendo la piel del Kanima desaparecer por completo cuando lo soltó finalmente.

Dejé las lágrimas deslizarse por mis mejillas y me aferré a Isaac cuando vi a Beca darle la espalda a Jackson. Mi llanto se detuvo cuando miré su cuerpo, observando cómo sus garras se arrastraban por el suelo y observando que los agujeros en su abdomen y espalda estaban comenzaban a curarse. Isaac me hizo retroceder, dejándome detrás de la espalda de Derek para mayor protección.

Beca se giró de pronto, viendo a Jackson abrir los ojos y enderezarse en el suelo para levantarse, rugiendo con su rostro transformado en uno lobuno para que luego sus garras y los colmillos se ocultaran y le dieran paso al mismo rostro de siempre.

No lo pensé dos veces antes de alejarme de Derek, acercándome a él. Jackson me miró y no tardé en acercarme a abrazarlo, acariciándole el cabello y escuchándolo suspirar mientras me abrazaba también.

—Estás bien —dije aliviada, sintiendo las lágrimas volver a inundarme los ojos.

—Estamos bien —me respondió.

Escondí mi rostro entre mis brazos envueltos alrededor de su cuello, sollozando bajito y sintiendo mi corazón latiendo tan fuerte que podría salírseme del pecho, pero estaba bien. Jackson estaba bien y era todo lo que me importaba ahora.

🐾

Isaac.

—Parece ser que la niña se quedó dormida usando a tu cachorro como una almohada —comentó el tío de Derek en tono burlón, teniendo medio cuerpo girado en su asiento para mirarnos en la parte trasera del auto.

—Cállate —dijo de mala gana la tía de Brooke.

Derek nos miró a Brooke y a mí por el retrovisor mientras ellos dos discutían en tono bajo para no despertarla, volviendo la vista al frente rápidamente, conduciendo hacia la casa de los Stilinski. Brooke cayó dormida sobre mi hombro unos minutos después de subir al auto, cansada luego de este día tan largo, y yo probablemente la seguiría en un rato, pero todavía podía resistir un poco más.

Derek detuvo el auto a un costado en la acera cuando finalmente llegamos, girando en su asiento para mirarme.

—No le agradas demasiado a su padre pero yo le agrado menos y se supone que él está muerto —explicó, señalando a su tío—. Así que creo que te toca llevarla a su habitación porque va a asesinarnos a los tres si la despertamos en este momento.

—En inglés, eso significa: "Baja auto y llévala a su habitación rápido" —comentó el tío de Derek, sonriéndome cuando me miró.

Sí, muy bien, este sujeto no me agrada para nada.

—Descuida. A nadie le cae bien —me dijo la tía de Brooke, que si no me equivocaba se llamaba Kayleena, casi como si leyera mis pensamientos.

Reprimí una sonrisa al ver el rostro del tío de Derek llenarse de indignación ante el comentario de la mujer, bajando del auto y sacando a Brooke del interior de este para luego cerrar la puerta. Seguí a Kayleena por el jardín y subí los escalones del pórtico, entrando a la casa una vez que abrió la puerta principal. Me dirigí automáticamente a las escaleras y llegué al segundo piso, metiéndome a su habitación y caminando hasta su cama.

El lugar estaba bastante ordenado en comparación a otros días, pero eso no quería decir que usualmente su habitación fuera un desastre. A diferencia de la última vez que estuve aquí, todos los libros y cosas relacionadas con la escuela estaban encima de su escritorio.

La recosté con cuidado en la cama, viéndola acomodarse y me senté al borde de esta para poder observarla mejor. Ella no tardó demasiado en abrir los ojos, pestañeando y frotándose con sus manos el rostro para disipar el sueño. Tiró de mi mano para que me acercara a ella, moviéndose para dejarme un espacio en su cama y acomodándose sobre mi pecho cuando me recosté a su lado. No dudé en rodear su cintura con uno de mis brazos, apegándola más a mí.

— ¿Puedo preguntarte algo?

—Ya lo hiciste.

—Eres un idiota.

—Oye, solo estoy bromeando —me reí—. Anda, pregúntame lo que sea.

—Dijiste que te irías con ellos, entonces ¿por qué te quedaste? —cuestionó, alejándose de mí y sentándose para observarme.

—No pude —admití mientras me enderezaba y me sentaba frente a ella—. Estaba en el bosque y cuando pensé en irme, no pude hacerlo. No podía dejarte.

—Pero tú querías una vida mejor lejos de todo esto —me recordó.

—Lo sé, pero no me arrepiento de volver. —Tomé una de sus manos con cuidado—. Si volver a este lugar significa tener una oportunidad de estar contigo, jamás dudaré en regresar una y otra vez.

Brooke sonrió mientras miraba nuestras manos unidas, haciéndome sonreír. No mentí en lo absoluto cuando dije que estaba enamorado de ella, y a pesar de que ella no dijo lo mismo, supe que se sentía de la misma manera por la forma en la que sonrió luego de alzar la mirada.

🐾

—Aún no le has dicho todo, ¿verdad? —preguntó el tío de Derek, parado a un par de metros de donde yo me encontraba, mirándolo expectante.

Ya habían pasado un par de días desde que Jackson dejó de ser el Kanima y estábamos de nuevo en las ruinas de lo que alguna vez fue la casa de la familia de Derek en busca de Boyd y Érica en el bosque.

— ¿Qué quieres decir? —pregunté, girando parte de mi cuerpo para mirarlo.

— ¿Por qué crees que Derek tenía tanta prisa por construir su manada? ¿Tan ansioso por fortalecer su poder y su número? Cuando hay un nuevo Alfa, la gente se da cuenta —aseguró, apoyando su espalda en un árbol.

— ¿Gente como quien? ¿Qué es esto? ¿Qué significa? —indagué, señalando el extraño símbolo hecho en la puerta que no estaba antes.

—Es su símbolo. Y significa que están viniendo —notificó Derek.

— ¿Quién?

—Alfas.

— ¿Más de uno? —pregunté con confusión.

Durante este tiempo aprendí cosas básicas de las manadas y aprendí lo suficiente como para saber que los Alfas son más fuertes que un hombre lobo normal y que siempre hay uno que encabeza la manada.

—Una manada de ellos.

—Una manada de Alfas —especificó su tío, atrayendo mi atención—. Y no vienen. Ya están aquí.

🐾

Brooke.

—Entonces, ¿en serio crees que ella regresará a ti? —preguntó Stiles, mirando a Scott mientras abrían el maletero para sacar sus cosas para practicar lacrosse en el campo vacío en la escuela con la intención de ayudarlo a mejorar para que fuera un titular la siguiente temporada.

—Sí, sé que lo hará —contestó Scott—. ¿Y tú y Lydia?

—Bueno, el plan de diez años para que Lydia se enamore de mí tal vez tenga que ser de quince, pero sigue en pie —respondió seguro, cerrando la cajuela luego de sacar su palo y varias pelotas.

— ¿Y por qué no solo la invitas a salir y ya? —pregunté.

Realmente jamás entendí el por qué a Stiles le gustaba darle tantas vueltas al asunto y planificar lo que sucedería en el transcurso de esos 10 años planteados desde que era un niño en lugar se solo acercarse a ella y pedirle una cita como un chico normal haría.

—Apoyo esa idea —secundó Scott.

—Sí, bien, ¿por qué no mejor vas a la portería y me ayudas a ser capitán como me prometiste, amigo? —le dijo a Scott, ignorándonos.

Scott se colocó en la portería mientras se reía, viendo a Stiles dejar la red con varias pelotas en el suelo y sujetar su palo de lacrosse. Yo me senté en las bancas para ver la práctica, lista para reírme si era un fracaso o felicitarlo si no hacía el ridículo.

—Oye, ¿sabes de qué me di cuenta? Estoy de vuelta donde comencé —comentó Scott una vez en posición.

— ¿Qué quieres decir? —indagó Stiles.

—No hay lacrosse, no hay popularidad, no hay novia. Nada.

—Amigo, todavía me tienes. Y ahora también la tienes a ella. A ella no la tenías antes —añadió señalándome.

—Te tenía antes.

—Sí, y todavía me tienes, ¿está bien? Es una vida cumplida.

—Mucho.

—Ahora recuerda, nada de poderes de lobo —le recordó Stiles, tomando una de las pelotas la red de su palo de lacrosse.

—Entiendo.

—No, lo digo en serio. Nada de reflejos súper rápidos, vista mejorada, ni oído especial, nada de eso, ¿sí?

—Está bien. Venga —apresuró Scott, golpeando ambos lados de la portería con su palo.

— ¿Lo prometes?

— ¿Quieres lanzar y ya?

Stiles miró a la pequeña pelota blanca y yo alcancé a ver a Scott iluminar sus ojos con una sonrisa. La pelota fue lanzada y él la atrapó sin ninguna especie de esfuerzo, provocando que Stiles adoptara una expresión de verdadera indignación en su rostro.

— ¡Dije que no hay poderes de lobo!

Solté una carcajada al instante, oyendo a Scott reírse también.

—Eres un tramposo, Scott —reproché entre risas, viendo su mirada divertida posarse en mí.

— ¿Ah, sí? Ven acá.

Scott se alejó de la portería, dejando caer su palo de lacrosse y corriendo hacia mí. Me levanté de mi lugar apresuré a correr, avanzando a penar un par de metros y soltando un chillido de sorpresa cuando me atrapó entre sus brazos.

— ¡Déjame! —exclamé con diversión, removiéndome para intentar que me soltara.

—Di que no soy un tramposo —condicionó con un tono divertido.

—No pienso mentir —me burlé, provocando de nueva cuenta su risa.

Scott me levantó del suelo, cargándome sobre su hombro y comenzando a correr por el campo conmigo encima. Chillé y me aferré a él cuando sentí que podía caer, riendo por lo divertido que era a pesar de todo. Scott me devolvió al suelo luego de un rato y él y Stiles siguieron con su práctica mientras yo me dedicaba a mirar, riéndome por un par de tiros patéticos y aplaudiendo otros, saltando en mi lugar cuando sentí un par de manos tomándome por detrás.

—Hola —saludó Isaac detrás de mí, su aliento erizándome la piel totalmente.

—Hola. ¿Cómo supiste que estaba aquí? —pregunté curiosa, mirándolo.

—Pasé por tu casa hace rato y Beca dijo que estaban aquí y pensé en pasar a saludar —respondió, sentándose a mi lado—. ¿Tienes algo que hacer mañana en la tarde?

—Nada. ¿Por qué?

—Sal conmigo. Como una cita.

Sonreí al escucharlo, asintiendo con la cabeza.

—Una cita —repetí contenta, tomando su mano, dejando en el olvido la práctica de los chicos que seguía sucediendo en el fondo, concentrándome en el color azul de sus ojos y en lo mucho que me gustaban sus rizos.

Continue Reading

You'll Also Like

133K 8K 31
𝐒┊𝐒 𝐂 𝐑 𝐄 𝐀 𝐌★ 𝐋 𝐀 𝐑 𝐀 no entendía el por que le temian tanto a su compañero de universidad 𝐓 𝐎 𝐌, el tenía actitudes raras pero no lo...
272K 21.5K 49
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
64.3K 6K 47
Park Jimin, el chico más guapo y popular de toda la universidad. Min Yoongi, el chico nerd de gafas que se sienta en última fila para no llamar la at...
336K 37.8K 81
✮ « 🏁✺ °🏆 « . *🏎 ⊹ ⋆🚥 * ⭑ ° 🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣 ✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 ¿Y si el mejor piloto de l...