Dorkable.| Kim TaeHyung;BTS.

By snowdwarff

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"Kim TaeHyung era una mezcla muy extraña, que consistía en: Un 99% de idiotez y un 1% de adorabilidad. Y... More

P r ó l o g o.
u n o.
d o s.
t r e s.
c u a t r o.
c i n c o.
s e i s.
s i e t e.
o c h o.
n u e v e.
d i e z.
o n c e.
d o c e.
t r e c e.
q u i n c e .
d i e c i s é i s.
d i e c i s i e t e.
d i e c i o c h o.

c a t o r c e.

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By snowdwarff

Todo salió perfecto, de hecho, demasiado perfecto.  

―Y eso que no lo planeé con detalle.―El ladrón infló el pecho de orgullo y la bolita blanca en sus brazos meneó la colita viéndolo con adoración, dispuesto a lamerle la cara de nuevo. Me forcé a mi misma a no sonreír, cosa difícil, ese cachorrito era demasiado lindo.

― En realidad, tuvimos suerte de que la señora EunJi fuera comprensiva y nos oyera antes de llamar a la policía, espero que tu actuación estelar sea convincente o nos meteremos en problemas.―Caminábamos por la avenida a paso lento, con el trinar de muchas aves y un aire fresco a nuestro alrededor. El día estaba lindo, alegre, prometedor. 

― ¿Convincente? ¡Lo hice genial!.―Se defendió, algo ofendido porque dudé de él.―Lo que me preocupa  un poco que puedan reconocerme de algún modo.―El pasamontañas cubría casi todo su rostro, dudaba que pudieran rastrearnos.

―Nah, no creo, además, si pasa algo así sé que la señora EunJi nos cubrirá en caso de sospechas. 

Las palabras de esa anciana dulce y perceptiva todavía me atormentaban. Lo miré de reojo, sonriendo tan ampliamente que podía ver todos sus dientes, rectos y de un color blanco perfecto. Arrugué la nariz, ¿Por qué los míos no se veían así? 

― ¿Por qué me miras?.―¿Cómo diablos se dio cuenta? Fijé mi vista al frente al instante, tragando saliva.

―No te miraba a ti, miraba al perrito, tonto. ―Me defendí de inmediato. Creo que me sonrojé un poco, es que, maldita sea, no podía dejar de pensar en el modo en que miraba, en aquella frase... "Apuesto a que no sabe que te robó el corazón." ¿Y si era cierto, y si a pesar de todo, no había podido evitar que mi corazón se confundiera? Se me aceleró el pulso del miedo, eso no podía pasar, no podía permitirlo.

―Como digas, solo... no tienes que dejar de hacerlo, me gusta.―Murmuró, con la voz suave y dándole un golpecito con el dedo indice a la nariz del cachorro, dándome una vista perfecta de su perfil. 

―¿Mirarte? No tengo por qué hacerlo, observa a tu alrededor, hay muchas fans disponibles.―Y no estaba bromeando, la imagen del chico de rostro perfecto y actitud dulce hacia el  cachorrito hacía reaccionar a las jovenes del instituto, llevaban su uniforme y casi chillaban al ver a Taehyung.

― No me importan ellas.―Aseveró, frunciendo su ceño, no me miraba de modo que analicé su postura tensa, como formó un pequeño mohín con los labios, la forma en que sus largas y rectas pestañas destacaban en su rostro armónico. Entonces volvió el rostro en mi dirección, lentamente, pillandome mirándolo de nuevo. Algo chispeó en sus ojos, una sonrisa dulce enmarcó los rasgos que acababa de analizar y se me secó la boca.―A mi me gusta que me mires tú, solo tú...

¿Por qué hacía eso? ¿Por qué no pude reprenderlo, insultarlo e irme lejos yo sola? Me limité a volver la vista al frente, ignorando la risita que emitió, una extraña, avergonzada y nerviosa que me dijo que estaba tan nervioso como yo.

Algo en mi interior estaba cambiando y me aterraba.

Desde ese momento, caminamos en silencio, al menos hasta la parada de autobús. El viaje se hizo muy corto porque el perrito nos entretuvo bastante a los dos, tenía los ojos más hermosos que hubiera visto en mi vida: enormes, oscuros, expresivos y tenía unas pestañas largas y oscuras que contrastaban con el blanco de todo su pelaje. Pronto llegamos a su casa, nada más al llegar entró corriendo, sacándose los zapatos a la velocidad de la luz y demasiado feliz, para evitar hacer un escándalo se mordía con fuerza el labio inferior porque su plan tenía una falla: su madre. 

―¡Taehyung!.―Susurré-grité, tomandolo del brazo.―¿Qué le dirás a tu mamá?

―Que...que, no sé, después pensaré en algo, tengo que hablar con mis hermanitos primero.―Le brillaban los ojos de la emoción, en el patio trasero los dos pequeños jugaban en una caja de arena, repleta de juguetes, parecían entretenidos así que ni siquiera escucharon que llegamos.

―Pero tienes que convencer a tu mamá-

― ¡Dong-Dong, Youngiee!.―Di un saltito de la impresión por su grito, esa voz de camionero que tenía me iba a matar un día.―¡¡Vengan, rápido!!.―Y para que se quedara callado lo jalé de la oreja.―Au,au,au.―Chilló y el cachorro revoloteó a nuestro alrededor, ladrando agudamente como gritándome "deja a mi papá".

―Bien, lo siento.―Me dirigí al perrito y lo solté.―Es que eres tonto, ¿Qué se supone que haces? Se silencioso, tienes que idear la manera de ocultarlo por un tiempo.―Porque su mamá era de temer, sin duda, era la única persona que podía manejar su energía aparte de MinHa.

―Pero quiero que lo veean, siempre han querido un perrito.―Hizo un mohín.

―Ya lo sé pero recuerda que tu mamá no te deja tener mascotas.―Le chisté por enésima vez e infló las mejillas con aire en respuesta.―Cálmate y pensemos en la forma de que te dejen conservarlo.―La bolita de pelo estaba acomodada sobre el sofá y resaltaba debido al color negro de este, parecía un peluche de la colección de los niños, podía pasar por un oso polar bebé con facilidad. 

―¡Jiyoonnie!.―Entonces ambos pequeños corrieron desde el patio cruzando el ventanal y se colgaron de mis piernas , eran como un torbellino de energía pero me caían bastante bien.

―Hola pequeños.― Sonreí y les acaricié el cabello, cada día estaban más grande.

―Tengo noticias.―El mayor de los hermanos se sentó en el suelo para verlos a los ojos.―Traje a alguien que quiero que conozcan pero es secreto, mamá no puede saberlo todavía.―Susurró lo último, poniendo su indice sobre sus labios y les enseñó el cachorro que estaba recostado sobre el sofá.

Creo que decir que se enamoraron del cachorro es poco,  tras los chillidos ahogados de Dong-Sun y Young-Ho, quienes por órdenes expresas de TaeHyung debían guardar silencio, se fueron al patio para jugar con la nueva mascota de la familia y el mayor de los tres parecía orgulloso de su hazaña mientras les contaba la historia de como lo habíamos rescatados de las manos de una persona muy mala acomodado sobre el pasto, tan relajado y feliz que no pude evitar sonreír viendo la escena. 

―¿De verdad hicieron todo eso? ¡Eres el mejor hermano del mundo TaeTae!.―Sonreí viendo como ambos pequeños se lanzaban a su cuello con unas hermosas sonrisas adornando sus caritas.

―No podría haberlo hecho sin la ayuda de Jiyoonnie, es una secuaz increíble.―La atención de los pequeños se posicionó en mi y me encogí de hombros, la verdad no me sentía como una heroína. ―¡Aww, son tan lindos, sabía que iban a ponerse felices!.―Él los besó en la cara sonoramente, a uno primero, luego al otro mientras el cachorro revoloteaba alrededor de los tres, dando saltitos de alegría. ―Vale, ahora. ―Se puso serio de pronto, bajando el tono de su voz . ― Soldados del escuadrón 3, no hagan mucho ruido porque mamá no lo sabe aún. Esta es una misión secreta.

― ¿Misión secreta?.― El del medio ladeo la cabeza, enseñando sus dientecitos grandes.

―Sip, debemos planear como decirle que ahora tenemos un perrito. ―Uh, Dae-Hee no tenía idea de lo que el esperaba. ― Así que , jugarán calladitos hasta que a Tae se le ocurra una idea, ¿Han entendido, soldados?

―¡Si, señor capitán!

―¡Sí!.― Chillaron ambos, con sus voces agudas al mismo tiempo.

En cierta forma, verlo actuando así con sus hermanos, me enterneció tanto que me vi obligada a acomodarme lo más lejos que pude de la escena, podía oírlos perfectamente pero no iba a intervenir pues no me correspondía, yo había hecho mi parte. Luego de dejarlos jugando en el piso de la sala, el rubio se puso de pie y caminó hasta mi, distraído pero super sonriente, al punto de que sus ojos parecían medias lunas.

―Fue un gusto hacer cosas ilegales contigo pero creo que nuestro romance termina aquí. Será mejor que te olvides de mi, nena. ―Apoyó su hombro en la esquina de la pared y se cruzó de brazos, dedicándome una mirada entornada. ―Vas a extrañar mis besos y mis caricias pero puedes llamarme a mi celular cuando requieras de mi compañía.―Creo que mi expresión debió ser un gran signo de interrogación.

― ¿Lo sacaste de una canción? Me suena a Hotline Bling...

―¿Hobalin? No tengo idea, no sé inglés, you know.―Y el signo sobre mi cabeza creció y creció. ―Ah, como sea, había que terminar la relación actoral para evitar confusiones, ya sabes.―Cambió su actitud en cosa de dos segundos, volviéndose el torpe de siempre que sonreía de forma infantil. ―Fuimos novios por exactamente, tres horas y veinte dos minutos y aproximadamente cuarenta segundos.

― ¿Contaste hasta los segundos?.―Me hacía cierta gracia que lo dijese así, con tanta seguridad.

― Umh, no...de hecho lo inventé, pensé que iba a sonar intelectual. ―Subió y bajo sus hombros, riéndose un poquito. Suspiré, nunca iba a cambiar. ―Pero sí teníamos que darle un cierre al noviazgo, era necesario.

― ¿Tienes que hacer eso todo el tiempo con tus coactrices, no?.―Asintió, varias veces, su cabello se meció dejándome ver su frente.

De seguro le había pasado con alguna de las chicas con las que tenía que actuar en sus clases, no solo era llamativo por su estilo, en conjunto, era un ulzzang popular al extremo, por lo que era bastante obvio que lo perseguían un millar de muchachas.

― Sí, es que soy muy guapo y ellas solo... ―Dejó la frase a la mitad, de seguro no quería sonar como un presumido.

― ¿Qué, te acosan demasiado las mujeres?. ― ¿Por qué le importaba en ese momento? Siempre decía cosas que me hacían salir canas verdes pero literalmente, estábamos hablando sobre él, no me iba a enojar. 

― Mh, sí... ― Pronunció en un tono bajo, antes de dejar su boca entreabierta.―A veces es molesto. Ni siquiera me conocen y ya piensan que llamarán mi atención pero no es así porque...―Y dejó de hablar, viéndome con el rostro libre de toda emoción. En momentos así me hubiese gustado saber qué se le pasaba por su rara cabeza, aún con la misma expresión se puso sobre las puntitas de sus pies descalzos y se movió un poco de izquierda a derecha mientras hacia una mueca. ―Pero olvida eso, supongo que no se aplicaría a ti, no es que no seas una mujer, eres una mujer, si , pero no eres como esas mujeres entonces...sí, eso.―Fueron muchas palabras en menos de veinte segundos.

Fruncí el ceño. Pues...¡Claro que no se aplicaba a mi, yo no lo acosaba! Había conseguido aprovecharse de la situación para toquetearme el muy atrevido pero no iba a ponerme a discutir con él cuando todo había salido bien, no quería,  de hecho, mi humor estaba bastante bien. Conseguimos fingir el atraco, se tomó muy en serio su papel, reemplazó el cuchillo de mantequilla por uno real, lanzó algunas cosas al suelo e incluso por dárselas de genial saltó de una mesa haciendo que se cayera de cabeza y resonara su grito por toda la casa.

―Supones bien, no se aplica a mi. ― Me sentía lo suficientemente confiada como para afirmarlo y él no debatió mi "inmunidad" respecto a su persona. ―Pero sí se de muchas chicas a las que no les importaría interpretar a un árbol con tal de estar cerca de ti. ―Y hablaba totalmente en serio, babeaban por TaeHyung, su fama le precedía.

―Lo sé pero ellas no me importan. ― Espetó, ladeando la cabeza, dejándome ver su respingada nariz. ―Son tan molestas, no dejan de perseguirme y me dan regalos y siempre están tratando de...―Fingió que le daba un escalofrío. ―No, no me gustan. Además no se parecen en nada a...―Volvió a callarse y yo no necesité que terminase esa frase.

No se parecían a mi. Y no necesitaba decirlo, ellas y yo éramos totalmente diferentes... admito que mis vestidos, a pesar de ser bonitos, no eran lo más cómodo para andar en invierno pues me jodía de frío y el viento del otoño me enseñó que debía usar unos pequeños shorts negros delgados bajo ellos pues me cubrían para evitar incomodidades como enseñar mi ropa interior. Yo me arreglaba para verme bien y sentirme bien conmigo misma, no para aparentar. Yo no buscaba encontrármelo ni tampoco fingía , solo era yo, le molestase a quien le molestase. Y también, el punto más marcado era que yo no estaba detrás de él, en ningún sentido.

El incómodo silencio se hizo presente, tenía que salir de ahí ya. Y para empeorarlo la forma en la que sus ojos oscuros , de largas pestañas, se posaron sobre mis labios me hizo comenzar a respirar con cierta dificultad.

―Yo debería, uh.―Carraspeé porque me ahogué un poco con mi saliva. ― Me esperan en casa, ya sabes, tengo que irme. ―Era mentira, ¡Mi hermana estaba en China! Él notó ese detalle y una sombra de pesar tiñó sus facciones.―No, o sea, no ahora pero mamá llegará de su turno en unas horas y debo cocinar la cena así que... ―Eso si era verdad. Di un par de pasos , titubeantes hacia la derecha, en dirección a la puerta mientras que él se limitaba a continuar mirándome así.

―Oh, sí, entiendo. Te invitaría a que te quedaras conmig...―Negó con la cabeza, un par de veces. ―Digo, con nosotros, un rato pero supongo que vas a negarte e irte muy rápido.

Me conocía bien, en efecto, eso pensaba hacer. No por los pequeñines que estaban embelesados con el cachorrito peludo en la sala sino que porque había estado, prácticamente, todo el día con él y era...raro, ¡No habíamos terminado agarrándonos a golpes ni tampoco habíamos peleado como lo hacíamos siempre!.

―Tengo algunas cosas que hacer así que, te veo por ahí. ―Asintió y yo le medio-sonreí. El silencio se hizo presente de nuevo y era todavía más insólito. ―Si, esto, adiós. ―Murmuré.

―Adiós. ―Respondió en un murmullo también, jugando con sus dedos largos a la altura de su pecho, sus orbes directamente conectados con los míos.

―Si, adiós.

― Te veo luego, supongo.― Iba a voltearme en ese instante pero su mano tomó el borde de la manga de mi chaqueta en un rápido movimiento. ―Jiyoon.―De repente, el pasillo en el que había buscado refugio me parecía demasiado pequeño. A medida se acercaba a mi, la sensación de que todo el espacio que nos rodeaba comenzaba a tornarse inexistente se acrecentaba pues estaba observándome de esa forma de nuevo, como si puede ver mi alma a través de una simple mirada. Eso significaba peligro. ― Yo solo...quería darte las gracias por no haber salido huyendo de mi y por...a-ayudarme y por...confiar un poquito en mi hoy.

Santacachucha.

Me estaba agradeciendo por primera vez en la vida.

El simple acto de tragar saliva se me hizo difícil, sus gruesas cejas estaban ligeramente fruncidas de forma que sus ojos marrones y redondeados me analizaban con insistencia. El lunar en su nariz y el que estaba justo bajo sus pestañas se me hicieron de lo más atractivos, cualquier cosa que no fueran sus ojos me servía para poder mantener la calma. Odiaba a mi cuerpo por reaccionar de una manera tan exagerada a su cercanía, me temblaban las manos y el corazón parecía que iba a salírseme del pecho.

― N-no fue nada, realmente me sentí útil ayudándote. ―Las mejillas me ardieron, no esperaba escuchar la palabra gracias de su boca nunca. ―Siendo sincera tus métodos siguen pareciéndome poco ortodoxos, señor actor, pero salió bien al final...él estará a salvo aquí ahora.―Sonrió con apertura y yo lo imité. ―Pero no te acostumbres, eh, esto no pasará seguido. ―Lo apunté con el dedo índice, tenía que recordárselo. Y recordármelo a mi misma también.

― Ash, ya lo sé. ― Su índice y pulgar tomaron el mio, haciendo una leve presión para que lo bajara. Fueron apenas unos roces pero que hicieron que mi cabeza entera se sintiese más tibia aún. ― No tienes que ponerte espinosa, sé que no te agrado tanto... aún. ―Escucharlo decirlo con ese tono ligeramente desanimado me hizo sentir mal. ―Pero me diste una oportunidad hoy, eso me da esperanzas y soy muy feliz, Jiyonnie.

Dios-Santo.

Por primera vez, en años tal vez, conseguí mantener contacto visual con TaeHyung sin apartarme ni pensar en nada negativo. Estábamos cerca, lo sabía pero no me importaba. Él sonreía, dejándome ver sus dientes blancos y parejos. Y me sentía bien. Esos ojos que observaban sin descanso parecían estrellas, me limité a corresponderle porque no tenía ganas de responder con sarcasmo o empujarlo para terminar la conversación.

―¿Te duele mucho?.―Pregunté al notar que tenía unos rasguños en la mejilla por haberse caído al grabar escenas demasiado efusivas.

―No, no duele.―Pero cuando se llevó la mano a la mejilla rozó la herida y terminó quejándose , lo miré con cada de "¿En serio?".

―Eres un mentiroso, déjame ver. ―Se agachó un poco, dejándome ver su mejilla. Eran raspones pequeños pero estaban rojos y probablemente iba a tener alguno que otro moretón allí pronto. ―Sí que eres torpe, subirte a la mesa del comedor era innecesario, íbamos bastante bien hasta ese momento, cuando vean los registros pensarán que el ladron era torpe y fanfarrón, no sé cómo no te rompiste el cuello.―Me reí un poco, se había caído de cara, literal.

―No sé, soy flexible, fue solo un accidente, ¡Tenía que ser convincente! Y debía parecer violento, fue la formula perfecta porque la señora Eun Ji aprovechó de llamar a la policía y el ladrón huyó después de desnucarse.―Se defendió, en el fondo, tenía razón. ― Además, no puedo quejarme si estoy contigo. Tengo que ser masculino, ¿Cómo esperas que te conquiste si no soy cool?.―Tragué saliva y retiré mi mano de su mejilla, mientras TaeHyung simplemente se enderezó, de lo más animado.

Eso estaba tornándose incómodo para mi.

Demasiado.

Y estábamos a escasa distancia, tanto así que podía percibir la tibieza de su cuerpo. Por lo que di un paso hacia atrás, poniéndome en modo defensivo otra vez.

― No quiero que... no hemos peleado hoy y no quiero hacerlo, ¿Vale? Es solo que necesito que tengas claro que ayudarte no ha cambiado las cosas entre nosotros, TaeHyung. ―Odié ver como sus ojos bajaron al piso, odié tener que recordárselo, odié tener que ser la mala de nuevo. Pero ese era mi papel. ― Lo siento, de verdad. ―Y realmente lo hacía. ―Fue un buen día, después de todo. Creo que podemos... podemos llevarnos bien.

―Y yo creo que podemos hacer más que eso. –Respondió, en un tono tan bajo que casi no le oí.

Estaba molesto. La forma en la que hizo puños sus manos me hizo suspirar. La culpa volvió, azotándome con tanta fuerza que me vi forzada a confesar una cosa.

― ¿Sabes por qué fui a la misión contigo?.―Negó, aún en la misma posición. ― Fui porque me sentía en deuda contigo. ―Abrió bastante los ojos y entreabrió los labios, para mi también fue un shock decirle algo así.

La Jiyoon que él conocía se hubiese ido dando un portazo, evitando pasar más tiempo con él. La Jiyoon que lo observaba en ese momento quería confortarlo, porque no era su intención dañarlo de ninguna forma.

― ¿En deuda, tú, conmigo? ¿En serio? ¿Y eso por qué?

Su genuina sorpresa me resultó de lo más adorable, explicarle todo lo que pasaba en mi interior cuando tenía que rechazarle era demasiado complicado. Habían tantos factores que sumados, multiplicados y divididos terminaban convenciéndome para guardar silencio y continuar alejada de él, como hacía desde hacia años. No se trataba solo de que él y MinHa tenían una relación extraña, mi hermana parecía olvidar el hecho de que yo sabía que no seguían juntos y cuando conseguía hablar con ella aunque fuese vía mensajes, no confesaba nada respecto a TaeHyung y él, por su parte, decía que habían terminado.

Esa historia de los dos era confusa. No quería desconfiar de él, de hecho, quería darle el beneficio de la duda... tal vez, solo tal vez, su confusión por mi era más que eso. Todas esas anormales atenciones y acercamientos... tenía que significar algo más.

―Siempre...―Comencé, nerviosa y azorada.― Siempre buscas hacerme sonreír, ¿No? Yo quería retribuirte eso un poco. ― Era cierto. Nunca le había dicho algo tan real a ese rubio hueco. ― Has estado muy raro las últimas semanas y yo no he sido buena contigo, tú... quería que estuvieras animado, aunque fuera un ratito. ―Me sentía estúpida por sentir calor en todo el rostro. ¡Ni siquiera le estaba diciendo algo comprometedor!

― Estás preocupada por mi.– Afirmó, con la boca todavía más abierta. No pude negarlo. ― O tal vez es más que una simple preocupación pero aún no lo aceptas. ―Y ahí me enojé.

― ¡Pero qué dices, tonto, lo arruinas!

―Yah, no lo arruino, es verdad. ―La sonrisa coqueta que me dedicó me hizo poner una expresión amarga digna de una persona que odia la vida, como la de Yoongi. ―No importa cuanto lo niegues, sé que con el tiempo todo cambiará, te voy a demostrar que he cambiado, que soy mejor que antes y... entonces lo notarás y me aceptarás. ―¿Qué parte de lo que había dicho lo llevó a esa conclusión? Quería gritarle algún insulto pero su dedo índice se posó directo sobre mis labios, callándome. ― Y tampoco importa cuanto tiempo te tome, seré paciente contigo, muy paciente.

―¿Fueh demohnhios... ―Traté de responderle que estaba loco, que todo lo que yo decía lo interpretaba como le convenía pero no pude pues seguía obligándome a guardar silencio y de repente, se inclinó sobre mi, robándome el aliento y causándome un mini infarto.

― No arruines el momento, JiYoonnie. ― Me susurró, acercándose peligrosamente a mi rostro. Su cálida exhalación rozó mi nariz, centímetros separaban su boca de la mía. En mi histeria, evité mirar sus ojos y también sus labios rosas que se separaban a medida musitaba cada palabra. ―He descubierto que puedes ser muy adorable cuando quieres. Y eso me encanta más de lo que debería, lo sabes, ¿Verdad?.― Mi espalda chocó con la pared, eso significaba que no tenía escapatoria...Abrí los ojos al máximo en cuanto sus manos frías tomaron mis mejillas y rozó con las palmas de las mismas, la piel de mi rostro mientras una sonrisa fugaz hacia que mi respiración se estancara en mis pulmones. Inició un roce suavecito y muy tibio a la altura de mis pómulos.―¿Quieres que me aleje, quieres que ignore las ganas que tengo de hacer esto?.―Estaba pidiendome que dijera algo pero no podía porque estaba en shock, Taehyung estaba ahí,  relamiéndose los labios , comiéndose los míos con la mirada y no dije absolutamente nada, no podía.

Se acercaba, mi desbocado corazón lo sabía.

― ¿¡Qué significa esto?! ¡Kim TaeHyung!

Ambos dimos un salto de horror, separándonos de inmediato.

Olvidé mencionar que TaeHyung tenía prohibido tener mascotas y también que su madre era bastante estricta cuando se lo proponía. En mi mente, una vez dejásemos al pequeñin a salvo en la casa, iba a huir pero al oír la voz de su Dae-Hee, tomó mi muñeca férreamente y me obligó a quedarme a su lado a pesar de mis suplicas bajas. Ella apareció en el pasillo, cruzándose de brazos y esperando una buena explicación, que ni él ni yo teníamos porque bueno, técnicamente habíamos hecho algo ilegal.

― ¡No pienses mal, lo tomé prestado, no, no , quise decir que lo adopté así que... tadah!.― Hizo un movimiento con la mano en dirección a la sala, donde las risitas infantiles de sus hermanos pequeños eran un sonido agradable pero Dae-Hee no se inmutó. ―Umh... sí, esto, no respondí a tu pregunta, ¿Verdad, mami? Je, je. ―Rascó su nuca, buscándome con la mirada , pedía auxilio.

―¿Y bien, de dónde salió ese cachorro?.―Ella lucía en serio enfadada. No cabía duda que la mirada acusadora de la señora Kim lo ponía nervioso.―¿Acaso tú...?―Taehyung siempre tomaba cosas ajenas pero las devolvía, eso la aterraba, mamá siempre me lo decía.  

― No lo robé, lo juro pero sí...tu-tuvimos que secuestrarlo.―Secuestrar no era la palabra correcta para describirlo, no ayudó, el ceño fruncido de su mamá era cada vez más pronunciado.

―¡Oh virgen santísima, entonces sí lo robaste!

Como dije antes, Taehyung no era un mal chico pero desde pequeño tenía una ligera obsesión con tomar las cosas de los demás sin avisar, las devolvía pero a los meses después y en mi caso, las devolvía pero rotas. 

― ¡No, no, mami! O sea, técnicamente fue un atraco pero... ― El chillido de la señora me hizo mirar mis tenis, si lo decía así sonaba terrible. Debía estar demasiado nervioso pues comenzó a reír y solo empeoró la situación. ―No exactamente un atraco pero...ash, no es tan malo como suena, mami, créeme. ―Yo por mi parte, sentía bastante vergüenza.

― Creí que había quedado claro que no quería que hicieras nada ilegal, Taehyung. Las cosas de las demás personas no se toman, ¿Cuántas veces debo decírtelo?.―Síp, ya lo dije, cuando le robó el dulce a ese niño en el supermercado no me sorprendí tanto, solía cosas de las casas de cualquiera de sus amigos o personas extrañas cuando le parecían lindas o le llamaban la atención.

― Me dijiste...¿Taehyung? Nunca me llamas TaeHyung. Soy tu TaeTae. ―Parecía que había sufrido la peor tragedia de su vida por haber sido llamado por su nombre, era demasiado infantil, casi ruedo los ojos. ― Estás enfadada , lo entiendo, pero no es lo que piensas. Soy bueno, soy tu hijo, yo solo quería protegerlo.―Habló super meloso, queriendo abrazar a su mamá pero fue rechazado pues ella parecía al borde de un desmayo. 

―No puedo creer que hicieras algo así, robaste un cachorro...

―¡Me duele que pienses así de mi, Jiyoonnie, dile! .―La tensión me hizo tragar saliva, estaba desesperado. ―Dile que no fue–

― Entramos a una casa sin permiso de los dueños para robarlo.―Interrumpí dejando que mi vomito verbal saliera.

― ¡Jiyoon!.― Me regañó el rubio, con el ceño fruncido. Su mamá trastabilló y se puso amarilla.― No fue un robo, fue una misión de rescate espacial.―Supongo que quiso decir especial.

― Y lo ayudaste, JiYoon. ¿Qué hice yo para merecer esto, Dios? Tú mamá va a enterarse de esto.― Drama. Y vergüenza para mi.― Primero son cachorros, después son joyas y luego bancos. ― Vale, creo que no tenía que dramatizar tanto.―Explíquenme que hicieron exactamente, jovencitos.

―Noso-

―Que hable Jiyoon. ―Lo interrumpió, severa. Él hizo un mohín y se posicionó junto a mi, poniendo las manos detrás de su espalda cual niño que ha hecho una travesura.

Ah, ¡Me puse realmente nerviosa! No tenía que sentirme así pero la señora Kim asustaba, toda su dulzura dio paso a una pose estricta y si él, que era su hijo se volvía un sumiso, yo que nunca la había visto en esa faceta me ponía histérica.

―Yo no quería, no quería entrar ahí pero era necesario violar la propiedad ajena para entrar y entonces Taehyung usó un pasamontañas y el cuchillo para que-

― ¡¿Qué tú qué?!.― Bueno, no estaba aportando nada positivo a la situación. ¡Estaba nerviosa!

― ¡La señora de la limpieza nos ayudó!

¿¡Por qué mierda no me callaba?! Eso era lo que TaeHyung pensaba , me estaba lanzando dagas en toda la cara con los ojos, fui a decir algo más, quería corregirme pero me tapó la boca con la mano y le sonrió a su mamá, de lo más encantadoramente haciendo un sonidito con la nariz similar al que hace un puerco.

―¡No sonrías así, tenían cómplices, eso es otro nivel! Las bicicletas eran algo menor pero ahora... ―Se iba a echar a llorar.

― Mamá, no es lo que tu-

― ¿Qué hago yo ahora? ¡También soy cómplice! Los perseguirá la policía y tendrán que huir a la frontera y rehacer su vida en otro lugar... tu papá se enfadará, yo tengo la culpa, fui muy blanda contigo.―TaeHyung y yo reprimimos una risa viéndonos con expresiones graciosas, él infló las mejillas y yo imité arrugué la nariz, en ese momento entendí de donde había sacado el rubio su alma dramática.―¿Tienes pasaporte? Dios, necesito pensar...―Se llevó las manos a la cabeza y despeinó su perfecto cabello, entonces fue momento para que el rubio interviniera.

― No, no, espera, mamá. ― Interrumpió su teoría sobre como debíamos vivir en el anonimato en otro país , la tomó de la mano y suspiró sonoramente mientras la señora Kim lagrimeaba bastante. ― No es lo que crees, solo me has puesto nervioso con tanto grito, no es lo que crees, nosotros fingimos un atraco y limpiamos todo rastro de nuestro paso en esa casa, además el perrito necesitaba ayuda.―El alivio recorrió a la mamá del rubio de inmediato.

Entonces le explicó cómo lo había conocido. Desde la noche anterior cuando salió de casa de Jimin hasta cuando fue a buscarme a mi pues los demás no respondieron a sus llamadas.

―Lo oí llorar y escuché los insultos de ese hombre hacia él. Tu sabes que odio las injusticias, no merece que lo maltraten, nadie debería hacerle eso a los animales. ―Apretó los labios y desvío su mirada hacia los pequeños que yacían en el piso riendo mientras acariciaban al cachorro. ―Lo golpeaba, tal vez no tan fuerte ahora pero es un bebé, mamá, no pude evitarlo, tuve que salvarlo. 

―Es verdad, así pasó. ―Corroboré su relato, ella parecía más tranquila al saber que su hijo había robado por una buena causa. ―Me despertó a las 6 am para que fuera con él, por eso llevo pantalón hoy y no mis vestidos de siempre,lo planeó bien.

― Está bien, les creo. Y entiendo que quieras cambiar el mundo, TaeTae pero no debes tentar a la suerte así, ¿Qué hubiera pasado si te pillaban o te perseguía la policía o te pasaba algo malo?

― No pasó nada malo, estamos aquí, logramos nuestra misión y JiYoon fue muy amable en ayudarme. ―Él hacía ver realmente simple todo lo que tuvimos que hacer para entrar en esa jodida casa y luego llevarnos al perrito, todavía me dolía el trasero por haberme caído al huir de la casa. ―Entonces, mamá, ¿Podemos conservarlo? Sé que dijiste que no querías más hijos pero yo si quiero uno, dijiste que querías uno que viniera de mi.―Hizo un puchero y la abrazó.

― Sí pero hablaba de hijos humanos , Tae, no de-

―Será mi hijo o hija, no he corroborado ese dato aún. 

―Nietos reales.

―Es un cachorro, tócalo, no es imaginario.―Se defendió y su mamá se rio bastante.―Limpiare todo y lo cuidaré bien y no va a pasarle lo de Tony el hámster, lo prometo. ―La sola mención de ese hámster me hizo volver a cinco años atrás.

Había metido a Tony el hámster al horno por error, dentro de una taza.

Ni siquiera entiendo por qué prendió el horno en primer lugar pero lo cocinó.

Bueno, no realmente, lo que metió al horno fue una cosa similar a Tony el hámster, recuerdo haberlo visto llorando en nuestra sala con la taza en las manos y sorbiendo muchos mocos pero Tony el hámster no estaba en la taza, era un pompom.

Y ni siquiera tenían un color similar.

Vaya idiota.

Me reí al recordarlo.

Y Taehyung se rió conmigo.

Y su madre le lanzó un cojin, luego de decirle que la había asustado al hablar del atraco.

Bueno, eso solo nos hizo reír más fuertemente.

―¿Esa risa significa que sí?.―Preguntó, infantilmente, una vez dejó de reírse.

―Sí, sí, pueden quedárselo pero vas a bañarlo, a alimentarlo, a limpiar su popó...

―¡Lo que quieras mami, lo que quieras!.―Dio saltitos, guiándonos de la mano a su madre y a mi hacia la sala, donde los pequeños lo imitaban pues el perrito iba a quedarse. ― ¡Si quieres me como el popó en una tarta, lo que quieras mami!

Ew.

Me senté en el sofá grande y Dae-Hee en otro pequeño. TaeHyung estaba haciendo en ese instante un bailecito similar a los movimientos de un marsupial, con las piernas bastante abiertas y las rodillas dobladas, cantando sobre lo feliz que se sentía y rondando el sillón de su mamá. Sus hermanos lo imitaron cual espejo.

Sonreí.

Eran realmente lindos.

Eso... incluía a Taehyung, ¿No?

Dios-santo-no-podía-pensar-eso.

―¡Baila con nosotros Jiyoonnie!.―En cosa de segundos estaba jalándome mientras se mecía hacia los costados, hice fuerza, evitándolo.

―No creo que sea buena idea... ¡No soy buena bailando!.―Tenía 0 flexibilidad y coordinación, tanto así que el tobillo se me doblaba cuando caminaba.

―No necesitas ser buena, yo te...―Pero el teléfono sonó y salió corriendo a buscarlo como si su vida dependiera de eso,  olvidándose de mi. ¿Acaso esperaba una llamada?

―Jiyoonnie, tenemos que ponerle nombre. ―Susurró Dong-Sun a mi derecha.

― Apuesto a que a tu hermano se le ocurrirá uno muy bonito y original. ―Apreté su mejilla, era super tierno.

―¿Hola?.―Su voz grave se oía hasta la sala, el teléfono lo había dejado en la cocina. ―¡Minnie, minnie! ¡Mamá es minnie!.―Dae-Hee y yo nos miramos con sorpresa. Era mi hermana, ella lo llamaba. Llegó a la sala de nuevo, tan emocionado. La felicidad en su expresión, los ojos brillantes, la sonrisa enorme, la forma en la que dio saltitos al oír su voz. ― ¡Al fin me llamas, necesitaba hablarte! Tengo un montón de cosas que contarte, tengo un perro, lo salvé, soy superherore, minnie, necesito una capa...―No debería haberme molestado, no debería haberme sentido mal, de hecho, debería haber sonreído pero no pude. Dejé de oírlo, traté de jugar con el cachorro que lamía mis manos pero era difícil. ― Ah, realmente me haces falta. No sabes cuánto te extraño. ―Mordí el interior de mi carrillo, algo en mi interior dolió.

Lo vi de espaldas y aproveché para hacer una seña con mi mano a la señora Kim antes de levantarme silenciosamente y salir de la casa, me escocían los ojos y una ligera molestia en mi garganta me dificultaba tragar saliva.

Sabía que significaba eso.

Y me negaba a malditamente aceptarlo.

***

― ¿Qué hiciste de cenar? Huele muy bien.―Mamá me besó en la mejilla , se veía terriblemente cansada pero la sonrisa no se borraba de su rostro. Llevaba su uniforme de color celeste y los ojos entrecerrados del sueño.

― Ssambap casero. ―Era algo simple. Puse la mesa con platitos llenándola toda, cocinaba la carne cuando entró en la cocina. Había preparado arroz, verduras y las hojas de sésamo para armar los rollitos preferidos de mamá. ― ¿Quieres té?.― Asintió así que me dispuse a poner la tetera.

―Iré a cambiarme de ropa, vengo en un momento. ― La vi salir por la puerta y sonreí, a pesar de sus turnos tediosos y eternos siempre estuvo pendiente de nosotras una vez papá nos dejó.

La admiraba muchísimo.

Me disponía a mover la carne con un cucharon de madera para evitar que se quemara pero mi teléfono vibró sobre la mesa dándome un susto de muerte. Fui a buscarlo , tenía una notificación.

1 mensaje nuevo.

+4598940666

a

Recibido, 20:14.

¿Qué mierda significaba eso? Fruncí el ceño, tal vez había sido un error.

―¡Bien, estoy lista! Tengo hambre, es tu turno de alimentarme, hija. ―Me reí mientras mamá entraba de nuevo ya con su pijama rosa, dejé el móvil junto a mi vaso de agua.

― Espera, traigo la carne en un plato y cenamos.

Saqué la carne del sartén una vez estuvo lista, como éramos dos personas la mesa de la cocina era del tamaño perfecto para ambas, seguía pensando que la casa era demasiado grande para mi hermana, mamá y yo, era peor en ese momento dado que prácticamente vivía sola en la semana.

―¿Pasa algo, cariño? Estás callada. Tú no eres así.―Tenía un buen punto, nada más mamá llegaba a casa la atosigaba con preguntas y noticias sobre mi vida pero llevaba varios días encerrada, era viernes y llevaba dos días sin saber de TaeHyung. Lo evitaba a toda costa, me sentía enfadada por alguna razón y ni siquiera sabía cuál.

―No, solo...he estado pensando, ya sabes, han pasado bastantes cosas últimamente. La universidad y eso.

―¿En qué piensas, exactamente?.― Sí, ¿En qué pensabas, Jiyoon? Ni siquiera quería decirlo en voz alta, iba a sonar raro y mamá amaba a la pareja que hacían TaeHyung y MinHa, no iba a contarle sobre la supuesta ruptura de ambos hasta que mi hermana lo confirmara. ― Estuviste en casa de los Kim en la semana, cariño, me enteré por buenas fuentes. ― Tosí al ahogarme con el agua que intentaba beber, si que estaba bien informada. ―De hecho, la mamá de V me contó, nos mensajeamos seguido y parecía realmente emocionada por haberte visto ahí de nuevo. Dijo que estás hermosa y que eres muy educada.―Sonrió con orgullo, yo comencé a ponerme nerviosa.

-Umh...sí, ella es siempre muy amable. Ayudé a Taehyung con algo.―Mamá ya casi había terminado de comer, yo seguía intentando comer el segundo rollito.

―Así que,  tú y TaeHyung se están volviendo buenos amigos, ¿eh?. ― ¿Amigos? ¿Él y yo? Quise reírme. ― Eso me gusta, ya era hora de que dejaran de odiarse, ya era tiempo de que dejaras ir el resentimiento.―Su tono se volvió más suave y yo apreté la mandíbula. 

―Lo haces sonar como si fuese una amargada.

―No es lo que quise decir y lo sabes, solo me alegra que le des un chance. ―Su mano buscó la mía y no la quité, dejé que entrelazara nuestros dedos y suspiré.―No es un mal chico, lo sabes, ¿cierto?

―Todo el mundo dice eso, supongo que deben tener razón. Me tocó conocerlo en un momento equivocado.―El tono mordaz que utilicé no le gustó a mi mamá. 

―Se equivocó, Jiyoon, ha intentado todo para que tú dejes de odia-

―¡No nos hemos dejado de odiar! Yo a él no al menos, sigo pensando que es un pesado. Sabes que no hace más que burlarse de mi. ― El teléfono sonó y vibró a mi derecha, tan seguido que mecía los platos, mamá me miró interrogante. ― No sé quién es, lo silenciaré, dame un segundo.

Grande fue mi sorpresa al leer:

+4598940666

11 mensajes nuevos.

Quise decir hola, solo se envió la a pero no sé porqu

no

me

ig

no

res

ji

yoon

él te extraña😯😢😢😢😢😢😢

y yo

también😢😢😢😢😢😢

Recibido, 20:35.

Debería haberme enojado pero una al ver el parecido entre dueño y mascota, me hizo sonreír. sí, era molesto que me spameara así pero no dejaba de ser un poco tierno.

sabía que eras tú. ¿quién te dio mi número? ¿fue nam?😣😣

No , él no quiso dármelo mLodio yu

Entonces, ¿quién?

ah, que me lo dio tu* tu mamá😛 me ama, ni siquiera tuve que insistir jeje

―¡Mamáaaaaaaaaa! ¡No! ¿Por qué le diste mi número a TaeHyung? ¡Me traicionaste!.―Gemí estresada, él me ponía de malas. ―¡En menos de cinco minutos me envió más de quince mensajes!

―Ah bueno, lo siento. ―No parecía arrepentida, en verdad. Me apuntó con el palillo y sonrió maquiavélicamente. ―Solo pensé que era buena idea, después de la llamada de DaeHee creí que estaban llevándose bien y él realmente está pendiente de ti siempre... hija, piénsalo, pueden ser amigos, solo dale un chance, sé que si se apoyan el uno al otro van a soportar estar lejos de MinHa.―Hizo un pucherito, siempre fue su preferido.

― Yo estoy de lo mejor, má y te recuerdo que sigo detestándolo. ― Rodé los ojos cuando el telefono vibró en mi mano. ―No sé que tan mal esté TaeHyung, se ve realmente normal, raro y tonto. ―La razón de mi enfado tenía su rostro, recordé todas sus bromas, todas las travesuras e incluso el beso que vi que se dio con esa chica en el vestido blanco cuando aseguraba que solo pensaba en mi, bah, mentiroso. 

―Eso no significa que no le pase nada, MinHa te pidió que-

―No la nombres.―Le interrumpí.―Tu otra hija  lo llama más a él que a mi, me he enfadado con ella, no piensa en su hermana, ¡Qué es lo que le pasa! Me da rabia, me da, ugh.―¿Y qué me pasaba a mi? Me eché un trozo de carne a la boca, mordiéndolo fuerte y descargándome con él. Bueno... estaba enfadada pero no con mi hermana, tampoco con TaeHyung, era simplemente, ¡Ugh, odiaba todo en el mundo en ese momento!

― No te pongas celosa. ―Me congelé y dejé de masticar la carne, yo...¿Era tan obvia? ¿Era ese mi problema? ¿Yo tenía...celos?. ―Ella te quiere muchísimo, ya sabes que Tae es muy cariñoso con ella, tal vez por eso lo llamó antes que a ti.―Respiré otra vez, ¿Realmente me sentía así porque quería hablar con MinHa?

Pensándolo bien, claro que no estaba celosa de que mi hermana hablase con él antes que conmigo, después de todo estaba acostumbrada a ser desplazada pero si no era eso, significaba que estaba celosa de que TaeHyung hablase con mi hermana. ¿Por qué habría de importarme que él hablara con ella y no conmigo? Era estúpido, me negaba a aceptarlo. Debían ser mis hormonas, sí, eso.

― Da igual, no pienso contestarle. ―Ante su por qué extrañado, no respondí. Básicamente la odiaba un poco porque me estaba ocultando y mintiendo respecto a su noviazgo quien sabia desde hacia cuanto tiempo. ― No tengo más hambre.

―Sí, lo noto. ―Jugué con el arroz y el palillo, con mala cara. ― Comete toda la comida.

―Pero no tengo...

―Comete-todo-Jiyoon. ― Fue como volver a tener cinco años, me estaba hablando con ese tono de mujer disciplinada.

―Así nunca voy a adelgazar. ―Me quejé. Ella negó con la cabeza como diciendo "no tienes remedio".―Vale, lo comeré pero tendrás que comprarme un nuevo celular.

―¿Qué le pasó a ese?

―Le entró un virus, se llama Kim Taehyung: spamea mensajes y fotos.

―Umh, no sé, tal vez el próximo año. ―Canturreó.

―Ah, ¿Qué? ¡Pero mamá, fuiste tú quien le dio mi número a Kim TaeHyung!

― Solo sé amable con él y él se portará bien contigo, ¿Es tanto pedir?.―Me crucé de brazos. Claro que me pedía mucho. Sobretodo si considerábamos ese pasado del que ella y Taehyung nunca querían hablar.

Después de discutir medio en broma medio en serio sobre un nuevo celular, vimos una película juntas y una vez terminó, subí a mi habitación pues era tarde y había tenido un examen pesado por lo que tenía algo de sueño. Desde hacía varios días no sabía de TaeHyung , logré ocultarme del mundo, solo Jungkook me veía en el salón. Me eché en la cama y nada más conecté el wi-fi un sinfín de mensajes hicieron vibrar mi teléfono, creí que iba a explotar.

33 mensajes nuevos.

―Joder. ―Resoplé y tecleé sobre el primero.

1 mensaje , remitente: Namjun.

Lo siento Jiyoon, no conseguí evitar que consiguiera tu número 😓

Recibido, 21:24.

Pasé al siguiente, no era su culpa de todas formas.

1 mensaje, remitente: Hobibi.

La próxima semana a las 5, ensayo, Jimin, yo. Es una cita jiji😙

No te olvides de nosotros, bonita @-@

Recibido, 22:43.

Y por último 30 mensajes ,del remitente: +4598940666. Hasta el final de su número de móvil era del diablo.

¿crees que si estornudo con los ojos abiertos, exploten? ㅋㅋㅋㅋㅋㅋ

Ash, no me respondes así que me autoresponderé

Tal vez salgan volando

Y mamá los echaría a la basura, de todas formas lo intentare
No puefoooo😠😠😠😠😠!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! si pegara mis parpados con cinta adhesiva tal vez sí

Jimin dice que si pueden explotar, no lo haré más, mis ojos son demasiado bonitos, no quiero esoㅠㅠㅠㅠ

Los tuyos son bonitos también, no lo intentes nunca, ¿sí? ㅠㅠ 😄😄

Seguían pero dejé de leer. Tenía, sentimientos encontrados. ¿Iba a tener que aguantar eso, todos los días? Durante años evité que se consiguiera mi numero, me sentía como si toda esa barrera que me esmeré en crear cuando comencé a crecer, con la partida de mi hermana, simplemente había desaparecido.

Odiaba los cambios.

Odiaba a TaeHyung, odiaba haber sonreído con sus estupideces. Y cuando la absurda idea de llamarlo apareció en mi cabeza, el aparato vibró en mi mano de nuevo, llamando mi atención.

Remitente: +4539495834, número desconocido.

Pequeñita, adivina quién soy 😛

Me tomé el atrevimiento de pedirle tu número a JK, espero que no te moleste

Recibido, 23:04.

Pequeñita.

Solo una persona en el mundo me llamaba así. El chillido que emití no pasó desapercibido para mamá, que gritó desde su cuarto si estaba bien. Y no, no lo estaba, ¡ERA SEOKJIN, MI ANTIGUO AMOR, el chico que me había enseñado que amar dolía! 

―¡No, creo que me muero!

―¡Ah, pues que bien!. ―Respondió, gracias mamá.

Ok, Jiyoon, sé cool:

no, no pasa nada

¿qué hay, jin?😊

Enviado, 23:07.

Eso fue todo lo que se me ocurrió decirle. Estuve esperando a que pasaran un par de minutos para responder o iba a parecer una desesperada. Y traté de esperar la respuesta con calma pero sí que fue difícil.


SeokJin❤️

siempre quedamos de ir a cenar pero nunca lo hacemos... así que,

el jueves a las 8 , ¿qué dices?😶😶😶😶

Recibido, 23:09.

Mi ritmo cardíaco se había puesto a andar más rápido y era un simple mensaje. De mi ex amor, de mi amor de infancia, de...de él.

Claro, suena bien😊😊😊😊

Enviado, 23:11.

Estoy segurísimo de que nos lo pasaremos genial, pequeñita.

Recibido, 23:13.

Sonreí, mordiéndome el labio inferior. KimSeokJin y yo tendríamos una cita. Y me emocionaba tanto o más que a la Jiyoon adolescente.






N/A: 

¿Creían que nunca iba a volver, eeeh? 

Yo también lol 

Pero aquí sigo y terminaré esta historia, pinky promise❤️❤️❤️













*despedida a lo k taehyung*

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