Algo más que palabras (#2 Sag...

By darlis_steff

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Por tanto tiempo como Elise puede recordar hay ciertas cosas que no soporta, siendo una de ellas el rechazo... More

Algo más que Palabras
Prólogo
El comienzo de la guerra
Capítulo Uno: Reto
Capítulo Dos: Motivacional
Capítulo Tres: Tragos rechazad0s Vs Tragos aceptados
Capítulo Cuatro: Eloise y Mattheo
Capítulo Cinco: Apuesta llena de riesgos
Capítulo Seis: Visitante Inesperado
Capítulo Siete: Posible desastre
Capítulo Ocho: Demostración de la ficción
Capítulo Nueve: Expectativa Vs realidad
Capítulo Diez: Quejas y señales
Capítulo Once: Favores, emergencia y helado
Capítulo Doce: Preguntas imprudentes
Capítulo Trece: No todo son palabras
Capítulo Catorce: Sacar la basura
Capítulo Dieciséis: ¿Mucho? Poco
Capítulo Diecisiete: Locura en el estudio
Capítulo Dieciocho: Un poco más
Capítulo Diecinueve: Bien jugado, Elise
Capítulo Veinte: Las quieres, las tienes
Capítulo Veintiuno: El postre
Capítulo Veintidós: Una cocina, una pared y confesiones innecesarias
Capítulo Veintitrés: Un poco de conversación
Capítulo Veinticuatro: El mundo se vuelve oscuro
Capítulo Veinticinco: Su historia para contar
Capítulo Veintiséis: Visitante no deseado
Capítulo Veintisiete: La verdad de Matthew
Capítulo Veintiocho: ¿Limpio o sucio?
Capítulo Veintinueve: Respuestas para Dante
Capítulo Treinta: Mezcla de emociones
Capítulo Treinta y Uno: Sentir
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte I)
Capítulo Treinta y Dos: Nunca arruines las manos de un escritor (Parte II)
Capítulo Treinta Tres: No es una suposición, es un hecho
Capítulo Treinta y Cuatro: Corazones rotos
Capítulo Treinta y Cinco: Viejos temores
Capítulo Treinta y Seis: Perdiendo la esperanza
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte I)
Capítulo Treinta y Siete: No derrumbarse (Parte II)
Capítulo Treinta y Ocho: Decepción
Capítulo Treinta y Nueve: La verdad
Capítulo Cuarenta: Retomando las fuerzas
Capítulo Cuarenta y Uno: Más que un espectador.
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio (Parte I)
Capítulo cuarenta y dos: Como el principio(Parte II)
Capítulo Cuarenta y Tres: Distintos finales felices (Penúltimo)
Capítulo Cuarenta y Cuatro: Algo más que palabras (Final)
Epílogo

Capítulo Quince: Oferta de besos

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By darlis_steff



Capítulo quince: Oferta de besos.

5 de agosto, 2015.

— ¿Cómo van las cosas con Jocker? —pregunto luego de masticar mi delicioso almuerzo. Le señala a Breana su barbilla en donde tiene un poco de salsa, todo lo que ella hace es pasar su dedo y luego lamerlo.

—Geniales. A veces es muy desordenado y discutimos por eso, pero nada que un poco de ejercicio físico y buena conversación no puedan arreglar. Igual él dice que yo soy algo maniática para ordenar.

—Se complementan—señala Breana apuntándola con el tenedor—. Caramelito agrio y serio hacen una fusión que crea un caramelo amargamente maduro.

—No sé si tomarme eso como un halago, Breana— asegura Adelaide sonriendo.

—Oh, es un cumplido.

— ¿Aun no estás hablándole a Rayan?

—No tengo nada que hablar con Rayan.

—Tienes mucho que hablar con Rayan.

—No.

—Yo creo que sí.

Todo lo que hago es observarlas llevarse la contraria sobre el tema de Rayan, me mantengo comiendo. Es genial que se enfoquen en ellas y no en mí, de esa manera me evito hablar sobre la vuelta completa que ha tenido mi vida en lo referente a Matthew Williams.

Tomo mi jugo de manzana y observo a la chica entusiasta acercándose a nuestra mesa. Cuando llega todo lo que hace es sacar una silla y emitir el más profundo de los suspiros. Nunca escuché un suspiro tan largo, eso me hace reír.

—Me he enamorado, Ade. Mi corazón se ha ido de mi pecho para seguir al amor de mi vida.

—Ya ¿Quién es el amor de tu vida de esta semana? O peor aún ¿Del día?

—Mata ilusiones.

—Es para lo que estoy, zorra literaria— le guiña un ojo. Yo río, de alguna manera la amiga de Adelaide siempre me divierte, es bastante agradable aunque alguna de sus locuras no logro comprenderlas.

—No entiendo por qué sigo siendo tu amiga— me ve y luego a Breana—. Ah, de mis estrellas favoritas, hola a ustedes 2 que me hacen sentir como una papa sucia.

—Pero si eres muy bonita— le dice Breana sonriendo.

—Aw, eres tan linda y amable. Yo pensé que tú ibas a ser como la chica mala de los libros, que es zorra y pretenciosa.

—Alexa—la interrumpe Adelaide.

— ¿Qué? No me dejaste llegar al punto, el punto es que tú eres muy asombrosa y dulce, Breana.

—Gracias.

—Igual Bre tampoco es una santa— digo guiñándole un ojo.

— ¿Me estás llamando zorra?

—No, solo te estoy invitando a decirle a Adelaide como vas a salir a cenar con su primo el viernes.

— ¿Qué?

—Me invitó a cenar y yo acepté. Él es un buen hombre, divertido y atractivo ¿Te molesta que tenga una cita con tu primo?

—Para nada, solo estoy sorprendida— Adelaide sacude su cabeza—. Pensé que él siempre bromeaba, cuando era un vago le decía que no era tu tipo y ahora... ¿Una cita?

—Solo saldremos a cenar.

—Brody se las trae—se ríe Alexa—. Si lo besas luego dime qué se siente, siempre me ha dado curiosidad.

—Hasta yo tengo curiosidad— digo.

—No me des los detalles— implora Adelaide—. Llévatelo en silencio.

—Exagerada—río—. A mí me das todos los sucios detalles, incluso si la ropa se va.

—No puedo creer que todas ustedes ya estén pensando en sexo. Solo es una cena.

—Pues ojalá y te acuestes con él—digo tomando una de las papas con mis dedos. Adelaide exclama mi nombre— ¿Qué? Soy una seguidora de prosexo. Todas en esta mesa vayan y tengan sexo.

—Supongo que tú podrías ir y hacerlo un montón de veces con Matthew.

—Ahora, Barbie, déjame decirte que eso dolió. Golpeaste fuertemente mi ovario izquierdo. Fuerte traición.

—De igual manera iba a preguntarte, tengo derecho a saber— ante sus palabras enarco una de mis cejas hacia Adelaide—. No puedes negarlo, fueron estos dedos quienes redactaron el primer correo poco educado hacia Matthew.

—Y fueron mis dedos quienes lo enviaron porque tú, pequeña cobarde, no querías enviarlo.

—No me quites crédito, escribí todos esos correos muy rápidos y exactamente como los dictaba.

—No la distraigan. Huelo a un romance arrollador y quiero escuchar— asegura Alexa y río.

La razón por la que sé que Alexa no va a ir a contar nuestras historias es porque sé que es una amiga muy leal de Adelaide, y ya nos hemos reunido un par de veces antes las cuatro, admito que me encanta la chispa juvenil de Alexa. Puedo establecer incluso que la considero una amiga. Quizás no las mejores amigas, pero sí buenas amigas.

Las tres me observan, Breana esta divertida a mi costa porque ella ya conoce cada detalle. Incluso la casi tocada de culo en medio del beso.

—Así que me besé intensamente con Matthew y quería urgentemente regalarle mis bragas.

— ¿Secas o húmedas? — pregunta Alexa.

— ¡Alexa! ¿Qué carajos? — Adelaide ríe.

—Ese es un detalle importante, Ade.

— ¿Cómo esperas tú que estén unas bragas después de un beso caliente?

—Estamos hablando de unas bragas muy mojadas, entonces.

—Caramelito agrio, tu amiga hoy acaba de convertirse en caramelito sucio.

— ¡¿Soy ya un caramelo?!

—Oh, definitivamente. Un caramelito sucio.

—Genial, te ganaste el caramelito antes que Rayan que lleva años.

—Ignoraré que fuiste una perra— me muestra su lengua de forma infantil y ruedo mis ojos. Adelaide carraspea su garganta.

—A mí no me vas a engañar, sigue tu candente relato en el cual gracias a Alexa sabemos el estado de tus bragas.

—Se declaró, a su manera me dijo que le gustó— no puedo evitar sonreír, mentiría si dijera que no me hizo sentir especial y toda loca.

— ¿Y le dijiste que él te gusta a ti?

—Esto está mejor que el libro que compré y que se saltaba la escena del sexo. O sea ¿Cómo te saltas el sexo? Mínimo acuéstalos y di que se acarician con amor y toda esa cosa. Dame una idea de cómo es que están follando.

—Tú no tienes remedio, zorra literaria. Responde mi pregunta Elise.

—Yo le dije primero que me gustaba, me alteré y fui sincera

—Te entiendo, me pasó algo similar con Jocker— sonríe—. Luego me beso de manera espectacular. Bellos recuerdos.

—Diles lo más importante, no te guardes nada caramelito atrevido.

—Dijo que él no es solo palabras. Que va a conquistar cada una de mis facetas. Que va a conquistarme como Mattheo conquistará a Eloise.

—Su romance en una historia que escribe ¡Oh, Dios mío! Hablar esto contigo es como obtener spoiler— Alexa aplaude—. Al fin la suerte besó mi culo. Tengo spoilers en vivo y en directo. Matthew escribe magia y ahora escribirá romance y yo estoy enloqueciendo.

—Lo notamos— señalo comiendo otra papa—. No ha vuelto con Nicole.

—Te dije que le tuvieras fe, está vez él viene por todo ¡Por Dios! Estuvo contigo sacando a tu hermana de la cárcel hasta el amanecer ¿Quién hace eso por esa perra pretenciosa?

—Tengo miedo de algún día conocer a tus hermanos, todos hablan muy mal de ellos— asegura Adelaide.

—Son horribles. No tienen corazón— se encarga de señalar Breana.

—Les di la espalda, no tengo nada qué hablar con ellos, solo no quiero que papá se entere.

— ¿Y crees que Matthew va a lograrlo? —me pregunta Adelaide.

— ¿Qué cosa?

—Conquistar cada una de tus facetas.

—Caramelito atrevido tiene la faceta loca, divertida, señorita E, la de malas palabras, la atrevida, la directa, la venenosa, la...

— ¿Cuántas personalidades tengo?

—Nada que deba preocuparnos.

—Ya él me tiene más que conquistada— me encojo de hombros—. Seguramente estamos a camino de que me tenga.

— ¿Y qué significa eso?

Sonrío ante la pregunta de Adelaide.

—Matthew sabe a lo que me refiero con esa declaración. Igual no todo es fácil, y debo asegurarme de que Nicole es pasado.

—Hablas como si fueras a tener una relación— me informa Breana.

—Estoy cruzando los dedos por no aburrirme y que esto funcione. No me cierro a las posibilidades, solo que ya no le tengo mucha fe a este corazón mío.

—Pues yo sí le tendré fe—Alexa golpea su mano de la mesa y el café casi me cae encima— ¡Lo siento! Era el efecto dramático.

—Gracias por la fe, Alexa.

—Solo te pido que me des el spoiler cuando lo hagan. En serio, dame ese spoiler del libro.

—Tienes razón, Bre. Alexa es todo un caramelito sucio.

***

7 de agosto, 2015.

— ¿A dónde va Breana?

—Tiene una cena con el primo de Adelaide— le respondo a Krista subiendo al capo del carro de Holden.

—No me esperaba esa respuesta— es todo lo que dice antes de ubicarse entre mis piernas para recostarse del auto—. Espero y le vaya bien, no he visto a Breana salir con alguien desde que llegó. Siempre he pensado que quizás es muy discreta.

Holden y yo nos observamos.

Eso es porque no sabe que estuvo un par de semanas teniendo sexo con Holden hace años y porque definitivamente no sabe de Damian. Holden le da una última calada a su cigarro.

—Entonces, es viernes ¿Qué tal ir por unos tragos, mis preciosas?

—Garrett está en California visitando a su familia, así que acepto distraerme.

—Me vendría bien, pero no seré conductora designada y definitivamente debo estar temprano en casa de papá para que Amber pueda irse temprano.

— ¡Eh, Val! — grita Holden cuando la ve salir. Ella se acerca a nosotras— ¿Qué te dijo Kennedy?

—Que necesito ser menos mojigata. No precisamente esas palabras, pero que muestre más. Estúpida escoria.

—Suena mejor si dices «mierda» eso le da el toque y te hace sentir mejor, inténtalo— la alienta Holden haciéndola sonreír.

—Estúpida mierda— dice y reímos—. Pensé que iba a decirme algo más importante ¿Y qué hacen aun aquí?

—Me acompañaban a fumarme el cigarrillo y planeábamos ir a algún lugar ¿Te animas? A veces las chicas buenas salen a hacer maldades.

—Sí, pero no puedo beber, tengo una reunión mañana importante.

— ¿Un sábado? Eso es maldad, Val— Krista juega con mi cabello. Amo a esta mujer, cuando no está perdida en la tecnología ella es lo máximo.

Me dejo caer completamente sobre el capo mientras ellos conversan y revisan en sus celulares a dónde podemos ir. Cierro mis ojos sonriendo mientras recuerdo a Matthew Williams besándome. Besa tan delicioso.

—Creo que vienen por ti, Elise— se ríe Holden.

—No jodas ¿Ya encontraron a dónde ir?

— ¿Él viene por Elise? Mierda. Él está delicioso— escucho a Krista.

—Me dormiré si no nos vamos.

Ellos ríen y retoman de nuevo su búsqueda de lugar pero en voz mucha más baja. Siento un beso en mi mejilla, abro de inmediato mis ojos y volteo mi rostro. Me encuentro con un par de ojos grises con verdes o verdes con gris, da igual. El orden de los productos no alterará el resultado.

—Matthew...

—Hola, musa.

Me incorporo rápidamente y bajo del auto, le doy un rápido vistazo a Holden que me guiña un ojo, para luego devolver mi atención a Matthew.

—Hola... ¿Qué haces aquí?

—Estoy en campaña de hacerte caer ¿Recuerdas?

—Deja de drogarte.

—Te dije que ibas a vivir muchas de las experiencias de Eloise, y aquí estoy. Está noche casi madrugada, vamos a recrear una escena.

—Estás loco.

—Creo que este tipo de locura está gustándote.

— ¿A quién no le gustaría? — respondo luchando con una sonrisa. Veo a lo lejos en recostados de su camioneta a Alex y Edmun.

—Saqué a pasear a las voces de mi conciencia. Resulta que son nuestros directores de escena.

—En serio esto solo se pone más loco. Estamos planeando salir, no creo que...

—Pueden venir. No estorban ni entorpecen mi meta.

Estoy tentada a pasar mis manos por mi rostro, pero recuerdo que aún estoy llevando maquillaje. Ubico las manos en mi cintura en donde está el cinturón de mi falda acampanada.

—Estoy demasiado intrigada por esto. Así que está bien.

Me giro hacia mis tres amigos que voltean en cuanto los llamo.

—Él es Matthew, Matthew ellas son Valerie y Krita, a Holden ya lo conociste.

—Hola de nuevo ¿Ya no tienes tu complicación?

—No. Ahora solo soy un hombre de meta— les sonríe a Valerie y Krista—; un gusto conocerlas.

—Matthew nos invita a sus planes.

—Genial. Me ahorro interrumpir lo que sea que Derek hace...

—...follar—completa Krista la oración de Holden.

—Val es conductora designada, así que nos vamos con ella ¿Te vas con el escritor? — Holden sube y baja constantemente sus cejas.

— ¿Hay espacios para mí, Matthew? — pregunto con burla.

—Desde luego.

—Algo me advierte que esto será una noche esplendida— Holden ríe encantado.

—Entonces, yo los seguiré en mi auto— anuncia Valerie caminando hacia su auto y siendo seguida por el otro par.

Devuelvo mi atención a Matthew, extiende su mano hacia mí, ruedo mis ojos e ignorando su mano, caminando delante de él. Lo escucho reír. Cuando llegamos a las voces de su conciencia, sonrío.

—Alex y Ed, que agradable volverlos a ver, incluso si se unen a esta locura.

—Elise es lo de hoy— responde Edmun acariciando su barba y entrecerrando sus ojos—, es el nuevo lema.

—Buen programa hoy, Elise—me felicita Alex sonriendo.

—Gracias ¿Lo vieron los 3?

—Atrapa tu indirecta Matt— es lo que dice Edmun antes de subir al puesto de copiloto y Alex al del conductor. Me desconcierta.

—Soy en conductor designado— informa antes de que pueda siquiera preguntar.

— ¿Vas a beber? — pregunto a Matthew, no sé por qué en mi cabeza siempre lo ubiqué como alguien de no embriagarse o hacer locuras.

Esto me está gustando mucho. Me gusta lo que conozco de Matthew y me gusta esta faceta relajada y genuina que está mostrándome. La faceta de la que Edmun me habló en ese almuerzo.

— ¿Cómo te sientes sobre un bar-karaoke?

Dicho eso, Matthew abre la puerta del asiento de atrás para mí, subo en silencio y él sube después de mí. El asiento es bastante amplio, pero al parecer a él eso no le importa. Alex y Edmun comienza a hablar sobre una canción sonando en la radio.

— ¿Ustedes siempre han sido amigos?

—Conozco a Matt desde que usábamos pañales— responde Alex—, y Edmun cuando teníamos ¿Qué? ¿10?

—11— responde Matthew—, bueno, nosotros 11 y el 13.

—Desde entonces vine a corromper sus vidas.

—Yo no tengo amistades así de antiguas— es la primera vez que lo noto—, mi amiga así de importante es Breana y la conocí 2 años después de entrar al programa. No hacía muchas amigas.

— ¿Por qué? — pregunta Alex.

—Eran chismosas, mini perras—me encojo de hombros—, y era una pequeña reina con niños haciendo cosas por mí ¡Me encantaba!

—Que terrible— Matthew niega con su cabeza y saca su libreta que admito la había extrañado un poco—, pero peculiar recuerdo para tomar. Nada como estar con tu musa.

—Matthew Williams 2015, derechos reservado— musita en voz monótona Ed haciéndome reír.

—Y entonces, Elise ¿Te gusta mucho ser la señorita E? — enarco mi ceja hacia Alex aun cuando no puede observarme.

— ¿Es esta una entrevista?

—La entrevistadora siendo entrevistada— ríe Alex.

—Te hacemos una entrevista para saber si eres apta de estar con Matt.

—Gracias por ser tan considerado conmigo Ed, pero sé tomar mis decisiones.

—Claro, me ha quedado claro con las decisiones de los últimos años.

Ed voltea y le da una pequeña sonrisa desafiándolo a llevarle la contraria, me inclino hacia los puestos de adelante.

—Me encanta ser la señorita E. Lo amo. Me da la oportunidad de ser la chica buena, angelical con toque de diversión. Tu amigote por correos dice que es mi alter ego y quizás es así. Amo mi trabajo.

— ¿Y qué sucede cuándo te rechazan? — pregunta Ed poniéndose totalmente cómodo y con una gran sonrisa que cambia totalmente el aire misterioso que parece emanar de él.

Observo de reojo a Matthew, él me da una pequeña sonrisa esperando una respuesta.

—Pues no suelen rechazarme, no hay nada malo en mi programa.

—No hay nada de malo en él— acepta Alex.

—Solo he sido rechazada una vez y creo que todos conocemos el resultado.

— ¿Tú sentada en mi camioneta respondiendo las preguntas de mis amigos?

—Bastante listo ¿No? —Ruedo mis ojos— ¿Qué hay de ustedes? ¿Qué hacen? ¿A qué se dedican?

—Alex es arquitecto— responde Edmun—. Ya conoces al que llamas escritor versátil por lo que sabes que hace él y yo soy profesor.

— ¿Qué? ¿En qué mundo cabe que alguien como tú pueda ser profesor? ¡Adivino! Tus clases están llenas de señoritas deseosas de una consulta con el profesor.

Alex ríe y Edmun frunce el ceño volteando completamente hacia mí. Sus ojos se entrecierran hacia mí. No puede culparme, él es pecado para la vista.

—Es profesor en línea, trabaja para la universidad pero dicta sus clases en línea— señala Matthew, volteo a verlo y observa de manera pensativa su libreta—. Es por ello por lo que no es acosado o no lo encontramos con sus alumnas. Y para que lo sepas, tiene más chicos que chicas en sus clases, pero quizás se debe a qué no saben quién es.

—Oh, así que esas pobres chicas no saben que tú eres el rostro de un profesor ¿Qué enseñas?

—Historia.

—Historia del arte—corrige Alex—. Le encanta.

—Entonces son un grupo de arquitecto, un escritor y un profesor de historia. Bastante peculiar.

—Algo así— responde Edmun encogiéndose de hombros.

Voy a responder pero Alex frena y mi cuerpo va directo a estamparse hacia adelante, pero un brazo rodea mi cintura y me lleva de vuelta a mi asiento. Volteo a ver a Matthew mientras retira su brazo de mi cuerpo.

—Sé buena y mantente en tu puesto.

—No me hables de esa forma tonta.

— ¿En dónde dejaste tus pecas?

—Supéralo.

Se mantiene viéndome con fijeza e ignoro que comienza a hacerme sentir inquieta. Presiono las palmas de mis manos contra mis piernas y aprieto mis labios sintiendo aun su mirada.

—Eloise lucha contra sus pecas y oculta lo que le da el toque de inocencia— dice a la vez que va escribiendo sobre la libreta.

— ¡No es cierto! No lucho contra mis pecas.

— ¿Segura?

— ¿Tienes pecas? — preguntas Edmun.

—Las tiene. Unas pocas en sus pómulos y su nariz, son pocas pero resultan encantadoras—siento sus dedos en mi barbilla y luego gira mi rostro al suyo—. A mí me gustan.

Pasa dos dedos de su otra mano por donde sé que se encuentran mis pecas y creo que intenta retirar el maquillaje, sonrío cuando frunce el ceño al no obtener el resultado que desea.

—Es un maquillaje a prueba de agua, poco, pero seguro.

—Debes tener de esas toallas mágicas en tu bolso.

—No voy a darte ese gusto siempre que quieras— me río. Sonríe de costado y acaricia mi mejilla. Él de verdad quiere arruinarme.

—Eres hermosa sin maquillaje, no necesitas de eso.

—Gracias, pero toda persona que trabaje en la televisión siempre va a maquillarse, además a las chicas nos gusta hacerlo cuando nos vienen las ganas. Mis pecas y yo hicimos las paces con ese hecho.

» ¿O insinúas que me veo fea con maquillaje? ¡Ni siquiera uso mucho! Apenas de lo que más uso es de la máscara de pestañas y pintura labial.

—No seas ridícula, eres hermosa con o sin maquillaje.

—Te gusta llamarme ridícula.

—Y loca encantadora—agrega Alex.

—Musa— sigue Edmun.

—Ya veo, hablan mucho de mí— con delicadeza quito el agarre de Matthew de mi barbilla, pero no me deja ahora liberarme de sus dedos en los míos— ¡Suelta!

—No.

—Nadie me dijo que Matthew relajado y libre tenía un lado infantil.

—Elise, te presentó al verdadero y autentico Matthew Williams.

—Gracias por la presentación, Ed. Ahora, Matthew, suelta mis dedos, por favor.

Alex detiene el auto y entonces noto que hemos llegado al que parece nuestro destino. Matthew suelta mis dedos y sonríe. No sé qué hacer con este lado juguetón de Matthew que comienza a mostrar, bueno, sí sé lo que quiero hacer con ello.

Bajo del auto antes de que siquiera alguno de ellos pueda abrir mi puerta. Sonrío viendo el auto de Valerie estacionarse a poca distancia y luego sonrío otro poco más cuando los veo acercarse.

Siento una caricia en mi brazo izquierdo, bajo la vista encontrando los dedos de Matthew. Vuelvo mi vista hacia él.

— ¿No tienes frío?

— ¡Claro que tengo! Dejé mi abrigo en el auto, pero sé cómo lucir fabulosa incluso si mi trasero se está congelando. Veámosle el lado bueno, al menos llevo mallas debajo de la falda.

—Prefiero no caer en pensamientos sobre qué llevas debajo de tu falda—me extiende un suéter de capucha color gris—. Lo tenía aquí en la camioneta. No va con el look de mujer maravilla y exitosa, pero te protegerá del frío.

— ¡Matthew Williams! ¿Quieres que dañe mi perfecta frialdad de mujer perfecta llevando un suéter que de hecho dice «Soy escritor. Propiedad M.W»?

—Me la regaló Amber, no me creas un ególatra.

—Ya, mejor le pregunto a Amber— me pongo el suéter y lo huelo. Divino—. No huele mal.

—Yo no huelo mal.

— ¿Cómo me veo? — doy una vuelta y finalizo con la mano en mi cintura y frunciendo los labios. Él sonríe.

—Hermosa.

—Vayan y tiren... piedras al Támesis— finge Holden una tos.

Solo entonces recuerdo al resto y noto que somos el centro de atención. Aclaro mi garganta y le doy un empujón a Holden por su indirecta.

—Compórtate.

—Solo di una sugerencia de ir al Támesis.

—Sí, una buena sugerencia me parece. A Garrett y a mí nos encanta tirar... Piedras en el Támesis.

—Ignorando sus declaraciones. Chicos, ellos son Edmun y Alexander, amigos de Matthew. Y Ed y Alex, ellos son Holden, Krista y Valerie.

Estrechan sus manos y Holden de inmediato congenia con ellos porque así es él, se hace amigo de cualquier persona que conoce. Meto mis manos en los bolsillos delanteros del suéter de Matthew y camino a su lado viendo a nuestros amigos liderarnos.

Hay tanta tensión sexual entre nosotros que ignorarla resulta difícil.

Apenas ponemos un pie dentro del local, Edmun se gira y de inmediato Valerie choca contra su pecho.

—Lo siento, niña buena— se disculpa antes de alzar su vista a Matthew—.Matt, ya te veo cantando sexy back.

Oh, por favor, sí. Quiero vivir para esto.

—Sueña— es la respuesta que da.

—Lo harás, no hay un karaoke sin licor en el que no la cantes. Amas los karaokes.

—Valerie. Me llamo Valerie, no niña buena.

—Claro... Niña buena— continúa Edmun mientras encontramos una mesa. Valerie toma un profundo respiro y observa a Holden.

—Dile que eres una niña mala, primor. Incluso muéstrale.

— ¡Oh, cállate Holden! — se ríe Valerie abrazándolo. Edmun entrecierra los ojos hacia ella y esto es tan interesante. Creo que a este paso todos los hombres pensarán que cada una de nosotras tiene un lío amoroso con Holden, y eso que no han visto los besos de amistad de Derek.

Cuando tomamos asiento, Matthew se encarga de quedar a mi lado. Creo que soy una mujer astuta que le gusta matar sus antojos o quiero creer que esa es la razón por la que toco el brazo de Matthew y le pido que se acerque mientras nuestros amigos ordenan las bebidas y aperitivos.

—Si tú cantas sexy Back yo te daré un beso.

— ¿Qué?

—Sí, un beso. Incluso habrá lengua.

— ¿Estás manipulándome?

— ¿Qué tanto te gustó que nos besáramos? A mí mucho. Tú cantas, yo te premio.

No me responde, se incorpora y presta atención a lo que Alex dice. Frunzo el ceño, bueno, eso no salió como esperaba. A nuestra mesa llega una ronda de chupitos y todos exceptuando Valerie toman uno.

— ¿Niña buena?

—Valerie— lo corrige de nuevo—. Soy conductora designada.

—Alex también, pero se va a echar este trago como un brindis y para cuando salgamos de aquí en al menos unas 5 horas, entonces no quedará ni una gota de licor— chasquea sus dedos.

—Eso no suena muy convincente.

— ¿Lo ves? Niña buena.

—No la molestes, Ed. ¿Sabes qué? Tampoco beberé esto, responsabilidad. Soy el conductor— se gira hacia el mesero—. ¿2 gaseosas?

—Eso estaría bien, gracias— Valerie voltea a observar a Edmun enarcando una ceja—. Algunas cosas no se tratan de ser bueno o santo, se trata de ser inteligente y sensato. Lo agradecerás cuando no termines en un hospital o siendo detenido por tener un conductor ebrio.

—Ella gana la ronda— declara Krista fingiendo gritos de la multitud. Río.

—Que sean 2— me sobresalto ante la voz de Matthew en mi oído—. Yo canto y obtengo 2 besos.

—Será mejor que me des el mejor espectáculo de tu vida, escritor versátil.

—Prepárate para ello, Elise.




Holaaaa, aquí otro capítulo. Me parece que ese ha sido un final interesante. Si Matthew dice que nos preparemos, pues yo me preparo.

1. Conversación de chicas.

2. Alexa volviendo *_*

3.Breana y su cita con Brody.

4.Matthew apareciendo.

5.Interrogatorios a Elise.

6. ¿Notan algo en Valerie?

7.Melise.

8. ¿Quienes quieren que Matthew cante su karaoke?


El hada está vez señala a @Arlynessantana aquí un capítulo para ti. Gracias por el apoyo y me hace feliz que disfrutes de leer esta historia que cada vez toma un mejor camino...

Espero les guste.

Un beso.

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