Bella POV
Ya era de dia, y las calles estaban llenas de niños y mayores con tunicas rojas. Compré una en una tienda de souvenirs y me metí en una cafeteria a cambiarme la ropa que habia conseguido. Unos pantalones negros, unos keds negros, una camisa verde de manga corta y cubriendome de pies a cabeza, la tunica. Intenté meter las manos en las grandes mangas rojas, para no desaprobechar el tiempo.
Me quedé esperando la hora planeada en un callejon sin salida totalmente a oscuras.
Alice habría tenido alguna vision sobre mi? Eso era muy posible, aunque talvez ya no me veia, seguramente ni se preocuparia de mi. Como estarian ellos? Carlisle y Esme estarian junto a sus hijos. Nada ni nadie les separaría de ellos. Los muros invisibles que habia creado en mi mente para no pensar en Edward ahora estaban derrumbados. Iba a morir, si, pero prefería que el fuera mi ultimo pensamiento.
Edward POV
Nos encontrabamos en el coche por la autopista colapsada de entrada a Volterra. Era normal, pues el dia de San Marcos - Marco Voulturi - hacía llegar gente de todos los lugares. Ironico, muy inteligente por su parte. Pense sarcasticamente.
- Alice - llamé la atención de mi hermana.- , necesitamos un plan.
- Pues...- se le pusieron los ojos mirando a la nada.- Recuerdas cuando la besaste una vez? Recuerdas que de no ser lo que es, se hubiera demayado?
- Si- asentí recordando cada momento mientras me los proyectaban desde otro punto de vita la mente de Alice.-, a donde quieres llegar con eso?
- Se va a exponer a la luz del sol, cuando este esté en su cenit. - miré el reloj, quedaban unos minutos. No pude evitar ponerme nervioso.- Tranquilo Edward.
- Estoy casi segura de que, si llegaramos a tiempo, impedir que piense sería lo mas correcto.- me explicó.
- Vale, pero como llego ahí, despues de 8 meses sin vernos y le beso? Como crees que se lo tomará?
- Pronto lo sabremos Edward.- y los dos miramos en la misma direccion, Volterra.
Miles de motas rojas empezaban a llenar las calles, y los policias hacian lo que podian para estar medio organizados. Habian tenido que mandar a los coches a otra zona, pues los aparcamientos estaban cerrados.
Quedaban unos cortos minutos para que todo sucediera, habia miles de posibilidades, y un policia se nos habia plantado delante prohibiendonos el paso al parking del hotel donde se supone que ibamos a aparcar. Mi hermana me entregó una tunica roja
y me dijo que me la pusiera. Ella banó la ventanilla, cubierta por un pañuelo y guantes hasta los codos.
- Señor, esto es un viaje privado. - el continuó gritando y moviendo las manos.- Y tenemos algo de prisa. Tomé. - le entregó un fajo de dinero muy generoso.
Le piso al pedal, haciendo que el motor de su coche ronroneara como un delicado gatito. Como reaccion al sonido, el hombre saltó a la acera guardandose el dinero en el bolsillo trasero. Nos dejó paso.
Ibamos conduciendo por las estrechas carreteras de Volterra, llena de gente hasta arriba, literalmente. Se habian montado en los balcones. Alice paró y abrí mi puerta, la miré desesperado.
- Edward creeme! Si alguien puede, eres tu! Date prisa y... porfavor, intenta que no te de el sol!
Corrí, lo más rapido que me lo permitia este estupido paso humano, y las calles inpenetrables. Desee con todas mis fuerzas que pudiera salvarla aun, aparte de poder leerle la mente. No podia saber si iba en una buena direccion, la vision de Alice no habia sido muy detallista, ni si estaba bien. No me podía imaginar todo el daño que le habiamos echo. Cada vez que Alice tenia una vision, casi todos los dias antes de perder el contacto,veía como progresivamente su aspecto se iba deteriorando. Como si hubiran dejado una estatua de hielo a la interperie, literalmente.
Llegué al fin a la plaza, y la ví. Con los ojos cerrados encima de una delicada piel purpura del color del crepusculo, se le veia en paz. Se habia abierto la camisa totalmente y la habia dejado caer hasta los codos. Yo seguia esquivando gente.
Tenia el pecho y el vientre totalmente al descubierto, dejando ver lo que parecia una fina piel del blanco tiza. En contraste, un sontén negro le enmarcaba el pecho. Su fina cinturita se veia mas delicada aun, tan vulnerable, tan... humana. Dió un corto paso hasta estar mas cerca, le temblaban los pies.
Me choqué contra muros humanos de grandes hombre italianos. Murmuraban cosas a mis espaldas, pero gracias a mi altura, podia ver una fuente en el centro de la plaza. Me paré en seco al borde de la fuente, donde el agua comenzaba a derretirse bajo el sol. Sin pensarlo dos veces, salte. Con un pie hize como que me empujaba al otro lado, manejando mi peso como si le hubiera caido encima una pluma. Solo quedaban unos metros libre, tomé aire y vi como unos pequeños diamantes brillaban en su piel.
Corrí y la besé.
Sus labios, frios y suaves, se uniron a los mios sin esfuerzo alguno, dejando a sus espaldas un gran estruendo provocado por la velocidad a la que la empujé. Pero no conseguí moverla. Tenia una fuerza parecida a la de mi hermano, pero se le veia tan delicada... Estaba quieta como una estatua. Se separó un poco, fruncio el ceño y me miró. Al darse cuenta de quien era se apretó contra mi, dejandome abrazar su pequeño cuerpo.
Bella POV
Todo habia acabado ya, eran realmente buenos. No habia sentido apenas dolor y aqui, en este extraño lugar al que llaman infierno, no se estaba tan mal. Talvez gracias a las alucinacionez de estar junto a Edward.
- Increible, son realmente buenos... - murmuré sorprendida.
Pense que no sentí el dolor de Jane porque habia sido compasiba, y que Alec me habia echo el favor de no dejarme sentir nada.
- Que?- interrumpió su voz perfecta, a la que mi memoria no habia echo justicia. - Bella rapido, tenemos que movernos.
Mi mente reaccionó, no habia muerto. Como lo que hice hace tiempo con Sam Uley, sin que el se moviera, gracias al mero contacto fisico de mi palma de la mano, lo movi a las sombras dejandolo contra la pared, totalmente sorprendido.
No he muerto... No he muerto... No podia parar de repetirmelo en la mente, no estaba segura de si sentirme feliz o mal. Edward me tendió la mano para que se la cogiera, pero retrocedí un paso. Estaba confusa, el no me quiere, porque juega de ese modo conmigo? Pero estaba aquí, no me querria pero tampoco le gustaba perderme, entonces como sabia que yo estaba aqui? me habia vigilado? Oh, claro, Alice.
- Creo que deberias taparte un poco, Bella. - a mis espaldas la preciosisima Alice, totalmente tapada por una tunica roja.
- Oh! A-Alice!- corrí y la abraze con todas mis fuerzas, no queria soltarla jamas.
Si hubiera sido humana, hubira estado desbordando lagrimas, pero solo se escuchaban sollozos salir de mi pecho. Me tendió una camiseta gris gruesa. Me sentia como una verdadera idiota bajo la mirada de Edward, mirandome pero a la vez sumergido en sus pensamientos. Cerre la mente, de modo que no escuchara ningun pensamiento, pero la culpabilidad empeoraba con la mirada de Edward. Mi dolor estaba llegando a niveles inesperados y las piernas me comenzaron a temblar.
- Edward, sujetala, se va a derrumbar.
Al instante siguiente noté como las piernas me fallaban antes de que unos brazos duros como piedras me sujetaran. Me acurruqué como una niña pequeña en sus brazos, intentando no mantener mucho contacto. Pero el me apretó a el y undió su cara en mi pelo.
- Bella, que te ocurre?- me dijo con voz calmada.
- Edward, ya me has salvado. Puedes irte tranquilo, ya nada te ata aqui.- dije mis pensamientos ignorando su pregunta. El se puso rigido.
- Es eso, lo que te he hecho, ha cambiado algo? Quieres que me vaya? Ya no me quieres? Eso seria muy... justo.- Levanté la vista sorprendida.
- Que clase de pregunta idiota es esa? - me miró confundido.- Ya te dije que lo que sentia por ti nunca cambiaria...- murmuré.- pero parece que por tu parte no fue igual.
Me miró a los ojos, con expresion de ternura.
- Bella, tuve que mentir. - me quedé helada.- Con las veces que te he dicho que te quiero, como me creiste tan rapido?
- Porque no es normal que tu me quieras...
Acabé la frase y me besó con verdadero amor. Le correspondí con la misma intensidad. Noté ojos clavados en mi y me separé un poco. El me acunó como a un bebé sin esfuerzo alguno. Me sentía tan protegida y completa junto a el, que mi dolor ya no estaba, como si nunca hubiera existido.
- Calmate Bella, ahora estas segura...
Y quedé totalmente sumergida en la insconciencia, como si durmiera. Supongo que para nosotros esto era lo mas parecido. Recordé todo lo que me habia ocurrido en los ultimos meses desde un punto de vista diferente.
Lo ultimo que recuerdo es estar "dormida" en los brazos de Edward en el avion.