trust | #2 | teen wolf

missingastronaut által

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| WOLVES #2 | Advertencia: Es recomendable no leer si no las leído el primer libro. ▬▬▬▬▬▬▬▬▬ TRUST | En dond... Több

| Introduction.
| Cast.
| Playlist.
1 | Searching team.
2 | Trust your instinc.
3 | Another werewolf.
5 | Inmune.
6 | There's always crossfire.
7 | Kanima.
8 | Proof.
9 | Jackson.
10 | Distraction.
11 | Restriction order.
12 | Or I kill you all.
13 | Twenty four.
14 | Poisoned.
15 | Party. Part I.
16 | Party. Part II.
17 | Court order.
18 | Keep going.
19 | Resurrected.
20 | Master plan.
Agradecimientos.

4 | Fugitive.

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missingastronaut által

| Fugitivo.


🐾

Las luces te guiarán a casa

E iluminarán tus huesos

Y yo intentaré repararte

—Fix You by Coldplay.

🐾

Stiles pasó a recogernos a Derek y a mí en la casa de Isaac, dejando a Allison con Scott para la luna llena. A pesar de que él ya no tenía deseos asesinos, todavía no controlaba totalmente la transformación y sería extremadamente difícil —por no decir que sería imposible— para nosotros lidiar con dos hombres lobo en pleno cambio, por lo que la mejor idea que se nos ocurrió fue dejar que ellos dos lidiaran con ese problema en lo que nosotros tres nos encargábamos de nuestro otro problema: Isaac y los Argent que querían asesinarlo.

Según nos contó Allison, su familia envió a uno de los suyos a la estación para matar al nuevo hombre lobo antes de que se transformara esta noche. Afortunadamente, ella se encargó de retrasarlo antes de llegar a la casa de los Lahey, dándonos algo de tiempo para llegar y evitarlo.

—Bueno, ahora las claves de cada celda están en una caja de seguridad protegida con contraseña en la oficina de mi padre —dijo Stiles, apagando el motor luego de aparcar el auto frente a la estación de policías—. El problema es cómo pasar por la recepción —señaló, mirando a través del cristal a la mujer detrás del escritorio.

—La distraeré —dijo Derek con simpleza, haciendo el amago de bajar del auto.

—Oye, oye, oye. ¿Tú? Tú no vas a entrar ahí. —Stiles detuvo a Derek sujetándolo por uno de los hombros—. Estoy quitando mi mano —añadió, retirando la mano después de la severa mirada que el hombre lobo le dio.

—Fui exonerado.

—Aún eres una persona de interés.

—Una persona inocente.

— ¿Tú? ¡Sí, claro! Bueno, está bien. ¿Cuál es tu plan?

—Distraerla.

Suspiré al oírlo, evitando siquiera pensar en una respuesta sarcástica. No valía la pena el esfuerzo.

— ¿Cómo? ¿Dándole un puñetazo en la cara?

—Hablando con ella.

—Está bien. Dame una muestra. ¿Cómo vas a empezar? —Derek se quedó en completo silencio—. Silencio absoluto. Eso funcionará a la perfección. ¿Alguna otra idea?

—Estoy pensando en darte un puñetazo a ti.

—Nadie golpeará a nadie en la cara —intervine desde mi lugar en la parte de atrás del auto—. ¿Quisieras cooperar por un segundo? No sé si no te has dado cuenta todavía o qué, pero esto es tu culpa —le dije a Derek.

Derek bajó del auto sin responderme y echó el asiento hacia adelante, permitiéndome bajar detrás de él. Acomodé el asiento en su lugar mientras Stiles bajaba y lo dejamos a él ir primero, escondiéndonos detrás de la puerta y viéndolo caminar directamente al escritorio de la recepción.

—Buenas noches, ¿cómo puedo ayudar... le? —La oficial detrás del escritorio susurró la última parte de su pregunta, mirándolo con algo de impresión al levantar la vista de la papelería que revisaba.

—Hola —saludó Derek con una sonrisa.

Enarqué las cejas con impresión. Esto debería ser considerando un milagro o algo que se le pareciera. ¡El gran lobo malo y amargado acababa de sonreír! Ojalá hubiera sido posible tomarle una foto; valdría millones.

—Hola.

—Uh, tenía una pregunta. Uhm, lo siento, estoy un poco desconcertado. Realmente no esperaba a alguien... —balbuceó todavía sonriente.

— ¿Cómo yo?

—Iba a decir "tan increíblemente bella", pero sí, creo que es lo mismo.

Definitivamente este momento viviría por siempre en mi memoria, desde el día de hoy hasta el final de mis días. No podría olvidarlo jamás. Realmente no. Y no era como que quisiera hacerlo. Lo atesoraría para siempre. Era simplemente hilarante.

Luego de burlarme por un momento en mi mente, me adentré sigilosamente al lado de Stiles y luego nos separamos para cumplir cada uno nuestra tarea: él iría por las llaves y yo me aseguraría de que Isaac no hubiera matado a nadie aún. Hacerlo era casi como cometer suicidio ya que estaría entrado literalmente a la boca del lobo, pero alguien debía hacerlo y como Stiles era el que conocía la contraseña de la caja donde estaban las llaves, no había otra opción.

Recorrí la estación con cuidado de no ser descubierta hasta que finalmente encontré a Isaac, viéndolo apoyado contra la pared con ambos brazos a los costados de su cabeza y la puerta de la celda abierta. Giró la cabeza para verme y gruñó, haciéndome dar un paso atrás como reflejo.

—Ay, maldita sea —me quejé en voz baja, retrocediendo torpemente, temiendo que se lanzara sobre mí si dejaba de verlo por un segundo.

Tragué saliva con dificultad, viendo sus ojos dorados, las garras y los colmillos al igual que su rostro lleno de pelo y orejas puntiagudas. Avanzó un par de pasos hacia donde yo estaba mientras gruñía, como tanteando el terreno antes de saltar y arrancarme la garganta con sus dientes.

La alarma de incendios se encendió de repente y él se cubrió los oídos por lo fuerte del sonido, aturdido. Mi atención pasó de él al oficial de policía que entraba, observando la flecha clavada en su pierna y sus brazos arrastrando a Stiles por el suelo mientras que con una mano sostenía una jeringa de algo que supuse era acónito cuando entendí que era el hombre que los Argent mandaron.

Isaac se fue contra él una vez que soltó a Stiles, lanzándolo contra el escritorio ubicado a un lado de la habitación y luego contra la pared. Stiles se arrastró lejos de ellos por el suelo, observando todo con asombro. Me acerqué a él, arrodillándome junto a él en su lugar, manteniéndolo cerca de mí mientras veíamos romperle el brazo al hombre para quitarle la jeringa y luego le estrelló la cabeza contra el muro, dejándolo caer al suelo inconsciente.

Derek apareció en la habitación y destrozó la jeringa pisándola con fuerza, llamándole la atención al rubio. Después su mirada pasó hacia nosotros dos y trató de acercarse a donde estábamos escondidos, pero terminó por retroceder y esconderse en una de las paredes cuando Derek le rugió con fuerza, haciéndole temblar con miedo.

— ¿Cómo hiciste eso? —le preguntó Stiles asombrado, todavía desde el suelo.

—Soy el Alfa.

Me aparté de Stiles y me levanté del suelo para acercarme a Isaac, colocándome sobre mis rodillas frente a él, observando la manera asustada en la que me miraba con todo el cuerpo temblando por el miedo a un golpe que esperaba que llegara. Tomé su rostro entre mis manos con cuidado de no alterarlo más, queriendo hacer algo para ayudarlo a sentir mejor, odiando la expresión aterrada que tenía.

—Ey. Estás bien. Estás bien, ¿de acuerdo? Estás a salvo —le prometí con voz suave.

Isaac asintió con lentitud, cauteloso todavía. Pasé mis brazos a su alrededor sin pensar mucho en mis acciones, sintiendo sus brazos enredarse alrededor de mí y su rostro en mi hombro, escondiéndose. Su corazón latía demasiado a prisa, golpeando las paredes de su pecho con fuerza y haciéndome apretar mi agarre a su alrededor. Le acaricié el pelo con una mano en un intento por tranquilizarlo, usando la otra para acariciarle la espalda. No podía dejar de pensar en el congelador, sintiendo una profunda tristeza al pensar en lo que tuvo que soportar por Dios sabe cuánto tiempo y siendo consciente por Scott de que la transformación no era fácil.

—Tenemos que irnos —avisó Derek.

Me separé de Isaac y observé por un momento el bonito color azul de sus ojos antes de que ambos nos levantáramos del suelo mientras Derek salía de la habitación con prisa hacia la salida trasera porque todo mundo aparecería por la entrada principal. Isaac y yo lo seguimos por el pasillo hasta que noté que Stiles no nos seguía y me detuve.

—Espera. No puedo dejar a Stiles solo. Se meterá en problemas —dije, girando sobre mi lugar para regresar a donde él estaba. Isaac me tomó la muñeca a penas di un paso y me obligó a detenerme—. ¿Qué haces? Déjame ir —exigí, intentando liberarme de su agarre.

—Tenemos que irnos. Ahora.

Tiró de mí hacia su cuerpo y me soltó para pasar uno de sus brazos por mi espalda y el otro debajo de mis piernas antes de alzarme entre sus brazos. Solté un chillido por la impresión, apresurándome a aferrarme a él por el miedo a caer. Isaac no perdió ni un solo segundo y comenzó a ir por el mismo camino que Derek recorrió hasta dar con la salida y correr detrás de él sin bajarme a pesar de mis insistencias por regresar junto a Stiles y tratar de suavizar la furia de papá que recaería únicamente en él.

🐾

El asunto de Isaac ahora siendo un fugitivo no fue difícil de abordar. Luego de que hice mi mejor intento por explicarle que pasaría a continuación, él simplemente asintió con la cabeza y le aseguró a Derek que se mantendría escondido para no atraer problemas ni nada parecido. Estábamos en la estación abandonada del subterráneo que parecía ser donde Derek se escondía actualmente luego de que la policía rodeara las ruinas de su casa tras lo sucedido la noche del baile. Derek asintió vagamente y me dijo que era hora de llevarme a mi casa.

Durante el camino, decidió que era prudente tocar el tema del regreso de mi tía. Evité decir mucho, especialmente mis sospechas de que había algo mal en todo esto. Él jugó el papel de un viejo amigo que estaba impresionado por su vuelta, pero pude notar la desconfianza en sus palabras y sus movimientos cuidadosos. Bueno, al menos no solo éramos Stiles y yo los que pensábamos que había algo extraño.

—Cuida bien de Isaac o juro que te mataré —amenacé una vez que estuvimos frente a mi hogar. Las luces estaban encendidas, lo que significaba que había alguien. Pensé en mi hermana de inmediato y me sentí terriblemente mal por ella por todo el asunto de su mejor amigo.

— ¿Te importa mucho? —me preguntó, mirándome con bien disimulada curiosidad en su rostro, pero pude notarlo.

—Es amigo de mi hermana. Su mejor amigo. Y es un buen chico que sufrió algo que no se merecía y por eso te dijo que sí y ahora su vida corre peligro —expliqué—. Cuídalo bien o te mataré —repetí.

Derek se rió corta y secamente.

—Vete. Y saluda a tu tía por mí.

Asentí sin decir nada y bajé del auto, cerrando la puerta detrás de mí y caminando por la acera hasta la entrada. Giré la cerradura sin necesidad de usar la llave porque Beca a menudo no la colocaba de nuevo si ella estaba en casa, entrando a la casa y oyendo el motor del Camaro de Derek rugir y echar a andar.

—Estoy en casa —anuncié en voz alta, cerrando la puerta detrás de mí. Me dirigí a las escaleras sin obtener ninguna respuesta, pensando que mi hermana de seguro estaría en su habitación; oí una puerta abrirse en el piso de arriba y el sonido de pasos me dio la razón—. ¿Estás bien? —le pregunté cuando la vi aparecer desde arriba y yo apenas había subido un par de escalones.

—No entiendo que es lo que sucede. Esta mañana me enteré de la muerte del padre de Isaac y que papá lo llevó a la estación, pero acaba de llamarme preguntando si sé algo de él porque aparentemente escapó y Stiles tiene algo que ver con eso —me respondió con confusión—. ¿Sabes algo? ¿Stiles te contó algo?

—No sé nada —mentí—, pero te contaré si me entero de algo.

Mi hermana asintió, visiblemente preocupada. Ciertamente no podía recordar cuando fue que se volvió amiga de Isaac porque hasta hace poco no sabía mucho sobre él más allá de que yo aparentemente no le agradaba, pero ella siempre se preocupaba por las personas que le importan. De repente tuve la duda de si ella sabía sobre lo que pasaba en su casa, pero supe de inmediato que la respuesta era un rotundo no. De haber sido consciente de algo de eso, ella habría hecho algo; lo que sea. Lo habría convencido de hablar con alguien o habría hablado por sí misma. Definitivamente habría hecho algo para ayudarlo y si no lo había hecho era porque no tenía idea.

—Solo espero que esté bien —finalizó en un suspiro.

Apreté los labios en una mueca, obligándome a callar. No era buena idea decirle sobre lo que ocurría con él, empezando porque Stiles y yo no queríamos que se enterara de lo sobrenatural y contarle que él es un hombre lobo sería un pase directo a que entre de lleno en esto como nos pasó con Scott. Nosotros podíamos manejarlo. Ella no tenía por qué saber este tipo de cosas aterradoras y peligrosas ni tampoco papá. Contarle de la mordida sería el inicio del final. De una manera u otra, terminaría metida en todo lo demás. Odiaba la simple idea de pensarlo.

Sin embargo, algo en mí me reprochaba por elegir guardar silencio, la parte a la que le preocupaba que ella creyera que su amigo era un asesino.

— ¿Tú no crees que lo haya hecho, o sí? Matar a su padre —especifiqué.

Beca sacudió la cabeza.

—No. Claro que no —respondió segura—. Aunque su padre jamás me agrado, él era su única familia. Isaac no habría hecho eso. Siempre he pensado que teme quedarse solo más que nada en el mundo —confesó.

Asentí, intentando apaciguar mi culpa con su respuesta y diciéndome que una vez que solucionáramos el desastre que teníamos entre manos en esta ocasión, las cosas tal vez podrían mejorar; si descubríamos quien mató a su padre, entonces dejaría de ser fugitivo y se sabría inocente. Sabía que entonces todavía tendríamos que lidiar con el tema de los cazadores, pero intentaba ser optimista en este momento; en serio trataba de pensar con positivismo.

—Tengo tarea que hacer. Y un examen para el cual necesito estudiar. Te veo más tarde en la cena. O no. No sé —balbuceé, comenzando a subir, queriendo irme antes de que terminara diciendo algo que no debía.

—En la cena —confirmó, haciéndose a un lado para dejarme pasar. Mantuve la cabeza abajo mientras cruzaba por su lado, yendo directamente a mi habitación, entrando con rapidez y cerrando detrás de mí luego de encender la luz.

Oí a Beca bajando los escalones y suspiré, alejándome de la puerta. Me pasé una mano por el pelo desacomodándolo, diciéndome que era lo mejor. Isaac parecía dispuesto a cumplir su papel de chico bueno manteniéndose escondido y de ser así, era algo de lo que no teníamos que preocuparnos por el momento y que nos permitía enfocarnos en el resto del desastre ante nosotros.

Cazadores y una criatura desconocida, también la idiotez que Derek cometió al darle a Isaac la mordida. Entendía los motivos de Isaac, pero no podía decir lo mismo de parte de Derek y parte de mí seguía repitiendo que todo esto era su culpa. No los cazadores mudándose, eso era ajeno a él; tampoco la criatura que mató al señor Lahey, quien no me agradaba pero no le deseaba tampoco la muerte; pero si la vida de Isaac estaba en peligro ahora por su nueva condición, eso era algo de lo que podía culpar a Derek. (Y lo haría un rato).

— ¿Cómo fue que pasé de ni siquiera saber quién era a estar preocupándome por su vida? —me pregunté en voz alta, curiosa, dirigiéndome al escritorio a un costado para de hecho sí hacer tarea. Teníamos muchos problemas, sí, pero no mentí cuando hablé de tener tarea; el examen sí fue una mentira, pero me puse nerviosa y necesitaba una excusa contundente para salir corriendo.

Tomé uno de los libros encima de la superficie, buscando la página donde me quedé la sesión de estudio anterior, y repasé las cosas marcadas con resaltadores de colores y entonces, por fin, pude dejar de pensar en Isaac Lahey por primera vez en el día aun si fue solo por una hora y luego volví a pensar en él por un motivo desconocido.

Olvasás folytatása

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