*Maratón 1/7
Ema Thomson, era una Hufflepuff muy despistada; que, por razones que no comprendía, solía terminar en los lugares menos apropiados.
La primera vez que vio a los merodeadores, fue en tercer año; estos se encontraban haciendo quien-sabe-qué en uno de los pasillos del castillo, por lo que Ema decidió pasar de largo; sin embargo, su plan se vio frustrado, cuando una bomba fétida fue colocada en su mano.
Ema volteó confundida, y lo primero que vio, fue a un niño con gafas extrañas encima de uno con el cabello negro un poco largo, y a un pequeño gordinflón medio dormido sobre otro que tenía pequeñas cicatrices en su rostro; sin embargo, los cuatro se pararon rectos y sonrieron de forma inocente.
-¿Qué demonios..
-Ese lenguaje señorita Thomson- dijo una voz, que definitivamente no pertenecía a ninguno de los cuatro niños.
- Oh, lo siento profesora McGonagall- se disculpó la castaña- ¿Qué narggles?
Los cuatro chicos soltaron una risa, mientras la profesora la miraba con el ceño fruncido. Ema trató de alejarse, sin embargo, ese plan fue frustrado nuevamente en cuanto la profesora McGonagall la sujetó de la túnica.
-No tan rápido señorita Thomson- dijo con voz firme.
Ema sólo la miró confundida ¿Por qué no podía irse?
-¿Podría explicarme que hace por los pasillo del castillo con una bomba fétida en su mano?- inquirió McGonagall mirándola severamente.
-¡Pero no es mía!- exclamó indignada- ¡Es de estos encleques!
Los niños fruncieron el seño, al oír como los había llamado la castaña.
-Perdóname Thomson, pero yo no soy ningún...
-Silencio Black- cortó McGonagall al niño, que tenía el cabello un poco largo- La cosa aquí, es que los he encontrado a los cinco juntos, con una bomba fétida, por lo que tendré que restarles puntos e imponerles un castigo.
-Pero si yo no he hecho nada profesora.
-Pero que mentirosa- interrumpió el niño de las gafas, quien se encontraba molesto de que lo hubiera llamado encleque- ¡Pero si fue tú idea!
Ema le lanzó una mala mirada, para después volver su mirada a la profesora McGonagall.
-¿Es cierto lo que Potter dice, señorita Thomson?
-Claro que...
-Sí- completó Black- ¿A qué no Peter?
El niño regordete, sólo asintió con la cabeza muchas veces.
-Bien, a vista de que les gusta dejar malos olores por los pasillos, no les molestará limpiar los baños del segundo piso ¿no es así?
Los cuatro chicos mostraron un gesto de asco, pero Ema sólo se resignó, pues no había forma de que McGonagall le creyera.
-Los odio- dijo Ema, una vez que McGonagall se retiró.
-Tranquila Thomson- respondió Black- El sentimiento es mutuo.
***
Después de eso día, y del horrible castigo -que aunque Ema nunca lo admitiría en voz alta, le había divertido bastante- decidió alejarse lo más posible de Sirius, James, Remus y Peter, mejor conocidos como los merodeadores.
Sin embargo, como era costumbre, sus planes siempre se veían fastidiados; y su tendencia en aparecer en los lugares menos apropiados, la habían llevado a acabar sentada en el despacho del director junto a ellos más de una vez (cosa que a sus diecisiete años seguía sin comprender).
Por lo que poco a poco, se fue formando una amistad entre los cinco.
O eso, hasta que llego su séptimo año, que fue cuando las cosas comenzaron a cambiar.
***
Sirius se encontraba caminando de un lado a otro dentro de su habitación; James, Remus y Peter sólo lo observaban, sin saber que pasaba por la cabeza de su amigo en esos momentos.
-Eh... Canuto ¿estas bien?- preguntó James, preocupado por la actitud de su amigo.
-No lo sé Cornamenta- suspiró Sirius, sentándose junto a James, quien le lanzó una mirada a Remus y Peter, para que los dejaran solos, cosa que hicieron en silencio.
-¿Qué sucede Canuto?
-Es Ema- soltó Sirius de golpe.
-¿Ema?¿Qué hay con Ema?-inquirió James preocupado.
-Que no dejo de pensar en ella.
James lo observó sorprendido, de sus siete años de conocer a Sirius, nunca lo había visto de esa forma, y menos por una chica.
-¿Pensar en ella de que forma?
-Pues... de todas las formas posibles James, en su sonrisa, en sus ojos, en su forma de rodar los ojos ante mis chistes, sus piernas, su tra...
-Oh, mucha información Canuto- interrumpió James.
-Lo siento, es sólo que estoy confundido, no sé que es lo que me pasa.
James pensaba burlarse de Sirius, pues para él era evidente lo que pasaba, pero al ver su rostro, supo que lo mejor era tocar el tema con delicadeza.
-Lo que yo creo Canuto, es que tienes... hum... ¿sentimientos románticos? por ella- afirmó James.
-¿Sentimiento románticos?
-Y muy románticos.
-¿Crees que ella sienta lo mismo?- preguntó Sirius esperanzado.
-Sólo hay una forma de averiguarlo Canuto.
***
Ema se encontraba en la biblioteca, revisaba unos libros sobre licantropía, cuando Sirius pasó a su lado, y extrañada de que no la hubiera saludado, volteó a verlo; pero se arrepintió en cuanto vio como este atrapaba entre sus brazos a una chica rubia de Gryffindor.
Molesta, apretó los labios y se fue de la biblioteca sin decir nada, dejando a Sirius con una sonrisa, pues Ema había reaccionado justo como el lo esperaba.
***
Era ya de noche, y Ema se encontraba en las cocinas, comiendo todos los postres que los elfos le ofrecían, cuando Sirius entró.
Ema giró su rostro, ignorándolo, pues aún tenía la imagen de él y la chica rubia en su mente.
-Hola Ema- saludó Sirius, con una sonrisa enorme.
-Black...-murmuró Ema como saludo.
-¿Black? Creí que ya habíamos superado eso de los apellidos- dijo este, y al ver la cara de confusión de Ema, agregó- Me llamabas así cuando nos odiabas a todos ¿recuerdas?
Y claro que lo recordaba, los odio durante su tercer año, pero durante el cuarto, fue imposible no tomarles cariño.
-Bueno, tal vez te odie de nuevo- respondió con una sonrisa irónica.
-Me dueles Thomson.
Ema sólo rodó los ojos y rió.
-Como sea, te veías entretenido hoy.
-¿Entretenido?
-En la biblioteca, con esa rubia.
Sirius sonrió al oír el resentimiento en la voz de Ema.
-Oh, eso era un pequeño experimento.
-¿Experimento?- inquirió Ema confundida.
-Así es, y dio el resultado que esperaba.
-¿Y eso es?
-Quería ver como reaccionabas.
Ema le lanzó una mirada confusa, y comenzó a ponerse nerviosa, cuando vio a Sirius acercarse lentamente.
-¿P... para qué?
-Para saber si podía hacer esto.
Y sin más, la besó.
***
Babeees! 💕
Volví 😂😂 Lamento haber tardado tanto en actualizar, pero estuve muy ocupada y sin inspiración 😩😩
En fin, espero que les haya gustado y pues, lo prometido es deuda 😌
Llegamos al 1k e incluso lo pasamos! Ahora son 1.7k, y de verdad se los agradezco un montón! 😢❤
Y que mejor forma de agradecerles que con maratón! 😂💕
Como prometí, uno cada día por una semana 👐
Pero ya, este es dedicado a CeroChica ,y justo como lo pediste, el nombre, el apellido y el cabello 😂 Espero que te haya gustado y que lo disfrutes 🙈🙈
Mucho lof para todos 😙😙
Bye 💋
Les dejo al hermoso y sensual Ted :v
-🐍💚