Capítulo 30: ...Madrid-Cervera.

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Después de comer en casa de Marta los chicos se disculpan y se van. Ella no tiene ánimos de nada ya. Así que Àlex es el que conduce esta vez.

El viaje es más ameno que el de Cervera a Almería. Sin Cristina protestando. Y los dos tranquilos hablando de sus cosas y riéndose con alguna tontería que dice el otro.

Tras 5 horas y media ya medios muertos llegan a Madrid. Àlex aparca y Marta en el asiento del copiloto saca el móvil y llama a Claudia.

-Ey. Por fin llamas.
-Sí. ¿Estás haciendo algo en el apartamento?
-No. Porque estoy en casa de Adri. Y Almudena no está tampoco. Tienes el piso para ti sola si vas a venir.
-Estoy por fuera. Por eso llamaba para no encontrarme con cosas raras. Pero ya me supongo que te veré otro día. Cuidate guapa.
-Igualmente.
-Yo no soy la que va a ser madre.
-Es verdad. ¿O sí y no me lo has dicho?
-No flipes Clau. ¿Mañana nos vemos?
-Claro.
-Hasta mañana.

Cuelga y mira a Àlex que le estaba mirando y escuchando muy atento.

-Nada. No hay nadie en casa.
-Pues más tranquilidad.
-Sí. ¿Y tú que vas a hacer ahora?
-Supongo que irme a Cervera.
-¿A estás horas?
-Sí.
-¿Y si te quedas esta noche y ya te vas mañana?
-Vale. Me parece bien.

(Àlex)
Estamos en casa. Solos. Nos hemos sentado en el sofá y la tele está encendida, pero no sé que está puesto. Solo tengo ojos para ella. Apoyada en mis piernas y con la mirada en la pantalla, empiezo a acariciarla. Su piel se eriza al paso de mi mano. Se remueve encima de mí hasta que nuestras miradas se encuentran. Me besa. Al principio no respondo por el shock, pero enseguida mi lengua invade su boca.

Se levanta y dice de ir a su habitación. La impulso y se enrolla a mí como un koala. Me dice donde está la habitación y camino hacia allí entre besos apasionados.

Ya en la habitación le quité la ropa. Estaba mejor sin ella. Ella quitó la mía mientras me acariciaba. No podía hacerlo mejor. Una vez los dos desnudos, nos tumbamos en la cama.

Ella estaba encima de mí. Se la notaba nerviosa, pero yo no estaba mejor. Tenerla tan cerca era lo que me provocaba. Nervios. Y fueron a más cuando sus delicadas manos me pusieron el condón.

Su cara se iba tornando a rojo, estaba preciosa. La besé. Lo deseaba. Sentir sus labios sobre los míos era una sensación única, indescriptible. Durante el beso se colocó bien sobre mí y entré en ella.

No me dio tiempo a disfrutarlo porque ya la tenía saltando. Estaba juguetona. Me cabalgaba como una amazona a su caballo. Era excitante, pero la dejé sobre el colchón para hacer las embestidas más duras. Gemía mi nombre alto y eso solo conseguía ponerme más.

- Sigue gimiendo y tendrás más.

- Àlex...

Sus caras eran tan excitantes que me iba a correr, pero no quería hacerlo todavía. Salí de ella y su cara de decepción tardó poco en irse. Dos de mis dedos entraron en ella para darle placer. Su espalda se arqueaba y aprovechaba para besar sus pechos.

- Más Àlex...

Saqué mis dedos de su interior y la levanté. Apoyada contra la pared su culo se me hacía muy apetecible. Hice que lo sacara un poco más y acerqué mi miembro a su entraba. Se sorprendió, e incluso, se asustó.

-Tranquila. Iré despacio. Dime si te duele.

Empecé a entrar lento. Sus gemidos eran de dolor, pero no me detuvo. Paré cuando tenía la mitad dentro. Tenía que acostumbrarse a mí.

-Pue... Puedes seguir.

Así lo hice. Ya estaba dentro de ella. Paré otro poco más antes de comenzar con las embestidas. Eran suaves, lentas. Sus caderas también se movían. Chocaban con las mías. Es perfecta. Seguimos así hasta que la excitación pudo con nosotros y llegamos al orgasmo.

La cogí en brazos y la llevé de vuelta a la cama para que descansara. Nos tapé y, con ella apoyada en mi pecho, nos dejamos dormir un rato.

(Narrador)
Y acabaron tan cansados que el rato acabo siendo toda la noche. Una noche corta pero la mejor de ambos en mucho tiempo.

No son ni las 7 de la mañana cuando Àlex ya está despierto. Admira a Marta mientras sigue dormida a su lado. Mientras se pone a pensar en lo que ocurrió esa misma noche. Y en que ocurrirá ahora entre ellos. Se dejó llevar por el momento y porqué estaban solos. ¿Qué habrá sido para ella lo de anoche? No lo sabe. Y si se lo pregunta le da que le va a sentar mal.

Marta acaba despertandose también. Remolonea  Pero al final abre los ojos y se le queda mirando a Àlex.

-Buenos días Pistolas.
-Buenos días.
-Que seco estás por las mañana.
-Lo siento. No, no quería ser un borde.
-Quizás debería levantarme e ir a la Universidad. Pero no me apetece una mierda. ¿Cuando te vas?
-Supongo que cuanto antes mejor. Al final no avise a Marc de que no volvía a casa y estarán preocupados.
-Pues nada. Supongo que tendrás que irte.
-¿Desayunas primero?
-Sí.
-Pues desayunemos.

Se levantan ambos, se visten y van a la cocina a desayunar algo. Luego Àlex busca cual es el próximo AVE para volver. Y se va.

Marta no sabe que pensar. ¿Sólo ha sido un polvo para él? ¿O que ha sido lo de ayer?

Mejor que se olvide de lo que pasó entre ellos anoche. No vale la pena volverse loca por una tontería así.

Àlex llama a Marc una vez ya de camino para avisar. No hablan mucho y una vez de vuelta en el pueblo cuando le pregunta por Marta no responde. No sabe que decirle.

-Bien. Están bien.
-Me alegro hermanito. ¿Estás bien? Te veo raro.
-Perfectamente. Sólo un poco cansado. No dormí mucho.
-A saber que habréis hecho.

Si él le contara.

Bueno aquí otro capitulillo. Espero que los Reyes os hayan traído lo que queríais o al menos algo que os guste. A mi el rey Melchor me ha hecho muy feliz este año. Y bueno quería dedicar este capítulo a Lorena7393 que es hoy es un día muy especial para ella. Espero que te regalen mucho guapísima y que pases un muy buen día con los tuyos. 😙😙

A l@s demás, que tengáis un buen fin de semana que se va a ir volando. Hasta pronto lectores. Subiré la antes posible.

Me Llaman Pistolas (MLLP 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora