It's Not Babysitting

By NellyCrissColfer

13.5K 984 157

Traducción autorizada por anxioussquirrel. AU, tiempo presente. Kurt Hummel tiene 28 años y ha vivido en Nuev... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27

Capítulo 13

635 41 4
By NellyCrissColfer

Sebastian no había planeado ir a The Tipsy Hippo el jueves, aunque Cooper le había contado que Blaine cantaría. Pero entonces el caso de extorsión que estaba llevando explotó y toda la mierda se desató. Tuvo que quedarse en la oficina hasta después de las nueve, trabajando muy duro, y sin duda necesitaba una copa. Así que muy bien podría ir a tomarse unos tragos con sus amigos, y a escuchar al pequeño renacuajo Anderson usar esos talentos indiscutibles que tenía.

El bar ya estaba lleno cuando llegó, así que le tomó un momento pedir una bebida y encontrar a sus amigos. O, como se vio después, a su amigo -Kurt estaba sentado solo en la mesa cerca del pequeño escenario. Evidentemente Cooper no podía dejar el trabajo a una hora normal, incluso para el debut de su propio hermano. Sin embargo, vendría con el tiempo, Sebastian estaba seguro de ello.

Se dirigió hacia la mesa, serpenteando entre la gente que platicaba en el bar. Blaine estaba en el escenario con una guitarra, con un aspecto muy elegante, vestido todo de negro y encantando a la audiencia con la bien conocida letra de Your Song. Nadie podía negar que su voz funcionaba muy bien con la canción, pero eso no era lo que más había llamado la atención de Sebastian; era la forma en que el niño se quedaba mirando a Kurt. Probablemente pensó que estaba siendo sutil, pero era dolorosamente obvio a quien le dirigía Blaine la canción. Sebastian estaba a punto de meter un poco de diversión respecto a esto cuando por fin llegó a la mesa, pero entonces vio la expresión de Kurt, y se detuvo completamente intrigado.

Kurt no se había dado cuenta de su llegada y su rostro estaba expuesto de una manera que rara vez mostraba en público, una suave expresión que reflejaba algo que definitivamente no era alegría. Sus ojos no parpadeaban y estaban fijos en el escenario. En el momento en que Sebastian había colocado el vaso sobre la mesa, esa expresión se había ido y Kurt estaba de nuevo en su estado normal, sonriéndole, pero esos pocos segundos habían sido suficientes.

Algo se estaba gestando aquí.

— Así que el bebé gay que está aquí quiere casarse contigo y ser el padre de tus hijos, ¿no? Bien, me alegro de no tener una vagina. Me preocuparía un embarazo accidental sólo por la cantidad de hormonas que irradian de ese escenario. —Dijo él mientras se sentaba, pero la risa que Kurt le dio a cambio sonaba sólo medio sincera.

— Debe tener una ligera atracción.

— ¿Eso crees? —Sebastian hizo una cara.— Sin embargo lo entiendo, eres muy caliente. Y bueno, ¿has aprovechado ya ese culo?

— ¡Seb! —Kurt podría haber jugado a sentirse ofendido todo lo que quisiera, pero aún así... ahí había algo...

— ¿Qué?

— Eso sería como buscar problemas, ¿no lo crees?

Duh. Digo, entiendo la tentación: carne joven, el vigor de un adolescente... yum. Pero espero que seas lo suficientemente inteligente para dejar la fantasía en el banco del placer que le corresponde, ¿verdad? Blaine es apenas legal, y además es el hermano de Cooper, así que sería inapropiado de todas las maneras.

— ¿Qué cosa sería inapropiada? —Coop acababa de dejarse caer en la tercera silla.

— Tú durmiendo conmigo. —Sebastian no perdió el ritmo pero maldijo para sus adentros. Su investigación tendría que esperar. Y oh, él investigaría. Llegaría hasta el fondo de todo esto. Sebastian Smythe odiaba estar ajeno a toda la situación.

-8-8-8-8-8-

Cooper llegó a casa inusualmente temprano el viernes. Apenas eran las cinco y Blaine estaba solo en casa porque estaba lloviendo y Kurt estaba fuera comprando telas, diciéndole que prefería hacerlo por sí mismo, para estar totalmente concentrado. Así que tener la compañía de su hermano por la noche era agradable, aunque la cena no estaba lista todavía.

Pero en el momento en que Coop entró en la habitación, Blaine pudo ver claramente que algo andaba mal. Su hermano se veía preocupado y... ¿culpable tal vez? Pero ¿por qué?

Coop se apoyó en el sillón frente al sofá que Blaine estaba ocupando.

— ¿Bee? Yo realmente lo siento.

Hizo una pausa, como buscando las palabras adecuadas, y los pocos segundos de silencio fueron suficientes para que Blaine pensara en todo tipo de cosas terribles que podrían haber pasado para que Cooper estuviera tan angustiado. ¿Era algo sobre sus padres? ¿O sobre Kurt? Sintió que su corazón se aceleraba antes de que Cooper continuara.

— Me tengo que ir por una semana en un viaje de negocios a Seattle. Siento mucho dejarte aquí solo, pero con la auditoría en curso y mi reciente promoción, simplemente no puedo negarme, no esta vez, y...

— Oh. —Blaine sentía que sonreía; le parecía tan tonto que Coop estuviera tan preocupado por una razón tan tonta.— Está bien. Estaré bien, soy un chico grande. Y Kurt está aquí por si necesito algo. ¿Cuándo te tienes que ir?

Coop parecía aliviado, pero frunció el ceño de nuevo ante la pregunta.— En realidad, ahora mismo. No, okay, más bien como en una hora, pero sólo tengo tiempo para ducharme y prepararme. ¿Estás seguro de que estarás bien tu solo?

— Sí. Ve a empacar.

— Pero... tal vez podría pedirle a Kurt que te deje quedar en su casa por el tiempo que esté fuera. No quiero que te sientas solo.

Blaine rodó los ojos. No estaba acostumbrado a esa sobreprotección. En todo caso, él había aprendido hace mucho tiempo a esperar lo contrario.

— Coop, ve a empacar. Llámale a Kurt si eso te hace sentir mejor, pero voy a estar perfectamente bien. Me encanta que te preocupes por mí, pero detente. Ve.

Cooper asintió y se dirigió a su dormitorio, y fue sólo cuando su hermano se fue al aeropuerto una hora más tarde, cuando el apartamento quedó quieto y en silencio de nuevo, que Blaine se dio cuenta.

Él iba a estar solo durante toda la semana. No tendría la necesidad de volver a casa antes de que Coop regresara del trabajo. Nadie le preguntaría lo que había estado haciendo todo el día. Ningún tipo de figura paterna estaría sobre él. Podría estar con Kurt hasta la medianoche, sin explicarle a nadie, y a nadie le importaría.

No había esperado tanto tiempo juntos, no con Kurt profundamente en su lugar creativo de nuevo, y el propio Blaine contratado para tocar en The Tipsy Hippo tres noches a la semana. Pero incluso una o dos horas más por las noches, sólo para cenar juntos sin prisa, sería un regalo.

Tendría que decirle a Kurt tan pronto como le llamara.

Lo que sucedió una hora más tarde. Blaine ni siquiera tuvo tiempo de decir nada antes de que Kurt dijera con voz brillante de emoción.

— Okay, empaca tus cosas y ven. No puedo dejarte solo en ese enorme apartamento vacío, ¿o sí? Coop llamó; te vas a quedar conmigo para que pueda echarte un ojo. O, ya sabes, otras partes del cuerpo.

Blaine podría jurar que sintió que su mandíbula golpeaba la alfombra cuando el significado completo de lo que escuchó lo golpeó. Horas con Kurt. Días. Noches. Tragó saliva, casi sin poder creerlo.— Pero... ¿estás seguro? Digo, estás ocupado diseñando y...

Pero Kurt le hizo callar con impaciencia.— También puedo estar ocupado mientras estoy cerca de ti. Y sí, estoy seguro. Date prisa, estoy en casa y quiero besarte.

Blaine nunca había empacado su maleta tan rápido.

Tuvo que dar la vuelta y correr de regreso dos veces en su camino al apartamento de Kurt. La primera vez, a mitad de camino, se acordó que no había empacado sus artículos de tocador. Entonces, después de salir del edificio de nuevo, se dio cuenta de que había dejado las llaves en la cerradura.

Cuando por fin llegó a su destino, sin aliento por la rápida carrera y con la cabeza llena de borrosas imágenes calientes, se encontró con una escena que no había esperado. Kurt no lo esperaba en la cama, en una carrera por rasgar su ropa y hacer uso del tiempo que se les había dado. En su lugar, estaba completamente vestido en la cocina, canturreando alegremente y moviendo algo que olía a tomates frescos y albahaca. Se volvió hacia Blaine con una sonrisa cuando lo oyó entrar.

— Llegas justo a tiempo, —Kurt se movió para besarlo suavemente y luego se volvió para apagar la estufa.— Ve a lavarte las manos, la cena está lista.

Era un simple espagueti Napoli, pero que podría haber sido ambrosía, sabía tan perfecto. Todo era perfecto. Esta tarde era de ellos, como la noche que le seguiría y la mañana después. Tuvo que contenerse para no rebotar de emoción.

Cenar juntos esta noche se sentía diferente de cualquier otra. Había posibilidad en el aire, y una promesa: podemos saborear cada momento; hay tiempo.

— ¿Te gusta el salmón? Pensé que podríamos cocinar algunos para la cena de mañana.— Kurt hizo girar el último de sus espaguetis en el tenedor, y Blaine sintió una ola cálida de felicidad extendiéndose sobre él, hasta en los últimos confines de los dedos de sus manos y pies. Prepararían la cena juntos mañana.

— Amo el salmón. —Te amo a ti.

Kurt sonrió de forma radiante como el sol.— Genial.

. . .

Blaine se ofreció a lavar los platos después de la cena, y no sólo porque él fuera educado, sino porque se sentía tan diferente de la tarea habitual que normalmente era. A los pocos instantes en el fregadero, se permitió disfrutar de una fantasía de Kurt y él mismo en dos o tres años, viviendo juntos, volviendo a casa después del trabajo y las clases para cenar y pasar la noche, sólo ellos dos. Dividiéndose el cocinar y el limpiar, y después acurrucándose en el sofá para hablar de sus respectivos días, tal vez ver una película o algún show. Algunas veces quedándose dormidos frente al televisor, enredados, medio cómodos, pero cálidos y felices. Despertando con la pantalla final del DVD, a altas horas de la noche, y arrastrándose a la habitación, donde...

— ¿Has visto Moulin Rouge? —La voz de Kurt desde el salón funcionó como un llamado de atención. Blaine miró al último plato que había estado tratando de lavar desde hacía mucho rato, y se sonrojó.

— Sólo alrededor de un centenar de veces. Pero siempre puedo verla de nuevo. —Enjuagó el fregadero y se secó las manos antes de ir con Kurt, que ya estaba sentado en el sofá. La similitud con lo que acababa de pensar era tan sorprendente que le robó el aliento.

— Genial. Entonces eso funcionará perfectamente.

Había un plato de uvas rojas en la mesa de centro. Ni siquiera habían pasado diez minutos de la película antes de que Kurt empezara a dárselas de comer a Blaine, primero con los dedos, y un momento después, con los labios. Las pequeñas explosiones de jugo cuando mordían cada una de ellas era un conveniente preludio de besos húmedos, un poco pegajosos, sus sonrisas haciéndolo todo tortuoso y perfecto.

Kurt se movió a horcajadas sobre los muslos de Blaine con la siguiente uva en la mano, pero no se la ofreció a él. En cambio, la tocó con sus labios, el color rosa de su lengua lanzándose hacia fuera para lamer una gota de jugo en la piel brillante. Cuando Kurt deslizó lentamente la uva en su boca hasta que sus labios formaron una pequeña O perfecta alrededor de ella, Blaine gimió y tiró de él en un beso tan rápido que la fruta explotó y ambos fueron salpicado con el dulce jugo.

No importaba. Lo que importaba era besar a Kurt como si el mundo estuviera llegando a su fin; sintiendo sus fuertes dedos enredándose en el cabello de Blaine; reconociendo la dura presión de la erección de Kurt contra él. Lo que importaba más era que Blaine no tenía ni siquiera que echar un vistazo al reloj. Fuera la hora que fuera, no importaba. Tenían toda la noche.

Kurt retrocedió y se alejó de él de repente, los tentadores sonidos que emitía se detuvieron, y Blaine gruñó en señal de protesta. Kurt sonrió, todo sonrojado y sin aliento.

— Espera. No hay prisa. Vamos a enfríarnos un poco.

Blaine no estaba seguro de por qué debían detenerse cuando simplemente podían disfrutarse mutuamente todo lo que quisieran, pero no discutió. Tener a Kurt sentado en su regazo y cantando con la película antes de que se echara hacia atrás un momento más tarde fue más que suficiente para hacerlo feliz. Además de que lo entendió finalmente. Estaban besándose lentamente por el simple placer de hacerlo, porque podían -sin mirar la hora o mantener un ojo abierto para ver a cualquier persona que se acercara a su coche como tenía que hacer con Nathan. No tenían que andar a la carrera para venirse antes de que la vida los interrumpiera. Y había un nuevo tipo de placer en ello, un ardor prolongado que Blaine no había conocido antes, pero que ya amaba.

. . .

La película había terminado hace mucho tiempo y aún estaban en ello, el adictivo estira y afloja de acercarse, pero nunca lo suficiente, manteniéndolos a los dos al límite de la desesperación. Cada nervio estaba a tope en el cuerpo de Blaine, su piel se sentía caliente y hormigueaba en cada punto de contacto, y sus labios estaban hinchados e hipersensibles por horas de besos. Kurt dijo sin desvestirse, pero había manos sobre la piel caliente debajo de las camisas y labios chupando cuellos y clavículas, y uñas o dientes ocasionales, cuando todo parecía demasiado, pero no suficiente.

Fue en un momento así cuando Kurt se desenredó suavemente de los brazos de Blaine y se levantó con un movimiento suave.

— ¿Tocarías para mí?

— ¿Eh? —El cerebro de Blaine estaba tan fuera de foco pensando, que se tomó un tiempo para procesar la solicitud de Kurt. Cuando lo hizo, sus cejas se alzaron.— ¿En serio? ¿Ahora? —Sonaba como un gemido, y Kurt sonrió.

— Sí. ¿Podrías? Tengo que trabajar un poco, pero me encantaría que tocaras para mí mientras dibujo.

— Pero... —¿Y el sexo?, quería preguntar, pero se mordió la lengua. Sin embargo, Kurt entendió.

— Puedes esperarme o ir a la cama. Si quieres dormir conmigo, por supuesto. No quería asumir. —Blaine asintió rápidamente, un poco mareado por el mero pensamiento. Kurt parecía aliviado.— Bueno... lo que prefieras... Y mantén ese pensamiento, volveremos a ello más tarde.

Con una sonrisa pícara, Kurt deslizó un dedo por el prominente bulto en los pantalones de Blaine.

Oh, Blaine esperaría. No importa cuánto tiempo.

. . .

Lo último que recordaba Blaine antes de que despertara con la voz de Kurt susurrando su nombre, era un bloque de comerciales cuando él había decidido dar un poco de descanso a sus ojos. Ahora el televisor estaba apagado, al igual que todas las luces. El rostro de Kurt era suave y hermoso en la oscuridad, y si los ojos de Blaine tenían que permanecer abiertos por cualquier cantidad de tiempo razonable, podría hacerlo viéndolo para siempre. Pero sus párpados pesaban, su cerebro estaba lento y poco cooperativo, y su intento para tratar de actuar despierto sólo hizo a Kurt reir. Se las arregló para levantarse del sofá y caminar a la habitación, pero la cama grande y cómoda lo llamaba, y era irresistible.

Costó toda la insistencia divertida de Kurt incluso hacer que Blaine se quitara la camisa y los pantalones, pero luego se dejó caer en la cama con un gemido. Sus ojos, apenas abiertos, se cerraron de inmediato y habría estado en el país de los sueños en poco tiempo si no hubiera sido por la sensación muy reconfortante de una piel suave y cálida contra su espalda.

La comprensión de que estaba en la cama de Kurt y en los brazos de Kurt fue casi suficiente para despertar el cerebro de Blaine de nuevo -casi. Pero definitivamente fue suficiente para que su cuerpo reaccionara. Acomodándose más hacia atrás en el cuerpo de Kurt, le reveló dos hechos muy interesantes que hicieron a Blaine gemir adormilado: Kurt estaba completamente desnudo. Y completamente duro.

Hubo una inhalación brusca cuando las caderas de Kurt se sacudieron hacia adelante, con la mano a escondidas sobre el vientre de Blaine para sostenerlo, y Blaine quería más. Pero también quería quedarse así, blando y suelto, sin moverse.

— Kurt, —gimoteó.— Te deseo.

Una lengua caliente lamió por el lado de su cuello.— Yo también te deseo. ¿Puedo quitarte los bóxers? No tienes que hacer nada, sólo déjame cuidarte.

— Por favor. —Ayudó moviendo sus caderas un poco, pero aparte de eso se quedó suelto y relajado a su lado, con los ojos cerrados. Había un tipo de calma impresionante en él, sus pensamientos perpetuamente a la carrera, en silencio por una vez y la sensación de satisfacción envolviéndolo como una nube cálida y esponjosa.

Un clic de una tapa sonó fuerte y familiar, y de inmediato los brazos de Blaine se erizaron, un escalofrío de anticipación corrió por su espina dorsal. Pero cualquier cosa que él estaba esperando, definitivamente no era esto. Los dedos de Kurt sólo rozaron el surco entre sus nalgas, apenas allí, pero lo suficiente para provocar que un pequeño gemido saliera de la garganta de Blaine, y luego estaban entre sus muslos, húmedos y resbaladizos con lubricante -un montón de él. Bailaron alrededor por un momento y luego se fueron. Otro clic, un latido de silencio, y luego el susurro de Kurt de nuevo en su oreja.

— No te asustes, Bee.

El sobrenombre vino directo junto con el miembro perfectamente embadurnado de Kurt deslizándose contra el culo de Blaine, y no, no estaba asustado, sólo deseaba desesperadamente. Se dejó llevar. Confiar completamente en Kurt era algo tan fácil para él, y ni siquiera estaba sorprendido. Todo era tan fácil con Kurt. Todo se sentía tan bien.

El miembro de Kurt apenas rozó donde a Blaine le dolía sentirlo, y luego se movió más lejos, deslizándose entre sus muslos Siguió un poco de reacomodo hasta que las piernas de Blaine se apretaron fuertemente y los dedos de Kurt rodearon el miembro de Blaine vagamente, y oh, sí, por favor. Cada movimiento de caderas de Kurt sorprendía a Blaine de nuevo.

Kurt se meció lentamente, a un ritmo suave; no había nada apresurado o desesperado acerca de ello, y pronto Blaine cayó en un extraño estado maravilloso de ensoñación y medio placer, que tuvo lugar de forma segura entre las manos de Kurt y su cuerpo, en la oscuridad llena sólo con el susurro de las sábanas contra su piel y sus suaves gemidos.

Se sentía como horas, horas en su propio pequeño mundo de deseo y felicidad; dulces olas de placer cubriendo y azotando a Blaine hasta que ya no pudo soportarlo más, hasta que se desbordó y se fundió en esa sensación, dejando ir todo a lo que todavía se aferraba.

El sueño lo sorprendió tan rápido que ni siquiera notó a Kurt limpiándolos a ambos, pero debió haberlo hecho, porque por la mañana no había ninguna molestia pegajosa. Se despertó cálido y bien descansado, pero la mejor parte fue la cabeza de Kurt en su hombro y su brazo acomodado fácilmente a través de su pecho. Sus piernas estaban entrelazadas bajo el edredón y había piel desnuda por todas partes, y en serio, despertar con otro hombre por primera vez no podría ser más perfecto que esto.

-8-8-8-8-8-

Kurt se acurrucó más cerca en el calor del cuerpo a su lado. Los recuerdos de la noche anterior bailaban en su cabeza, haciéndole sonreír contra la piel suave bajo su mejilla. Lo primero que vio cuando abrió los ojos fue el rostro de Blaine, su expresión suave y tierna, y Kurt no pudo reprimir una sonrisa.

— Mm, buenos días. ¿Cuánto tiempo has estado despierto?

— Un tiempo. He estado disfrutando de la vista. —Blaine pasó los dedos suavemente por el cabello, sin duda desordenado, de Kurt.— He querido hacer esto desde hace mucho tiempo.

Kurt se sonrojó -¡Se sonrojó! ¿cuántos años tenía?, ¿dieciséis otra vez?- Y depositó un beso en el hombro de Blaine, tratando de ocultar su rostro. Blaine se rió suavemente.

— Eres adorable. Y entonces... ¿cómo funciona normalmente?

Kurt frunció el ceño y miró hacia arriba.— ¿Qué quieres decir?

— Bueno... ¿cuando un hombre se queda a pasar la noche? Supongo... Me pregunto cómo te gustan esas mañanas.

Blaine estaba claramente tratando de sonar indiferente, pero Kurt podía ver la tensión en su rostro. Él negó con la cabeza.

— No lo sé, Blaine. Casi nunca hago eso de la mañana siguiente. Pero esto no es una aventura de una noche, ¿o sí? Así que no nos preocupemos por la etiqueta de la mañana siguiente.

Empezó a trazar patrones abstractos sobre la piel ardiente del estómago de Blaine y debió haber encontrado un punto delicado porque Blaine se rió y se retorció debajo de él. Los dedos de Kurt se deslizaron más abajo, siguiendo la pronunciada V de las caderas de Blaine y apenas rozó el grueso vello, y pronto sus cuerpos se interesaron en algo más que abrazos en una cama caliente. Sin embargo, no era especialmente cómodo, y después de un momento Kurt se alejó y se sentó. Él respondió a la mirada confundida de Blaine con una sonrisa de disculpa.

— ¿Qué tal si hacemos un pequeño paréntesis? Yo no sé tú, pero realmente necesito hacer pis y cepillarme los dientes. Y luego podemos volver aquí y continuar donde lo dejamos.

Blaine sonrió.— Me gusta cómo piensas.

Cuando se encontraron en la cama de nuevo, diez minutos después, ambos con olor a menta y jabón, y sonriendo tímidamente, hubo un momento de silencio cuando se arrodillaron uno frente al otro y simplemente se miraron. Habían estado juntos y desnudos antes y habían hecho cosas que sin duda podrían calificarse como sexo, pero esto se sentía diferente -más íntimo, más significativo, simplemente más, y Kurt vaciló por un segundo. Pero entonces Blaine se inclinó y le dio un beso, y las dudas desaparecieron. Esto se sentía bien.

No pasó mucho tiempo para que los dos estuvieran duros y presionándose uno contra el otro, desesperados por estar aún más cerca. No había nada de sutil en sus caricias y besos esta mañana. Era deseo puro y descarado, y pronto Blaine estaba jadeando, arqueándose bajo el peso de Kurt, clavando sus uñas en la carne del culo de Kurt con un fuerte escozor que sólo funcionó para estimularlo.

. . .

Algún tiempo más tarde, después de que hubieran recobrado el aliento y se limpiaran ellos mismos tanto como pudieran sin salir de la cama, Blaine sorprendió a Kurt con un ataque de sinceridad post-orgásmica, más abierto y directo de lo que probablemente habría sido en otras circunstancias.

— Mm, ¿Kurt? ¿Recuerdas cómo um... pusiste tu dedo dentro de mí, la semana pasada? Yo... Realmente me gustó. ¿Crees que pudiéramos hacerlo otra vez?

Kurt gimió, fingiendo exasperación.— Estaba pensando en tomar una pequeña siesta agradable. Y ahora lo único que quiero es verte desmoronándote bajo mis dedos, muchas gracias. —Rodó los ojos y sonrió.— Sí, por supuesto que podemos hacerlo.

Blaine se sonrojó. Su voz sonó baja y áspera.— ¿Qué te parece ahora?

Malditos adolescentes y su resistencia...

Pero Kurt estaba lejos de oponerse. Su miembro insistió en que fácilmente podía mantener el ritmo de un niño de diecisiete años de edad, y bueno, resultó estar en lo cierto.

Y el recuerdo de Blaine mientras se retorcía en la cama con dos de los dedos de Kurt muy dentro de él, con las manos apretando las sábanas en un puño y su áspera voz gimiendo, permanecería eternamente con Kurt como uno de los momentos más impresionantes de su vida sexual. Blaine estaba completamente fuera de control y tan hermoso así. Una imagen de pura belleza primitiva, que tenía a Kurt mordiéndose el labio para poner en palabras que quería volar, pero no podía.

Y cuando el cuerpo de Blaine se apretó y se liberó, Kurt apenas necesitó tocarse para llegar al clímax junto con él. El calor apretado alrededor de sus dedos era demasiado para soportar.

-8-8-8-8-8-

Blaine no estaba seguro de cómo había sido capaz de vivir sin sexo antes -sin la caricia de Kurt y sin sus besos, sin saber íntimamente la textura y el sabor de su piel por todas partes. La idea de que hacía apenas un mes no sabía cuánto más había por sentir y descubrir, hacía que su cabeza girara cada vez que pensaba en ello.

La semana que tuvieron para ellos mismos fue la más sensual -y sexual- que Blaine había tenido. Finalmente tuvieron tiempo, y en abundancia, para atesorar cada momento juntos y lánguidamente disfrutar de la presencia del otro. Lento y dulce, desesperado y con ganas de más, y cada estado en el medio. Por fin fueron capaces de obtener suficiente el uno del otro; siempre que quisieron, como se les antojó. Para el momento en que el Viernes llegó, Blaine estaba saciado, relajado y bastante agotado, sintiéndose más enamorado que nunca.

Si él estaba siendo honesto, esperaba que hubieran progresado a sexo "real" para este momento (Kurt se rió y dijo que habían estado teniendo sexo real todo el tiempo, y para dejar de usar las definiciones heteronormativas), pero definitivamente no podía quejarse de los acontecimientos recientes.

Kurt le había presentado su cajón de juguetes sexuales.

Una noche, a principios de la semana, cuando Blaine estaba acostado sobre su estómago con su culo en el aire, fuertemente encadenado y desesperado y sin vergüenza alguna rogando por el pene de Kurt, este llegó a su mesa de noche sólo para regresar con un vibrador negro delgado. Su cabeza era una esfera pequeña, apenas más grande que la yema de un dedo. Le seguían cinco esferas más, cada una un poco más grande que la anterior creando una forma fálica. En el momento en que el tercer segmento estuvo dentro de él, Blaine no supo qué hacer consigo mismo, su cuerpo zumbaba con tantos estímulos que estaba seguro que iba a explotar.

Pero Kurt se aseguró de que no pudiera hacerlo. Cogió a Blaine lentamente con el juguete hasta que lo tomó en toda su longitud, la sensación de ardor cuando los últimos segmentos entraron y salieron de él, simplemente lo volvió más desesperado, más seguro de que amaba esto. Sólo entonces Kurt aceleró los movimientos de la mano y cuando encendió la vibración, Blaine se deshizo de inmediato, con una intensidad que no esperaba.

. . .

Por supuesto, el sexo era casi la única cosa en sus cabezas. Estaba ahí, era frecuente, pero también estaba el resto de la vida normal de todos los días. Kurt trabajó casi siempre desde su casa toda la semana, desapareciendo en su cuarto de trabajo por horas cada vez para coser muestras de sus nuevos diseños. Blaine comenzó sus actuaciones regulares de los domingos, martes y jueves, por lo que pasó mucho tiempo practicando y perfeccionando sus listas de canciones. Cocinaban y comían juntos, se encontraban entre las habitaciones para besarse o hablar sobre algo que uno de ellos simplemente había pensado. Tenían tranquilas noches viendo películas y, a veces besándose hasta que decidían que sólo debían apagar el televisor y enfocarse en el otro.

La domesticidad de todo ello se estableció como una gruesa manta difusa alrededor del corazón de Blaine.

Sin embargo, su parte favorita, una que no había considerado cuando había fantaseado acerca de vivir con un novio algún día, era dormir y despertar junto a él. No había dormido con nadie desde que era un niño, e incluso entonces sólo había ocurrido cuando había tenido un mal sueño y a veces se colaba en la habitación de Cooper. No tenía idea de lo seguro y feliz que se sentiría cobijado en el abrazo de Kurt, escuchando su fuerte latido del corazón y su respiración por la noche mientras estaba durmiendo. Cada noche Blaine trataba de ser el último en dejarse llevar por el sueño, y cada mañana ser el primero en despertarse, reuniendo esos recuerdos y preservándolos en lo más profundo de su corazón para rememorarlos durante los largos meses de separación.

Porque no había manera de ignorarlo: ya era Agosto. Les quedaban alrededor de tres semanas antes de tener que separarse por casi un año. Pero Blaine era optimista -era un buen estudiante, y si hacía todo lo posible con las solicitudes universitarias y exámenes prácticos, no tendría problemas para entrar al menos en una de sus escuelas elegidas de Nueva York. Y él y Kurt... ellos estarían bien. Tenía que ser así. Podía esperar un año, si vivir con Kurt un día en el futuro era su recompensa.

Estarían bien.

¿Verdad?

Continue Reading

You'll Also Like

832K 124K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
1.5M 135K 41
¡Está historia ya no está disponible para su adaptación!. →Dónde Jungkook es el padrastro de Jimin y descubre que Jimin tiene OnlyFans← - Quiero que...
202K 11K 99
Segunda parte de One Shots - Selección Mexicana La primera parte se encuentra en mi perfil más de 100 One Shots Pequeñas historia de tus futbolistas...
192K 16.3K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...