Después, lentamente comenzamos a caer en los brazos de Morfeo, para al final, quedarnos totalmente dormidos.
Aunque de nuevo, comencé a soñar cosas muy extrañas... Misteriosas visiones que no entendía para nada:
Me encontraba en una habitación oscura, sólo que esta vez en lugar de escuchar una canción, oí unos sollozos a lo lejos.
Parecían de una niña, que al parecer también estaba haciendo una especie de forcejeo.
–¡Ahhhh! ¡Me quedé atorada!– exclamó la niña de pronto, y entonces, una luz roja se encendió.
Parecía que ella estaba en un ducto de ventilación, y que efectivamente, su pie se había atorado en una de las ranuras de un ventilador.
Sin embargo, por más que ella tirara de el, su pie no salía... Lo que obviamente era desesperante para ella.
–¡VENGAN AQUÍ MIS LINDOS CONEJILLOS!– gritó una voz masculina a lo lejos, al mismo tiempo que una alarma muy inquietante comenzaba a sonar.
–¡Vamos ▅▅▅, debemos irnos ya!– decía la voz de un niño, con mucha prisa.
–¡Es que no puedo salir! ¡Ayúdame por favor!– pedía la niña... Cuyo rostro era borroso, lo único que podía distinguir, eran sus lágrimas.
Ni siquiera el color de su cabello, ya que parecía dorado, castaño y rubio al mismo tiempo...
–¡TE ENCONTRÉ CONEJILLA!– rió la voz de hombre, de forma macabra y llena de locura.
Sólo que luego de eso, las luces volvieron a apagarse, y el sueño terminó de forma súbita.
–¿Hola?– preguntó alguien con una voz ronca y anciana.
Entonces, sentí la luz de una linterna potente justo en mis ojos.
–Agh...– murmuré como muestra de mi desagrado. –¿Q-Qué sucede?–
–Oye wey, este es mi lugar, así que mejor lárgate de aquí con tu hermana– dijo el señor que me había hablado antes, sólo que más molesto.
Por su cabello sucio, su vestimenta vieja y su dentadura tan maltratada, supe que él era un vagabundo.
–Tsk... ¿Cómo íbamos a saber que este era su "lugar"?– cuestionó Rin con fastidio.
–¡Pero si es bastante obvio! ¡Ahí merito dice!– reclamó el vagabundo, mientras señalaba una pared con un grafitti que decía:
El rincón de Juansho.
–Ah... No pues, que descriptivo...– dije de forma sarcástica, puesto que cualquier persona podía llamarse "Juansho" y grafitear el lugar nada más porque sí.
–Bueno ya, lárgense de una vez por todas par de hermanos–
–¡No somos hermanos!– dijimos Rin y yo al unísono, sin querer.
–Me vale, se me largan los dos– insistió el señor, prácticamente corriéndonos a patadas.
Bueno... Por lo menos habíamos conseguido lo que queríamos de ese sitio: un lugar donde dormir temporalmente.
–Bien, ahora debemos reanudar nuestro viaje, y rápido– comentó Rin, que aún se veía molesta por lo que había hecho el vagabundo.
–Entiendo...– murmuré, para luego bostezar y estirarme un poco.
–Anda ya, apresurémonos– pidió la chica al ver lo que hacía, mientras caminaba más rápido.
Luego de unos minutos llegamos al lugar donde estaba estacionada la motocicleta, para luego subirnos en ésta y dejar atrás el lugar.
Lo que pudimos llevar a cabo con éxito, ya que los policías se habían ido de la zona.
–Entonces, ¿Seguiremos así hasta llegar al laboratorio? ¿Por este camino?– pregunté con curiosidad.
–Sí, así es Len. No pararemos–
–¿Pero cuándo vamos a comer?– dije con preocupación, porque no pensaba que soportaría tantas horas sin comer algo.
–No te preocupes por eso... Organismos como nosotros no necesitamos comer demasiado– explicó Rin de forma calmada, aunque ésto me dejó con bastantes más dudas.
–¿Como nosotros? ¿Qué acaso no somos humanos?– cuestioné totalmente confundido.
Entonces, Rin guardó silencio unos segundos y luego respondió:
–No Len, nosotros somos Homo Blattam–
"¿Qué...?" Dije en mi mente, muy confundido.
¿Por qué Rin siempre hacía que mi pobre mente se convirtiera en un torbellino de dudas?
//Hae!!
Este es otro milagro navideño y lleno de bendiciones! :D (?)
(Okno, porque esto ya parece una imagen de piolín (?))
En fin, sigamos con las preguntas...
¿Por qué Len soñó con eso? ¿Tendrá su sueño algo que ver con su pasado? ¿A qué se refería Rin con "Homo Blattam"?
¡No se lo pierdan!
Shao! :3