El frio amor del Alfa
las patas en la nieve crujían levente, marcando el paso de su andar lento, observando el brillante paisaje, la blancura del congelado ambiente era capaz de dar un aspecto mágico a todo a su alrededor, llevaba ya un largo tiempo caminado sin rumbo fijo, su pelaje comenzaba a escarcharse, con los finos copos que caían, el lobo sacudió rápidamente su cuerpo retirándolos, no había luna, y estaba en un territorio extraño, definitivamente estaba perdido, y que la temperatura descendiera segundo a segundo no ayudaba para nada.
-si tan solo pudiese encontrara una cueva en la cual refugiarme- pensó mientras bajaba la mirada frustrado
Perdido o no, debía continuar, después de todo no es como si las cosas pudieran empeorar, o si?
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-entonces que paso abuelo- dijo animado el pequeño de ojos pardos iguales a los del mayor, este solo atino a revolver sus cabellos con una sonrisa divertida
-si sigues interrumpiendo nunca lo sabrás Stolt- dijo calmadamente el anciano
-si Stolt déjame escuchar!- alzo la voz su amigo de ojos grises, el octogenario rio, siempre era igual con estos dos, pero le alegraba que tuviesen una relación tan buena, eran como hermanos, el hermano que Stolt siempre decido tener, pero debido a la terrible salud de su madre nunca podría obtener. Volvió la vista hacia los pequeños de ocho años, ya estaban peleando.... de nuevo, cerro el libro, se puso en pie, y se dispuso a marcharse
-no! espera! nos comportaremos!- hablo para detener su andar el mejor amigo de su nieto
-sí, nos portaremos como angelitos!- aseguro el otro con los ojos de cachorro triste, el anciano soltó un suspiro, para luego volver a el asiento de madera
-si vuelve a interrumpir me detendré, no me importa si no conocen el final de la historia!- amenazo el mayor, los pequeños asintieron rápidamente con la cabeza, anqué por experiencia sabía que era más que probable que volviesen a discutir, ya los conocía, pero también entendía lo mucho que disfrutaban de sus historias, así que solo le quedo continuar con el relato.
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empeorar?, eso era poco, se regañaba internamente, ahora no solo estaba perdido, sino que, además su pata había quedado atorada entre dos troncos secos, demasiado pesados como para moverlo el solo, debía añadir, dejo caer su cuerpo a la fría nieve, mirando hacia el cielo, si esa iba a ser su tumba espera al menos poder ver por una última vez la luna, soltó un lastimero sonido hacia el cielo, esperando que la plateada diosa lo mirara en su momento final, pero nada ocurrió, otro suplicante sonido escapo de su hocico, antes de enterrarse en la nieve, el un orgulloso cambia forma que pronto se convertiría en líder, jamás se imaginó que moriría de una forma tan deshonrosa, trato te acurrucarse para contener un poco el calor de su cuerpo, pero su pata dio un tirón que lo hizo sollozar, y entonces escucho algo, el sonido de una rama quebrándose, vio en la dirección de la que pensó provenía, gruñendo, esperando que un humano, o algún otro tratase de atacarlo, pero lo que vio lo dejo mudo, un pequeña figura frágil, como los copos de nieve que se derretían ante el calor de su nariz, una piel blanca como la nieve, enormes ojos escarchados, cabello platinado, como la mismísima luna, y un par de traslucidas alas en su espalda, si bien había escuchado de ellas, nunca había visto alguna, pero definitivamente era justo como las describían, hermosa, un hada de invierno.
Ella lo vio durante un tiempo hasta que noto su pata atorada, se alarmo y corrió hasta el con un semblante preocupado, una vez a un par de paso se acercó con más de cautela, como si temiese asustarlo.
-como si algo así de lindo pudiese asustar a alguien- pensó, ella lo vio a los ojos, mientras sus mejillas se coloreaban levemente
-gracias...supongo...- dijo cohibida mientras miraba sus manos
-....- el ladeo su cabeza- espera....ella había escuchado mis pensamientos?- porque era imposible para el hablar en esta forma, o al menos eso pensaba el
-lo siento...no quise- volvió a responder - es algo que las hada hacemos inconscientemente- explico para luego dar un paso -¿puedo...acercarme?- consultó recibiendo un asentimiento en repuesta, acercó una temerosa mano hasta la cabeza del animal, hasta sentir el sedoso pelaje bajo su tacto frio, sonrió sube mente - es mucho mas sube de lo que pensé- los ojos del lobo centellaron, y su cola se movió complacido por la caricia, pero ella aparto rápidamente su mano, y se levantó, observando la pata atorada, lo vio desde distintas perspectivas como si tratase de un rompecabezas, para luego asentir -creo que puedo sacarte- le regalo una enorme sonrisa al can, que hizo aumentar las palpitaciones de su corazón , cuando ella hundió sus manos en la nieve para luego verlo a los ojos - cuando cuente hasta tres saca tu pata rápidamente- el solo movió su cabeza en un asentimiento, la nieve sobre sus manos aumento a gran velocidad formando un montículo, que velozmente fue haciendo mayor el espacio entre los maderos - tres!- el lobo quito su extremidad ágilmente para luego caer de lado al tratar de ponerse en pie
-demonios- gruño el - lo que me faltaba, estúpida pata traicionera, primero te quedas atrapadas y ahora no funcionas - gruño a su parte trasera, la joven soltó una pequeña risa divertida, lo que causo que el volviera su vista hacia ella, para luego enterrar su hocico en la nieve, había olvidado que ella lo escuchaba, se sentía avergonzado,
Ella se inclinó para acariciar nuevamente su cabeza, en un intento de animarlo
-eres muy divertido- le sonrió , y eso bastó para que el volviese a mover su cola y lamiese su mano, pero ella la alejo con un quejido, provocando que él se levantara alarmado, esta vez no cayo pero no sabía cuánto tiempo pudiese mantener se en pie- no te preocupes- hablo ella con una sonrisa triste que le estrujo el corazón - es solo...- suspiro mientras vea su mano con una línea roja por donde la lengua del lobo había hecho su recorrido - las hadas de nieve no podemos tocar nada cálido, nos lastima- volvió a suspiro para luego meter su mano en la nieve, el vio fijamente cada una des sus acciones y gestos, el hundió su nariz en la nieve por un rato al igual que la mano de ella.
El frio le hacía doler la nariz, así que el saco, para luego acercarse a ella, roso su nariz contra la piel de su brazo, ella alzo la vista y lo vio para luego alzar su mano ahora sin rastros de herida alguna
-no te preocupes ya estoy bien, ves- agito un poco su mano, acaricio un poco el pelaje para calmarlo, luego frunció el ceño- no vuelvas a enfriar tanto tu nariz, que se supone que haga si se congela y se cae?!- ella le sonrió nuevamente mientras el agitaba alegremente su rabo - y dime ¿te perdiste?, no suelo ver lobos por esta parte del bosque- toco su mentón en un gesto pensativo- de hecho creo que eres el primero que veo- el bajo su cabeza - conque si te perdiste...¿de dónde vienes?- él se sentó en sus patas traseras mientras pensaba en un punto de referencia
-el lago de la luna- dijo finalmente, ella pareció sopesar en su repuesta, para luego ponerse de pie con un rostro inmerso en la felicidad
-se dónde queda eso!- soltó mientras daba pequeños brinquitos - si quieres puedo llevarte!- el solo se puso en pie en respuesta - genial siempre he querido volver a ese lugar, pero- se le acercó y susurro- aquí entre nos... No me dejan alejarme mucho de este territorio- soltó una risa divertida- pero esto cuanta como emergencia, no podrán regañarme por esto- aplaudió alabando su inteligencia, mientras el reía para sus adentros, después de todo siempre pensó que un hada de nieve sería, más seria...fría? pero ella era todo lo contrario
Caminaron a paso lento mientras hablaban de ellos, conociéndose mientras transcurrió el tiempo, pero a medida que acercaban a su destino el lobo temía, temió por su pronta separación, le encantaba la forma en que los copos danzaban a su alrededor sin tocarla si quiera, la melodía de su risa definitivamente era su favorita en el mundo, y la manera en que brillaban sus ojos cuando reía era simplemente hermosa. Así que tratando de alargar un poco más su cercanía le pidió que lo acompañara a su manada, ella acepto después de todo conversar con el había sido lo más divertido que había hecho en años, las otras hadas eran algo, como decirlo....creo que aburridas, si aburridas y rígidas, en cambio él era tan gracioso y cálido.
A unos pasos de lo que era la manada ella detuvo sus pasos, el volvió su mirada a su delgada figura, ella estaba asustada, lo había olvidado por completo, la barrera que protegía su manada mantenía un siempre cálido clima primaveral
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-como la nuestra!- exclamaron ambos niños con ojos brillantes, solo para que el mayor los viera con reproche - perdón- volvieron a hablar a unísono, el mayor solo suspiro para proseguir con su lectura , definitivamente este par no tenía remedio
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Él se acercó y restregó su pelaje contra las azuladas ropas de la chica, ella acaricio por última vez su cabeza, para luego abrazarlo, ninguno quería separarse del contrario, pero ella no podía vivir en el calor, y el no sobreviviría en el frio, no por mucho tiempo al menos. lo vio alejarse hasta atravesar la barrera, tras la cual tomo la forma de un apuesto joven de cabello negro y ojos verdes como el césped, ella se despidió agitando su mano, él no lo resistió, corrió nuevamente hacia ella tomando una vez más su forma animal y se arrojó a sus brazos, ambos cayeron, y ella lo abrazo nuevamente , tanto como pudo, cuando lo soltó lo vio con los ojos inundados de lágrimas, ellos ya lo sabían, no podrían permanecer mucho tiempo separados, la luna los había unido, pero aun así, no podrían jamás vivir juntos, sus lágrimas se desbordaron convirtiéndose en pequeños cristales redondos que hacían un pequeño ruido al caer en la nieve, él se lamentaba en su interior , sabiendo que jamás podría acariciar la suave piel de su amada sin lastimarla, pero aun si lo único que les esperaba era tristeza no podían dejar al otro.
Se despidieron ese día con la promesa de verse al día siguiente, y el que le seguía a ese, y así lo hicieron por días, semanas, meses, años, un amor tan cálido como el sol, y a su vez tan solitario y frio como el hielo, pero aun así eran felices a su propia manera. Al menos así fue hasta aquel día, su manada necesitaría algún día a un nuevo líder, y el no podría tener hijos.
-ya se los dije!- alzó la voz frente a su beta y subordinados - yo no tendré hijos con nadie más que con ella!!- grito furioso por la propuesta de los otros
-pero, ella no tiene que enterarse, entienda, si algo le llega a suceder a usted la manada quedaría a la deriva- sabía que era verdad, pero la sola idea lo repugnaba, tocar a otra mujer que no fuese ella era aberrante para el -la gente comenzara a dudar de que pueda protegerlos a futuro- el golpeó fuertemente una de las paredes de roca
-Bien!! Pues búsquense otro líder!!- gruño furibundo, ellos lo vieron aterrados, solo un alfa era el adecuado para liderarlos, y su hermano menor no pertenecía a dicha estirpe, él se marchó refunfuñando, pero sus súbditos no dejarían esto así
El llego agitado a su encuentro, ella lo vio preocupada, pero al poco tiempo logro que se relajara, como siempre exploraron el frio paisaje de aquel nevado país, el agradecía que en ese lugar nevara once de los doce meses del año, porque el mes en que no la vía se le hacía eterno. Luego de encontrar un nuevo lugar para ver el atardecer se despidieron como cada día, ella acaricio su cabeza y el acaricio su rostro con su fría nariz, ella agito su mano en despedida mientras él se perdía dentro de la barrera.
al día siguiente y los que siguieron a ese sus súbditos dejaron de exigirle un heredero, al principio le extraño, pero alivio, ahora tendría un peso menos, la semana avanzó tan rápida como siempre, y al llegar el lunes siguiente corrió en sus cuatro patas hasta aquel lago congelado, pero al llegar no la vio, algo bastante extraño, ella siempre llagaba antes, espero y espero, pero al pasar del tiempo se alarmaba más y más, cuando una hora había transcurrido, el comenzó a recorrer el camino que sabía ella caminaba para verlo, pero no la encontró, tampoco estaba en la cueva congelada en la que vivía, corrió a través de todo el bosque visitando cada lugar al que había ido juntos, con la esperanza de encontrarla, pero no había rastro alguno de su presencia, corrió a toda prisa de regreso a el lago, con la esperanza de verla allí, pero al aproximarse el olor a sangre fresca en el aire lo alarmo aún más, podía sentir su corazón latir en sus orejas, mientras la abrumadora angustia se atoraba en su garganta, y a lo lejos lo vio, un rastro de sangre y su delicado cuerpo tirado junto al lago,
-no...no...no!- grito en sus adentros mientras se acercaba, rezando por que aquel cuerpo no fuese el suyo, pero al aproximarse más la inevitable verdad le golpeó el corazón destrozándolo
-llegaste- susurro ella viéndolo con los ojos vidriosos, intento sentarse, pero solo logro que un horrible quejido de dolor se escapara de sus labios, mientras sostenía su vientre ensangrentado -lo siento no puede....llegar antes- él se acercó alarmado, tenía marcas de mordidas en sus brazos y sus piernas, y lo más probable es que la de su vientre también lo fuese pero mucho más profunda, marcas de mordidas, mordidas de lobos. cambio su forma sin importarle el frio, siendo cubierto por un par de pieles blancas al igual que su forma animal, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras intentaba inútilmente contener el llanto, lo sabía esto lo hicieron los suyos, y ella no sobreviviría a esto, podía sentir la temperatura de su cuerpo bajar pero no le importó, acercó su mano ya fría a su rostro y al fin hiso lo que había deseado todo este tiempo, acaricio su rostro suavemente como si pudiese romperse al menor rose.
-lo siento- soltó como un quejido lastimero para luego envolverla en sus brazos
-estas frio, deberías..... Volver a casa- término entre jadeos, ella con voz apenas audible, el rio sin gracia
-es justo donde estoy- tomo su rostro entre sus grandes manos- tu eres el único hogar que conozco- junto su frente con la ajena - y es al único al que quiero volver cada día- las lágrimas resbalaron una vez más por las mejillas de ambos, lo sabían este era el fin, pero al menos lo enfrentarían juntos, ella entrelazo sus dedos
- yo venía a... despedirme- lo vio a los ojos - tu merecías....alguien a quien pudieses abrazar, besar, ....alguien con quien compartir tu amor... y un pequeño que llevara tu sangre a quien amar - él la beso con sus labios azules por el frio - deseo que seas feliz...más de lo que jamás quise algo- dijo entrecortado, podía sentirlo como se esfumaba con cada respiro
-aun no lo entiendes, te querré hasta que mi pecho se vuelva frio como el hielo, te pensare hasta el último de mis alientos, te esperare por la interminable y solitaria eternidad, y .... Aun después de la muerte, no creo poder dejar de amarte- esta vez fue ella quien unio sus labios
-en....mi próxima vida.....y en la que le sigue a esa....todas y cada una de ellas.... serás al único que ame... prometo encontrarte, justo como aquel día- él la abrazo mientras sentía el frio envolver su cuerpo lentamente
- no me importaría estar en problemas todas las veces que sean necesarias, si así puedo volver a encontrarte Rime, aunque tu nombre cambie tus ojos me mostraran tu alma- el final estaba cerca, podía sentir como poco a poco perdía sus fuerzas
-Stolt...te amo- su ojos se cerraron lentamente mientras ambos eran envueltos por el frio manto de la muerte.
Más aún si abandonaron sus cuerpos, bajo la luna llena habían prometido encontrarse en su siguiente vida, y la luna conmovida por el profundo amor que se tenían, enlazo sus destino, de manera tal que pudiesen encontrarse, en su siguiente vida, y en cada una de ella.
Así mismo la luna azul nació, lanzando una maldición sobre aquellos que los separaron, una condena que solo un amor igual de puro sería capaz de levantar, pero esa ya es otra historia
El amor es algo frágil y hermoso, un sentimiento cálido que te hace sentir en casa sin importar donde te encuentres, puede ser triste y frio, pero aun así es el más pudo de los sentimientos, si llegas a encontrarlo, asegúrate de no dejarlo ir, o puede que no lo vuelvas a sentir
Fin
El anciano vio a los pequeños con pequeñas lágrimas en sus mejillas, les sonrió tratando de tranquilizarlos
-es la historia más triste que me has contado abuelito- comenzó el pequeño mientras limpiaba sus mejillas con las mangas del pijama
-pero también es la más hermosa- suspiro soñador el otro – espero que mi Mate me ame tanto como esa Hada amaba al lobo- el mayor revolvió el cabello de ambos con una cara alegre
-bueno ya sabes de donde viene tu nombre pequeño- afirmo, mientras el menor asentía entusiasmado – pero debo decirles que esta no es una historia, es una leyenda- los ojos de los niños brillaron expectantes – en uno de mis viajes a Rusia encontré esta leyenda tallada en una cueva, los nativos me relataron lo que los dibujos en la cueva significaba – los menores se acercaron mas a la orilla de la cama tratando de no perderse de nada –dicen que, es la razón por la que de vez en cuando ven a niños de cabello azul, justo como la luna que maldijo aquella manada, y la maldición aún espera ser rota, aunque un amor como aquel solo se ve cada mil años- los pequeños se acomodaron nuevamente para recibir cada uno un beso en la frente de parte del mayor - si son buenos niños prometo mañana leerles " la leyenda de luna azul " - ambos asintieron lentamente para luego bostezar.
Ya vieron de que venía el título de la novela 7u7
Esta novela ya está por terminar QnQ pero
Si se lo preguntan "La leyenda de luna azul" es otra novela en continuación de esta que planeo escribir, así que no sufran que aún me queda mucho amor por darles >.o,
Me pareció lindo que los títulos se entrelazaran con la niñez de los lobitos, ya que después de todo inicia, porque Sichel salva a Calum, era justo que los nombre viniesen de él, no sé si me entienden, soy algo enredosa XD
espero les guste la cancion, a mi , me encanta esta cantante <3
Los amo >3< se despide Eve