Àlex volvió ese mismo día a Cervera. Y nada más llegar ya Marc lo noto raro. Además de que no lo esperaba de vuelta tan pronto.
-¿Qué ha pasado?
-Nada.
-Àlex que te conozco.
-La he cagado bien. ¿Contento?
-¿Qué has hecho?
-Tenía miedo...
-Àlex, dímelo.
-Ya no importa. Déjame tranquilo.
-Vale. Supongo que no será ninguna tontería.
Marc se va dejándolo sólo. Àlex no da señales de vida en todo el día. Ni siquiera para comer. Y dormir lo que se dice dormir tampoco es que duerma mucho. Duerme media hora y se despierta. Y así.
Marc tampoco pega ojo. Está preocupado por Àlex y lo que puede haber pasado. Lo escucha despertarse cada poco tiempo. Pero no va. Lo va a echar del cuarto y no le va a decir que pasa.
Mientras en Madrid Marta ya a ha terminado de deshidratarse de tanto llorar. No esperaba que Àlex le soltase eso. ¿Pero que iba a esperarse de alguien como él? Ella no es nadie, y él es Àlex Márquez. Piloto de Moto2.
¿A donde iba a ir ella con él? Era de imaginar que sólo había sido eso.
Pasa el resto del día allí metida en casa y en la cama.
Al llegar la noche cae rendida en un sueño profundo. Hasta que se despierta entre lágrimas de nuevo. Ha soñado con cuando se topó con él en Cervera aquella vez que llevo a Cristina. Ahí empezó todo. ¿Y para qué? Para nada.
Lo que no entiende tampoco es porque no quería hablarlo por teléfono si sólo le iba a decir eso. Que había sido un calentón.
Claro que lo fue. Pero esperaba algo más por su parte. Para ella no fue sólo eso. Pero ya está. Todo arreglado.
Para empezar la idea de irse de Madrid se ha esfumado. Se queda ahí hasta acabar con la carrera y una vez acabada volverá a Almería. Allí tiene a sus amigos de toda la vida y a su familia que no es que sea la mejor pero es su familia.
Son las 6 de la mañana. Pero ya no puede dormir más. No lo consigue. Se viste y vuelve a coger la maleta. Esa que no para quieta desde que conoció a ese loco de Àlex Márquez. Se vuelve a Almería. Ahí en Madrid sola no va a estar bien. Volverá después de Reyes.
Las horas se le hacen eternas pero al llegar a casa a la primera que busca es a su hermana. Suelta la maleta donde pilla y va hacia el cuarto de esta. Con la que se derrumba.
-¡Marta!
Marta no responde. Sólo sabe llorar de rodillas en el suelo de la habitación de su hermana pequeña.
-Marta. ¿Qué ha pasado?
-Àlex...
-¿Qué le ha pasado?
-A él nada.
Y sigue llorando.
-¿Qué ha pasado Marta?
-Soy idiota Cristina. Me...
-Marta dilo.
-Me he enamorado de él.
-¿Y eso que tiene de nuevo?
-Sólo he sido un buen polvo para él. Quiero morirme Cristina. He sido una idiota.
-No Marta. El idiota es él. Ya se dará cuenta.
-Vale.
Marta se levanta y se va a su habitación. Sin ganas de nada.
Y está allí hasta por la noche. Que Cristina la saca a regaña dientes para que coma algo.
-A ver. ¿Y si quedas con esa gente rara con la que te llevas para Fin de Año? Así no piensas en eso. Y te diviertes un poco.
-Vale.
Comen y después vuelve a subir a la habitación. Busca en los contactos y llama a Kevin.
-Dime perdida.
-Estoy en Almería hasta el día 6. Ya me podéis estar haciendo hueco para el 31.
-Eso ni lo pidas. Ya está hecho.
-Gracias guapo. Te quiero mucho.
-Te noto rara. ¿Pasa algo Marta?
-Nada importante. Nerviosa por las notas.
-Ya verás que geniales como siempre.
-Siento que esto no es lo mío.
-Si lo es. Sólo estás nerviosa. Tú puedes con eso y con lo que sea Marta.
-Supongo que todo es posible.
-Sí. Y dile a ese piloto con el que tanto hablas que como se le ocurra hacerte algo el hermano pasa a ser hijo único.
-Lo tendré en cuenta.
-Marta. ¿Te ha hecho algo?
-No. Estoy bien.
-Estoy aquí para lo que sea.
-Lo sé. Hablamos mañana Kevin.
-Sí.
Cuelga y se acuesta. Duerme de un tirón hasta por la mañana siguiente. Las horas van pasando y por la tarde le llega la notificación que la parte en dos de nuevo.
Pasando la mañana en @motocros_rufea !
Good morning in Rufea watching @marcmarquez93 !
Parece que él si está bien al menos. Bueno, ¿y porque no iba a estarlo? Supone que aún tenía una esperanza de que no hubiera dicho la verdad.
Y no iban mal las esperanzas. Marc ha tenido que sacarlo de casa a rastras para que no se pasara otro día llorando como un idiota por a saber el que. Porque sigue sin decir nada.
Pero sabe que tiene que ver con Marta. De eso está seguro. Y junto le llega un mensaje de esta misma.
Marta:
Ya he visto que te has estado divirtiendo hoy hormiguita.
Marc:
Sí. ¿Cómo estás?
Marta:
Bien. La vida no se acaba porque un tío te diga que sólo has sido un polvo para él. Eso es lo que suele ser una para un tío, ¿no?
Marc:
¿Quién te ha dicho eso?
Marta:
Àlex. Pensé que lo sabrías. Como os lo contáis todo...
Marc:
Yo lo mato. ¿Podemos hablar después? Tengo algo que hacer.
Marta:
Sin problema. Y no lo mates, es su vida.
Marc:
Sé porque lo digo. Luego te hablo.
Bloquea el móvil y va a donde está Àlex mirando a saber que en el suyo.
-¡¿PERO TÚ ERES IDIOTA?!
-¿Yo? ¿Pero que te he hecho yo ahora?
-A mi nada. ¡A Marta! Me acaba de decir en le has dicho que sólo fue un polvo mal echado para ti. ¡¿TÚ ERES IDIOTA?!
-Ya te dije el otro día que sí...
-¿Pero porque no volviste? ¿Porque dejaste que pensará de verdad que es eso para ti?
-¡¡PORQUE TENÍA MIEDO!! Tenía miedo de que no sintiera lo mismo y acabar con todo en dos segundos.
-¿Acaso no lo has conseguido ya? ¿Crees que va a querer hablar contigo después de decirle eso? ¡Àlex joder! Ya puedes encargarte de arreglar bien esto. Pero bien.
-Sí.
Marc se va dejando sólo ya a Àlex. Cada día que pase será peor.