Wonderwall - Oasis
#Today is gonna be the day that they're gonna throw it back to you. By now you should've some how realized what you gotta do. I don't believe that anybody feels the way I do about you now. And all the roads we have to walk are winding. And all the lights that lead us there are blinding. There are many things that I would like to say to you but I don't know how. Because maybe, you're gonna be the one that saves me, and after all you're my wonderwall#
-¡Ven pasa!- le dije cuando estabamos en la puerta de mi habitación. Me senté en canastita en mi cama mientras que él se sentó en la silla del escritorio -¡cuéntamelo todo!-
-No hay cosas interesantes que contar, ya lo sabes casi todo. No hay nada nuevo- habló mientras jugaba con una de mis lapiceras -
-¿Tus padres siguen discutiendo?- pregunté preocupada -
-Mi madre encontró en los bolsillos de mi padre un ticket de una joyería por 5 mil dólares. Ayer fue su aniversario de bodas pero mi padre le regaló un libro- me quedé boquiabierta mirando a mi mejor amigo -era de esperarse. Mi padre hacía meses que estaba extraño y que no volvía a cenar-
-¿Y tú como lo tomas?- suspiró y me dio una sonrisa de labios sellados -
-Si mi padre no ama más a mi madre, lo entiendo. A cualquiera le puede pasar. Me molesta que nos lo oculte como si fuésemos estúpidos, y que crea que la mentira le va a durar de por vida-
-¿Emily lo sabe?- pregunté refiriéndome a su hermana menor -
-Tiene 16, ya no es una niña. Se da cuenta de las cosas por sí sola-
-¿Cómo está?- pregunté con una sonrisa, recordando a la encantadora Emily que conocía hace un año atrás -
-Igual que siempre, sólo que ahora se tiñó el cabello, adivina de qué color-
-¿Pelirroja?-
-Ya te he dicho que mi hermana cree que eres la mujer perfecta-
-¡¿Rubio?!- asintió riendo -tu hermana no sabe tantas cosas de mi-
-Estás lo más cerca que se puede estar de la perfección, muñeca-
-Te he extrañado tanto- dije mirándolo con una sonrisa -
-¿Cómo están tus amigas trastornadas?-
-¡Hey!- reí -igual que siempre- suspiré recordando lo que había pasado esta mañana en la Uni -Trevor, hay algo que necesito contarte- bajé la mirada y en cuestión de segundos aquel nudo volvió a aparecer provocando que mis ojos se llenaran de lágrimas -
-¿Qué pasó?- preguntó poniéndose serio. Levanté la mirada y al verme se acercó rápidamente y se sentó enfrente mio. Me abrió los brazos indicándome que me acercara, así que me acerqué sentándome sobre sus piernas mientras abrazaba su torso y no podía evitar llorar -¿a quién debo golpear ahora?- preguntó mientras acariciaba mi cabello. Suspiré y luego hablé -
-Querrás decir, a quién debes golpear.. otra vez- me separó de él para mirarme a los ojos y yo sólo asentí -
-Ese chico está buscando que yo lo mate a golpes-
-No quiero que tengas problemas, voy a contarte porque necesito contárselo a alguien, pero no quiero que hagas nada, sólo que me abraces- se quedó callado así que lo miré -promételo- suspiró mientras tenía su vista en otra parte de la habitación -Trevor- dije seria. Bajó la mirada enfocando sus ojos miel en los mios y asintió. Volví a abrazarlo mientras apoyaba mi cabeza en su pecho y trataba de hablar sin llorar para que pudiera entenderme -creo que quiere volver conmigo-
-Olvídalo- dijo apenas terminé la oración -ni siquiera debes considerarlo, estas loca si crees que voy a dejarte volver con ese imbécil-
-Tranquilo Trevor, no voy a volver con él- suspiré y luego no pude evitar que las lágrimas cayeran más rápido y en más cantidad -es que, lo extraño tanto-
-Tranquila muñeca- hablaba en aquel tono aterciopelado que solía usar muchas veces conmigo -encontrarás a alguien mejor que ese idiota-
-Es que- suspiré y cerré los ojos suavemente -¿por qué sigue insistiendo conmigo? ¿No me lastimó lo suficiente?-
-Tranquila, no dejaré que vuelva a lastimarte-
-Lo sé, te necesitaba tanto- me abrazó un poco más fuerte y yo me sentí protegida. Me sentí como cuando él estaba a mi lado, como hacía tiempo no me sentía con nadie. Me separé de él y me senté enfrente suyo -
-Bien, sonríe- dijo mientras sacaba de su bolso una cámara polaroid y me tomaba una foto por sorpresa -
-¡Hey!- dije riendo -¡No estaba lista!-
-Bien, entonces arréglate. Te doy otra oportunidad- tomó la foto que acababa de imprimir la cámara y la dejó a un lado. Me sequé las lágrimas y me acomodé el cabello -sonríe- sonreí mirando a la cámara y él tomó la foto -hermosa, para variar-
-Eres un tonto- le saqué la lengua y tomé la cámara de sus manos -ahora tú-
-No, sabes que no me gustan las fotos- dijo mientras tapaba con su mano el lente-
-Oh vamos Trevor-
-No ___________(tn)-
-Por favor- dije haciendo pucheros. Lo miré a los ojos y luego el suspiró -
-Está bien- miré por el pequeño visor de la cámara y enfoqué -sonríe- me dio una de esas radiantes sonrisas que sólo el podía dar y tomé la foto. Esperé unos segundos y cuando salió la miré -te odio, eres perfecto-
-Mentiras y más mentiras- dijo sacándome la foto de la mano y dejándola junto con las otras dos -ven aquí- me tomó de la cintura y me acercó a él mientras yo acomodaba la cámara para sacarnos una foto juntos. Luego de que saliera él comenzó a hacerme cosquillas y las fotos salían sin parar mientras iban cayendo a la cama, o en el suelo -
-Rubia- oí su voz a nuestras espaldas. Voltee y vi a aquel castaño molesto parado debajo del marco de la puerta cruzado de brazos -
-¿Qué?- pregunté de mala gana. Trevor me hizo cosquillas provocándome una carcajada que no pude evitar. Harry lo miró de una manera espantosa y luego me miró a mi igual -
-Tu hermano te llama-
-Dile que iré luego-
-Quiere que vayas ahora- bufé de mala gana y miré a Trevor -
-Ahora vuelvo, y me las vas a pagar- comenté sonriente -
-Ya veremos muñeca- me puse de pie y le pasé por al lado a Harry ignorándolo completamente. Bajé las escaleras y busqué a mi hermano -
-¿Louis?- entré al living y miré por todas partes, pero no había señales del cavernícola. Bueno, si quiere algo que me busque. Voltee pero me llevé una sorpresa -
-Casi me matas de un susto, bobo- le dije de mala forma a ricitos mientras el daba pasos hacia mi, aunque yo retrocedía -¿dónde está mi hermano?-
-Por ahí- dijo sin sacar sus ojos de los mios -
-Bien, iré a buscarlo- dije mientras lo miraba intentando darle a entender que se hiciera a un lado para que yo pudiera ir, pero luego entendí que Louis no me estaba buscando y que él no iba a dejarme ir -ahhhh, ya comprendí todo- dije sonriente. Ninguno de los dos había dejado de moverse, él seguía avanzando paso por paso y yo seguía retrocediendo -es un trampa, ¡vaya, he caído!- dije fingiendo sorpresa -¿qué vas a hacerme ahora? ¿Abusar de mi? ¿De una pobre, dulce e indefensa jóven que lo único que quiere es buscar a su hermano mayor?-
-¿Dulce e indefensa?- preguntó elevando una ceja -eres de todo menos dulce e indefensa, rubia- respondió con una sonrisa -
-¿Ah sí?- pregunté al mismo tiempo en que mis piernas chocaron con el sofá, dejándome sin escapatoria -¿y qué tanto dices que soy, ricitos?- el siguió acercándose a mi, colocando sus manos en mi cintura y no dejándome otra alternativa más que caer sentada sobre el sofá. Pero claro, él no iba a quedarse ahí parado. Se subió al sofá quedando encima mio, y dejándome ahora sí, sin escapatoria alguna. Tenía ambos codos apoyados en el sofá, a ambos lados de mi cabeza, mientras que su cuerpo estaba encima del mio y su rostro peligrosamente cerca. Por un segundo pensé que iba a besarme, y bueno, iba a seguirle el juego durante unos minutos, pero desvió el rumbo de sus labios hacia mi cuello, mi maldita debilidad. Primero se quedó cerca, respirando sobre esa zona suceptible de mi cuerpo, haciéndome delirar, y luego comenzó a darme suaves besos que me erizaban la piel -
-Eres tantas cosas, rubia- susurró contra mi cuello. Si estaba planeando volverme loca, poco a poco lo estaba logrando -provocativa- hablaba mientras de vez en cuando depositaba un beso en mi cuello -deseable, hermosa, sexy- me mordió con suavidad y aquel simple gesto despertó todos mis sentidos, volviendome loca. Lo quería, y lo quería ahora -¿quién está al mando ahora?- preguntó en un susurro. No, la que estaba al mando era yo, siempre yo debía estar al mando. No le contesté, así que con una de sus manos fue bajando por un costado de mi cintura hasta llegar al borde de mi blusa -¿quién manda aquí?- volvió a preguntar, pero me negué a darle la respuesta que él quería. Logró escabullir su mano por debajo de mi camiseta y comenzó a trazar un camino por mi espalda, y por donde sus dedos pasaban, mi piel quedaba hipersensible. Sus dedos recorrían la piel de mi espalda tan suave y lentamente que me provocaba escalofríos, y no pude evitar erguirme contra su suave tacto y sus cálidas caricias. Llegó hasta donde se encontraba el broche de mi brasier y luego volvió a besar mi cuello -¿quién manda?- preguntó, y esta vez no lo aguanté. Lo quería, lo necesitaba, lo deseaba con cada fibra de mi cuerpo, así que perder un poco el orgullo no iba a matarme -
-Tú- susurré, casi inaludiblemente -
-¿Quién?- preguntó otra vez mientras volvía a morder mi cuello y a acariciar mi espalda -
-Tú- repetí ahora más alto, para que pudiera oírme y terminara con esta tortura. Listo, ahora sí venía la mejor parte -
-Grábate eso en la mente cada vez que intentes jugar conmigo- dijo mientras sacaba lentamente su mano de dentro de mi blusa. Acercó sus labios a mi oído y susurró de una forma que logró tensarme hasta el más pequeño músculo del cuerpo -porque yo sé jugar mucho mejor- se puso de pie y se fue. Así como así, se fue. Me senté en el sofá mientras intentaba normalizar mi respiración y entender que él.. había jugado conmigo. No lo entendía, seguía en shock. ¿Él me había dejado a mi con ganas? ¿Alguien a mi? Acá algo estaba mal, muy mal. Y esta sería la última vez que iba a dejar que ese idiota despeinado me manejara a su placer. 'Grábate eso en la mente cada vez que intentes jugar conmigo. Porque yo sé jugar mucho mejor'.
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GRAIAS POR LEER ♥ Espero les aya gustado el capitulo :3
15 Votos + 5 comentarios y subo el miercoles <3 Las quiero fieles lectoras :*